Partida Rol por web

Muy rápido reconstruye usted los hechos, milord. Sin embargo, olvida una cosa: todos fuimos conducidos al salón juntitos, como alegres boy scouts. Eso dificulta su novelesca teoría.

Aficionadillos. Este tipo de nobles atildados con mucho tiempo para fantasear sobre crímenes... ¿Qué será lo próximo? ¿Quizá el franchute se revele como detective?

- No he dicho que fuera uno de nosotros (aunque todo puede pasar), sino que estaba entre nosotros, es decir, aún dentro de la casa. Sugiero que nadie vaya solo a ninguna parte, para asegurarnos.

-Joven, -dice taxativamente el coronel- si espera que acepte tener compañía para ir al baño está usted en un absurdo error. Realmente es una contrariedad que alguno de nosotros haya matado a nuestro anfitrión, pero no hay mucho más que podamos hacer más que esperar. ¿Saben? La muerte no me es precisamente desconocida, pero me temo que no hay demasiada honorabilidad en morir por un trago envenenado. No. No hay honor en el veneno. Los sikhs lo usaban, ¿saben? Pero lo untaban en sus espadas, nunca lo vertían en la bebida.

-Por cierto, padre -dice, antes de reintegrarse a su cómodo sillón-, he conocido a rabinos que bendecían en mejor latín que usted.

AHHHH , un grito se escapa de la garganta de la señorita Peach , un grito que no puede interrumpir .

¿Pero como ha ocurrido ? .Todos hablan de que ha sido envenenado , pero ¿como lo saben? , no puede ser que simplemente se cayera por estar borracho .Yo no se nada de medicina pero si de estados de embriaguez y se que uno se cae bastante fácilmente en ese estado . ¿Como puede ser que lo primero que piensen es que ha sido envenenado ? ¿Acaso alguno sabe más que los demás ? . Dice la señorita Peach a punto de caer en la histeria .

Aun con la taza de chocolate humeante en la mano, espero a que todos salgan para marchar el último, tampoco hay que apresurarse por un grito de la criada.

Pero todo son murmullos y mas gritos y palabras subidas de tono antes de cruzar la puerta

"Gué segá lo que egstá pasándo, tangto algoroto"

Pero al cruzar la puerta veo que todos está dirigiendo sus miradas dentro de un corro con el cadáver del Sr Boody en medio.

- ¡¡¡Mon Dieu!!! ¡¿Gué ha pasádo aguí?! mi cuerpo se tensa de la impresión, hacía mucho tiempo que no veía a un muerto y verlo con el cuello en esa extraña posición, tan poco natural, era una de esas cosas que impactaba a la gente.

El padre arrodillado en el suelo, estaba dándole lo que suponia era la bendición, y el Sr Gold acariciando a la sirvienta cante una inmienente crisis nerviosa.

Me acerco al grupo para pdoer estar más atento, y estar conforme a no ir a ningún sitio de la mansión a solas, nunca podías saber que podría pasar, y menos cuando no se puede salir ante un temporal y un cadaver en la casa.

- Mademoiselle Peach, ¿y pog gue no híbamogs a pengsag en venéno cuando aguí el señog Gold ha hecho su brogmita? Tambié es posigble que hubiega tenido un atague al cogazón y se hubiega caído pog la esgaleras pagtiendose el cuéllo

Levanta la cabeza y le dice a su marido - ¿Y si la Doctora Olivia reconociese el cadáver? Tal vez ella pueda aclararnos algo, ¿no?

-¡Oh Dios mio! ¿Que ha pasado!- el mayordomo aparece por la puerta de servicio, claramente sorprendido. Observa a la doncella llorando y se la lleva a la cocina para que la tranquilicen.

-Vamos Marie, necesitas una tila- después regresa con vosotros y observa al Sr Boddy.- Si mi lady, lo mejor sería que la Doctora le echara un vistazo... que terrible tragedia. ¿Qué será de nosotros sin el Sr. Boddy?- el mayordomo que había parecido tan frío antes estaba realmente afectado por el asunto.

-Hay que llamar a la policía- dice, mientras se acerca al teléfono, donde se encuentra el Sr. Azur.

-¿Qué? ¿No hay línea? Debe de ser por la tormenta, pasa a menudo en invierno.

El mayordomo abre la puerta de la entrada para echar un vistazo, pero la tiene que cerrar enseguida para que no se cuele la ventisca.

-Espero que la tormenta se calme por la mañana, o no podremos salir. Cuando nieva los lobos campan a sus anchas por esta zona

¿Que tenemos que pasar la noche con un muerto en la casa, atrapados por el temporal, rodeados de lobos y con la paranoia de un asesinato flotando entre nosotros? —exclamo—. ¡Estupendo! ¿Por qué no repartimos unas pistolas también? —Me encaro con el mayordomo—. Oiga, amigo, no quiero ser grosero con usted, pero parece tomarse con mucha resignación todo lo que está pasando. Por lo que sabemos, su señorito podría haber muerto de muerte natural, por accidente, por asesinato o, qué sé yo, por un mordisco de duende. Algo se podrá hacer, ¿no? En una casa con tanto riesgo de aislamiento digo yo que habrá una radio o algo así. ¡No me diga que el señor Boddy confiaba tan sólo en las líneas telefónicas en una casa con un riesgo de emergencia tan alto!

-La verdad es que en esta casa no solemos encontrarnos con muertes habitualmente Señor Gold. Me temo que cuando hay una tormenta inesperada como esta resignarnos es lo único que podemos hacer. Tenemos comida para varias semanas y, por supuesto, también tenemos una radio. Intentaré comunicar con la policía en cuanto pueda, aunque me temo que poco podrán hacer mientras no pare de nevar.

El Mayordomo sigue mirando a la Doctora, a la espera de que haga algo. Al fin y al cabo ella es la que sabe de estas cosas.

*Noto que el reverendo me quiere calma y le doy las gracias,mirando a los ojos y sonriendo le.

Gracias reverendo. Escucho lo que dice el señor Lord Grey "Que el asesino puede estar entre nosotros y pienso que tiene toda la razón pero quien sera y porque Hago una pregunta en voz alta:
Quien lo haya echo ... Quien lo aya matado, mi pregunta es el ¿porque?y también digo que tiene toda la razón el señor lord grey, tiene que ser alguien de la casa, si fue la criada, recordemos señores que fue la ultima en verlos ... y el Mayordomo digamos que casi siempre esta fuera de nuestras vistas no?? osea que alguien de ellos han tenido que ver, no ¿creéis?

*Empiezo andar por toda la sala muy nerviosa...y pensando necesito tomar algo cargado... pero no creo que sea buena idean.. podía aprovecharse de mi y matarme... y miro con la cara acusando porque fue el primero que dijo el chocolate esta envenenado al señor Gold mirándole desde lejos, pero fijamente a la cara y a sus acto...

La señora white que había escuchado la muerte del señor boody permaneció quieta en el salón, aunque estaba nerviosa no quería mostrar su estado de nerviosismo. Ella era una mujer calmada y apacible.

Lo único que dijo fue:
-No muevan al cadáver, sus huellas podrían quedar en él y resultar responsables..

- ¡Recorcholis! Vaya tragedia más inesperada y desagradable... - dice mr. navy al enterarse de la noticia. ¿Y ahora que hacemos?

miro friamente el cadaver diciendo: por favor, no pierdan la calma, no tiene porque haber sido un asesinato, puede haber tropezado por la embriaguez, o puede solo haber sido un accidente.
despues me giro para encaminarme junto al prfesor contestandole: me parece bien comentar las guerras rusas despues de la cena, pero tal i como estan los animos preferiria hablar de algo mas alegre;
mirando a los demas:ahora es un buen momento para jugar a algo, mientras la doctora revisa el cadaver; eso nos ayudara a apartar nuestras mentes paranoicas de asesinatos i demas, que para eso ya estan los detectives

Sr Azur volvio de la sala con una copa bien llena de Coñac, se detuvo delante de todos y dio un largo trago, cosa que agradecia sus nervios.
-¿Jugar a Algo? ¿Jugar a algo? Pero que tonterias esta diciendo, un hombre acaba de morir, alguien que se supone todos conociamos, estamos incomunicados y encerrados por al ventisca, no se nada de mi mujer ¿Y pretente que me ponga a jugar como si tuviera 12 años? Donde se supone que a sacado el titulo de doctora, psicologa... o lo que quiera que sea usted.

Indignado por el comentario de la Señora Rose volvio la mirada al resto de los presentes.
"Menuda panda."

-Si no vamos a apartarlo del centro de las escaleras al menos tapenlo con algo, por dios.

yo lo decia por calmar los animos, no hace falta que se ponga asi digo con la voz temblorosa. ademas el cadaver no se puede tocar hasta que un forense lo haya examinado. diciendo esto me voy hacia la sala enfurruñada. si no nos distraemos, nos volveremos locos por la histeria colectiva

¡Oigame un momento!, caballero increpo al Señor Azur No hay necesidad de ser tan brusco con Madame Rose. Estoy seguro de que ella lo dijo con la mejor intención. Todos lamentamos la muerte del señor Boddy,en especial yo. ¿Ahora quien financiará mi investigación? pero si no nos calmamos y dejamos el asunto a los profesionales no haremos nada mas que empeorar la situación.

-Mientras la doctora examina el cadáver intentaré contactar por radio con el pueblo. Por favor, cálmense y no toquen nada.- dice el mayordomo.

Después, silencioso como un gato (y como todos los mayordomos), sale por la puerta de servicio camino a alguna habitación que no conocéis.

Al observar el cadáver te das cuenta de que no parece haber muerto por la caída. El cuello no parece amoratado, por lo que parece que ya estaba muerto cuando se rompió.

Te acercas al cadáver y puedes notar un ligero olor a ajo. Sin duda ha sido una muerte por envenenamiento con arsénico.

-¿Brusco? ¿Cree que me importa ser o no brusco en un momento asi?
Estoy seguro que ella SOLO a tratado de ayudarnos sin ningun tipo de altruismo, pero ha sujerido que juguemos, eso se lo digo yo a mis sobrinos cuando quiero que me dejen en paz, no para este tipo de situacion
"¿Y quien era esta hombre, un historiador, dijo? Otro que vino buscando el favor del dinero"

Al escuchar las palabras del Mayordomo, le detubo un momento.
-Hagame el favor de preguntar tambien por el vuelo de las seis y media, desde Munich, quiero saber si mi esposa le a podido ocurrir algo.

Tras dejar marchar al mayordomo, niega con la cabeza y bebe un nuevo trago, lleva su mano a su flequillo aun nervioso.

El flemático y sospechoso mayordomo tiene razón, volvamos al salón. No me hace mucha gracia estar aquí velando el cadáver y oyendo cómo se despellejan los unos a los otros.

Devuelvo la mirada a la señorita Scarlett.

Y usted, deje de mirarme con esa cara de detective juvenil de Enid Blyton. Si no fuera por mi consejo de no abandonar la habitación, ahora usted y la señorita Peach podrían ser sospechosas.