Partida Rol por web

¿Dónde estás?

Adam escrutaba entre la multitud cada vez más aterrorizada, esquivando al ganado y a los vástagos por igual. Sus intentos de encontrar a Falere resultaron fútiles, pero estaba lejos de rendirse. Puesto que su estatura lo desfavorecía, buscó una posición elevada, como una columna, un podio o lo que fuera, para obtener una visión más amplia del caos reinante.

Esperaba un informe de Carlo con ansias. Nuestro objetivo no podía perderse entre la multitud y desaparecer sin más. Con la esperanza de que algún miembro del equipo le siguiera y nos diera indicaciones para seguirle desenfundo una de las armas...

Angelo saca su MP5 que por ahora había estado oculta bajo la gabardina y pegada al cuerpo. Se dispone a disparar a uno de los hombres que se abalanzan sobre el Nosferatu.

Carlo... donde cojones estas...

Finalmente suelta una ráfaga sobre uno de los dos intentando dejarlo frito.

Después de que Max  haya matado a la mujer y conciente de que soy el único que veo en el combate hare lo siguiente.  Halare a Max al primer piso, lo guiare con uno de mis manos tomandolo del brazo.

Max, nos vamos, hay gente subiendo para atacarnos, me encargare de ellos, pero tu ayudame. En ese momento activo los brazos del abismo  y con casa  uno de ellos voy a ahorcar a las personas que vienen subiendo, o en su defecto empujarlas para que caigan por las escaleras.

Auch... no te ... saldras.. auch. Dice la mujer a la cual con la fuerza  de  Max le has dejado deformado  tronco, queda viva, pero ya no podrá caminar, y seguramente sí sobreviva estará liciada...sin embargo sus manos tratan de agarrarte pero no logra  hacerlo, dado que no nota donde estás.

Max sí lo nota, a pesar del la oscuridad producida por su compañero puede darse cuenta como el lo hala pensando que esta ciego y de su espalda salen tres latigos de zombra con los que le causa una cortadura seria a uno de los guardias en el cuello, donde brota sangre humana, hasta golpea a otros dos, que caen en las escaleras.

Poco a poco van bajando por las mismas mientras las sombras los acompañan.  Cuando bajan pueden darse cuenta que la batalla ha comenzado en el primer piso.

Todo es un caos. Angelo  y Rosco sacan sus armas y disparan a los que se le vienen encima  los cuales tambien disparan y los impactan. Las heridas no son graves, pero acumuladas podrían darles problemas.

Mientras  tanto, Ambrus se queda paralizado quien sabe esperando qué lo que hace que una mujer extraña, otra de las hermosas mujeres lo ataque mientras ella también saca sus garras de las manos. Al parecer son del mismo clan pero no con las mismas creencias.

Le lanza un zarpazo  muy efectivo, pero que afortunadamente para él

La proxima vez no tendrás tanta suerte. Dice Kartina de manera salvaje. Té mataré.

Lo ves, esta escapando,  cruzando al final del salón lleno de gente ves que al parecer se oculta detrás de la tarima de los musicos, que evidentemente han dejado de tocar, para tratar de salir corriendo. Caminar en ese sector es dificultoso porque muchas personas  estan agolpandose tratando de salir,  y por la batalla que se libra, se pisotean unas a otras.

Notas sin embargo que aunque estas ofuscado hay una mujer que te mira de manera amenazante, Ha notado tu presencia y salta cerca tuyo.

Tus truquitos no me engañan,  yo te veo, y morirás por eso. Saca una espada  y trata de atacarte.

En ese momento ocurren dos cosas al mismo tiempo, primero que todo  una masa de bruma oscura va bajando por las escaleras, y pueden ver que  la oscuridad se va expandiendo por varios metros.   Caen personas  heridas de las escaleras, y otra muerta, con un corte  en el cuello.

El olor a vitae es fuerte, muy fuerte.

Las personas tratan de salir del salón principal y se agolpan en la salida, y en la entrada al salón de baile donde fue visto por ultima vez el objetivo. La desesperación y el caos se lee en su rostro.

Al mismo tiempo, ven como una mujer  rubia que estaba en el salón grita. Tus truquitos no me engañan,  yo te veo, y morirás por eso. Saca una espada  y trata de atacar algo, que  al impactarlo, todos notas que es el assamita que estaba ofuscado y ahora publico para todos.

Poco a poco la bruma se va alejando de ti, al parece el La sombra esta alejandose, y puedes ver el pasillo, al parecer no hay nadie, aunque las puertas estan cerradas. Las sombras hacen que los sonidos no se escuchen en el sector. Ahora observas todo.

En realidad estas exactamente en el pasillo  del segundo piso, donde ves 5 habitaciones. La del final, evidentemente es la habitación principal, lo sabes dado al mapa que te habian dado anteriormente.

Hay una habitacion ? (la llamaremos D) entre la biblioteca y el Cuarto principal, y tres más haciendo linea en el pasillo. (las cuales  seran A, B, C acorde a su orden)

¿qué haces?

Max se desprende del agarre de Ben con un tiron, diciendole friamente mientras caminan en las sombras de este:

-Aun no termino con ella... Te dije que mataras a los que subieran, Ben. Pss...

Es un error tactico grave. Debian acabar con la vastago antes de pasar al objetivo primario, pero esta a lo sumo ha quedado malherida. Y algo que Max odia es dejar las cosas inconclusas o a medias.

- Por Cain, si despues nos causa problemas sera tu culpa.

Sin embargo, los gritos del piso inferior ya hacen evidente lo que pasara, por lo que la joven puede esperar... algo. Saca la pistola, preparandose. Su voz clara, fria, determinada, se eleva desde la escalera como nunca antes lo hiciera para escucharse sobre las demas que hay en el salon. Algo que los vampiros y ghouls claramente entenderan, pero no asi los mortales comunes:

-DERRAMEN LA VITAE!

Preocupate por esos que nos van a Joder Max, no por la fulana que dejaste en silla de ruedas. Digo de manera seria mientras sigo atacando con mis zarsillos  a los que se me  acerquen.

Trata de ver donde está ese maldito, luego se nos escapa!

La oscuridad me sigue a donde voy, no me preocupa ... controlo la situación.

 Rápidamente me giro hacia la gangrel que me lanzó el zarpazo para devolverle el favor sonriendo

Podría decir lo mismo de ti, jeje

mientras lanzo un fuerte ataque al pecho de la gangrel

Tras disparar a los que se lanzaban contra el nosferatu me doy la vuelta al escuchar a esa mujer. Me encuentro en medio de la muchedumbre desesperada y llevada por el pànico. Viendo que se enfrenta cara a cara contra el assamita que acaba de ser descubierto, disparo contra ella por la espalda. Una ráfaga sale de nuevo de mi arma pero esta vez impacta en una humana que se cruza en la trayectoria. La gente sigue gritando desesperada por salir de ahí cuanto antes...

Carlo... necesito que vengas... donde estas.

Leticia giró el pomo de la habitación adyacente a la biblioteca, esperando no encontrarse resistencia en su interior...

En pocos segundos, aprovechando la posición elevada que le otorgaba una lujosa columna en la pared, el assamita halló a Falere escapando del lugar, tal vez aterrorizado, tal vez en un atajo de fría prudencia. De una manera u otra, no podía permitirlo.

Su aterrizaje pasó desapercibido, pues ni era visible ni audible a los sentidos comunes. Atravesando el gentío como si caminara en una sala vacía, el sicario se acercaba a su presa con premura, pero en calma. Su parsimonioso caminar fue interrumpido por una figura tan atractiva como peligrosa. No cabía duda que la mujer le observaba a él. Adam suspiró.

Que pena...

Aquella hermosa hija de Caín se abalanzó sobre él con un dejo de rabia, y su agilidad llegó a tomar al asesino por sorpresa. Desenvainó una espada, que separó la distancia entre su filo y el hombro izquierdo del assamita. La hoja penetró su carne, provocando que él se resintiera, apretando los dientes. Ningún rastro de sangre se hizo visible, lo que hubiese aterrorizado aún más al ganado desesperado. Con tanta destreza como la vástago, Adam se separó de la espada. La presencia de Ángelo no le pasó desapercibida, cuyos disparos lograron causar una breve distracción en la mujer.

Las manos del sicario desaparecieron dentro de su largo abrigo, para luego reaparecer, a una velocidad inhumana, blandiendo sendas pistolas. La frialdad en su semblante desapareció, dando paso a una mezcla de éxtasis y rabia contenida. Disparó con precisión mortífera y sin piedad. Una oleada de aroma a sangre elevó los niveles de su frenesí.

Aprovechando la velocidad de su ataque, Adam concentró sus esfuerzos en la práctica de una de las habilidades que su sire le había enseñado. Luego de unos milisegundos de pausa, lanzó un largó escupitajo a la mujer, pero se había exigido demasiado luego de tantas sorpresas sucesivas. El chorro de sangre terminó empapando a un humano aterrorizado, que cayó al suelo, asqueado y gritando.

Sientes cerca la presencia del espiritu. ¿Ordena mi señor?