Partida Rol por web

Parecía que era cierto realmente, eran verdaderos héroes. La proeza del eladrín lo confirmaba, no solamente había arriesgado su vida en pos de un compañero, sino que había atterizado indemne luego de domar a un gigantezco Roc.

- ¡Si os acercais a las puertas os quemareis! - advirtió la hechicera mientras creaba un volcán protegiendo el acceso a la ciudad.

Iannes se sentía totalmente como un estorbo en esa situación. Penso que quizás para la defensa habría algunas maquinarias que pudiera utilizar.

Dayereth se había desvanecido con brillo repentino de la espalda de aquella monstruosa ave, ahora estaría obligada a acercarse... y el seguiría preparado para ello.

La suave melodía seguía siendo subvocalizada por el mago, y sus ojos fijos en las negras plumas del Roc.

Los gigantes continúan con su intención de aporrear la puerta hasta que esta caiga en pedazos. Sus golpes son muy contundentes pero la puerta parece ser lo bastante maciza para aguantar su envite.

El roc mira a su alrededor buscando a Dayereth para devolverle el amor ... pero al haberlo perdido de vista simplemente se lanza hacia la muralla ... y es cuando Andet inicia su ataque.

El mago comenzó a entretejer la melodía con la fórmula habitual, la bestia se resistía con furia primal. Andet intentó sonsacar todo el poder que le confería la túnica encantada que llevaba, su silueta se dibujó con fulgurantes hilos de plata por un parpadeo, sin embargo la criatura se liberó de su influencia.

¡¡Aaaaaaaaaarg!! - Grito de impotencia y dolor. La rabia acumula energía en mi cuerpo y no consigo liberarla Me arde por dentro y me consume hasta las entrañas. Intento respirar con fuerza y siendo como si tragase fuego. Los puños me arden y los ojos empiezan a sangrar - Maldito bastardo ... maldito ...

A través de la neblina de mi mermada visión puedo distinguir algo que se acerca por el cielo. Es ese pajarraco. En un acto reflejo levando la mano de mi daga y dejo que la fuerza que me desborda fluya libremente en un estallido de caos y dolor.

El roc deja escapar un agudo graznido y se que he acertado de lleno. Noto su angustia. Su dolor me reconforta y una sonora carcajada se me escapa sin poder contenerla.

Mientras el pajarraco revoloteaba intentando sacarse a Andet de su cabeza, Sizzly calculaba la distancia a la que se acercaba frenético. Con una danza rítmica y sensual, sus delicadas manos comenzaron a concentrar una esfera ígnea que iba creciendo en tamaño y brillo. Dentro de allí, un mar de llamas rugía por ser liberado.

- Exactamente ahora... - dijo con voz tranquila mientras sus dedos dejaban que la furia elemental se desatase. La esfera se deformó, abriéndose en olas de llamas hambrientas que comenzaron a devorar a los enemigos.

En cuanto envolvieron al Roc, sumándose al daño infernal provocado por Eva, la pelirroja juntó ambas manos, como si dos mandíbulas estuviesen aplastando a su presa. El fuego danzó y engulló al ave, haciéndola gritar con aún más desesperación y encendiéndola cual antorcha.

La situación no favorecía en demasía a los defensores, pero a los atacantes las cosas no les iban tampoco muy bien.

Dayereth volvió a aparecer sobre la plaza de defensa y sin esperar ni dar tiempo a actuar a la bestia emplumada, se alejo de esta y lanzo su espada impregnada en su magia a los pies de los gigantes que aporreaban la puerta.

Esta estallo en llamas a los pies de estos provocando mas quemaduras a los cuerpos quemados ya por sus compañeros. El arma retorno a sus manos esperando el envite de aquellas bestias.

Iannes se sentía cada tiempo que pasa mas inútil aun. Se asomaba a la almenaba calculando el salto, ya que Dayereth era el única que estaba abajo peleando. 

Los gigantes parecen ignorar el fuego a su alrededor si bien podeis ver como este va haciendo mella en su piel. Están desbocados y con determinación fanática golpeando una y otra vez la puerta.

Los enemigos se hundían en un mar de llamas y muerte, pero aún resistían, intentando hacer el mayor daño posible antes de sucumbir a sus múltiples heridas.

El gigantezco emplumado se sacudía frenético, intentando apagar las llamas que se encendían cada vez más y forzando su voluntad a escapar de las influencias arcanas ejercidas por Andet.

El maestro del ilusionismo movía sas yemas de los dedos como si cada una de ellas tirara de cuerdas invisibles, y la marioneta fuese rebelde y obtusa. Necesitaba algo abrumase a su víctima, y el terrible dolor provocado por las dos féminas del grupo provocó eso mismo. Los ojos penetrantes y desesperados del ave no repararían en nada más que las imágenes que creaba para él.

Sus gestos refulgieron como estrellas y de repente la visión del Roc se vio sumida en un laberinto interminable, del cual no había salida alguna... solo desesperación.

- ¡El ave es mia, acabadla de una vez! -

El Roc desciende hasta al suelo al no poder continuar volando.

Luego roleo

Dayereth tenia las cosas claras, pero su posición no era la mejor para ello. A pesar de todo el Eladrin guardaba cartas bajo la manga para este tipo de eventualidades.

Desapareciendo de su posición y apareciendo a la espalda de uno de los gigantes, lanzo un tajo a la corva de este produciendo un nuevo corte en el cuerpo del maltratado gigante. Sintiendo el renovado vigor de su magia, sus pies le llevaron hasta la posición cercana al Roc y viendo a este tan malherido se lanzo a fondo con un golpe de espada conteniendo parte de su magia.