Partida Rol por web

Observo el estado de mis compañeros con interés

El elfo clava su mirada en los ojos de canino. Comienza a moverse lentamente mientras hace algunos sonidos con la boca con vos suave y calma tsk tks tsk tranquilo muchacho no queremos hacerte daño ven aqui tengo algo delicioso para ti, mientras se acerca al animal de uno de sus bolsillos saca un trozo de carne magra, la mirada del explorador es segura y firme, no sonríe a fin de que el animal no lo tome como un desafió, sin embargo agrega para su compañero tormenta trata de manejar al otro y no llamaremos la atención antes de tiempo en su interior el explorador retiene un pensamiento de jubilo mi maestro siempre hacia estas cosas, y es genial, vamos cachorrito no me causes problemas por favor

Tormenta, intenta moverse con la máxima lentitud posible influyendo sobre el comportamiento de los cánidos...

Este frío me resulta del todo inquietante. Trato de hacer memoria y recordar si es normal que por estas regiones haga este frío tan helador o por el contrario es algo anti-natural, fruto de algún conjuro.

Aunque el frío  ha conseguido mermar tus acciones,  te lo has sacudido de encima. Haciendo acopio de tu salud, has conseguido que los síntomas  remitiesen y ahora el frío es solo un mal compañero de aventuras. Seguirá siendo insoportable, pero sabes como evitarlo.

Sin embargo, no detectas nada extraño en este gélido tiempo. Tan solo es una noche más fría de lo normal. terminas pensando para tus adentros.

Aunque el frío  ha conseguido mermar tus acciones,  te lo has sacudido de encima. Haciendo acopio de tu salud, has conseguido que los síntomas  remitiesen y ahora el frío es solo un mal compañero de aventuras. Seguirá siendo insoportable, pero sabes como evitarlo.

Aunque la noche esta bastante fría, no parece importarte, sin embargo observas como la enana y la maga durante unos momentos  parecen  encogidas por el frío. Pero rapidamente, consiguen soportarlo. Por tu mente  pasa  la idea de la poca costumbre de dichas compañeras a las inclemencias del tiempo.

Aunque la noche esta bastante fría, no parece importarte, sin embargo observas como la enana y la maga durante unos momentos  parecen  encogidas por el frío. Pero rapidamente, consiguen soportarlo. Por tu mente  pasa  la idea de la poca costumbre de dichas compañeras a las inclemencias del tiempo.

El silencio de la noche comienza a inquietaros, pues ya hace un rato largo que los exploradores se han esfumado de vuestra vista y no hay señal  alguna de estos.  La preocupación comienza a invadiros, y miles de  ideas negativas se os agolpan en la sien.  ¿ Habrán sido atacados? ¿ Estarán en peligro? ¿ habrán sido sorprendidos?...

Mientras esas  preguntas se os cruzan por la cabeza, y como si de apariciones se tratasen, unas criaturas  de pelaje oscuro con dientes afilados y con cuatro patas os sorprenden!

Clevor observaba cuidadosamente a sus compañeras tiritar ante la helada invernal, mientras el frío también calaba sus huesos. Recordaba las noches de entrenamiento en los bosques y las praderas, donde tenían que trotar horas con un frío similar. No podía ceder ante tan poco y soportó como lo había hecho tantas veces. Antes de que pudiera realizar un comentario respecto a la tardanza de sus exploradores, instintivamente algo saltó en su pecho, un sentimiento de batalla inminente. Asaltó con una indicación usando su cuerpo y su voz, a Kettembar.

Avanza hacia nuestros enemigos! gritó al tiempo que unas sombras entre los árboles los asaltaban.

Ahora pondrían en juego su entereza. Era tiempo de sangrar por sus compañeros.

Aunque el frío calaba hondo en los huesos no me dejo amedrentar por el temporal que hay a los pies de la torre. Una enana de constitución fuerte como yo tiene sus recursos para anteponerse ante las inclemencias del tiempo, espero que la tiritera de mis compañeros no les perjudique en exceso - pienso, mientras evoco en mi mente la calidez de una hoguera y me centro en ese pensamiento para alejar el frío de mi piel, un truco que me enseñó un amigo de mi padre cuando era muy pequeñita.

Pero sin tener casi tiempo para reaccionar, como salidos de la nada, un grupo de lobos furiosos nos asaltan por sorpresa. ¡Estad todos atentos!

el elfo se acerca al animal, le ofrece el bocado y lo acaricia como si fuese un un cachorrito, a lo que agrega buen chico, buen chico, ¿que haces aquí? deberías estar cazando algún venado en el bosque amigo Deidos revisa el animal en busca de marcas de batalla o un collar con algún distintivo.