Partida Rol por web

 - No me gusta la idea que ha tomado el grupo, pero la acataré. -dijo Bhain con una mueca de preocupación en su voz. - Hemos decidió que tu seas el líder, así que acato la decisión que el grupo ha tomado. -Bhain bajo un momento la cabeza, alzándola de nuevo para continuar hablando

- Nadie de aqui tiene intención de morirse, pero es una posibilidad, que no podemos de olvidar, pro si queréis avanzar, avancemos...

Rómulo se da cuenta que muchos de sus "dirigidos" no están de acuerdo con su idea, pero pese a todo deciden hacerle caso, por lo que les agradece la actitud - Creo que es lo mejor - insiste - Si vemos que la situación se complica, perded cuidado que yo mismo os cubriré mientras vais a informar lo que hemos descubierto -

El mediano está mortalmente serio y es fácil notar que sus palabras no son ninguna exageración. Con su perro y su víbora se siente lo suficientemente seguro como para brindarle al resto los segundos de ventaja que pudan necesitar para huir de las catacumbas

El clérigo, de nuevo, conmina a la mediana a avanzar. "Quizás esta lúgubre mazmorra es mucho más grande o compleja de lo que parece, y quizás la chica necesita tomarse un momento de meditación... Pero cuanto más nos estemos aquí parados, más se va a comentar la orden que ya ha sido dada por nuestro líder, y eso no es bueno".

Robin, pese a que sentía cómo aumentaba su impaciencia, no quería empezar a empujar o malhablar a Imanthia: no creía que aquellos fueran buenas tácticas para convencer a nadie sobre nada.

Mosest se colocó al otro lado de Imanthia de donde estaba Robin, preparado a su vez para emprender la marcha. Incluso a él le parecía suicida que alguien volviera solo con todo lo que habían dejado atrás y dió el tema por zanjado. Avisarían en cuanto pudieran y todos juntos...

Una vez redistribuído el grupo todos salieron de la celda. Desandaron el camino por el tunel lleno de huesos. En el momento de llegar a la zona de la trampa de gas la muchacha se detuvo para observar el suelo.

- Cuando me trajeron,- informó - me di cuenta de que los muertos vivientes seguían un camino preciso.

Se volvió hacia Gaius:

- Pero tú también te diste cuenta ¿verdad? Claro. La trampa no ha sido disparada.

Sin esperar una respuesta pisó por la zona libre de peligro y continuó hasta el final del pasillo para, una vez llegada allí, detenrse frente al muro que conducía de regreso a la amplia sala. En ese momento, como esperando la señal, la luz del mediano se disipó totalmente...

Rómulo seguía receloso de la prisionera que ahora era su guía, por lo que se mantuvo atrás de ella, listo para usar su varita si hacía cualquier movimiento que le pareciera sospechoso

Sin embargo, al llegar al muro y tener que subir, su luz mágica, finalmente, se apagó - Mala suerte - se encogió de hombros mientras enfundaba la cimitarra, ahora inútil en sus manos y trataba de no perder de vista a Imanthia gracias a la antorcha siempreardiente que portaba la arquera.

- Pues será cuestión de subir... y luego ir por esas puertas - comentó como al pasar - Dejadme que yo lo haga primero - Espoleando a su fiel Remo, consiguió que este, con un par de saltos ascendiera por los rebordes. Antes de llamar a sus compañeros, sin embargo intentó verificar que no hubiera más sorpresas en el lugar - Huele, amigo, huele - le indicó a su montura, mientras mantenía la varita preparada e intentaba asegurarse que no hubiera nadie a su alrededor

Silvania avanzó hasta que dar a la par de Rómulo, para que su antorcha iluminase delante, donde había más posibilidades de encontrar peligro.

Sin embargo, no dijo nada, tras su enorme ataque de dialéctica, parecía haber vuelto a su mutismo habitual.

El mediano examinó la estancia en la medida de sus posibilidades, quizás fiándose más de los sentidos de su fiel Remo que de los suyos propios. Añoraba el bosque y los espacios abiertos. Aquel horrible lugar lo deprimía un poco. Por fortuna parecía que ningún muerto viviente los estaba acechando. Solo se escuchaba el ruído gorgoteante de la fuente al fondo, en la oscuridad...

- Vamos, suban - aclaró el pequeño druida mientras ubicaba a su perro a un lado y confiaba en volver a tomar su posición a retaguardia.

Ante la subida, su impulsibidad lo había hecho olvidarse por un momento del riesgo que significaba dejar a la desconocida mentirosa a sus espaldas, pero una vez asegurada la subida, volvió a su rutina habitual.

Cuando la luz desapareció, Robin empezó a preocuparse por la posible huida de la mediana. ¿Y si todos estaban en lo cierto menos él y aquella chiquilla era una traidora de la que no podían fiarse?

Afortunadamente alguien sacó rápidamente otra antorcha y al volver la luz, la mediana seguía allí.

Como rezaban las Sagradas Escrituras, "Azarosa es la naturaleza de los seres pensantes..."

La muchacha guió al grupo a través de la sala. Los cadáveres helados del suelo seguían en su mismo sitio, pero cuando la antorcha siempreardiente iluminó la zona de la piscina un charco reflejó su luz al lado de la misma. Algo había salido de la piscina dejando un reguero en dirección al pasillo por el que ahora mismo tendrían que salir.

Imanthia observó el suelo con curiosidad antes de girarse hacia el resto:

- Parece que esperamos compañía ahí adelante ¿no?- señaló con la cabeza hacia la puerta - ¿Debo ir de primera para servir como cebo, como propuso mi honorable congénere? - la pregunta iba dirigida de forma directa a Robin.

-¡Joder! Por más que lo miro...no se me ocurre ninguna forma de destruir un pozo lleno de líquido helado. Destruir un puente, una puerta, un muro...¿pero un pozo en el mismo suelo? ¡Y tan grande! -Mama iluminó con la punta de su ballesta el reguero del suelo que desaparecía por el pasillo. -Sí...será mejor que nuestra guía siga viva un poco más de tiempo...necesitamos alguien más valiente en cabeza.

- No, no hace falta, ya ire yo delante. Bhain miro a Mama y le susurro algo. -No te procupes, no pienso dejar que esas cosas acaben conmigo. -Le guiño un ojo antes de encabezar la marcha. Le hubiera gustado añadir algo mas pero apesar de lo que podía parecer, el era tímido y le costaba abrise a los demás - Quizás sea por todos esos años pasados en la arena. -Con un bufido silenció esos pensamientos y desenfundando sus armas.

Rómulo meneó la cabeza, poco conforme con la decisión del enano, pero respetandola. En sus manos, la varita seguía preparada y bajo sus piernas, Remo estaba listo para adelantarse si resultaba necesario ayudarlo - Debería ir ella, pero si quereis ir vos... Es vuestra decisión - comentó en voz baja - Solo espero que no lo tengamos que lamentar -