Partida Rol por web

La Torre de la Espera

Capítulo IV - Descenso al Infierno

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22/03/2017, 14:07
Narrador

No cabía duda de que el cansancio estaba pasando factura al guerrero, tal vez demasiada. Por mucho que insistía su rival se mantenía en pie, y no solo eso si no que además no parecía que fuese a caer en breve, lo cual preocupaba a Derfel más de lo que estaba dispuesto a admitir.

En uno de los incontables lances en los que estaba enfrascados, los aceros de ambos contendientes chocaron con estrépito y el agotamiento acumulado en los miembros del joven hizo que su espada se le escapase de la mano quedando desarmado frente al caballero de la muerte que al ser consciente de la nueva situación esbozó un remedo de sonrisa que contrajo aún más el rictus cadavérico de su rostro.

- Tiradas (1)

Motivo: Ataque caballero

Tirada: 1d12

Resultado: 4(+25)=29

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22/03/2017, 14:12
Caballero de la Muerte

-¡Rindete!- exclamó triunfante el caballero con aquella voz que sonaba como un cubierto arañando la superficie de un plato.

-Estás desarmado y débil. Depón tu escudo y tu muerte será rápida e indolora- sentenció levantando el acero por encima de su cabeza a la espera de la respuesta por parte del aventurero a su generosa oferta.

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22/03/2017, 16:06
Derfel

Hasta el momento en que se vio desarmado y con el caballero encima suyo no quiso admitir que se encontraba muy cerca de la derrota. Pero lo que no iba a hacer era rendirse. Hizo acopio de todas las fuerzas de las que disponía y propinó con su escudo un fuerte empujón al caballero para quitárselo de encima. A continuación rodó sobre si mismo para incorporarse rápidamente y perdió unos segundos en ubicarse dándose cuenta de que se encontraba mirando al altar en el que había encontrado a los dos caballeros cuando llegó a esa sala. Sin perder más tiempo echó a correr hacia el lado derecho de donde se encontraba, ya que a la izquierda sólo había pared.

- Tiradas (1)

Motivo: Empujón

Tirada: 1d12

Resultado: 9(+21)=30

Notas de juego

Empujón = Tirada + Fuerza (14) + Pelea (7)

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23/03/2017, 12:56
Caballero de la Muerte

La carrera del aventurero terminó prácticamente antes de comenzar. Aunque el empujón había conseguido poner cierta distancia entre ambos había sido bastante débil, por lo que el caballero de la muerte rápidamente se recompuso y le cerró el paso, dejándole atrapado, a su espalda el altar de piedra destinado a unos sacrificios de los que no dudaba formaría parte si no penaba rápido, a los lados los enormes braseros braseros que contenían aquella abrasadora llama verde, y frente a él se balanceaba el acero del caballero de la muerte que blandía su espada con destreza.

-Estás atrapado. No hay escapatoria, y aunque la hubiese ¿qué ibas a hacer? Ni siquiera estás en tu plano de existencia, mortal- dijo el caballero –Acepta tu sino y seré clemente, morirás en menos de un mes…- sentenció pasando su negra lengua por los acartonados labios. No cabía duda de que estaba disfrutando del momento, como un gato que juega con un ratón antes de darse un festín.

Notas de juego

La tirada sería con Atletismo más que con Pelea, que en tu caso tienen el mismo valor, por lo que no afecta a la tirada, solamente te lo comento a modo de apunte.

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23/03/2017, 13:23
Derfel

-¡Hijo de mil perras!- Escupió Derfel cuando se volvió a ver acorralado por el caballero. Su intento de huida había quedado en eso... un inocente y pueril intento que le había llevado a estar si cabe más atrapado que antes. 

Girando levemente la cabeza hacia la derecha vio por el rabillo del ojo uno de los grandes candelabros que se encontraban a ambos lados del altar. Sin pensárselo dos veces se abalanzó a por él agarrándolo con ambas manos, y sacando fuerzas de dónde ya no le quedaban empezó a tirar del candelabro para tirárselo encima al caballero que parecía que se había quedado petrificado en su sitio observando al joven guerrero.

- Tiradas (1)

Motivo: Tirar candelabro

Tirada: 1d12

Dificultad: 18+

Resultado: 6(+21)=27 (Exito)

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23/03/2017, 16:23
Narrador

Las manos de Derfel asieron con fuerza la parte baja del brasero, lo más lejos posible del recipiente que contenía las llamas pero lo suficientemente arriba como para poder volcar el enorme objeto metálico.

En un primer momento, la inyección de adrenalina hizo que los nervios del joven no se percataran del calor al que estaban siendo sometidos, en sus palmas surgieron ampollas al igual que en la zona de sus antebrazos que entraron en contacto con el metal.

La operación fue realmente rápida, y en apenas un par de segundos una autentica riada de brasas y fuego verde se cernía sobre el caballero, precipitándolo escaleras abajo y cubriéndolo completamente.

La reseca piel momificada ardió como la yesca mientras la armadura se iba poniendo roja por efecto del calor. El cuerpo rodó por el suelo sin emitir ni un grito de dolor, de hecho sin hacer un solo ruido más allá del chocar de la armadura contra el enlosado, lo que confería a la escena un toque aún más irreal.

El aventurero se quedó mirando como las extrañas llamas verdes consumían hasta el último rincón del cuerpo del que a todas luces había sido su peor rival hasta el momento, sintiendo un profundo alivio al ver como lo único que quedaba de su adversario eran un montón de cenizas y una armadura aún más renegrida.

Desde su posición junto al ara de sacrificios pudo ver una rampa que se elevaba al fondo de la enorme caverna hacia su derecha, no había reparado en ella hasta el momento, aunque tampoco es que hubiese tenido la oportunidad. Se encaminó hacia el lugar donde había caído su espada y la recogió del suelo. El contacto con el cuero del mango le reconfortó en parte.

- Tiradas (1)

Motivo: Quemaduras

Tirada: 1d6

Resultado: 4

Notas de juego

Pierdes 4 PV por las quemaduras sufridas.

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23/03/2017, 16:54
Derfel

Mientras observaba cómo el caballero iba desapareciendo ante sus ojos aprovechó para recuperar un poco el resuello y recobrar la calma. Tenía todavía los dientes apretados en parte por la tensión sufrida y en parte por el dolor que empezaba a sentir en sus manos una vez que los niveles de adrenalina en su cuerpo empezaban a alcanzar cotas normales.

Se fue aproximando despacio al lugar en el que se encontraba tirada su espada, la recogió, y a continuación dirigió sus pasos hacia la rampa en la que había reparado mientras se encontraba al lado del altar. Sólo esperaba no tener que volver a luchar con nadie ni con nada en una buena temporada, aunque la locura en la que se encontraba inmerso le decía todo lo contrario.

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24/03/2017, 10:01
Narrador

Fue guiando sus pasos tratando de hacer el menor ruido posible. La sangre le palpitaba en las sienes y se le derramaba por la incontable cantidad de heridas que cubrían una parte considerable de su cuerpo. Por primera vez desde que decidió dedicarse a la dura vida de aventurero se planteaba si realmente no había cometido un grave error.

Pero no era momento para albergar esos pensamientos fatalistas. Siguió ascendiendo por la empinada rampa hasta llegar a una cancela de hierro oxidado entreabierta. Se coló por la rendija con todo el sigilo del que era capaz y se adentró en la cámara.

Lo primero que llegó hasta él fue el potente olor a desechos y carne podrida, similar al que se podía notar en la parte trasera del matadero de su aldea tras un día entero de trabajo. El hedor a vísceras, sangre era tan intenso que por un momento le nubló la vista. Lo que captaba a través de sus otros sentidos no era más agradable, un goteo constante de procedencia incierta rompía la quietud del lugar y taladraba sus oídos de manera muy molesta.

Pasado el primer momento, una inspección rápida dejó constancia de que allí no había enemigos, por lo que, algo más tranquilo se fijó mejor en su entorno.

La habitación se trataba de una sala rectangular con tres puertas, la cancela de hierro por la que había accedido y otras dos en lados opuestos, ambas cerradas. En el centro de la habitación había una gran mesa de madera, del tamaño de un hombre adulto cubierta en toda su superficie de cortes profundos y manchas rojas y marrones. El suelo no se encontraba mucho más limpio a su alrededor y la mugre y detritos habían formado un reguero desde allí hasta un desagüe colocado junto a la pared norte de donde además colgaban unas cadenas y grilletes destinados probablemente a mantener sujeta a la víctima mientras observaba los trabajos que se llevaban a cabo en la mesa central. En la pared, una mancha marrón que llegaba hasta el suelo dejaba claro que el espectador rara vez conseguía contener sus esfínteres ante el espectáculo que se llevaba a cabo frente a él.

En las paredes y en un par de mesas auxiliares, todo tipo de objetos y herramientas de tortura brillaban maliciosamente, el perfecto estado de aquellas cuchillas, canchos pinchos de distintos grosores y longitudes, fórceps, separadores de músculos, pinzas, tenazas y un sinfín más de escalofriantes utensilios, dejaban claro que aquel que los utilizaba los tenía en alta estima y disfrutaba de su trabajo.

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24/03/2017, 10:44
Derfel

Observó la habitación con todos y cada uno de los pelos de su cuerpo de punta. No era difícil imaginar a la vista de las herramientas y las manchas que adornaban la sala los horrores de los que habían sido testigo esas paredes. Un fuerte hedor a sangre, sudor y excrementos lo impregnaba todo. Con los sentidos de la vista y el olfato saturados de horrores era fácil sugestionarse hasta el punto de creer escuchar los gritos que a buen seguro habían resonado entre las paredes de piedra que se cerraban de manera claustrofóbica alrededor del muchacho.

Tuvo que esforzarse para salir de esa horrible ensoñación y centrarse en el momento en el que se encontraba. 

Una vez realizada la exploración visual de la habitación decidió acercarse a la puerta que tenía a la izquierda para intentar abrirla.

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27/03/2017, 10:09
Narrador

Se encaminó hacia la puerta de la izquierda según miraba, la que se encontraba hacia el sur con cautela, dando pasos de lado, para no dar la espalda a la otra hoja de madera que permanecía cerrada.

Llegó hasta ella y asió el pomo de latón enmohecido, pero justo cuando iba a girarlo sintió una vibración en su espalda, un latido en el interior de su macuto. Se lo descolgó y lo abrió con cautela, allí entre las pocas pertenencias del chico se encontraba el pequeño espejo de plata. ¿Cómo había llegado hasta allí? Estaba seguro de que lo había dejado en el suelo de la tesorería, pero la realidad era que ahí estaba, brillando en la oscuridad de la bolsa.

Lo sacó y observó durante unos largos segundos. Súbitamente sintió una especie de tirón, que le obligaba de alguna manera a traspasar el umbral que tenía delante. No era una sensación hostil, más bien una especie de llamada de auxilio.

Cuando abrió la puerta y entró, se encontró el cuerpo inerte, hecho un ovillo y desmadejado de una joven de cabellos negros, con la ropa hecha jirones y cubierta de sangre y suciedad. Estaba tirada en el suelo, rodeada de una presencia, una suerte de atmosfera de pesar y dolor que la rodeaba y que abrumaba simplemente con acercarse a varios metros de ella.

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04/04/2017, 08:01
Derfel

Estupefacto por el descubrimiento del espejo dentro de su macuto (estaba seguro de que lo había dejado tirado en el suelo de una de las habitaciones de la torre), decidió hacer caso a la fuerza invisible que le impulsaba a entrar en la habitación. Se tomó la aparición del espejo como una señal, como una especie de guía de lo que tenía que hacer, algo que agradeció después de haber ido dando tumbos desde que entró en la torre.

Al contrario de lo que se había ido encontrando hasta el momento en su deambular por ese siniestro lugar, por primera vez lo que descubrió no fue algo amenazador que incitase a la lucha. Más bien al contrario, la sensación que emanaba de esa estancia y de la joven que se encontraba en ella era de pesar y tristeza, una sensación muy parecida a la que pudo sentir en el dormitorio que había encontrado en la torre.

La joven que había en el suelo, a pesar de su quietud, parecía de alguna manera demandar su ayuda. Derfel no se lo pensó dos veces, y a pesar del halo de desesperación y dolor que la rodeaba como una especie de escudo, o más bien de cárcel, se fue acercando hacia ella.

-¿Hola? ¿Puedes escucharme?- Dijo en voz alta a medida que se dirigía hacia la joven.

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04/04/2017, 09:14
Lady Alhana

Mientras el joven avanzaba lentamente, el ovillo que era el cuerpo de la muchacha no se movió, no había indicio alguno de vida en ella y, aun así, Derfel se sintió impelido a prestarle ayuda.

Se arrodilló junto al cuerpo y tiró de su magullado hombro para darle la vuelta. Al girarla, unos ojos abiertos como platos, enrojecidos por el dolor y el llano le miraron con terror. Como impulsada por un resorte la chica saltó y se acurrucó en un rincón, fuera del alcance del guerrero.

-¿Quién sois?- preguntó con la voz rota -¿Otro demonio de Mormo? ¿Venís a seguir torturándome?- más que una pregunta era la constatación de un hecho. Con el tiempo, tanto su espíritu como su cuerpo se habían ido acostumbrando al castigo infringido.

Después sus ojos desorbitados se posaron en el pequeño objeto que portaba el recién llegado y su gesto se suavizó ligeramente, así como sus hombros se relajaron de manera casi imperceptible mientras su mano se alzaba hacia el espejo. De su boca no salió ni un sonido más.

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04/04/2017, 12:32
Derfel

-Shsss, tranquila, no tengo nada que ver con Mormo ni con ninguno de sus monstruos- Dijo a la muchacha intentando infundir tranquilidad a la joven. Se notaba a la legua que había sufrido lo indecible en aquellas mazmorras.

Derfel reparó en que la mirada de la muchacha se dirigió hacia el espejo que llevaba en las manos, y también pudo notar como la joven se relajó un poco al ver el objeto.

De repente Derfel recordó la leyenda que le había contado Ashid, y la relacionó con la muchacha que tenía ante él y el espejo que portaba consigo. Acercando el objeto hacia ella se lo ofreció diciendo: -Toma, no sé si esto te puede ser de utilidad- Y a continuación le preguntó -¿Se te ocurre alguna manera para salir de aquí?-

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04/04/2017, 16:16
Lady Alhana

La muchacha no se movió de su sitio cuando Derfel le ofreció el espejo. Se limitó a lanzar miradas furtivas unas veces al guerrero cuyo aspecto ensangrentado, magullado y sucio, y su olor a sangre de demonio no le hacían candidato a la mayor de las confianzas, y otras veces al pequeño espejo de mano que despedía brillantes reflejos en la mortecina luz de la mazmorra.

-Dejadlo ahí- dijo señalando el suelo con su dedo tembloroso. Estaba claro que la joven no estaba dispuesta a fiarse del primer desconocido que entrase en aquella sala. Aún así, su actitud era mucho menos defensiva que al llegar.

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05/04/2017, 07:59
Derfel

La actitud de la joven dejaba entrever que no se terminaba de fiar de Derfel, -Sólo los Dioses sabían los tormentos a los que la habían sometido-, pensó el joven guerrero mientras observaba el miedo en los ojos de la muchacha. Quería ganarse su confianza, así que intentó dejar a un lado la prisa que tenía por salir de allí y se mostró más pausado y tranquilo en sus movimientos y sus palabras. -Sí, tranquila. No voy a hacerte ningún daño. He venido aquí para ayudarte- Dijo mientras colocaba cuidadosamente el espejo donde había señalado la joven.

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06/04/2017, 16:02
Lady Alhana

Al ver como el recién llegado depositaba el espejo en el suelo y se alejaba hacia atrás, la doncella se aproximó lentamente hasta alcanzarlo y lo recogió con manos temblorosas. Se lo colocó en el regazo como si de un hijo se tratase y se quedó contemplándolo durante un rato que a Derfel se le antojó eterno.

Pasado ese tiempo, la joven levantó la cabeza. Su expresión había cambiado completamente. No quedaba rastro del miedo que desfiguraba sus facciones, en su lugar había una gran determinación y el porte noble y altivo de aquellos que han nacido para ordenar en lugar de pedir.

-Cerrad la puerta- dijo con voz autoritaria pero suave –Tenemos poco tiempo y no podemos dejar que sepan que estáis aquí-.

-Mi nombre es Lady Alhana, hija de Lord Cèdric Garra de Halcón- se presentó.

-Llevo encerrada en este plano tanto tiempo que ya no recuerdo ni cuando llegué. Lord Abarax me ha mantenido con vida, o lo que quiera que sea esto- dijo desdeñosa mirando su cuerpo translucido –Mi envoltura mortal desapareció hace décadas en la sala de la que provienes, y te aseguro que no fue un proceso rápido. Desde entonces, Lord Abarax y sus secuaces se divierten torturando mi espíritu sin posibilidad de descanso-.

El guerrero se fijó entonces en que la imagen de la joven fluctuaba ligeramente, era tangible, él mismo lo había constatado al tratar de girarla agarrándola por el hombro, pero a la vez no tenía una forma corpórea. Era un ser ectoplasmático.

Sin duda era cosa de brujería o de la naturaleza caótica de aquel lugar.

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06/04/2017, 16:29
Derfel

-¿No querías aventuras? ¡Pues toma aventuras!- Se dijo Derfel para sus adentros mientras observaba a la muchacha sujetar el espejo con la mirada perdida en él. 

Derfel estaba pensando en días atrás, cuando salió de su aldea con la idea de realizar grandes hazañas que fuesen agrandando su nombre hasta hacerle digno de protagonizar las historias cantadas por los bardos, cuando de repente la joven le habló sacándole de su ensimismamiento. El espejo había influido positivamente en ella y se volvió menos huidiza, más comunicativa. 

El muchacho cerró la puerta como le había indicado la joven.

-Lady Alhana, mi nombre es Derfel. No se dónde me encuentro ni qué está pasando aquí, sólo se que me he enfrentado a seres que no sabía ni que existían, y que deseo más que nada en este mundo salir de esta torre y volver a ver la luz del sol.- Dijo a su vez a modo de presentación.

-Si conocéis la manera de salir de aquí os ruego que me la digáis cuanto antes. Yo os ayudaré en todo lo que pueda para garantizar vuestra salvación-.

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07/04/2017, 09:52
Lady Alhana

-El espejo no funciona. El vínculo con Mormo se cortó el día que mandó a sus demonios contra mí. Supongo que ese era su plan desde el principio, deshacerse de aquellos que le importunaban y a la vez acabar con mi vida- explicó Lady Alhana.

-Tengo que ejecutar de nuevo el hechizo de vínculo con el círculo infernal en el que reside Mormo y devolver éste espacio interdimensional de nuevo a donde pertenece. Imagino que habéis pasado por delante de un altar cuando vinisteis hacia aquí, ¿no? Allí es donde tenemos que realizar la invocación- el tono de voz del espíritu de la hechicera era ahora sereno y autoritario. Nunca en todos aquellos años había imaginado volver a tener aquel objeto en sus manos, y su ansia de venganza le otorgaba un poder y una determinación que creía desaparecidos.

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07/04/2017, 10:16
Derfel

Derfel escuchó con atención a la muchacha a pesar de que muchas de las palabras no sabía a qué se referían, pero le daba igual, lo importante es que había encontrado a alguien que entendía el lugar dónde se encontraba y que le daba la posibilidad de salir de él.

Los pelos se le pusieron de punta cuando Lady Alhana mencionó el altar cerca del cual había estado a punto de perder la vida no hacía mucho. -Sí, justo antes de encontraros venía de la sala en la que se encuentra el altar del que me habláis-. 

Pese a que no le hacía mucha gracia volver a esa sala, se dejó contagiar por la determinación de la joven y la apremió para hacer lo que tuviesen que hacer cuánto antes -¡Vayamos rápido a hacer ese... hechizo o lo que sea-.

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10/04/2017, 10:18
Narrador

La dama espectral con su espejo entre las manos, apoyado en su  pecho, pasó junto al aventurero sin mirarle siquiera, su mente estaba enfocada en otros pensamientos más profundos. Abrió la puerta y se encaminó hacia la enorme sala que contenía el altar ceremonial.

En su camino, mientras atravesaba la sala de torturas, su mirada iba alternativamente de la mesa central a la puerta de la izquierda que permanecía cerrada, y un gesto de terror encogió su rostro durante un instante. Después volvió la vista al frente y avanzó con determinación hacia su objetivo.

En silencio ambos llegaron a los pies del ara y allí, sobre la piedra desnuda, Lady Alhana depositó con un cuidado reverencial el pequeño objeto de plata, se irguió frente a él y, cerrando los ojos, comenzó a entonar un cantico monocorde en una lengua que Derfel jamás había escuchado, pero que sentía en su corazón que no pertenecía al mundo humano. El aire alrededor de la joven comenzó a reverberar y la temperatura de la sala ascendió varios grados de manera repentina.

El fuego del brasero que quedaba en pie se alzó con fuerza, cambiando su enfermizo color verde por un brillante destello blanco.

El cántico fue aumentando en intensidad y volumen mientras el cristal de espejo comenzaba a recomponerse lentamente, las grietas y fisuras se soldaban y dejaban una superficie lisa y pulida que, mientras reflejaban el techo de la bóveda, también mostraban imágenes de otro lugar lejano en el espacio y el tiempo, el reino de Mormo.

De repente, por la puerta que daba acceso a la sala de torturas, en lo alto de la rampa de piedra, apareció la figura de un hombre alto y encapuchado. De las profundidades de aquella capucha surgió una voz tan antigua como el tiempo y tan autoritaria que era casi imposible no obedecer a sus mandatos.

-¡Deteneos insensatos!- bramó mientras se deslizaba más que caminaba rampa hacia abajo al encuentro de la pareja.