Partida Rol por web

Una sonrisa aparatosa se dibujo en el rostro de Enoc quien que quedo en su lugar por primera vez.

-: Estamos deacuerdo en algo, tus ojos tambien sos preciosos y merecen ser valorados.

Luego paso a un gesto serio.

-: Bueno ,si dices que no te interesa saber, lo respeto. Ahora, cuanto tiempo es necesario que me quede para que comiences a confiar en mi, porque doy por seguro que debe ser interesante la historia detrás de ese dolor, ya que no muchas cosas pueden causar dolor a seres como tú  y tu linaje.

-Enoc, Enoc, no me envuelvas en palabras bonitas, mírame bien: ¿realmente crees que puedes ganar algo con eso?

Le sonreí, lo cierto es que era agradable, inclusive cuando no estuviera muy segura de qué estaba haciendo allí.

-Te contaré una historia y luego me dirás lo que piensas pero tienes que jurarme que no se la contarás nunca a nadie.

Levanto su mano derecha como si se tratara de un niño explorador.

-: Señorita Deryán, puede contar con mi palabras, mi boca se sella al salir de esta sala. Soy todo oídos.

Y se sento en el suelo frente a ti con las piernas cruzadas, atento a tus palabras.

Respiré profundo y lo miré a los ojos cuando se terminó de acomodar.

-Era la ceremonia de iniciación de una joven y las cosas parecían marchar muy normales. Digamos que ella, por lo menos, creía que todo marchaba sobre ruedas pero realmente no fue así y la mujer terminó con dos cosas desagradables en su vida, una marca y una mancha. Luego, el anciano, su maestro le dijo que estaría unida toda la vida a ese ser despreciable que la había herido de aquella manera...

Hice un alto, quería ver qué pensaba sobre aquello y cómo reaccionaba.

Te miro pensativo, a los ojos, y luego miro hacia el techo para temrinar recostandose en el suelo.

-: bien, como dije, antes es dificil que algo marque a los de tu clase, así que esta cosa despreciable que marco a la muchacha debe ser algo de gran poder, no solo por marcarla, sino por poder ingresar a una clase de rito al cual no fue invitado. Tal  vez una descripción del atacante pueda servir.

Se volvo a sentar para poder verte a los ojos y seguir con el relato.

-El espirítu del Wyrm, mi querido amigo...

Mientras le decía me acercaba lentamente, dejando que la sombra se moviera, sintiendo dentro de mí una especie de aviso.

-¿Qué opinas?

Un gesto de sorpresa poco disimulado fue su contestación.

-: Bueno, pienso que  te han pillado, digo se la han dado en grande a la mujer del rito, pero así y todo puede que ese toque se pueda curar, tendría que consultarlo con la mujer mas agradable de estas ciudades y la sanadora número uno, mi madre. Pero es muy llamativo, a ti te sucede esto, en el barrio de la torre una joven es atacada hasta casi ser asesinada por un idiota del cual solo logre escapar con mucho dificultades. En el barrio de los vampiros no he podido investigar nada aún, pero si hay algo que es seguro, es que esta noche durante el baila algo ocurrirá.

Se puso de pie para nuevamente caminar por la habitación, pero en vez de mirar todo a su alrrededor, esta vez miraba a la nada pensativamente.

-: Quieres ir al baile conmigo? seriamos el suceso, no lo crees, jajajajajajaja.

Me encogí de hombros y sonreí, era realmente inútil intentar ocultarle nada a Enoc y había conseguido que me sintiera a gusto en su compañía.

-Tienes razón, me han pillado pero vamos, creo poder vivir con eso, excepto porque dijiste que podías curar ese tipo de cosas. Aunque, sabes, quizás me sirva de algo pero recuerda, prometiste no decir nada a nadie y eso incluye a la mujer más hermosa y encantadora de todo la ciudad.

Me levanté y me paré frente a la ventana.

-¿Me estás invitando al baile porque te caigo bien o porque esperas que lleve un escote más prominente? En ese caso, te advierto que no sucederá-lo miré de reojo y volví a sonreír.-Sería interesante llegar del brazo de un mago, una pareja para el recuerdo, ¿eh?

Rio ante tu sugerencia, y no pudo evitar una mirada complice.

-: Te invito pq hace tiempo que no conocia a una mujer como tu, aunque lo del escote no hubiera estado mal, en fin, se que sea cual sea el vestido que utilices te quedará pintado. Si te interesa podemos hacer body paint, pero no creo que seas de esas chicas...jejejjejejeje. Te paso a buscar a las 22hs, si te parece bien, aqui mismo, en esta sala.

Ahora parado en frente de tu asiento te miraba el hombro y hasta parecia intrigado.

-: Realmente no  quieres que mi madre vea tu herida para saber si la puede sanar, al menos dejame que le hable, ¿que dices?

man, sorry por no responder XD

el sondeo te da los siguientes datos:

ves una sombra, cambiante eh informe

un sonido repetitivo, una espiral girando en el infinito, un ojo y una mancha

una perdicion inevitable y la risa de una criatura de facciones horrendas

el nombre corruptor de gaia se dibuja en tu mente...

tienen mi permiso de salir, el barrio es algo tosco, con calles de piedra irregular y edificios cuadrados estucados con colores terrosos. dibujos tribales decoran el lugar y pueden verse hombres lobos, crinos, hispos y demases transitando las calles. la luna se ve particularmente grande en aquel lugar y por doquier se captan canciones perdidas y ensalmos.

-Ya, ya, eso de una mujer como yo, está de más, Enoc. Sé buena persona, como buen mago y no sigas con esas cosas. A las 22 está bien, no seas impuntual, odio llegar tarde.

Me incorporé.

-No, no podemos visitar a tu madre, prometiste no decir nada de lo que te contara y cuando he dicho nada, es nada o una maldición horrible caerá sobre ti... Bueno, no precisamente pero uno nunca sabe-le sonreí, estaba de mejor humor.-¿Caminamos un poco ahora? Prometo no volver a hacerte entrar de la manera en que lo hice.

Una mueca de desaprobación fue lo que se dibujo en la cara de brujo, pero acepto tus palabras.

-: Esta bien, no diere nada me boca se sellará con candado, pero sigo pensando que ella podría ayudarte, y me gusta la idea de salir a caminar, es bueno que nos vayamos conociendo si vamos a ser pareja...de baile, quiero decir.

El juego de palabras comenzaba a tornarse algo ya comun en este gracioso personaje, quien tras tu salida cerro la puerta y te ofrecio caminar de su brazo colocando su maño en la cintura en posición de jarra.

-: si me lo permites...

Hice un gesto con la cara y luego sonreí, era bastante complicado negarle algo a Enoc. Compadecía internamente a la pobre madre.

-Mira, si en algún momento...-pasé mi mano por el hueco de su brazo y comenzamos a caminar,-siento que necesito de tu madre, seré la primera en pedirte que me lleves con ella.

Lo miré a los ojos unos instantes.

-¿Prometes comportarte durante el baile? Necesitaré de tu concentración y si te distraes, conmigo o con cualquiera, no me servirás de gran cosa.

Hablaba seria pero amable, no quería molestarlo porque tenía la ligera sensación de que así como siempre estaba haciendo algo "bufonesco" lo más probable era que cuando se sintiera irritado, ardiera Troya.

Una nueva sonrisa en la cara del hechicero se dibujo ientras pameaba con su mano libre la tuya.

-: Deryán, el baile será todo un suceso, te lo puedo asegurar, será un festín para mi en particular ya que en estos lugares es donde la gente suele cocinar sus intrigas y conspiraciones -se encoje de hombro- no se porque lo hacen, es un hervidero de gente y piensan que estan a salvo de oídos indiscretos.

Su paso era muy particular, parecia ir pisando huevos, si alguna vez hubieras visto a chaplín te recordaría a él.

-: Ten por segura, que ni siquiera tu escote me alejara de mi cometido, aunque me resultará tentador una miradita de vez en cuando, jejejeje. Ahora, no sabía que planeas utilizarme como un víl objeto en el baile, esa parte te la tenias guardada, acaso solo soy un medio para tus fines, aceptaste mi invitación maquinando alguna  trama secreta en la cual involucrarme inocentemente...

Y con cada palabras sus expreciones eran exageradas, abirendo sus ojos enormemente, modulando con sus labios como si hablara con crias, era un espectaculo ambulante.

-Bueno, tanto como usarte, así como lo dices, suena a una verdadera desgraciadez de mi parte. No, digamos que si me pediste ir juntos es porque tú mismo tienes planes y no me digas que no-sonreí abiertamente.-Digamos que nos cuidaremos las espaldas, el uno al otro. Así nos cuidaremos de esa gente de la que hablas y además, nos enteraremos de cosas. ¿No? La verdad es que será todo un placer ir contigo, por lo menos sé que no me aburriré en lo más mínimo. Vamos, sé que no lo permitirías, ¿verdad?

Avanzaba mientras miraba a nuestro alrededor, asegurándome de que nadie nos siguiera aunque bien sabía que no era así.

-Dime, desde que me conociste... ¿Has notado algo raro en mí?

El movimiento de cabeza de ella no pasa desapercibido para el brujo, pero por el momento se deja en el juego.

-: puedes dar por seguro de que te divertiras tanto como que te cuidare las espaldas, llevaras un bestido también escotado en la espalda?Eso me motivaría aún mas.

Siguio caminando por las calles como si las conociera, y en una esquina doblo en uno de los callejones que se formaban entre los edificios.

-: Si me lo permites puedo llevarte a un lugar mas tranquilo, solo di que si.

Lo miré, no con desconfianza, sino cómo sopesando las posibilidades pero luego, acepté; después de todo, sólo tenía una manera de ver si era realmente de confianza.

-Decir que si es mucho más sencillo que decir no. Vamos pero ojo, te tengo vigilado y no se te ocurra llevarme donde tu madre o terminaré por creer que no cumples tus promesas.

Ante la respuesta de su compañera Enoc, ralizo un gesto de inocencia y tomandola por la cintura con su brazo se digno a llevarla a otro lugar.

-: Cierra los ojos un segundo y comfia en mi.

Fue como si la luz se aparagara por unos instantes y cuando volvis a abrir los ojos la brisa de un aire fresto te daba en el rostro, ya no estabas en el barrio de la Jaula, sino en el barrio de la Torre, en una de las torres mas altas de allí, el ruido del a ciudad era casi inaudible y la paz y silencio que reinaba en ese balcón donde se encontraban, era tranquilizador.

Enoc se alejo un poco y se sento en el suelo de aquel lugar.

-: Bienvenida al barrio de la Torre, no tendrás mejor guia que quien te acompaña, desde que tengo memoria y aprendia a caminar he transitado por estas calles, tejados y demás lugares. Este es uno de mis favoritos.

Una sonrisa y luego cerro sus ojos para sentir la  brisa.