Llegáis a Lorca al atardecer y preguntando a unos lugareños todos os recomiendan la posada del Cuervo Borracho regentado por Pedro Giménez que no queda lejos.
Por un par de monedas os alquilan una habitación para todos con cómodos jergones de paja. Tras descensar un par de horas, bajáis a cenar y a refrescaros pues empieza a hacer calor.
El propio Pedro es el encargado de servir las mesas , mientras que su mujer es la encargada de cocinar.
Os acomoda en una pequeña mesa donde os sentáis los cuatro. Os lleva una jarra de agua , una jarra de vino y algo de queso. También os sirve cuatro platos con una especie de carne estofada.
¿Qué tipo de clientela se reune en el Cuervo aquella noche? Si hay alguna dama bonita, hay posibildades de que Juan entre en modo donJuan ;)
Malik se alegró de estar bajo techo, sus ropas estaban completamente empapadas, sobretodo el turbante. Antes de bajar a cenar, se lo quitó, lo estrujó bien para quitarle toda el agua, y lo dejó tendido un rato. Después volvió a liarlo en torno a su cabeza y bajó con los demás a la sala común. Rasiq había abandonado su hombro, ahora el cuervo estaba en una de las vigas de madera del techo de la posada.
- ¿Qué animal es este?- preguntó cuando le sirvieron el estofado, rechazándolo en caso de que fuera cerdo, o de que no estuviera seguro.
Pronto el fuego de la sala les devolvió la tibieza a sus cuerpos, y sus nuevos amigos cristianos empezaron a mostrarse animados. Juan explicó sus aventuras y desventuras en el campo del amor, interesándose por la cultura musulmana.
- Así es, amigo. Pero tened en cuenta que el marido debe ser capaz de mantenerlas a todas, así que quizá querais replantearos vuestra idea.- dijo con un guiño.
Vaya asco, empapado hasta las botas, con ampollas y lleno de barro...creo que no podría existir un sitio mejor en el mundo ahora mismo. Esos fueron los pensamientos de Roderigo mientras se quitaba sus vestimentas para asearse brevemente y ponerse una muda seca antes de bajar a la taberna y disfrutar de la suculenta cena (o en ese momento, asílo parecia). Escuchó los comentarios de Juan con interés, pero no con el interés físico en las mujeres, si no en las pertenencias de esta misma, por la descripción seguro que sería un buen botín. Quizás Valencia sería una buena parada algún día, ¿habrá gente de tal postura por esta zona?, ojalá.
-Así que cuantas mas mujeres se tengan Malik, más fortuna posee el susodicho en cuestión, no?. No sabía que los árabes os lo montarais tan bien, quizás debería pararme a conocer vuestra cultura algún día- dice pensando en las riquezas que se oyen decir de estas gentes -, podría ser interesante.
tirad 1d100 por percepción, tenéis que sacar vuestra percepción x3 o menos para tener éxito.
Tirada: 1d100
Motivo: Percepción
Dificultad: 45-
Resultado: 3 (Exito)
Hecho, creo que exitosa.
Tirada: 1d100
Motivo: Percepción (x3)
Dificultad: 54-
Resultado: 70 (Fracaso)
Pues yo no... Menos mal que Juan ha sacado crítico. ;-)
En el fondo de la taberna divisas a un hombre embozado en una capa que os señala con el dedo mientras le susurra algo a Pedro. Sin duda está hablando de vosotros.
Tirada: 1d100(+60)
Motivo: Percepción
Resultado: 92(+60)=152
Tirada: 1d100
Motivo: Percepción
Dificultad: 60-
Resultado: 100 (Fracaso)
Me he confundido al principio en donde debia poner 60, van las dos tiradas, lo siento...torpeza de novato.
Voy a esperar por si Alonso hace tirada durante la tarde, y sino, informaré al grupo. Pronto empezamos con hombres embozados ;)
Es la gracia del juego! ;) Además date cuenta que es una partida muy corta, no hay tiempo para divagaciones... xDDD
Qué es una aventura de fantasía medieval sin un hombre embozado en la posada :)
Además, yo encantado, cuando antes "arranque" esto, genial.
Procede ya , porque el tal Alonso lleva 6 días sin conectarse...
Entre trago y trago, Juan se da cuenta de que les observan. Una figura embozada les señala mientras habla con el posadero.
- Amigos, creo que alguien ha tomado interés en nuestras humildes personas. No mireis, pero el hombre que se oculta con la capa, el que está hablando con nuestro anfitrión, nos ha señalado con el dedo. No me gusta la gente que se oculta detrás de ropajes y embozos, no suelen tener intenciones caritativas o cristianas. !Posadero, atienda esta mesa!
Juan llama al posadero para pedirle explicaciones sobre su conversación con el anónimo embozado.
-Muy bien amigo Juan, yo procuraré investigar sutilmente a ese extraño, a mi tampoco me gustan estas maneras...suelen traer malas vibraciones.
Me acerco hasta la barra, donde está el extraño, y mientras deposito mi jarra vacía le echo un visual intentando disimular. Busco algún tipo de emblema, si lleva armas ocultas...
Ya me dirás como procedo y lo que averiguo, si es que averiguo algo.
Antes de que Roderigo se pueda levantar una hueste armada irrumpe en la posada. No os da tiempo calcular cuántos son, pero más de diez seguro.
El extraño hace un gesto a los hombres y éstos se acercan para rodean la mesa, con las armas desenvainadas y en actitud amenazante.
El extraño se acerca mientras que el pobre tabernero se esconde como puede.
Roderigo susurra:
-Permaneced lo mas calmos posibles, no se que querrán estas gentes, pero mejor no tener problemas.
Roderigo "cancela" su acción delevantarse y disimula como si quisiera acomodarse mejor en el asiento, apoyando bien los dos pies en el suelo por si ha de levantarse rápidamente. Apoya una mano sobre la otra sobre el vientre en actitud "pacífica" pero en realidad esta "pose" es para poder desenfundar su estilete de la vaina de muñeca rapidamente en caso de ponerse demasiado feo el panorama.
Levanta la mano antes de hablar.
Vosotros! os hemos cogido con las manos en la masa. Quedáis detenidos en el nombre del Rey y de sus funcionarios locales. Más vale que no os resistáis. No me gustaría que mis hombres tuviesen que mataros. Llevamos tiempo detrás vuestro. Entregad las armas a mis hombres , vamos!
Parece convencido de que sois culpables y su tono de voz es firme. Lo que os hace pensar de que no dudaría en dar la orden de que os liquidasen.
Pongo cara de sorpresa, y me hago el loco en plan ¿es a mi?, despues de que esa expresión sea apreciada, pongomi espada sobre la mesa, desenvainando lentamente, pero no entrego mi estilete oculto.
-De acuerdo de acuerdo, no hace falta que ordeneis nuestra muerte noble señor, no queremos problemas...de echo no sé de que se nos está acusando, somos gente humilde, si tan solo pudierais explicarnos esta situación amable señor...(entonación de persona asustada)
Juan se levanta muy lentamente de la mesa, con las manos en alto y en actitud mansa y pacífica. Lógicamente tienen que estar confundiendo al grupo por otro similar.
- Mi señor, si me permitis, tiene que haber algún tipo de malentendido, estos cuatro hombres que compartimos mesa, y a los que sin duda confundís con otros, apenas hace unas horas que nos hemos conocido, jamás antes nos habíamos visto...
Supongo que está complicado, pero disimuladamente y con la mirada, Juan intenta encontrar algún tipo de vía de escape, tal vez por alguna ventana o através de algún punto débil del círculo de soldados.