Partida Rol por web

-Como dije amigo Bhaaain, no había magia en tu mal...no sé qué es lo que provocó tu dolor, pero yo no ví hechizo o conjuro alguno.

Viendo como poco a poco sus compañeros saltaban a través de la fisura, el rostro del druida se relajó. Pacientemente, luego de cada salto volvía a arrojar la soga al otro lado para el próximo pudiera reunírseles.

Todavía faltaba el paladín, pero atado como el resto, en el peor de los casos solo sería un golpe, como el que había recibido la arquera. Dejando que sus compañeros se ocuparan de lo que pudiera haber delante de ellos, Rómulo espero el último salto, para poder guardar la soga y volver a montar.

En su mano derecha, la cimitarra brillaba, afilada, a la luz de las antorchas, mientras en su otra mano, la pequeña rodela que usaba para defenderse le permitía la suficiente libertad de movimiento como para acariciar a sus mascotas - Bien hecho, bien hecho - les repetía incesantemente esperando terminar esta tarea y poder volver a marchar.

Finalmente, Mosest se ajustó bien la cuerda e intentó saltar...

El salto del paladín no fue tan bueno como todos esperaban, por suerte, Remo estaba preparado y aguantó el cimbronazo de la soga al sentir como el peso de Mossest parecía caer.

El perro, afianzando las patas en las rocas, se mantuvo firme, sosteniendo al hombreton que braceaba desesperado, mientras Rómulo lo alentaba - Tranquilo amigo, tu puedes. Mantente firme, vamos -

Nuevamente se había desentendido de lo que pudiera pasar en el tunel. Ese era problema del resto, el problema del druida era conseguir que su perro aguantara y así evitar que el paladín cayera al vacio y, lo peor, arrastrara a su compañero.

Antes de poder recuperar el aliento, Gaius ya en la seguridad del puente vio como sus compañeros iba pasando uno a uno sin problemas a la otra parte de la rota estructura exceptuando el último. Mosest, que como bien recordaba el asesino le había ayudado a subir, se encontraba zarandeándose colgado de la cuerda con el abismo a sus pies. Al otro lado Rómulo aguantaba la cuerda con fuerza como había hecho hacia unos momentos con el peso de su cuerpo.

Gaius odiaba en la situación que se encontraba, le habían salvado y nadie había hecho eso por el nunca. En unos instantes su cerebro asocio todo como una deuda que debería pagar en algún momento. Era una buena situación para ir empezando a saldarla.

Una vez más y sin sujeción ninguna el humano salto de un lado al otro del puente confiando en que al fin sus reflejos y la ayuda de la poción dieran resultado. Un viento fuerte subió de la sima impulsando aun más el cuerpo del asesino que poso sus pies al otro del puente como si de un paso se hubiera tratado. – Un salto perfecto, al fin…- pensó aliviado.

Encontrándose en el lado correcto no tardo en agarra la cuerda para ayudar a Rómulo en su tarea, ese había sido el fin de su nuevamente apresurado salto. Mientras ayudaba al mediano fijo su mirada en él y con un tono de inexperiencia le expreso su agradecimiento, era la primera vez que lo hacía en muchos años.

- Eh…gracias…por lo de antes – espetó sin confianza Gaius – En fin te debe una…-.

El mediano aceptó complacido la ayuda del oscuro ser, descartando sus palabras con un simple encogimiento de hombros - No te preocupes... hoy por ti, mañana por mi... o por Remo... o por Héctor - le dijo mientras aceptaba su ayuda para sostener la soga.

El murcielago se posó en el dedo índice de la semielfa y le susurró que acudiera a la profundidad del pasillo y le transmitiera sus sensaciones.
-Qué mejor que un murciélago para este cometido. Él es el mejor cualificado para revolotear en oscuras rutas como esta. -Apuntó la maga. Alzo la mano y el mamífero volador se introdujo revoloteando hacia el fondo del pasillo. Su sentido del oído haría el resto. Mamá esperó la respuesta empática en su propio ser, cualquier sensación que pudiera percibir podía ser importante, incluso el más mínimo detalle.

Gaius ayudó a alzar al pobre Mosest, que acababa de recibir una costalada que no dañaba tanto su cuerpo como su orgullo... Menudo papel estaba haciendo: huir en la primera pelea, no llegar a tiempo en el momento de un extraño ataque al enano y, para rematarlo, caer como un péndulo contra la pared de piedra. En las gestas de los héroes nunca se contaban estas cosas... Malditos bardos.

Finalmente alcanzó la superficie de piedra del puente y reprimió un impulso de besar el suelo. Bastante ridículo había hecho ya.

El mediano se aproximó a coger la piedra luminosa mientras el murciélago de Mamma penetraba el oscuro pasillo de piedra. Durante un rato esperaron. El murciélago regreso sin más novedad. Gracias a su vínculo de empatía la nigromante determinó que el camino - al menos desde el punto de vista de un murciélago - no parecía peligroso.

Finalmente, más o menos enteros, el puente roto quedó atrás. Rómulo recogió la soga que tan útil les había sido y enrollandola prolijamente, la guardo en las alforjas de Remo

Al ver que el murciélago volvía y la nigramante no hacía ningun comentario negativo supuso que era cuestión de seguir adelante - Vamos? - preguntó a sus compañeros mientras volvía a montar y arrojaba la piedra iluminada, con todas sus fuerzas, hacia adelante - No es mucha luz, ni durará demasiado, pero si la van arrojando a medida que avanzan podremos ver si algo se mueve. No queremos que al enano le vuelvan a doler los ojos - completo en lo que era dificil de explicar si era una burla ó una real preocupación.

- Como antes? Yo cubro la retaguardia - comentó y se preparó a continuar la marcha con su peculiar estilo de monta... mirando a sus espaldas. La cimitarra, enfundada, le permitió coger otra piedra del piso y estar dispuesto a iluminarla y lanzarla si oía algo a sus espaldas.

Si, el mismo orden de marcha estará bien- Bhain continuó la marcha hacia el tunel oscuro que se abría delante.
Mama ¿ te ha dicho algo interesante tu mascota ? me gustaria saber con que me voy a encontrar ahí- dijo el enano esperando la contestacion de Mama antes de internarse ne el tunel que teía delante de el

-Parece que no hay peligro -dijo Mama no sin ciertas dudas tras los gritos de dolor del enano. No habían descubierto la causa de tal reacción, pero su pequeño murciélago no había detectado ninguna anormalidad en ese pasillo, ni tampoco el conjuro "detectar magia" había mostrado nada mágico. Era extraño y con ese gesto de extrañeza continuó hablando la maga a sus nuevos compañeros de aventuras. -Aún así, deberíamos estar alerta; está claro que la vía de escape que nos indicó Medus no va a ser un camino de rosasss precissamente. Ahora missmo, tres de nosotros han saltado cual saltamontes paticortos y cojos una grieta de nnnaaaada en el suelo-dijo la maga como olvidandose de su patética demostración de temor antes de su salto. Después trepó unos metros sobre la pared de su derecha y siguió el orden de marcha, pero caminando por la pared.

El grupo se adentró por el túnel atento a cualquier cosa extraña. Pese a las tranquilizadoras palabras de Mama nadie estaba tranquilo. Lo sucedido a Bhain seguía siendo un misterio para todos y, aunque el enano parecía encontrarse ahora perfectamente, todos estaban algo inquietos.

Gaius, silenciosamente, fue abriendo camino buscando cualquier indicio de trampa o peligro. Solo los pasos de los aventureros y su respiración inquieta rompían el silencio en la oscuridad.

Finalmente, y tras descender un buen rato - el túnel seguían una inclinación descendente - se encontraron con una bifurcación. Parecía que el túnel principal continuaba, pero ahora se abría un nuevo pasadizo de iguales características a su derecha.

- Esto es un laberinto...

Bien, estamos ante una nueva encrucijada. A pesar de que el camino no ha sido facil, soy de la opinion de que debemos seguir el camino que nos indicaron, osea, hacia ahí, hacia la izquierda, es ams que posible que nos encontremos con algun problema por el camino, pero el peligro de no hacerle caso es demasiado alto.
¿ Vosotros que decis?

Robin aprovechó el momento de reflexión para empezar a ponerse, al menos, una parte de su latosa armadura.

Mientras se apoyaba en la pared, tratando de colocarse bien una greba, levantó la cabeza para opinar sobre el camino que creía debería seguir el grupo.

- Cuando nos dieron las instrucciones sobre el camino a seguir, creo que se referían a la direcció que debíamos tomar cuando llegáramos a un cruce; en principio deberíamos seguir por el camino principal, me parece mucho más seguro. Además, no podemos perder mucho tiempo discutiendo sobre el tema...