Partida Rol por web

el incendio se eleva rapidamente. el calor embota los sentidos y el bramido furibundo de las llamas alejan los sonidos de las voces. los gritos de algunos heridos y de quienes intentan escapar llegan hasta ustedes.

deryan, un profundo dolor innunda tu pecho, mientras una luz verdosa comienza a emanar de la marca en tu pecho.

Enoc, logras recuperar apenas la conciencia. no puedes siquiera abrir los ojos pero escuchas claramente de voz de Deryan instandote a recobrarte. se te dificulta respirar debido al humo...

lilith, el lugar parece ser una autentica pesadilla; las llamas elevandose al cielo se retuercen hasta mesclarse con el viciado aire nocturno. el vocerio de quienes se encuentran atrapados en las torres se entremescla con el rugido del fuego. malak permanece tranquilo, encaramado sobre un tejado que aun no ha sido alcanzado por las llamas. en un instante parece absorto en sus pensamientos, mientras la niebla que lo rodea se oscurece y toma una forma casi tangible, como de un espectro enfundado en una larga tunica raida. el espectro se eleva en el aire, describiendo circulos y luego de unos instantes regresa, chocando con ambos y fundiendose en el aire que los rodea. malak suelta una carcajada de gozo y da un salto, deteniendose junto a una mujer que sostiene a un hombre inconciente. las llamas los rodean, pero malak hace caso omiso de ellas, mientras te deposita en el suelo con suavidad, apoyando una mano en tu hombro con gesto protector.

de pronto y sin aviso previo un hombre se precipita desde las alturas. lleva el torso desnudo y parece rodeado de una niebla apenas visible contra el fondo carmesi del fuego. en sus brazos lleva a una muchacha, elegantemente enfundada en un vestido color esmeralda.

el joven deposita a su protegida con cuidado y mira a ambos con un gesto entre alegre y despectivo.

-ella es mi pupila, lilith-dice dirigiendose a la muchacha de cabello rubio-, espero que te encuentres bien deryan, parece que las cosas ya se salen de control...

Mientras continuaba intentando despertar a Enoc, el dolor comenzó a hacerme recordar que no estábamos solos allí y la angustia que sentía se hizo cada vez más grande, no podía concentrarme en el mago, sólo me miraba el pecho y ese tono verdoso que no sabía exactamente qué quería significar. Los gritos a nuestro alrededor me recordaban la noche que había obtenido mi perdición. Respiré profundo y me senté al lado de Enoc sosteniendo su cabeza en alto.

-Bien, mago, mejor que abras los ojos porque no quiero morir como un pedazo de carne asada...

Pero no pude continuar porque un hombre o lo que fuera apareció llevando consigo a una niña o algo que parecía serlo, ya no estaba segura de nada en la vida y mucho menos de las personas que me rodeaban. Miré a los dos recién llegados y solté la cabeza de Enoc sin ningún cuidado dejando que se golpeara en el suelo sin haberlo querido.

-¿Y tú quién diablos eres? ¿Y cómo sabes mi nombre?

No me puse en pie y con cierto fastidio, volví a sujetar la cabeza del semi inconsciente Enoc.

-no tiene muy buenos modales, pequeña, pero te aseguro que tiene un potencial inmenso-sonrie con un gesto cruel mientras una marca, al parecer un tatuaje, brilla con un tono verde oscuro a la altura de su mejilla-; tienes mucho que aprender Deryan...

con un gesto de su mano la niebla que lo circundaba se desprende de el, disolviendo las llamas que amenazaban con abrazarlos, y vuelve a rodearlo, resplandeciendo con un ligero brillo pardusco.

-creo que ya esta llegando, pequeña, meredith estara aqui de un momento a otro...-concluye escrutando el horizonte.

Bajé la cabeza mirando a Enoc que parecía querer despertar pero pronto me di cuenta que lo suyo iba para largo y entonces volví a mirar a aquel que con la mano en la cintura se atrevía a contestarme de aquella manera y reparé por fin en la marca de su rostro, era parecida o al menos a mí me hacía pensar eso, que era parecida a mi cicatriz y tenían el mismo color.

-Está bien, tienes razón... Pero necesito saber quién eres y cómo sabes mi nombre... ¿Cómo es que traes a la niña a este lugar? Si es tu protegida, lamento informarte que mucho no estás haciendo por ella.

Me levanté poniendo a Enoc con suavidad en el suelo para que no se diera otra vez y me acerqué al recién llegado.

-Tu cicatriz me parece familiar...

Enoc, poco a poco comienza a mover su cabeza y  balbucear, mira a Deryan y los otros presentes, trata de incorporarse, pero le cuesta y tan solo se queda allí sentado observando la situación, parecia perdido, ido.

-: don..ddee..es...ta...eessssssa...puu...

Miro a Deryan y parecio cambiar de idea.

-: eesssaaa mmmallldiiiittttaaaaaaaaa...

El joven brujo arrastraba las palabras, parecia borracho o drogado.

Al final aterrizamos en pleno barrio en llamas de los magos.
Porque demonios nos deja aquí? protesta Harley. Seguro que está intentando secuestrarnos y pedir un rescate.

-Puees no hay dinero. Papi no tiene. Sólo tenemos la vieja casa...- contesto, pensativa, intentando dilucidar si realmente esa era una opción- y se cae a pedazos...
Pues peor aún! Nos quiere quemar vivas! Nos acerca al fuego, nuestro peor enemigo! Es que no lo ves idiota? chilla exasperada.
-Bueno, vale hay un poco de fuego, pero está bien, tenía frío, este vestido es bonito pero no abriga nada. Prefiero mi ropa habitual.
Tienes que sacarme de aquí, protesta de nuevo.

Por fín mis pies tocan el suelo, aunque también parte de mi vestido verde...
-Ves? confia en nosotras...- le murmuro a Harley, tras notar la mano de Malak en mi hombro -estamos bien.

Si. Claro. En pleno barrio de "ratas", el tono despectivo de Harley es más que evidente. Y rodeadas de fuego y... mira a esos dos... por favoooorrr, alguien debería decirles que necesitan bañarse. Bueno, eso y un buen despiojante. Ni tú llegas a esos niveles en tus peores días. Su tono cínico empieza ponerme nerviosa.

-Están heridos. Son amigos tuyos, Ma-lak?

Me pongo a tararear por lo bajo, mientras los mayores hablan. Sus conversaciones siempre son aburridas así que simplemente me dedico a entretenerme cantando.
-Three blind mice,
Three blind mice,
See how they run!- miro hacia mis pies, o donde deberían estar si no fuera por el vestido tan largo que llevo y me entretengo mirando como las luces hacen ondas de distinto verde en la tela. Empiezo a bailar con pasitos leves y elegantes alrededor de Malak y la chica charruscada.

-See how they run!
They all ran after the farmer's wife- tarareo con una voz muy dulce e infantil.

-Who cut off their tails with a carving knife;- me acerco y me agacho al lado del chico que está dormido (Enoc).
-Did ever you hear such a thing in your life?- señalo al chico desmayado- creo que se ha despertado -sonrío levemente. Acerco mi cara algo más al rostro del chico caído.

-As three blind mice- finalizo mi canción, sonriente.

Por fin Enoc consiguió despertar y antes que aquel llamado Malak pudiera responderme, le respondí yo a él.

-Enoc, tranquilo... Esa mujer a la que llamabas Aneska se ha ido. Ahora trata de mantenerte en calma para que podamos salir de aquí. Debe haber una manera...

Y entonces, volví a mirar al recién llegado, sólo para apartar la vista y ver a la que hasta ahora había permanecido callada. La observé durante un rato, era una niña muy peculiar pero él había dicho que era su pupila, así que no debía ser cualquier niña lo cual complicaba aún más las cosas. Me sentí angustiada al ver su comportamiento, era como si no se enterara de nada de lo que acontecía a su lado o peor aún, como si no le importara. Iba a dejar que él le respondiera, a ver si tenía más suerte que yo pero no pude resistirme, me puse en pie nuevamente.

-No, no somos amigos, ni siquiera nos conoce.

Di un paso hacia la pequeña, mirándola fijamente a los ojos y entonces me llevé la mano al pecho, era como si el fuego removiera aquella cosa en mí haciéndola vivir de alguna manera y provocando que me doliera aún más el pecho. Miré hacia arriba, no quería, no era el momento así que traté de distraerme enfocándome nuevamente en la pequeña.

-¿Cómo te llamas, pequeña? Yo soy Deryán, Rayo de Luna para mis amigos-y en este punto miré a Malak.

Enoc sacude un poco su cabeza y observa a los recien llegados, no le agradaban, una niña y un idiota que se creía superman, pero estaban ahí, con ellos, y no sabía cmo habian llegado, miro a Deryan y luego comenzo a incorporarse.

-: Y....quienes son ustedes?

Aún no se sentia recuperado del todo, pero si ganaba algo de tiempo, solo el suficiente, podrían irse de allí, y tal vez llegar a salvar a la ciudad o lo que quedara de ella.

Mientras observaba a los nuevos personajes que se habian presentado y ganaba algo de tiempo, la voz de Enoc se pudo escuchar como un Eco dentro de la cabeza de Deryan.

"Nena, estoy mucho mejor, cuando tu quieras nos mandamos a mudar por los tejados. Y estoy hablando en tu mente solo para ti, nadie mas escucha"

"Pequeña?!" pero esta tipeja nos ha visto bien? me da que este chucho tiene cataratas... se burla Harley.
-No digas eso, es cruel... -respondo a Harley, separandome del ahora consciente mago al cual me había amorrado.

Pero es cierto, qué tenemos? 5 años?. El tono sarcástico de Harley se clava en mis oídos. Por favoooor. Y luego el otro memo, esa rata de la magia!

Lanzo una mirada de exasperación.

-Es que no puedes estar callada ni un minuto, son amigos de él, es obvio, deberias tratarlos mejor- sentencio, algo indignada con la mala educación de Harley.

Seguro que está llena de pulgas.

Trato de hacer oídos sordos y de disimular, como si no hubiera oído todo eso. Como si nadie hubiera oído eso. Dirijo mi atención hacia la mujer churruscada, Deryán.

-Ah, no os conoceis, pero si sabe tu nombre no? y tienes esa cosa verde que brilla... - contesto a las preguntas de la tal Rayo de Luna o como sea, menudo nombre más largo -y quien es Anieska? es como esa mujer que se hace pasar por mi hermana?- pregunto algo exaltada.

-Oooohhh el chico raro hablaaaaa- digo cuando oigo al tipo desmayado hablar con coherencia (Enoc). Doy saltitos entusiasmada como si alguien me hubiera regalado un juguete roto recién reparado, dando palmadas y sujetando con algo de dificultad a Harley, atrapada entre mi brazo y mi cuerpo.

Deja de saltar! Así sólo reafirmas su idea de qué tienes 5 años cuando es evidente que no los tienes! al menos parece que tengas... 10.

-Me llamo Lilith. Y ella es Harley- señalo a mi muñeca de porcelana, toda ella ataviada con un precioso vestido blanco y dorado de damisela inglesa victoriana. Los tirabuzones doradosde pelo dorado de la muñeca son lo único que se mueve de ésta y que parece ligeramente vivo.

Si, venga, diles nuestros nombres... y porque no les dices ya donde vives y les invitas a tomar el té con pastas? Realmente se ha levantado muy sarcástica...

-Ma-lak, porque Meredith iba a estar aquí? ella odia tanto como nosotras al fuego... qué quiere cambiar?

A buenas horas te acuerdas tu de eso, eres una lenta mental.

-No, no lo soy, sólo de "fácil distracción"- respondo, con toda la dignidad y orgullo posible.

-digamos que de un momento a otro este mundo aberrante esta atrapado en una guerra de la que no sospechaba nada-dijo malak casi con ternura-, este incendio es obra de una de esas partes y meredith, pequeña lilith, esta metida hasta las orejas en este asunto; no creo que tarde mucho en aparecer a saludar a la nueva reina...-miro a lilith y a deryan con una sonrisa sarcastica-no creo en las profecias, pero hace poco tiempo escuche un fragmento de una "...el rugido de sus llamas arrasara el cielo...la bienaventurada se ceñira la corona sangrienta...la dueña de la perdicion volvera de la sombra y la negra espiral danzara en el mundo."

la niebla avanzo nuevamente hacia las llamas, ahogandolas, creando un reducto en aquel infierno. luego regreso, obediente, a rodear a malak

Bla, bla, bla...

Observaba todo como en otra dimensión, desde la pequeña con esa actitud casi inocente y hostil al mismo tiempo hasta aquel hombre que parecía saber más que nosotros o que al menos eso quería hacernos creer. El fuego crepitaba con estrépito o así lo sentía, era como un continúo rumor a las palabras que volaban por entre nosotros, palabras que me parecían simplemente inocuas.

Bla, bla, bla...

Miré a Enoc con sutileza, clavando mis ojos en los suyos y sin saber muy bien qué o cómo responderle, especialmente porque no quería poner en evidencia esa extraña "conexión" que teníamos. Casi me dieron ganas de matarlo, sabía que esas cosas pasaban pero nunca había oído otra voz en mi cabeza que me invitara a hacer cosas más que la mía y de tal suerte que no quería escapar en ese momento.

-Aneska, es Aneska, Lilith y no sé si es la misma que se hace pasar por tu hermana pero...

Miré a la muñeca con expresión tranquila, me recordaba mucho a... No, en realidad no me recordaba a nada y tenía que aceptar que ni Lilith, ni Malak, ni la cicatriz de éste, me recordaban a nada familiar pero tampoco parecía que nos quisieran hacer daño.

Bla, bla, bla...

Y nuevamente estaba allí sin escuchar nada pero oyendo todo, era como irse muy lejos y captar sólo trozos de la conversación, hasta que el joven decidió largar otra frase de esas de antología, una que era digna de estudiarse con dedicación y tiempo, un tiempo precioso que no teníamos. Di una mano a Enoc para que se levantara, si era preciso lo sostendría con mi cuerpo pero me precisaba salir de allí cuanto antes. No quise preguntar quién era Meredith porque sabía que no obtendría respuesta como con las anteriores preguntas; pero no podía dejar las cosas así nada más, así que aún con la mano extendida hacia Enoc, di un paso hasta acercarme a Malak.

-Aún no tenemos nueva reina pero sea que sea, sea quien sea, que venga porque no nos vamos a quedar de brazos cruzados a ver quién gana esta guerra...

Y entonces reparé en lo que él estaba diciendo, mis ojos se abrieron grandes como dos lunas llenas y me paré de plano frente a él, aquello que estaba diciendo sólo podía referirse a una persona. No estaba muy segura pero me parecía sentir que la cicatriz latía por sí sola.

-¿Esa soy yo...?

Sentí náuseas de pronto, no quería saber la respuesta, no quería.

Mientras todos se abocaban a dar el espectaculo que estaban dando, Enoc sintio que las fuerzas volvian a su cuerpo, se paro con la ayuda de Deryan mientras trataba de escrutar con cuidado la mente del Malak, en busca de algo de información, y si la cosa se ponia dificil, estaba dispuesto a dar un salto de lugar en cualquier momento.

Enoc Tomo la mano de Deryan y con la ayuda de ella se incorporo, sin soltar su mano, por lo que cuando se acerco a hablar con Malak, él también tuvo que dar un paso hacia delante.

Oigo las palabras pero no entiendo nada de lo que dicen.

-Se me debe escapar algo...- murmuro.

Sólo algo? yo diría que hay un enorme agujero en tu cabeza por donde se te escapa todo el aire, querida, contesta mordazmente Harley.

-No es cierto, no tengo ningún agujero en mi cabeza. Yo lo sabría

Anieska? Aneska? que más da! sólo es otra zorra con aires de grandeza y exceso de confianza, espeta Harley. Me encojo de hombros. Sigo sin entender nada. Es todo muy confuso.

Están hablando de guerra, Lil, deberíamos irnos a casa. Llévame a casa.

-No puedo. No sé- vuelvo a encojerme de hombros.

Miro a Malak y a Deryán de forma consecutiva, primero a uno y luego a la otra y vuelta a empezar.

-Que eres qué? Anieska?- le pregunto a Deryán. Luego le doy un tirón a la ropa del chico que va cogido de su mano- Y tú quien eres, mago?

de entre el espeso humo emerge una figura, enfundada en un vestido negro, ajustado exquisitamente a su cuerpo. su mirada es definitivamente siniestra y su forma de caminar tiene un tinte amenazador.

-buenas noches, hermanita-dice la desconocida, deteniendose a unos siete metros de ustedes, dejando que el humo desdibuje su figura-malak, el ojo del wyrm tendria que estar en el cielo en estos momentos, pense que teniamos un trato...

-meredith, lamento decepcionarte, pero la espiral no puede alcanzar la tierra de la noche mientras tu madre no libere los sellos... el poder de malfeas se debilita aqui; incluso la umbra se vuelve tenue...

-¿y los danzantes?-pregunta la mujer cruzando los brazos y avanzando lentamente-,ven aqui lilith, dame un abrazo y alejate de ese hombre...

-no toques a la niña...-le advierte, interponiendose en su paso.

-te noto algo cambiado...demasiado...lilith, ven conmigo...

enoc, tu busqueda mental resulta infructuosa, pero no por falta de pericia; alguna barrera lo protege...