Partida Rol por web

La Torre del Elefante (Suseya)

Escena Gunborga

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10/01/2022, 11:53
Narrador

Le ves echarte una mirada y dirigirse resuelto hacia la puerta de la torre. Lo sigues, se vuelve y te guiña un ojo.

-Tranquila, muchacha. No pasa nada. Una investigación rápida.

Cruza la puerta… Y la cierra antes de que tengas tiempo de seguirlo. Molesta, tratas de abrirla, pero está cerrada por dentro. La golpeas con furia, pero no te sirve de nada; y, de repente, un golpe sordo contra ella, y a continuación se abre, para dejar entrever la figura del nemedio, que se tambalea hacia ti, para caer en tus brazos, muerto. Alarmada, lo examinas con cuidado. ¿Cómo ha podido morir tan rápido y sin una marca? No, espera, sí hay una, unas incisiones en la base de la nuca.

Notas de juego

Sección 104

Esta torre exuda una magia maligna que hace que se te pongan todos los pelos de punta. Si decides que no quieres tener nada más que ver con ella, pasa a la sección 67.

Tu sangre hierve de ganas de comprobar qué es lo que ha acabado tan rápido con la vida de un hombre como Taurus, así que te aprestas y te acercas al umbral. Pasa a la sección 42.

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10/01/2022, 14:40
Gunborga

Creí ver confirmada mi sospecha sobre el recelo que Taurus había despertado en mí cuando la puerta se cerró de golpe, dejándolo a él en el interior y a mí esperando con la boca abierta fuera. En vano intenté abrir la maldita puerta, aquella que me separaba de esos supuestos tesoros que guardaba. La golpeé con el puño, le di patadas, pero nada hizo que se abriera.

Frustrada, decepcionada y sobre todo enfadada conmigo misma por haber sido engañada de aquella forma, me quedé unos segundos con la frente pegada contra la puerta, esperando no sabía muy bien a qué cuando un golpe al otro lado hizo que saltara como un resorte... Asustada, muy asustada.

Y más aún me asusté cuando la puerta se abrió repentinamente y el cuerpo del nemedio cayó inerte entre mis manos; el calor abandonando poco a poco su cuerpo. Sin heridas aparentes, ni sangre, ni incisiones que pudieran justificar lo que había pasado.

Sorprendida por aquel hecho y sintiendo en cada uno de mis huesos la magia, muy distinta a la burda que practicaba mi madre, que destilaba del interior de la torre. Una magia cuya impronta era la muerte.

No sabía qué hacer. Por un lado temía lo que me esperaba allí dentro, y más aún al no poder contar con la ayuda de Taurus. Pero, por otra parte y después de haber descubierto aquella incisión en su nuca, la curiosidad me empujaba a cometer una auténtica locura. Saber que le había sucedido al nemedio y, si podía, vengarlo.

Dejé su cuerpo sobre el frío suelo y me acerqué al umbra, consciente de que lo que iba a hacer solo me traería una muerte tan repentina como la que le había sucedido a Taurus. Pero no podía evitar, bien por saber qué había sucedido o bien por codicia, aunque seguramente era una mezcla de las dos, cometer aquella locura.

Notas de juego

Sé que es una estupidez pero... Estamos aquí para jugar.

Paso a sección 42.

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10/01/2022, 21:43
Narrador

Te asomas al interior. Está oscuro como una noche sin luna. Lo único que da un poco de luz es una cristalera en el techo, diseñada en forma de telaraña. A esa inquietante luminosidad, que ofrece al lugar un ambiente extraño, irreal, puedes ver a tu alrededor, adosados a las paredes, multitud de cofres, unos abiertos y otros cerrados. En su interior puedes distinguir, desde tu posición, el brillo del oro y las joyas. Es un botín digno de un rey. Más, de un emperador. Medio cegada por semejante riqueza, olvidas lo sucedido a tu compañero y avanzas unos pasos con la espada en la mano.

Notas de juego

Sección 42

Algo no va bien. La imagen de Taurus muerto acude a tu cabeza. Pasa a la sección 86.

Podrías comprar todos los reinos del mundo. Te diriges a uno de los arcones. Pasa a la sección 14.


¡Así se habla, muy bien dicho! Que siga el juego, xD!

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11/01/2022, 12:45
Gunborga

Con el miedo metido en el cuerpo al no saber qué le había sucedido a Taurus, observé el interior de la torre. Apenas había luz, pero sí la suficiente para ver el fulgor de mil y un tesoros iluminados por la luna que incidía en una extraña claraboya. Joyas, dinero... Todo lo que podía desear y más.

Asombrada, pero sobre todo seducida por el brillo de aquellos tesoros, paseé entre los cofres que ofrecían su tentador contenido alegrándome por la oportunidad que tenía al alcance de la mano de cambiar, por fin, mi suerte.

Codiciosa, acerqué mi mano a uno de los cofres cerrados para contemplar qué otras maravillas se podían ocultar allí dentro. Sin embargo, aunque deseaba fervientemente coger todo lo que pudiera y escapar de aquella torre cuanto antes, la imagen del nemedio muerto entre mis brazos volvió con fuerza a mi mente.

Mi mano se detuvo en el último segundo y un atisbo de lucidez atravesó mi cabeza. Quizás la muerte de Taurus había sido provocada por esa misma codicia que yo sentía; quizás aquellos cofres cerrados ocultaran la trampa que me llevaría a la misma muerte que él.

Dudé unos segundos; pero mi prudencia natural ganó la batalla en mi interior y decidí dejar por el momento aquellos tesoros que se mostraban al alcance de la mano y evaluar mejor la situación.

Notas de juego

Paso a la sección 86

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11/01/2022, 16:12
Narrador

Un sexto sentido te indica que no estás sola, que el peligro acecha. Te encoges, preparada para combatir. En un instante percibes un movimiento furtivo por encima y detrás de ti, que hace que inconscientemente apartes la cabeza al tiempo que hurtas el cuerpo. Una sombra pasa por encima de ti muy cerca; en ese momento, sientes que algo, una gota, te toca en el hombro, provocándote un intenso dolor, una fuerte quemazón.

Notas de juego

Sección 86

Si quieres salir de este lugar de pesadilla, pasa a la sección 56.

¿Qué es lo que te ataca? Si te aprestas para el combate, pasa a la sección 109.

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12/01/2022, 12:58
Gunborga

Sentía los pelos de la nuca erizados, lo que me indicaba que los peligros acechaban a pesar de no saber de dónde venían. Un estremecimiento me recorrió al darme cuenta que alguien, o algo, más estaba compartiendo aquel espacio conmigo.

Los movimientos entre las sombras me hicieron moverme para evitar el más que probable ataque, pero lo que no pudo evitar fue que aquel líquido, o lo que fuera, cayera sobre mi hombro. Ahogué un grito en mi garganta al sentir como si mi carne se estuviera quemando lentamente y el dolor se volvía cada vez más intenso.

Aquel lugar estaba maldito; la muerte acechaba en cualquier esquina y dudaba poder salir con vida de allí. Pero no podía volver atrás en ese momento, no sin antes conseguir algo de lo que había ido a buscar y, sobre todo, vengar de alguna forma la muerte de Taurus.

Antes debía plantar cara a ese enemigo invisible. A tientas desenvainé mi espada y me dispuse a vender cara mi piel. Luego ya intentaría largarme con viento fresco... Si es que aún tenía esa oportunidad.

Notas de juego

Paso a la sección 109.

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13/01/2022, 10:51
Narrador

Cuando tu vista se acostumbra a la semipenumbra, la ves agazapada en un rincón, contemplándote con un odio mortal: una araña del tamaño de un cerdo, con el cuerpo recubierto de un denso pelaje negro. Lo que ha quemado tu hombro son las gotas de veneno que se derraman entre sus quelíceros. Por un instante te sientes paralizado, momento que la bestia aprovecha para saltar hacia ti con una velocidad impresionante. Sin embargo, reaccionas a tiempo, esquivas su ataque y al tiempo le lanzas una estocada que corta una de sus patas. El monstruo se aparta y salta hacia el techo, desde donde sus ocho ojos te miran con ansia mortal. Repentinamente, salta hacia ti de nuevo; vuelves a esquivarla y la golpeas en otra pata, cortándola, pero ahora la cosa ha cambiado: tras ella flota un hilo blanco pegajoso que se mueve en tu busca. La araña cambia de táctica, ya no intenta morderte, ahora salta de un lado a otro dejando su telaraña cruzando por todas partes, con la intención evidente de alcanzarte y dejarte inmovilizado. Sabes que cuanto más tiempo os mantengáis en este juego más ventaja tendrá esa cosa, así que...

Notas de juego

Sección 109

Si saltas hacia la araña en busca de un tajo afortunado, pasa a la sección 136.

Si buscas algo con lo que puedas alcanzarla sin tener que acercarte a ella, pasa a la sección 108.

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13/01/2022, 10:56
Narrador

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13/01/2022, 11:25
Gunborga

Con el asco que me daban las arañas tenía que ser precisamente una la que me estuviera atacando. Y no una cualquiera sino una mucho más asquerosa, grande y peluda que yo hubiera visto en mi vida; y para colmo lanzaba veneno que ya había comprobado cómo abrasaba y corroía.

Aquel ser todo odio deseaba mi muerte tanto como yo la de ella y, en un juego de ataque esquiva, conseguí mantenerla a raya por un tiempo. Un tiempo que se me acababa ya que empecé a comprender su estrategia. Con dos patas cercenadas la araña ya no intentaba morderme ni envenenarme, lo que pretendía era atraparme en la pegajosa tela que tejía a mi alrededor.

Tenía que acabar con ella cuanto antes; abrirla en canal y ver cómo se retorcía con sus tripas al aire. Pero no me atrevía a acercarme demasiado a ella por si acaso me lanzaba aquel corrosivo veneno. A tientas mientras la controlaba con la punta de mi espada, busqué algún objeto lo suficientemente largo y duro que me permitiera alcanzarla manteniéndome yo a una distancia prudente.

Notas de juego

Paso a la sección 108.

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13/01/2022, 11:57
Narrador

Tu desesperación aumenta a medida que compruebas que no parece haber nada que puedas hacer. Esa bestia está llenando la sala de telarañas, sólo es cuestión de tiempo que te atrape. Espera, tal vez… Envainas tu espada, y te acercas a uno de los arcones cerrados, alzándolo con esfuerzo. La araña, al ver tu manejo, decide tomar la iniciativa y se lanza hacia ti. Alzas el baúl sobre tu cabeza y lo lanzas con un esfuerzo sobrehumano. El monstruo trata de refrenarse y evitarlo, pero no lo consigue: en un
momento, resulta aplastado por el enorme peso y empujado contra una pared, donde se golpea con un golpe sordo que desparrama a su alrededor una masa líquida. Jadeas un poco, pero de momento la cosa ha salido bien. Mirando a tu alrededor, descubres una puerta situada en la pared del fondo, frente a la entrada de la cima de la torre.

Notas de juego

Sección 108

Recoges unas pocas joyas. Si el interior de la torre contiene más horrores de estos, la cosa no pinta bien. Si optas por una retirada discreta, pasa a la sección 23.

Recoges unas pocas joyas. Si todavía tienes pendiente por encontrar el Corazón del Elefante, pasa a la sección 60.

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13/01/2022, 12:01
Narrador

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14/01/2022, 12:29
Gunborga

El tiempo se me estaba agotando y, a cada segundo que pasaba sin que yo encontrara algo que me sirviera a mis propósitos, más se cernía sobre mí la sombra de aquella trampa que tejía la araña a mi alrededor. El pánico empezaba a hacer mella en mí y eso era una mala señal ya que, si el miedo me paralizaba, no encontraría una solución a mi situación tan delicada.

Por suerte pude reaccionar a tiempo. Cuando la araña estaba a punto de echarse sobre mí, y tras envainar mi espada para que no me molestara, cogí uno de aquellos arcones que aún seguían cerrados. Con gran esfuerzo, resoplando y sudando, logré levantarlo sobre mi cabeza y, justo en el momento preciso, se lo lancé con todas mis fuerzas al asqueroso y terrible animal.

Con el corazón encogido mientras intentaba retomar una rítmica y menos agitada respiración, observé con fascinación y morbosidad cómo el cuerpo de la araña quedaba completamente aplastado. Lo había conseguido; aún no sabía cómo, pero lo había logrado.

Miré a mi alrededor, a todos los tesoros dispersos por la habitación y sin acercarme a la masa viscosa en la que se había convertido la araña, recogí todo lo que podía llevar encima sin que su peso me impidiera moverme.

Quizás fuera momento de dar media vuelta y largarse con viento fresco. Al menos si me retiraba en ese instante conservaría la vida y con unas ganancias que no resultaban nada desdeñables y que me permitirían darme la buena vida durante una larga temporada. Eso sería lo sensato y prudente.

Pero cuando mis ojos se toparon con la puerta del fondo las dudas me asaltaron. Recordé el Corazón del Elefante del que me había hablado el nemedio y tomé una decisión. Quizás la más arriesgada, la más loca e insensata de todas; pero de alguna forma consideraba que se lo debía a Taurus.

Respiré hondo y esquivando la tela de araña que aún colgaba, me acerqué a aquella puerta esperando que los horrores que albergaba aquella torre se hubieran acabado, aunque en el fondo sabía que no era así.

Notas de juego

¡Venga, a lo loco! Paso a la sección 60.

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14/01/2022, 16:37
Narrador

Cruzas la estancia con el paso cauto de un lobo, mirando en todas direcciones, pero nada más te sucede: al parecer, esa araña era la guardiana de la sala del tesoro. Abres la puerta, que da a un rellano desde el que descienden unas escaleras de caracol. No hay nada más, así que comienzas a bajar atenta a cualquier celada que puedan intentar tenderte. Llegas a un nuevo rellano en el que se distinguen dos puertas de madera: en una de ellas aparece un símbolo rojo, en otra un símbolo azul.

Notas de juego

Sección 60

Si abres la puerta del símbolo azul, pasa a la sección 55.

Si abres la puerta del símbolo rojo, pasa a la sección 2.

Si sigues bajando por las escaleras, pasa a la sección 90.

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14/01/2022, 18:30
Gunborga

Consciente de que no podía bajar la guardia en ningún momento si no quería encontrarme con alguna nueva sorpresa, y en la torre seguro que había más de una, abrí la puerta con cuidado y comencé a descender la escalera. De lo acelerado que tenía el corazón temía que alguien pudiera escucharlo pero, por el momento, nadie me salió al paso.

No tardé en encontrarme ante la primera encrucijada de las que seguramente me encontraría a lo largo de la escalera. Una alternativa que solo dependía del azar y la buena suerte. Miré a una puerta y a otra y no encontré diferencias entre ellas, aparte del símbolo y el color de éste.

Respiré hondo y pensé, intentando convencerme de la conveniencia de abrir una u otra o, por el contrario, dejarlas de lado y seguir descendiendo. Arriesgarse o no arriesgarse, ahí estaba la cuestión. Pero ¿acaso no sabía desde el minuto uno del riesgo que correria en esa empresa?

Mi cabeza me gritaba que continuara bajando, que detrás de aquellas puertas solo encontraría nuevos peligros, nuevas trampas, nuevas formas de morir. Pero me resistía, ya que me encontraba allí, a no explorar todo lo que pudiera. Pero ¿rojo o azul? ¿Fuego o agua?

Preferí no darle vueltas ya que no iba a llegar a ninguna conclusión y, en un arrebato de falta total de cordura, empujé la puerta con el símbolo rojo.

Notas de juego

Paso a la sección 2.

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16/01/2022, 19:10
Narrador

La habitación en la que has entrado es un dormitorio. Amplio y lujoso, te hace pensar que tal vez hayas encontrado al hechicero, a Yara; y no obstante, en la decoración percibes algo más femenino... Te acercas hacia la gran cama cubierta con un dosel del que cuelga un cortinaje que oculta el interior a tu vista. Apartas las telas con cautela, espada en mano, ya que no quieres correr riesgos.

Distingues un cuerpo tendido, femenino; diríase dormido, aunque no ves que el pecho suba y baje a efectos de una respiración acompasada. ¿Será un cadáver? Percibes unos rasgos hermosos, sensuales, blancos como la nieve, lo que hace que te acerques aún más. Los cabellos negros, como el ala de un cuervo, se esparcen a su alrededor como un gran halo, dando a todo el conjunto, de generosas curvas, un aire irreal, de misterio y belleza. Alargas la mano... y la retiras de inmediato: el mero roce de su semblante te ha transmitido una frialdad antinatural.

Ese gesto tiene unos efectos que podrían ser desastrosos para ti. Con un estremecimiento compruebas que los párpados se mueven, las pestañas negras se alzan y muestran unos ojos profundos, tan oscuros como el cabello, que te contemplan con interés y curiosidad.

-¿Quién eres? Musita con tono lánguido, soñoliento. ¿Un fantasma de Yara? ¿O una esclava para satisfacerme?

Los escalofríos recorren tu cuerpo, no la has visto respirar mientras dormía y ahora está tan viva como tú. ¿Qué clase de demonio es?

Notas de juego

Sección 2

No parece peligrosa, de hecho dirías que es una víctima del hechicero, por lo que decides hablar con ella. Pasa a la sección 88.

La situación tiene un horrible tufo a sobrenatural, a magia. Lo mejor que puedes hacer es huir. Pasa a la sección 25.

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16/01/2022, 20:14
Gunborga

Sentía todo mi cuerpo dolorido por la tensión de no saber qué me encontraría al otro lado de la puerta. Mi desconcierto fue patente en mis ojos abiertos y en el gesto de sorpresa de todo mi rostro al comprobar dónde me encontraba. Era una lujosa habitación, demasiado para un sirviente cualquiera y mucho menos para un prisionero. Quizás había tenido la suerte de dar a la primera con el cuarto de Yara.

Con ese pensamiento en mente avancé hacia la recargada cama con dosel, espada en mano porque seguía desconfiando de todo lo que veía, escuchaba y olía en aquella torre. Con cuidado aparté la ropa que cubría la cama hasta descubrir una figura femenina, voluptuosa y hermosa, pero demasiado inerte para estar viva. ¿Sería una amante de Yara? ¿O algún tipo de prisionera? Pero que no viera su pecho moverse me hizo pensar en que era un cadáver conservado por la magia. Un recuerdo bastante tétrico...

Aquella figura tenía algo tentador, salvajemente hermoso, perturbador e, incapaz de controlarme, llevé mi mano para tocar con delicadeza ese blanco cuerpo tan diferente al mío. Una frialdad sobrenatural me recorrió, consiguiendo que me apartara de golpe de la yacente mujer justo en el momento en que ella se movía, volviendo sus oscuros ojos hacia mí.

La sopresa que me llevé fue completamente visible. El miedo recorrió mi cuerpo y tuve la sensación de estar en peligro. Aquella mujer no podía ser de este mundo ya que a nadie había visto descansar sin que su respiración no la delatara. Pero fueron sus palabras lo que de verdad me alteraron. ¿Un fantasma? ¿Una esclava? Yo no era ni lo uno ni lo otro y por lo que empezaba a sospechar aquella hermosa mujer satisfacía sus instintos con esclavos que Yara le debía proporcionar.

Negando con la cabeza comencé, con toda precaución y lentamente, a retroceder en dirección a la puerta, dispuesta a salir de aquella habitación como alma que lleva el diablo. Allí no podía estar escondido la joya que buscaba.

Notas de juego

Paso a la sección 25.

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16/01/2022, 20:35
Narrador

Sales corriendo de la habitación de la puerta roja y cierras la puerta al salir. De regreso al rellano, te esperan la puerta del símbolo azul y la posibilidad de seguir bajando por las escaleras de caracol. Habrás de decidir si quieres arriesgarte a más pesadillas en este lugar maldito en tu búsqueda del Corazón del Elefante o buscar la salida más cómoda de un infierno repleto de magia y horrores.

Notas de juego

Sección 25

¿Te atreves ahora con lo que oculta la puerta del símbolo azul? Pasa a la sección 55.

Mejor no arriesgarte. Sigues bajando las escaleras hasta la próxima planta. Pasa a la sección 90.

Cargando editor
16/01/2022, 22:17
Gunborga

Me preguntaba si me estaba comportando como una cobarde o simplemente la prudencia actuaba por mí. Fuera lo que fuera no me arrepentía de dejar aquella habitación que olía a magia y perversión. Con el corazón acelerado regresé al rellano y, una vez más, las dudas me asaltaron.

Ante mi volvía a tener la decisión de elegir probar en la otra puerta y encontrarme con otro nuevo horror, quizás éste menos hermoso que el que había dejado atrás, o seguri descendiendo por las escaleras buscando no solo el Corazón del Elefante sino también una salida que me permitiera alejarme de allí. Y ese pensamiento me hizo darme cuenta de que tendría que haber escapado cuando tuve la oportunidad. Ahora en cambio quizás fuera demasiado tarde.

Pero, ahora que me encontraba en la torre ¿escaparía sin opción a encontrar la increíble joya de la que tanto se hablaba?

Me acerqué a la puerta con el simbolo azul y, apoyando mi oreja en ella, intenté escuchar cualquier sonido procedente de su interior, sin darme cuenta que tal vez alguien durmiera allí dentro sin emitir ruido alguno. Respiré hondo con mi temblorosa mano en la manilla, tomándome unos segundos que parecieron eternos antes de atreverme a abrirla, preparada para el siguiente horror que me esperaba allí dentro.

Notas de juego

Paso a la sección 55.

Cargando editor
18/01/2022, 00:07
Narrador

Te asomas a una estancia de buen tamaño en la que nada parece moverse. Entras con cautela, y de repente te quedas paralizada por el asombro. Contemplas la estatua más extraña que puedas imaginar: una figura humana más grande que tú, pero con una cabeza... No es humana, es de elefante, puedes ver con claridad las orejas, los colmillos, la trompa, los ojos cerrados... Sus muñecas y tobillos están apresados por grilletes gruesos y de apariencia resistente. Tu mirada se ve atraída por esta estatua tallada tan delicadamente que parezca viva... ¡Por Crom! ¡Es que ESTÁ viva! Acaba de abrir sus ojos, unas cuencas lechosas, que se mueven en todas direcciones, hasta que se clavan en ti.

Notas de juego

Sección 55

Si el terror te tiene paralizada, pasa a la sección 76.

Esta torre maldita está llena de amenazas, seguro que esta cosa es una de ellas. Si atacas sin pensar, pasa a la sección 79.

Una cosa es una araña, por muy grande que sea, y otra muy distinta es este engendro, que Crom sabe qué puede hacer contigo. El miedo puede más que tu orgullo, por lo que te das media vuelta y huyes hacia la puerta. Pasa a la sección 58.

Cargando editor
18/01/2022, 14:24
Gunborga

Otra vez el silencio parecía envolver esa nueva habitación pero, tras lo ocurrido en la anterior, no tenía pensado bajar la guardia ni confirame. Seguro que una nueva sorpresa, quizás más desagradable que la anterior, me estuviera aguardando.

Lo que no esperaba era encontrarme ante aquella extraña e inquietante estatua que, de lo bien esculpida que estaba, resultaba casi real. No sabía muy bien qué representaba o a quién quería representar; quizás fuera alguna clase de deidad demoniaca adorada por los magos. Lo único en lo que podía fijarme era en la realista cabeza de elefante y eso hacía preguntarme si el corazón, el famaso Corazón del Elefante, no estaría al alcance de mi mano.

Di un paso adentrándome un poco más en el cuarto, dispuesta a rebuscar por toda la figura hasta encontrar lo que quería. Sin embargo, un casi imperceptible movimiento de aquello que creí inerte me detuvo en seco.

Horrorizada, con el corazón golpeando con fuerza contra mi pecho y la mano temblorosa sujetando la espada, observé cómo aquellas escalofriantes y lechosas cuencas recién abiertas se movían buscándome. Hasta que me encontró.

Un terror como nunca antes había seentido recorrió con su frío dedo toda mi espalda. Era incapaz de moverme, ni siquiera tenía la fuerza o la voluntad para salir corriendo de allí. Lo único que podía hacer era mirar con un peligroso morbo aquellos blanquecinos y velados ojos fijos en mí.

Notas de juego

Paso a la sección 76.