Partida Rol por web

La tormenta de arena

I. Un tesoro bajo las arenas

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15/07/2015, 14:27
Jean-Baptiste Lacroix
Sólo para el director

Jean-Baptiste sonríe al escuchar que su amigo ya esta recuperado. Entonces lo lleva a un lugar más apartado y le comenta que Bonaparte esta valorando la posibilidad de que algún destacamento vaya tras la pista del cuarto pelotón del quinto regimiento.

Pero, lo más seguro que después de una semana ya estén todos muertos... no creo que sea la mejor manera de usar un destacamento, y más con el gran ejercito que se nos viene encima... Necesitaremos todos los hombres posibles... Jean-Baptiste esperaba que ese destacamento fuera el suyo, el era un gran soldado y sus dragones una de las mejores fuerzas de choque del glorioso ejercito francés, prefería mil veces luchar, que ir a la búsqueda de un pelotón del que lo más seguro era que, si encontraban algo, solo fuesen cadáveres...

Si si, gracias por la información. Se quedo pensativo. Luego levanto la cabeza Seguro que nos veremos. Allí donde yo vaya, mi porta estandartes estará conmigo! Le dedico una sonrisa.

Finalmente se dirigió hacia la tienda de comandancia.

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15/07/2015, 20:38
Jean-Pierre Barraud
Sólo para el director

- Si me lo permite, mi Coronel... le aseguro que portaré con orgullo y honor los galones que recibo.
- Orgullo y honor... pues sí.
Barraud recogió con ceremonia la cinta que descansaba sobre la mesa y la apretó en su puño.
Lo cierto era que estar en presencia de un superior le incomodaba sobremanera, y sólo deseaba salir de la tienda con la mayor prontitud.

El joven carraspeó ligeramente con respeto para llamar la atención de nuevo del Coronel Duvaquel: - Mi Coronel, con permiso. El Dr. Leblanc me ha hecho entrega de esta misiva que debe llegar sin dilación al Excelentísimo General Bonaparte. La petición del doctor incluía que yo mismo le llevase una respuesta, señor. - Añadió con la máxima humildad de la que pudo hacer acopio para no ofender a su superior.

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15/07/2015, 20:50
Joachim Murat

Un par de soldados hacían guardia frente a la tienda personal del General Murat. Este valiente y osado jinete de caballería, era un ídolo entre las tropas napoleónicas. Como soldado, Joachim Murat representaba todo las bondades de un guerrero honorable. Tras iniciar su carrera como un húsar intrépido y en ocasiones suicida, destacó en la campaña de Italia tras cruzar el campo de batalla como valija de mensajería, a pesar de recibir una lluvia de balas de cañón. Es allí donde se inicia su leyenda y su ascensión militar meteórica. El Corso, quedó prendado de los arrestos de aquel húsar en ocasiones indisciplinado, pero completamente vehemente con la causa de la enseña que defendía. Bonaparte lo vio claro. Necesitaba rodearse de gente con ese espíritu. Sólo así, Francia prevalecería. 

En el trato, el gran Murat era un tipo con un cierto grado de fanfarronería, pero a pesar de sentirse el hombre más valiente sobre la faz de la tierra, era innegable no reconocer los méritos de un oficial de gran conocimiento militar.

Jean- Baptiste entró en el interior de la tienda de campaña, allí estaba Murat observando el mapa de Egipto. Había marcado todos los incidentes armados hasta el momento, y con unas fichas de madera con el número de cada regimiento, marcaba el despliegue de sus tropas montadas. Murat era una de las mano derechas de Napoleón y éste le había concedido el gobierno de toda la caballería gala.

- Adelante teniente ¿Qué noticias tenemos del enemigo?- preguntó el hombre de pelo rizado sin girase de su mapa. Parecía como si aquello le absorbiera. Lo miraba y lo volvía a mirar, como si esperara hallar una respuesta oculta.

Notas de juego

NOTA GUARDIÁN: Ponte apellido XD.

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15/07/2015, 21:00
Julien Duvaquel

El coronel asintió ante las palabras de Barraud. Luego, arqueó una ceja cuando mencionó la misiva del Dr. Leblanc. Algunas veces, la convivencia de civiles con militares resultaba compleja, sobre todo con aquellos que se sentían con la responsabilidad de dirigir las ordenanzas de los militares. De sobras era conocido, que tanto Duvaquel como el Dr. Leblanc, no compartían el mismo criterio a la hora de "rebajar de servicio" a un soldado, pero estaba claro que aquel médico había sido recomendado y reclamado por el mismísimo Bonaparte y la voluntad del Sire de los Ejércitos sólo podía ser respetada y cumplida. Lo contrario era enfrentarse a un pelotón de fusilamiento...

- No se preocupe por esa misiva, sargento- comentó con una sonrisa en los labios - El doctor podrá entregársela en persona esta tarde tras el toque de descanso- argumentó el coronel. - Por su parte, sus nuevas ordenanzas consisten en reunir al tercer regimiento y prepararlo para una expedición. Bonaparte tiene una misión de vital importancia para los intereses del Directorio.- Dijo poniendo la mano sobre el hombro de Barraud. -Informe al Dr. Leblanc y al Padre Descoteaux de que el General en jefe los convoca a una reunión. Luego busque a los hombres del tercer regimiento de fusileros ¡¿Entendido?!

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15/07/2015, 21:16
Charles Duvalier

El estar por primera vez trabajando bajo las órdenes de alguien distinto de mi padre o de muy pequeño mi abuelo me acrecienta la timidez.

Durante las clases la mayoría de los profesores se me colocaban tan por encima a nivel de conocimientos, morales y de poder que apenas les preguntaba nada y menos les cuestionaba sus doctas opiniones.

Nunca había pasado tanto calor y apuro la copa de un solo trago. – Se lo agradezco señor Vivant, necesitaba bajar la arena de este país.

Rápidamente se gira y destapa lo que tapaba la tela.

Me quedo prácticamente paralizado al ver lo que cubre, no puedo quitar mis ojos durante un rato que no se precisar sobre su rostro.

Cuando recupero un poco de autocontrol me llega la voz del señor Vivant pidiendo mi opinión sobre su momia.

Me pongo a dar vueltas a su alrededor pero no acabo de encontrar nada que de alguna pista. – Evidentemente es una momia, ahora no sabría decirle su antigüedad ni tan solo si es una genuina egipcia o las posteriores grecorromanas.

Negando con la cabeza mientras vuelvo a mirar su expresión. – No sé decirle, señor Vivant.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Vaya tiradas. Si existiera el fenómeno OVNI habría gritado, ¡un marciano!

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15/07/2015, 22:56
Guardián

Hacía sólo un rato que había llegado al campamento. Era el guía del segundo pelotón del quinto regimiento de caballeros dragones. Normalmente este pelotón solía hacer patrullas de avanzadilla, con lo que habían requerido desde el inicio un guía nativo con buenos conocimientos del desierto, y estaba claro Sadar era de los más experimentados.

Durante las patrullas había conocido al Teniente Jean-Baptiste y consideraba que era una persona de honor, a pesar de su origen occidental. Tras varias jornadas cabalgando junto a la caballería, el escamote había localizado a una fuerza importante de mamelucos... Un ejército que superaba los 30000 jinetes.

Jean-Baptiste dio la orden de regresar e informar, pues debía organizarse la armada para la terrible confrontación que se estaba gestando. Sadar obedeció y retornó al pelotón por los caminos más seguros y despejados. Resultaba curioso hablar de caminos en un lugar donde la arena sucedía a la arena, pero para los hombres nacidos en aquel infierno anaranjado, la capacidad de leer la señales del desierto era un don innato.

Abeillut miraba hacia el noreste mientras alimentaba a su camello. Una turbidez se adivinaba en la lejanía, a dos o tres días de camino... Una tormenta de arena. No eran raras en aquella época del año pero lo que no cuadraba era que viajara de norte a sur y de este a oeste...

Alá era caprichoso.

Notas de juego

NOTA GUARDIÁN: total libertad para interpretar ;)

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16/07/2015, 08:22
Dominique Vivant

Apenas sonrio cuando Duvalier dice sus observaciones, y al soltar su veredicto, cambio de pose, como para conseguir más comodidad.

Evidentemente es una momia... Murmuro, repitiendo las palabras de Charles, como intentando sacarle otro sentido. No se preocupe. Añado, con energía, y poniéndome de pie. Ha sido usted muy sincero. Otros habrían intentando ocultar su desconocimiento con un discurso vacío para hacer creer a su interlocutor que es un erudito. Le aplaudo por su honestidad.

Vuelvo a tocar la momia con el cuchillo. Es una pieza rara... No he visto restos de cera de abejas en su piel, por lo que es raro que no haya sido víctima de los parásitos que se comen los tejidos... Luego señalo las ingles de la momia con la punta del cuchillo. No hay marca para el parascyte, ni signos de evisceración... O bien ha sido una momia muy afortunada o bien es reciente...

Dejo el cuchillo sobre la mesa, doy un paso atrás y miro la momia con expresión de fastidio... Y con el ceño fruncido producto de la concentración.

Pero lo más... desconcertante, es su expresión. Como de espanto. Terror. Los dedos atados indican que la pose fue forzada postmortem. Se quiso hacer que este muerto tuviera así las manos, ocultando su rostro... Sus ojos. No... No me consta nada así en otros lugares... Si le he de ser sincero, también soy incapaz de asegurar que sea una momia del antiguo Egipto... ¿Aunque quién querría condenar a nadie a quedar con esta cara para toda la eternidad?

Miro a Duvalier, queriendo mostrar franqueza.

¿Qué hacemos, monsieur Duvalier? ¿Enviamos la momia a Francia? Es una pieza muy singular... O bien podríamos... Desmontarla. No le negaré que no me intriga comprender las razones de esta expresión. Después de abrirla sólo servirá como leña, cosa nada desdeñable en este país de arena y noches frías. Siempre podemos hacer dibujos de la momia, pero no causará el mismo efecto en París que verla así... Menudo dilema, ¿verdad?

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16/07/2015, 14:25
Jean-Baptiste Lacroix
Sólo para el director

Saludando a los dos guardias entro en la tienda. El general Murat estaba de espaldas, observando el mapa de Egipto, estudiando el gran campo de batalla que formaban aquella infinidad de desiertos y dunas. En silencio, aguardo hasta que el general le hablo sin girarse.

Buenas tardes general. Pues se avecina combate, señor. Un gran ejército de mamelucos cabalgaban hacia aquí liderados por Ibrahim Bey, estamos hablando de más de 30000 jinetes mi general. Aunque el ejercito francés puede con eso y con más... si me permite la osadía, señor. Sabia que al general le agradaba fanfarronear, y Jean-Baptiste confiaba en sus dragones, al igual que en ejercito francés. Un fin tan noble estaba destinado a prevalecer.

Notas de juego

Esteward! XD na es broma, hecho!

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16/07/2015, 14:50
Jean-Pierre Barraud
Sólo para el director

- ¡Entendido, mi Coronel! ¡A sus órdenes! - Barraud se cuadró con gesto marcial antes de abandonar la tienda de mando.
Se dirigió, carta en mano, al hospital de campaña para dar la respuesta al doctor e informarle a él y al padre Descoteaux sobre la reunión a la que debían asistir.
Luego, debía reunir a sus hombres y prepararlos para lo que fuese que tuvieran preparado para ellos.

No obstante, antes de llegar a su destino, se percató de que aún no se había colgado sus nuevos galones; se apartó del paso, pues le parecía indecoroso e indigno de su nuevo rango colocárselos a la vista de todos, y una vez terminada la operación, reanudó el paseo.

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16/07/2015, 16:32
Charles Duvalier

Poco a poco, y con la ayuda de otra copa de Borgoña, voy notando que mi cabeza vuelve a centrarse.

La podemos enviar evidentemente es lo que se espera de nosotros pero…

– No sé Monsieur Vivant. Nuestro deber es enviarlas pero sin poder decir que es… ¿Como la catalogarían en Paris al exponerla? Su experiencia es mucho mayor que la mía pero en la tienda de mi padre si un cliente pregunta por un objeto y la respuesta comienza por “Pues no sé que es…” esa venta no se produce.

– Por alguna razón estamos en la era de la luz y la razón por lo que hasta que sepamos de que se trata exactamente no la enviaría a Paris ni la emplearía como leña.

Doy vueltas alrededor de la momia empleando un cuchillo largo para apartar la tela sin tocarla.

– ¿Cabria la posibilidad de que le pudiéramos preguntar a quien se la ha proporcionado? Puede que sea de algún lugar próximo y quizás con los elementos que hayan descartado para llegar a ella tendríamos algún dato más.

Soñando despierto. – Imagine que encontramos los restos de un edificio con su nombre esculpido en su frontal. De un vistazo sabríamos si este es egipcio, griego, romano o árabe. Sus caracteres son distintos.

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16/07/2015, 18:30
Xavier Buissan

Mientras el beduino hacía cábalas ensimismado, un sargento del tercer regimiento de infantería, aquel que todos conocían como la Légion Plomb, pasó por su lado. Había visto a ese muchacho, pues en alguna ocasión había realizado trabajos de rastreo para los destacamentos de infantería, pero algo había cambiado en él. Ese era el efecto frecuente que solía observarse en todos los ejércitos que habían intentado gobernar el desierto. Aquel lugar sin escondrijo posible, es capaz de minar la moral del hombre hasta destruirla por completo.  Abeillut sabía eso pues era un experto en el desierto, su vida se reducía a él. 

De repente el soldado fue detenido por otro - Enhorabuna sargento Barraud- dijo un hombre veterano de amplio y frondoso mostacho. - ¿Es verdad que el tercero saldrá tras la expedición de Luc Lovain?- de sobras era conocido, que el teniente del cuarto pelotón del quinto regimiento de dragones, había salido con un equipo de eruditos hacía una semana con dirección a noreste... y que no se disponía de noticias de ellos desde entonces. 

Las conjeturas en la tropa eran variopintas. Desde que Luc había decidido desertar hasta que habían sido exterminados por los mamelucos...

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16/07/2015, 18:47
Joachim Murat

El general Murat permaneció unos instantes en silencio tras las palabras del teniente de caballería. Aquello era esperable. Los mamelucos habían estado replegándose en el corazón del desierto, un medio que conocían a la perfección para posteriormente lanzar una ofensiva terrible.

- Tenéis razón lieutenant...- afirmó pensativo, casi ido - Se está gestando la madre de las batallas en este lugar cruel y despiadado- sentenció con cierto tono de epicidad. - Pero nuestro Sire, requiere que cumplamos una misión de mayor importancia para la causa...- añadió a sabiendas de que eso desilusionaría a Lacroix. -Tras el toque de descanso de media tarde, preséntese en la tienda del General en Jefe. Reúna a sus hombres de confianza y a su guía nativo- Tras esas palabras, Murat se giró nuevamente hacia su mapa. 

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16/07/2015, 23:00
Jean-Pierre Barraud

La repentina salutación del veterano soldado le pilló por sorpresa, sumido como iba en sus propios pensamientos: - Vaya, muchas gracias. Es muy amable, señor...
- Bueno, lo cierto es que mi regimiento saldrá próximamente en una expedición; sin embargo, desconozco los detalles de la misma. Aún no me han sido confiados.

Barraud no recordaba haber intercambado palabra alguna con aquel hombre antes, por este motivo se sentía un tanto turbado.
- Por favor, no quisiera ser descortés, pero debo dar un aviso importante. Además, debo también preparar al regimiento para el viaje. Con su permiso...
Jean-Pierre dedicó un saludo marcial a su interlocutor sin escatimar en ceremonias. Había aprendido que a los soldados que llevaban un tiempo en el ejército -y este lo parecía- les gustaba recibir un trato ostentoso.
Acto seguido, el joven se dispuso a seguir con su camino, y se dirigió primero al hospital de campaña.

- ¿Luc Lovain? - El muchacho caminaba rumiando sobre la información que acababa de recibir.

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17/07/2015, 09:38
Dominique Vivant

Escucho los argumentos de mi pupilo con interés y voy observando sus evoluciones con el cuchillo. Cuando acaba de hablar lo miro con ojos resplandecientes.

Ah! Ya veo que le ha capturado la esencia de esta pieza... La semilla de la aventura... ¡El anhelo de la búsqueda!... Sí, uno se queda con ganas de saber la razón de esta pieza... Si le he de ser sincero, no sé quien me trajo esta pieza. Era uno de esos beduinos que se dedican a robar yacimientos. Se presentó en el campamento y un soldado lo trajo hasta mí. Supongo que si lo volviera a ver lo reconocería, aunque le voy a ser sincero. Será muy complicado que nos diga de donde sacó esa pieza... Al menos por propia voluntad. Es de donde saca el sustento, y mientras crea que aún queda algo en ese lugar no nos dirá nada.

Lanzo un suspiro teatral.

Mi buen Duvalier... Como envidio vuestra vitalidad juvenil... Con el tiempo uno va perdiendo esa llama y se va instalando la prudencia de la experiencia. Está bien, haremos lo que propone, pero hoy ya es tarde... Bueno, podemos salir a dar una vuelta y preguntar por ese soldado... Uno de los que deberían de estar de guardia hace unas horas. Creo que hay un sargento o cargo similar que llevan el control de los centinelas.

Tomo mi bastón de paseo, una capa ligera para el fresco nocturno y miro a mi interlocutor, con una sonrisa.

¿Le apetece un paseo nocturno?

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17/07/2015, 09:55
Guardián

El sargento de infantería marcho apresuradamente pues debía cumplir sus ordenanzas. Sobre la arena quedaron el soldado que había retenido durante unos segundos al tal Barraud y él, que seguía acariciando ensimismado a su camello. Mientras intentaba analizar las palabras que había oído de forma furtiva, cayó en la cuenta... ¡¿Noreste?!

Con cierto temor se giró hacia la dirección mentada. La turbulencia que se adivinaba en el horizonte le hacía presagiar lo peor.  

Notas de juego

NOTA GUARDIÁN: Barraud ha marchado, sólo quedas tú con el soldado veterano. Puedes seguir a Barraud, hablar con el soldado o esperar a que venga el teniente Jean-Baptiste Lecroix con las nuevas instrucciones. 

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17/07/2015, 10:06
Guardián

Habían pasado casi la totalidad del día divagando, elucubrando y especulando sobre el origen de aquella momia. No era raro que la tropa napoleónica obtuviera dichos cadáveres, allá en el desierto, aquel rito funerario era el más frecuente, pero la pareja de eruditos, disfrutaba jugando a ese juego que permitía lanzar cábalas al vuelo e imaginar cómo debieron vivir aquellos que ahora sólo eran restos apergaminados.

Vivant estaba a punto de convencer al bueno de Duvalier. El muchacho, mostraba una buena predisposición para la arqueología. Se notaba que la recuperación de piezas de valor histórico, era algo que Charles había mamado desde su más tierna infancia. El Barón de Denon, disfrutaba de su papel de mentor experimentado, y ciertamente lo era. Poseía conocimientos en múltiples disciplinas de conocimiento y junto a Bonaparte, era una de las mentes más privilegiadas de toda Francia.

Cuando estaban a punto de salir de su tienda, la corneta que anunciaba el descanso resonó por todo el campamento. Un soldado de infantería entró en la tienda tras pedir permiso a ambos caballeros. Ya en su interior, desembuchó el mensaje que tanto le urgía:

- Monsieurs- dijo levemente realizando una reverencia con su cabeza - Bonaparte les convoca a ambos a una reunión de vital importancia para el devenir de nuestra campaña. Deben personarse inmediatamente en la tienda del General en Jefe. La ausencia será tomada como un acto de rebeldía y reportará consecuencias- Tras sus palabras, el soldado volvió a realizar la misma reverencia y marchó de la tienda.

Notas de juego

NOTA GUARDIÁN: Últimas interpretaciones antes de que os reunáis con todos los personajes. Me ha gustado mucho el toque que le habéis dado a vuestros personajes.

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17/07/2015, 10:23
Guardián

El sargento Barraud marchó decidido hasta el hospital de campaña. Cuando estuvo ante él, apartó la lona que tapaba su entrada y se introdujo. Allí encontró al Dr. Leblanc y al padre Descoteaux charlando de forma relajada. El sudor y el cansancio se hacía patente en el rostro pálido del médico.

Realizó una reverencia y se dispuso a dar su comunicado...

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17/07/2015, 12:00
Jean-Pierre Barraud

Barraud entró en la tienda y encontró allí a las personas que buscaba.
El joven le entregó de nuevo la misiva al doctor Leblanc al tiempo que decía: - Disculpe doctor, pero el Coronel Duvaquel me ha ordenado que se la devuelva. Esta misma tarde, tras el toque de descanso, usted mismo tendrá la oportunidad de hacer entrega del mensaje.- En ese momento se dirigió también hacia el sacerdote - Usted y también usted, padre, han sido convocados a una reunión con el General en jefe.

El recién ascendido sargento les dedicó un saludo marcial apresurado y añadió: - Ahora, si me disculpan, debo reunirme con mis hombres.
Jean-Pierre se dispuso a salir de nuevo al exterior.

Notas de juego

¡Mierda pa'l correo que va y viene! xD

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17/07/2015, 14:28
Charles Duvalier

Asintiendo al soldado. – Así lo haremos.

Cuando sale el soldado salgo al exterior de la tienda asegurándome de que el soldado no se quede cerca de ella. Después vuelvo a entrar para lavarme las manos y arreglarme la ropa para ir mínimamente arreglado.

Sonriendo comento divertido. – ¿No cree Monsieur Vivant que si continua dando los mensajes tan literalmente un día acabe teniendo problemas ese soldado?

Acabando de abotonarme la levita pese al calor. – Pero mejor no seamos los últimos en acudir a su reunión.

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17/07/2015, 14:31
Jean-Baptiste Lacroix
Sólo para el director

P...Pero... se quedo en silencio. Sabía que si lo tenia decidido, por mucho que hablase no le haría cambiar de opinión. Murat era consciente de que a él le gustaba estar en el campo de batalla, y seguro que sabia que esa orden suya le disgustaría, así que si le habían dado esa nueva misión seguro que tenia un motivo.

Esta bien señor, Buenos días.

Salió de la tienda y volvió a colocarse la capa y el sombrero, saco la pipa y empezó a llenarla. Mirando al horizonte, por donde horas atrás había cabalgado, le dio una calada a la pipa. De mientras, las palabras de Gerrard le volvieron a la cabeza

-Según tengo entendido, Bonaparte valora la posibilidad de que algún destacamento vaya tras la pista del cuarto pelotón del quinto regimiento.-

Sacando el humo en forma de O se quedo pensando, sera esa la misión a la que quieren enviarnos? Merde!!

Le dio otra calada a la pipa, y se dispuso a buscar a los hombres.