Partida Rol por web

Vuestras miradas se encontraron y visteis mas allá de los ojos del rival, era la propia voluntad del otro mago que intentaba aplastar la vuestra propia, el cuadrilátero del duelo se había formado a vuestro alrededor y media docena de magos tan inexpertos como vosotros miraban emocionados lo que estaba apunto de producirse.

Hacia apenas un años que habíais sido acogidos y tutelados por el Concilio Libre ¿como era que ahora estabais envueltos en un duelo como este?

Cuando estabais en la capilla, había ciertos niveles de acceso por lo que en la mayoría de los casos todos los recién iniciados compartíais muchas zonas donde los magos mas experimentados no solían ni pasarse, o bien por lo que había allí ya no era de su interés o simplemente por que no deseaban tutelar a nadie. La cuestión es que estando en una de esas zonas, James acudió quejándose de una pistola "supuestamente mejorada" según sus propias palabras, que era incapaz de dar en el blanco. Queriendo el destino que esa pistola fuese una reciente creación de Goibnu, que se apresuro a decir que la pistola estaba bien y que si fallaba era por culpa de la torpeza del usuario.

Ambos magos intercambiaron varios argumentos para defender su versión de si bien el arma era una porquería o si el usuario era excepcionalmente torpe. Ni siquiera recordáis bien como, pero al parecer de los labios de uno de los dos salio la palabra duelo y antes de que pudieseis daros cuenta un impulsivo compañero llamado Madx ya había convocado el circulo de cardinal y el resto de iniciados estaban expectantes. Puede que fuese una locura, pero ambos estabais convencidos o bien de vuestra destreza creando o bien de no ser unos torpes, y la idea del duelo... Tampoco era tan descabellada... Y vuestras miradas se encontraron en el interior del circulo.

Las cosas se habían precipitado tanto, que antes de que si quiera pudiese darse cuenta, el duelo ya estaba iniciado. Tendría que hablar luego con Madx; su costumbre de crear círculos de duelo a la mínima que había una disputa tendía a ser irritante.

Pero por otra parte, Goibnu no soportaba que hablasen mal de su trabajo. Iba a tener que enseñarle un par de cosas a ese tío, y la primera de ellas sería a usar una pistola.

Se quitó la camisa, mostrando su robusto cuerpo, curtido por el esfuerzo y el calor de la forja. Flexionó varias veces los dedos de su mano derecha,´se concentró un instante, y entonces su brazo derecho reveló su verdadero aspecto. La carne se transformó en un metal oscuro, y venas de acero fundido recorrían toda su estructura. Levantó la mano derecha, y esta se vio envuelta en llamas azules. Sonriendo, dejó que James la viese bien, antes de lanzar una bravata.

- Vamos tío, retírate a tiempo; no me gustaría quemarte

Lug estaba en el circulo sin cambiar su cara de felicidad, no la habia cambiado ni cuando dijo que esa pistola no valia ni para clavar tachas en un armario, la demostracion de poder tampoco habia sido gran cosa, un brazo de metal, llamas, ese tipo se pasaba mas tiempo en la forja que con el resto o fuera, era fuerte y grande, en cambio el, era delgado y no muy alto.

No se quito la camisa, ni hizo alarde de nada, se llevo una mano tras el y toco la cabeza de lo que parecia un guacamayo tropical, pero con las plumas mas finas, mas grande de lo normal( llegandole de pie mas arriba de las rodillas) y el pico recto en lugar de curvado- vamos totó, nos han metido en un lio...- acaricio la cabeza de el plajaro y este desplego las alas, mostrando unas garras en los extremos de estas, y apoyandose sobre ellas cual dragon, al abrir el pico se pudo ver una ilera de dientes tan a penas unos segundos antes de que la cerrara.

- tranquilo, si me quemas es normal, esto es un duelo- dijo tranquilamente, llevandose las manos a los bolsillos- de todas maneras yo tambien voy a luchar no voy a quedarme esperando... recuerdalo- y cuando saco las manos de los bolsillos salio ceniza que se esparcia a su alrededor formando una extraña niebla.

La mente de los magos eran igual de fuertes, o tal vez igual de débiles, ninguno de los dos fue capaz de amilanar al otro con simple palabras por lo que era momento de pasar a los echos y estaba claro que el mas despierto en este sentido era Goibnu, que antes de que su rival se diese cuenta de que el duelo de voluntades había finalizado, ya se había puesto en marcha.

Goibnu soltó una risita ante el comentario de su rival, y levantó ambos puños en posición de combate, manteniéndolos a la altura de su cara, como había visto hacer en el boxeo. Su mano izquierda también se cubrió de metal, aunque en este caso era un guantelete de metal pulido sin marcas, y no quedó convertida por completo en acero, al contrario que su brazo derecho. Se lanzó al ataque, y tras lanzar dos golpes de prueba, consiguió colocarle un derechazo en la cara. Saltaron chispas del brazo metálico de Goibnu, y este retrocedió, manteniéndose en guardia y esperando la respuesta de su rival.

la niebla era espesa, pero esa no era la defensa de Lug, era estupido intentar defenderse con niebla en un combate que a todas todas apuntaba a un cuerpo a cuerpo cercano, tras recibir el golpe, no pudo evitar tambalearse un segundo y tener que apoyar el pie izquierdo para no caer hacia detras.

De nuevo busco mantener la distancia con un salto seguro hacia detras, Totó le siguio y se subio a su hombro, las siluetas se fundieron en la niebla de nuevo... y mientras Goibnu buscaba con la mirada para poder dar el siguiente golpe, dos espadas fantasmales salieron de la nada detras de el, formadas por la niebla, una paso cerca de su oido, la otra acerto a cortar por la espalda, la ropa no se rompio pero por donde paso una quemadura aparecio en el cuerpo.

Goibnu intentó repeler el ataque de Lug creando un escudo de fuego azul a su alrededor, pero las espadas fantasmales de su rival penetraron sus defensas y le dieron un buen golpe

- Uf... Eres duro tio... 

Pero no se iba a rendir tan fácilmente; esta vez se la jugó en un ataque más intenso. En vez de golpear directamente a Lug, golpeó el suelo con el puño, y un torrente de acero fundido brotó del suelo, directo a por su oponente.

- gracias- dijo Lug inocentemente llevandose la mano a la nuca, pero entonces su adversario volvio a atacar, como la niebla estaba por en medio, no consiguio ver bien donde se encontraba y quizas confundio a Totó volando entre ella con el, puesto que el acero fundido habia ido en la direccion del guacadrilo*

Mientras tanto el risueño mago se habia deslizado a la retaguardia de su contrincante y de nuevo con un movimiento de manos dos espadas espectrales mas aparecieron, una golpeando en el pie derecho de su enemigo, produciendo un fuerte dolor y otra en el hombro del brazo normal.

- Creo que se te esta poniendo dificil, si quieres podemos dejarlo - la sugerencia no parecia en nada una burla y Lug tenia tendida la mano hacia su rival.

El último ataque había dejado sus fuerzas bastante mermadas. No sabía si era porque su rival era más hábil, o por mera suerte, pero apenas le quedaba un resquicio de fuerzas.

Lug le ofreció acabar ya con aquel duelo, pero Goibnu no es de esos que se rinden. Todavía podía seguir combatiendo, y aunque sabía que no iba a ganar, pensaba despedirse con un buen espectáculo poniendo todo lo que le quedaba en un último ataque. Le tendió la mano derecha a Lug, pero antes de que este pudiera cogerla, el brazo de Goibnu se transformó en lo que parecía un cañón. Goibnu sonrió, y el cañón disparo una bola de metal fundido. La bola se estrelló contra los límites del círculo y produjo una brillante lluvia de chispas y metal fundido... pero no había tocado a Lug; el mago se había desvanecido en la niebla y había aparecido tan solo a unos centímetros de la trayectoria del disparo. 

Goibnu no podía seguir luchando; había puesto sus últimas fuerzas en aquel ataque. Sin poder mantenerse en pie, se tambaleó y se sentó en el suelo mientras intentaba recuperar el aliento.

- Esta... bien... Tu... ganas... Le echaré.... un vistazo... a la pistola....

Cuando el duelo ya parecía concluido, se pudo oír la puerta, era extraño esa zona prácticamente solo la frecuentabais vosotros, no había nada demasiado interesante, y con el follón del duelo casi todos estabais allí, al ver quien entra por la puerta todas las miradas se quedan fijas.

-Con que convocando un duelo para a saber que chorrada... -Dijo una voz sin apenas pasión, como el que comprueba que la taza de café que se había olvidado esta fría.

Se trata de Mic, es un Stratego de esta cabala, no sabéis cual es su función exactamente pero ya habíais oído hablar de el, es un tipo importante y si esta allí no es casualidad. No es que sea especialmente atractivo o magnético, quizás sea su nimbo pero siempre que llega a un lugar provoca que la gente se le quede mirando con cara de idiota, y esta vez no era una excepción todos y cada uno de los presentes lo obserbávais como si fuera a hacer una gran revelación. Sus ojos parecían pozos sin fondo grises, y sus manos descansaban ocultas en los bolsillos de su pantalón.

¿Era posible que se hubiese percatado del duelo y viniese a castigaros?

-Necesito un par de voluntarios para un asuntillo.. Y me dijeron que aquí podría encontrarlos, y... me alegro de haberlo hecho.

Era evidente a quienes se refería, el resto de los presentes habían estado en grupos observando el duelo y al desaparecer el circulo, habíais quedado solos en medio de la estancia separados varios metros de cualquier otro grupo. Pero por si eso no fuera prueba suficiente, el sonido de vuestros smartphone a la vez rompiendo la tensión del momento casi hace que se os salga el corazón por la boca.

-Os he mandado la localización de un Sanctasanctorum, estaréis allí en dos horas y media.

Y tal y como había venido se fue, cerrando la puerta tras de si, el resto os miraban sin saber si felicitaros o compadeceros de vosotros. Mic no tenia fama de tratar demasiado bien al resto de personas, ni de animales... ni de nada.

Goibnu se queda mirando como Mic se larga sin darles tiempo siquiera a quejarse. Él ni siquiera había empezado el duelo; había sido Madx el que lo había precipitado todo al hacer el círculo

- Joder... ¿Eso... de designar..."voluntarios"... por las buenas... no es más propio... de los señoritos... de la Escala de Plata?

Lug se queda mirando un poco perplejo a Mic ¿que hacia el alli? espero a ver que era lo que tenia que decir, y cuando afirmo tener a los voluntarios suspiro aliviado, pero su movil sono y por un momento peno " ahora no es momento de mensajes" hasta que entendio que era el, uno de los dos elegidos...

- bueno....! que mas da, asi me enseñas lo fuerte que eres en el viaje- dijo dibujando de nuevo una sonrisa infantil en su cara y camino hacia una de las puertas de la sala- vamos Totó, tenemos que preparar la bolsa para partir, no hay tiempo que perder- el guacadrilo se subio a su hombro, el cual parecio inclinarse levemente un momento por el peso de el extraño animal, que ahora parecia un guacamayo normal con el pico recto.

El chaman se detubo en el quicio de la puerta- te espero en la salida- dijo y dio un suspiro al momento traspasando el umbral.

Goibnu se levantó con dificultad, se puso su camisa y asintió, saliendo detrás de Lug. No estaba muy contento con la "decisión" de Mic, pero tampoco tenía fuerzas ni ganas para ponerse a discutir