Partida Rol por web

Muy bien - responde la piromante con marcada dignidad -. Ya daréis la vuelta.

No necesitas girarte para saber que Suara se marcha en la dirección opuesta.

Anteponiendo el designio de los dioses a los caprichos de una niña malcarada, continuas por el camino elegido hasta vislumbrar parte de un edificio, antes oculto por la bruma. Avanzas hasta dar con un balcón o mirador rodeado por una deteriorada balaustrada de piedra. El camino se bifurca de nuevo, permitiéndote seguir recto por la muralla o adentrarte en el edificio a través de un pórtico.

Del otro extremo de la muralla emerge de entre la bruma una criatura que no superará el metro de altura, de piel grisácea, y que porta una espada de brillo azulado.

La criatura, que identificas como un gnomo, pega un respingo al verte.

¡Me cago en sus muertos que puto susto! - exclama el gnomo - ¿Por qué coño hay un constructo aquí? Joder, este sitio no tiene ni pies ni puta cabeza. ¡Gigantona! Échame un cable, ¿quieres?

Mientras me acerco a él voy diciendole:

- Hola señor... Bendita su palabra, que me ha hecho encontrarme con usted. Estoy buscando a mis compañeros. Recientemente hemos viajado aquí desde el plano material pero nos hemos dividido al aterrizar. ¿Podría ayudarme?

Le miro de arriba abajo para sacar alguna conclusión más y ver por qué lleva una espada mágica.

¿Qué ostias...? ¿Los constructos hablan? - el gnomo sigue haciendo preguntas en voz alta como si no hubiese entendido una palabra de lo que has dicho y agitando su espada de un lado para otro. La espada, concretamente un estoque, emite un brillo azulado que habitualmente se asocia con las magias de hielo. Sin embargo, la espada no lleva ninguna runa inscrita, por lo que probablemente no sea un arma que lance hechizos - Eh eh eh, ni se te ocurra birlarme la espada, que te estoy viendo. Esta maravilla se la birlé yo a Aztozi el gigante y casi...

Qué ocurre Flok...? - la familiar voz de Niveka se interrumpe al verte cuando ésta emerge de entre la bruma - MENELPAR! - la goliath corre en tu dirección para abrazarte con fuerza.

¡Ahí, ahí! - anima el gnomo - ¡Reviéntalo con tus músculos! ¡Destrózalo! ¡Hazle un RKO! Joder, ir con una goliath es de puta madre.

- Como me alegro de verte Niveka, desperté sólo con Suara y casi me da algo. Ella debe de andar por ahí, nos separamos. ¿Y Axelos?

Al ver que el gnomo sigue pensando que soy un constructo me quito el casco y lo mantengo apoyado en la cintura.

- Encantado Flok. Yo soy Menelpar, de los mil dioses.

¡JAJAJAJA! - ríe el gnomo ante tu revelación - ¡Que puta subida! ¡Si es un jambo! - Flok envaina su estoque y carraspea - Ahem, que modales de mierda los míos. Flok, de los mil hurtos - te guiña un ojo con complicidad al tiempo que extiende la mano para estrecharte la tuya.

Eres el primero al que veo - responde Niveka -. Aterricé en lo alto de una almena y al bajar me dí con un laberinto de pasillos. Allí me encontré con el gnomo este y entre los dos conseguimos regresar al exterior. 

- ¿Hurtos? Sin trucos.

Extiendo la mano para devolverle el saludo.

- ¿Sabías que según las palabras de Tyr, recogida por los clérigos pertenecientes a Los Caballeros del Juicio Santo, usurpar y robar es un pecado castigado con la muerte?

¿En serio? ¡Que me dices colega! - responde el gnomo con mal fingida sorpresa - Pues tendré que cambiar de oficio y tal...

- No juegues conmigo. Por esta vez dejaré que lo arregles por ti mismo, ya que has ayudado a Niveka, una fiel seguidora de Helm.

Sin darle tiempo a decir nada me vuelvo a Niveka de nuevo.

- Debemos encontrar a Axelos, podríamos entrar al edificio este a preguntar.

Os adentráis en el edificio a través del pórtico. Una sala sin decoración alguna en la que encontráis a una criatura con aspecto de seta que está emanando esporas violáceas como si le fuera la vida en ello.

- Esto si que no me lo esperaba.

Intento analizar el bicho ese.

El "micónido" parece estar hecho del mismo material que el resto de la estancia: bloques de piedra. Entre ellos se distingue una sustancia semi-líquida del mismo color que la bruma del exterior, como si le diera vida a los bloques de piedra.

- Eh... perdone, ¿Tiene un momento? Le dejaremos seguir con lo que está en un instante.

Miro al resto con cara de sorpresa y asco unidas un un gesto bastante cómico.

El "micónido" para un instante de emitir esporas... Para emitirlas con más intensidad de seguido.

No creo que ese bicho entienda tu idioma, chupabiblias - indica Flok.