Partida Rol por web

El hermano Egil tarda en disimular su sonrisa y, tras pagar la cuenta de la ronda de cerveza, los acompaña.

- Los llevaré a la casa de Lucius... Síganme y no pierdan de vista sus pertenencias...

Durante el camino el hermano no se muestra muy comunicativo, más bien se lo ve algo ansioso y quizá apurado, además de no detenerse más que lo mínimo cuándo es saludado por algún que otro transeúnte. Tras caminar por unas cuantas calles bordeando la "Vieja Ciudad" (Old City), algunas más angostas que otras, y atravesar, casi de norte a sur completamente, la ciudad entera llegan al lugar. 

El barrio al que llegan es claramente el lugar dónde vive la clase media-baja, marineros, trabajadores y demás, todos vestidos con ropas humildes y remendadas, son los que ocupan las humildes casa de madera y piedra, incluso de vez en cuando ven construcciones parecen dañadas por fuego. Las calles son de tierra pisada y muy ocasionalmente alguna piedra.

- Este es el barrio "Cabo de Drac" (Drac's End), cerca encontraran una posada para pasar las noches, "La Pluma del Estudiante" (Scholar's Quill), lugar que recomiendo, pero eso es otra cosa. - Saca un llavero del bolsillo y les abre la puerta. - Revisen cuánto quiera, pero sean respetuosos por favor...

Aparentemente, por el desangelado aspecto que ofrece este lugar, parece que ser bibliotecario en una ciudad mercante no resulta un trabajo muy lucrativo. El pequeño hogar del hermano Lucius tiene una sola planta, dividida en dos estancias y un sótando. La mayor parte de la estancia principal se encuentra atestada de libros, rollos de pergamino, plumas para escribir, frascos de tinta y demás utensilios de caligrafía y de estudio. En un rincón puede verse un pequeño camastro, y bajo la ventana principal hay un sensillo escritorio. La otra habitación de la casa es mitad cocina, mitad trastero. Una trampilla en el suelo de esta segunda estancia lleva al sótano.

- Lo logico sería pensar que este hombre, por como preguntaba a sus hermanos segun la descripción de Egil, ha estado investigando esos años perdidos en su memoria. Y si investigas algo hasta el punto de desaparecer por ello... como minimo tienes que tomar algunas notas. Esperemos que haya dejado alguna pista, aunke este escondida entre libros o en alguna balda de madera suelta.

Mirando a Egil de arriba a abajo, evaluando su capacidad para observar, Rufus finalmente dijo:

- Si no os importa, voy a empezar revisando el escritorio. Es posible que se te haya pasado algo al mirar entre los papeles y cajones.

- Hermano Egil, le importaría dejarnoz la llave de la caza, no quizieramoz moleztar en zuz tareaz. Prometo que zeremoz rezpetuozoz, ez que nunca me ha guztado que ze me queden mirando zin hazer nada. - y además así tendremos una casa gratis, por el modico precio de que encima nos paga- Mañana quedaremoz en la posada para comer y le informaremoz de loz diztintoz avanzez -

Dijo todo esto, sin mirarle a la cara en ningún momento mientras ayudaba a Rufus a buscar.

- Por zierto Argi, zi ez verdad lo que ze dize de los elfoz, buzca ezconditez zecretoz, ya noz han dicho que era otro clérigo raro.

Tras respirar profundo... - Supongo que se los debo. - extiende las llaves y las deja en las manos de Aine al mismo tiempo que le deja cuatro bolsitas de dinero. - También les dejo la paga inicial que acordamos... Entonces, los buscaré mañana.

Mientras entran a la casa el hermano Egil los saluda muy formalmente y se retira.

Rufus y Arek son los primeros en entrar. Rufus revisa el escritorio sin éxito, pero tras él Arek parece requisar más concienzudamente y tras meter la mano profundo en un cajón saca un pequeño libro. Luego su atención es llamada por una pequeña nota que toma entre sus manos.

Tras un rato leyendo el diario, a ver si su comprensión lectora le ayuda un poco a ahondar en los datos, le pasa la libreta a Argi. - Creo que voy a revizar ezta cama a conzienzia, tiene la eztupenda caracteriztica de no moverze del zitio y mañana hay que ir al puerto a preguntar al capitán como ziguen laz reparazionez y hablar con ...- 

Esta última parte la matiza señalando con su enorme dedo indice el nombre que aparece en la nota.

La elfa comenzó a pasear por la estancia, más atenta a los papeles y libros que a cualquier otra cosa.

Cuando Arek le entrega la libreta, echa un vistazo rápido y sus ojos se entrecierran ligeramente.

¿Nabos? - dice extrañada. - Seguramente se trate del apodo de alguien más que de la lista de la compra...

Antes de echar una ojeada rápida a la libreta, murmuró unas palabras en élfico mientras movia los dedos de las manos y comenzó a mirar a su alrededor.

Nunca se sabe... - murmuró.

Arek comienza a leer el diario que ha encontrado mientras Argi susurra unas palabras mágicas y requisa el lugar

El diario está escrito con la misma letra que la nota que ya encontraste... el diario está lleno de notas, entre las cuales te parecen importantes las siguientes: 

Mientras daba vueltas en la cama indico a sus compañeros - Chicoz en el diario hay algún nombre máz, para que mañana ampliemoz la búzqueda, un tal Miloz. Aine en vueztro culto tomaiz cozaz "ezpirituozaz" para alcanzar la comprenzión del mundo? es que Luziuz ze ponía Fino. Mira, echadle un ojo.

- La noche ez ozcura y alberga horrorez, veamoz despuéz de la ziezta que noz mueztra.

Por como lo describe, mi primer pensamiento es algún tipo de posesión o dominación mental. - comenta Argi tras negar con la cabeza y que desaparezca el brilo mágico de sus ojos.

Tendremos que comprobar si hace seis años encontró algún libro u objeto antiguo. - indicó junto a Arek, mirando el diario. - Quizá en el templo mantengan algún tipo de control de las labores diarias de cada uno, como en algunas universidades.

- La prioridad es encontrar a Lucius, no saber que le pasó. Deberiamos hablar con el capitan Scarbelly antes de que se enfrie el rastro. Ya tendremos tiempo de saciar nuestra curiosidad cuando le encontremos.

- Cuadernos de viaje... es otro punto de la lista. Deberíamos buscarlos a ver si hay algo util en ellos.

Aine permanecía callada desde hacía algun tiempo. No le gustaba nada en absoluto que un bibliotecario de un templo de Oghma, lugar en el cual se adora y protege el conocimiento por encima de todo, hubiera traicionado a sus hermanos y violado el santuario. Pero lo peor, era que no se acordara de haberlo hecho. ¿Qué buscarian? ¿Qué poderoso ser podría ser capaz de poseer o de dominar a una persona durante seis largos años? ¡Seis!

Leyó, entre pensamientos, lo que iban encontrando.

- No creo que los nabos sea algo relevante, del mismo modo que dormir no lo era. Ya nos ha dicho Egil que dormia poco. Es más importante el nombre del capitán, seguramente fuera quién le llevara lejos de Freeport o algo similar. Lucius estaba tratando de averiguar qué le había pasado en esos cinco años anteriores. Y si nosotros vamos a hacer lo mismo, deberemos de tener cuidado, ya habeis visto que está desaparecido.

Encontrarle era una prioridad, sí. Aunque tenía la impresión de que no le iban a encontrar vivo.

- Busquemos esos malditos diarios de viaje. Creo que es necesario que los encontremos a toda costa.

No encontrás cuadernos de viaje, sólo tratados de geografía que hablan de tierras lejanas.

El tiempo pasaba mientras el grupo debate qué hacer con las pistas que Arek acababa de compartir con el grupo. 

Rufus, un tanto frustrado ya que estaba siendo de poca utilidad, se paró a pensar en la posibilidad de ir ya en busca de el Capitán Scarbelly.

Tengo ganas de ver que me cuenta Scarbelly... pero antes de salir a nada, conviene dejar la casa limpia de pistas. Aseguremonos de que no hay nada en las otras estancias, sobre todo el sótano. Si tuviera que ocultar algo, yo lo haría alli.

- Voy a bajar al sótano a echar un ojo. Quizá haya algo que merezca la pena.

Espera, cuatro ojos ven más que dos. - dijo la elfa a Rufus mientras avanzaba tras él.

En cuanto comenzaron a bajar los escalones, volvió a murmurar unas palabras arcanas y sus ojos reflejaron levemente la luz que povenía del exterior.

Y más si son capaces de ver más allá que la vista mortal.