Partida Rol por web

Jade no mostraba ningún gesto sobre su eternamente serio rostro. En su mente, sin embargo, tenía un montón de preguntas sin respuesta. Miró a sus compañeros, sin fijar sus ojos color miel en ninguno en concreto. Su mirada dio una vuelta por los alrededores. Ahora que los muertos habían vuelto a su estado original intentaba encontrar otro rastro para seguir. Arianna sería la más adecuada para indicarles el camino y la pequeña chica de piel oscura esperaba pacientemente su opinión. El único gesto que hizo fue negar con la cabeza como respuesta a la pregunta de Dace.

Las palabras de Juggernaut la dejaron un poco confundida, al principio. Luego se acordó que el grandullón hacía a menudo algo parecido. Empezaba a decir algo que en realidad no era cierto. Jade no daba mucha importancia a lo que decía, salvo si Arianna o Dace se lo confirmaban. 

Te asomas a la cornisa del cañón para observar el riachuelo que cruza el valle. Cerca de dónde os encontráis descubres un sendero serpenteante que parece que puede usarse para bajar hasta el riachuelo. Descubres también algunos huecos entre las rocas del cañón, formando cuevas de distintos tamaños. Es difícil distinguir adecuadamente su tamaño de la altura a la que estás, pero si os acercáis quizás descubráis alguna pista.

Dio unos pasos hasta situarse en la cornisa del cañón y miró el curso que seguía el pequeño río. Las piedras no impedían el trayecto del agua, solamente la hacían ondular su paso, como un pequeño baile. Le apetecía bajar hasta ahí y mojarse las manos y la frente en la agua fría. No muy lejos parecía haber un estrecho camino que serpenteaba hacia abajo.

Se giró e hizo una señal con la mano para atraer la atención de Dace y decirle que se acerque. En cuando lo tuvo cerca le enseñó lo que parecían cuevas. No se daba cuenta si eran muy grandes o todo lo contrario, pero no estaría mal investigarlas más de cerca.

- Voy a bajar para echar un vistazo. No dijo más y tampoco invitó a nadie para acompañarla. Poco podían hacer si se quedaban ahí arriba y tampoco había otra cosa que atraía su atención. Si querían ir con ella estaban bienvenidos, como siempre. Arianna les iba a decir, tarde o temprano, si ella percibía algo en aquel lugar o si deberían fijar sus esfuerzos en otras partes.

Como siempre Juggernaut hacía gala de un sentido del humor inmejorable en cualquier circunstancia, esa era una de las cosas que le gustaban de él. Pero Ni él ni Jade parecían haber visto algo semejante a eso, lo cual le inquietaba, esperaba al menos que Arianna les arrojara algo de luz.

-No te preocupes Juggernaut, no nos marcharemos sin saber lo que ocurre aquí, yo tampoco me quedaría tranquilo. Supongo que sea algún tipo de magia. Miro hacia Arianna, ella lo confirmaría. En todo caso ya que estamos aquí vamos a llegar al fondo de este asunto, si la hija del posadero se levanta de entre los muertos también, será mejor matarla y que su alma pueda descansar, así supongo que nuestro anfitrión encuentre la paz en sus noches.

Siguió a Jade con la mirada y la alcanzó cuando esta le hizo un gesto para que se acercara. Le señaló algo que Dace no distinguía muy bien pero que podía tratarse de unas cuevas.

-Espera Jade, vamos todos juntos. Se volvió para llamar a Arianna y Juggernaut. Jade encontró algo, quizás unas cuevas. Vamos a bajar todos juntos. Jade, tu delante, con Juggernaut, yo iré contigo Arianna y... ¿Puedes hacer que Ryuusei nos vigile la espalda mientras bajamos?

Asintió. El jefe había hablado y él no tenía nada más que añadir. Inició el camino de descenso, las armas desenfundadas y preparado para cualquier desencuentro. Miraba a derecha e izquierda, atento a cualquier movimiento, a cualquier ruido procurando a su vez mostrarse sigiloso. Si aquella pareja de desgraciados había sido el comité de bienvenida, no dudaba que los embajadores que los recibieran serían bastante más molestos que aquellos dos sarnosos cadáveres andantes. Y peligrosos. Porque pensaba que cuanto más se adentraran en las entrañas de aquel territorio más cerca estarían de la fuente capaz de hacer aquello. Y las cuevas hacia las que iban eran sin duda el agujero del culo por el cual entrarían en dichas entrañas. Pero Dace había dejado claro que tocaba porculizarlo, de modo que Juggernaut estaba dispuesto a mancharse en mierda hasta el cuello. Y por alguna extraña razón, todo aquello provocó en el guerrero una sonrisa socarrona.

Arianna no tuvo siquiera que aproximarse mucho más a aquellos seres antes de verlos caer a manos de sus compañeros. Más de uno quisiera tener amigos como aquellos que no daban un paso atrás ante nada y no daban al enemigo ni oportunidad de parpadear.

Pero lo que pudo ver durante el fulgurante enfrentamiento la sorprendió. Se acercó a lo que ahora sí que eran cadáveres y los estudió atentamente, uno a uno, pero sin llegar a tocarlos. Sorprendida cada vez más, su cabeza intentaba buscar una solución a lo que sus ojos veían pero a lo que no lograba poner nombre.

La voz de Dace llamándola la sacó de su detalloso analisis de la escena que la rodeaba y, solo entonces, se dio cuenta de que se había quedado sola con los cadáveres y sus amigos ya habían seguido los pasos de Jade. Conclusión que sacó rápidamente al no verla junto a Dace y Jug. Su buena amiga era incapaz de estar quieta dos minutos seguidos. Echando un último vistazo a aquellos cuerpos, aligeró el paso y se unió a sus dos acompañantes.

-¿Donde esta Jad... ¡Ah! No es mala idea bajar... no... -realmente no sabía si era mejor o no, solamente estaba en otras cosas, su cabeza no paraba de barajar todas las opciones. Miró a Dace y a Jug, y después a Jade más abajo-No deberíamos separarnos demasiado. Lo que ha provocado que esos cuerpos cobren vida, no es algo natural, y sí, hay mucha magia mezclada en todo esto, Dace. Pero no se decirte cual, no lo sé Dace. Es algo que no he visto antes, algo sobre lo que ni siquiera he leído... no hay ningún tipo de magia que haga revivir a los muertos... que yo sepa -estaba desconcertada, se le notaba a la legua, y no estaba segura de que era lo que les podía estar esperando cerca de allí y, ni mucho menos como enfrentarse a ello. Miro a Jug un instante, pareció que iba a decirle algo, pero en ese momento un recuerdo vino a su mente- Tal vez algo llamado Magia de Muerte. Leí una vez sobre ello pero... no conozco su procedencia ni...casi nada... ¡Será mejor que bajemos con Jade! si tardamos más se irá sola...-terminó diciendo rápidamente haciendo una seña a Jug para que bajara primero y otro a Dace para que lo siguiera. Ella bajaría la última seguida de Ryuusei que los esperaba tranquilamente moviendo la cola lentamente de un lado a otro- Si, él vendrá detrás. Si algo nos sigue no llegará a tocarnos.

Tomáis el sendero serpenteante hasta llegar al fondo del cañón. Comprobáis que efectivamente el riachuelo no tiene más de un palmo de ancho, aunque seguramente muchos años atrás tuvo la fuerza suficiente cómo para formar aquel lugar. Desde allí podéis ver numerosas hoquedades en las paredes de piedra, algunas más grandes que otras y a distintas alturas. Por lo demás, todo parece tranquilo.
 

Llegado al fondo Juggernaut miró alrededor.

-Un sitio precioso, sí señor -comentó ante el desolado paraje de roca-. Siempre he deseado estar en un lugar así. Y bien, ¿por dónde empezamos? Jade es nuestra mejor opción con su habilidad para los rastros y Ryu con su olfato. Porque lo que es yo, no veo más que piedras y agujeros. No sabría ni por dónde empezar. ¡Mierda! - exclamó golpeándose la frente-. Me estoy haciendo viejo. Ni se me ha ocurrido revisar el carromato a fondo. No me gustan esos descuidos. No son buenos. Estoy perdiendo agilidad aquí y sentido común también -señaló mientras con el índice se golpeaba suavemente la sien.

El fondo era tal y como se lo esperaba y afortunadamente para todos estaba tranquilo, al menos de momento. En algún lado debía esconderse el motivo que los había llevado hasta allí y ciertamente en la zona había demasiados lugares para hacerlo.

-No te preocupes Juggernaut, no creo que vaya a ningún sitio, lo revisaremos cuando subamos. Ahora... tenemos muchos agujeros de los que preocuparnos, esto parece uno de esos quesos. Arianna, ¿Tu o Ryuusei sentís algo? ¿O Jade ves algo que merezca la pena observar? Si no creo que tendremos que ir peinando la zona, como hay muchos sitios quizás podamos establecer un campamento arriba y que los hombres nos ayuden a mirar por aquí, eso agilizaría el proceso. Dace se quedó pensando. Media hora, ni nadie siente o ve algo que merezca la pena estableceremos el campamento y podremos a todo el mundo a buscar, algo tiene que haber. De momento si no decís lo contrario empezaremos por ese de allí, parece grande.

Jade parece concentrada en algo que ha visto desde arriba y no parece haceros el menor caso. De hecho, veis cómo avanza siguiendo el riachuelo en dirección a la sombra que proyecta el puente de piedra. Lo hace, cómo de costumbre, en completo silencio.

Ryuusei levantó el hocico y olfateó el aire desde una posición ligeramente más elevada de en la que ahora se encontraban los demás. Percibió como uno de ellos se separaba del grupo y prestó especial atención a la información que llegaba a su delicada nariz desde la dirección en la que ella se alejaba.

Arianna llegó junto a Dace y Jug con un salto salvando el último escalón que la separaba del lecho del rio.

-Si hubiera habido algo peligroso en el carromato, el gatito nos hubiera avisado -le contestó a Jug con una sonrisa al utilizar la misma palabra que él usaba para referirse a Ryuusey- asi que hazle caso a Dace y no te preocupes.

Su mirada se desvió hacia Jade que, en lugar de detenerse junto a ellos, se separaba camino del puente.

-¿Habrá visto algo? Va muy decidida hacia allí... -miró en derredor atentamente intentando apreciar algo que le llamara la atención o que le diera alguna pista de si el olor que habían estado persiguiendo provenía o no de aquella zona.

Juggernaut ya daba sus primeros pasos en la dirección indicada por Dace cuando vio que tanto Jade como Ryuusei parecían tener una opinión propia y divergente de la del jefe. Miró a este y se encogió de hombros, rubricando de aquel modo lo que Arianna acababa de decir.

-No tengo intenciones de dejar que esa loca se meta ella solita en la boca del lobo -señaló. Con un breve trote la alcanzó. Había desenvainado nuevamente sus armas. No estaba dispuesto a que le cogieran desprevenido. Y menos cuando la muerte era capaz de alzarse. Aquellos dos monigotes de arriba no habían sido especialmente peligrosos, pero uno nunca debía menospreciar a su adversario. Eso era algo que Juggernaut había aprendido a un alto coste en las arenas de los gladiadores.

Jade no dijo nada, como era habitual en ella en la mayoría de las ocasiones, pero siguió andando decidida.

-Sí, vamos todos. Dijo confirmando las palabras de Juggernaut. Supongo que ha visto algo, en cualquier caso permaneced con los ojos bien abiertos, está claro que en este sitio está pasando algo muy raro.

Siguió el ejemplo de su amigo y desenvainó su espada, no sabía si había alguien o no, pero quizás ver a dos grandes guerreros dispuestos a defenderse hiciera que algún posible atacante se lo pensara dos veces antes de cometer alguna imprudencia, estaba claro que sería difícil pillar al grupo por sorpresa y menos con Jade y Ryuusei por allí.

Jade os mira con su mirada inexpresiva, primero a Jug y luego a Dace, suelta un suspiro (algo bastante inusual en ella) y continúa su camino hasta una gran abertura en la roca, justo bajo el puente de piedra.

A primera vista parece una cueva natural, sin más, pero en cuanto os acercáis un poco algo llama la atención: es demasiado perfecta. Ni siquiera un túnel excavado de una mina tiene una forma tan perfecta. La abertura se extiende hacia el interior del cañón y no se aprecia un final.

Jade echa un vistazo al interior y despúes se pone a revisar el suelo detenidamente en busca de algún rastro.

Al acercarse, Ryuusei comienza a olfatear el ambiente. Arruga el hocico y se acerca a Arianna como advirtiéndole de algo que acaba de percibir.

-Demasiado perfecto. Antinatural incluso. Y demasiado oscuro. Si entramos ahí deberíamos llevar antorchas. No me gusta el enemigo que se esconde en la oscuridad -dijo tras acercarse a la abertura-. No me gusta.

Retrocedió un par de pasos y miró alrededor. Él no llevaba nada encima que pudiera servir a aquel fin.

-Si regresamos al carro quizá en él haya antorchas o algo que podamos utilizar para fabricarnos unas. Yo mismo iré. Esperad aquí si lo preferís, pero no se os ocurra entrar sin mí -dijo iniciando un suave trote hacia el carromato.

Arianna miró sorprendida a la abertura y a Jade.

-De verdad no entiendo como lo haces a veces...-dijo casi para si misma mirando a la oscuridad que reinaba en el interior de aquel 'tunel' hasta que el roce de Ryuusei en su pierda hizo que bajara la mirada hacia él-¿Que ocurre?¿Has encontrado tú tambien algo?-le preguntó agachándose junto a él y acariciándole suavemente la cabeza.

Se volvió hacia Jug cuando este empezaba ya a a lejarse y lo miró preocupada. Miró de nuevo hacia la abertura y finalmente a Ryuseei-Si él puede estar en apuros ahí arriba, ve con él...

¿Qué has encontrado amigo? ¿Qué has detectado en la entrada?

Vuelves al carromato y encontras los cuerpos tal y cómo los habéis dejado, no parece que vayan a moverse lo más mínimo. Por lo demás, en el carro no hay absolutamente nada de utilidad, está vacío y desvencijado. Como mucho podrías arrancar una tabla para prenderle fuego, pero no hay rastro de mercancía alguna en el interior.