Partida Rol por web

Mirando a uno deforme que ha hablado, luego del tal Hardestat, me dirijo a él súbitamente.

-Tú! Tú eres como yo! Perdónanos nuestras vidas y enséñame! Te prometo que no te arrepentirás de esto! Te seré fiel toda mi vida, o lo que sea!

Todavía no entiendo nada de esto, ni lo que me ha pasado, pero deseo vivir!

Mira a Hans y a la dama que han intercedido por ellos, luego se atreve a mirar al hombre que quiere disponer de sus vidas.

- Me parece que no puede haber castigo mayor que el mal que nos han infligido. Si hemos hecho algun mal, y por ello estamos aqui...si puedo enmendar o deshacer lo que hice, lo haré...pero no se que he hecho para merecer este agravio!! - Deirdre se estremece y luego se relaja. Suspira y susurra para sí

Talves estoy equivocada, y la muerte sea lo mejor

Prosigue lentamente, como contra su voluntad, con una retahila de palabras sin sentido, abatida, pensando en la muerte, debil y cansada.

Si puedo hacer algo, lo hare...lo haré

Sin decir nada, sigo con la mirada clavada en la vieja, esperando que nos perdone la vida...

Son ignorantes y podrían desenmarcararnos a todos la voz de Rafael gotea desprecio. Después baja el tono, y señalando a Ion dice:
Aunque podría ser convencido para tomar a éste como esclavo

¡Quizá podria coger a unos pocos y Vincularlos a mí! ¡Serían mis niños, mis propios queriditos! tercia en éxtasis Camila. ¡Entonces me comería su carne, me bebería su médula, y todos estaríais satisfechos! termina jovialmente

El sacerdote observa a los presentes con atención. Parece que poco a poco recobra algo de su conciencia humana.
Aprieta las mandíbulas con un movimiento impulsivo, su corazón retumbaría en su pecho de seguir aún vivo. De nuevo habla para si en voz baja esperando el veredicto.
Ni la sangre ni el oro calmarán la sed de la bestia; aullidos en la noche, aullidos en la noche... dientes en la oscuridad, vísceras de lobo, dios sentado en su trono de cristal, un abismo en diez miradas, hermanos bebiendo almas...

Francesco mira a camila y recuerda lo sucedido antes Bien....asi que algunos de ustedes hablan igual que los otros...los que nos hicieron esto...Bestias...a los que llama la caza.. al igual que lo que siento...

Dalina no ha podido hablar en todo este tiempo. Todo estaba sucediendo demasiado rápido y estaba demasiado débil y exhausta. Empieza a reaccionar cuando les llevan a la sala de torturas y comienza el interrogatorio por parte de la anciana y el resto de gente que la acompañaba.

- ¿Vampiros? - Sí... Lo que Mihaela había dicho tenía sentido. Aunque se pensaba que eran historia para asustar a los críos... ¿Seres que bebían sangre humana?. Ahora la realidad era más aterradora que la más truculenta de las leyendas.

¿Quienes eran ellos y qué es lo que querían? ¿Vampiros también? Lo que estaba claro, era que tanto unos como otros eran seres terribles y estaban enfrentados. Por desgracia, ese enfrentamiento los había cogido a ellos enmedio.
Sin embargo y por suerte, gracias a esa anciana han comprendido que no tenían nada que ver con ellos. ¿Eso les permitiría seguir vivos? Si es que aún estaban vivos...

- Escuchadnos... Todo lo que han dicho es cierto y lo sabéis. - dice dirigiéndose a la anciana. - Dadnos la oportunidad de ayudaros y vengarnos de ellos... No se esperaran que sus juguetes se vuelvan contra ellos y eso será su perdición. - esta vez se gira hacia Hardestadt.
- No tenéis nada que perder... Ya han escapado. Permitiéndonos ayudaros sólo ganaríais información y aliados. No desperdiciéis nuestra ayuda, dejadnos demostrar nuestra utilidad.

-¡Sois unos idiotas! -dice cortando la discusión.

-Será mejor que no te excedas, gitana. -le replica
Hardestadt. Estás aquí gracias a nuestras indulgencia.

Durga continúa sin inmutarse.

-Malgastáis incluso las oportunidades y preciosos recursos que Dios pone ante vosotros. ¿No veis que aquí, acobardados, están los espías perfectos?

-¡Pero son desconocidos e indudablemente débiles! ¡Podrían volverse en contra nuestra en cualquier momento, anciana! -se burla Hardestadt.

"¿Donde habre visto esta escena antes?¿La de un monton de vampiros discutiendo como crios y hablando con desprecio a nuestro nombre? Ah si, los hombres de Giovanni y el mismo carcajandeose de nosotros en aquella cena macabra." Llamo la atencion del Lider y empiezo a hablar, cansado de tanta discusion y queriendo acabarla sin que yo acabe muerto.

-Perdon, señor Hardes, si me permite la abrevacion.- Dije con voz mas calmada que antes y mas servicial.- No es que quiera convertirme en esclavo, no otra vez, pero en beneficio de salvarme os dire que la bruja tiene razon. Lo que usted necesita son espias, no poderosos soldados. Y la razon de esa, fue lo que dijeron antes de huir como ratas.- Sonrio picaramente y me expreso gestualmente aun mas de lo necesario.- Sus palabras al oir su nombre fueron de miedo, pero no hacia vos, sino de ellos mismos. Una tras otro decian "Ha sido el o ella quien nos ha delatado. Nunca me fie de los de su calaña" o "Nunca debi fiarme de el, esa maldita serpiente traidora.". Fueron las palabras de Giovanni y unos pocos que evitaron que empezaran a sacar cuchillos y apuñarlase por la espalda.- Sonrio aun mas, picaramente, orgulloso y macabro.- Lo que quiero decir, Señor Hardes, que tal vez seamos inutiles o seamos de poco fiar, algunos mas que otros.- Desvio la mirada por un segundo a Mihaela y el nosferatu.- Pero somos perfectos para sembrar el caos en las tropas de Giovanni, cada uno de los elegidos de la corte de Giovanni, atacando a otros miembros de la corte en nombre de nuestro elegido y creando paranoia y desconfianza, dejandolos debilitados a vuestras tropas.- Levanto la mano como conclusion de mi discurso.- Una daga envenenada, para debilitar al demonio y pudrir su carne, dejandolo indefenso ante la gran espada que sois vos.

Vaya -piensa para sus adentros- el mequetrefe ese al final valdrá algo, quién lo iba a decir -y mientras tanto
asiente a sus frases según las va pronunciando.

Asier mira a los que suplican por su vida embargados por el miedo. Las súplicas y telarañas no convencerán al gigante. Insectos que pretenden ser algo más; eso es lo que somos para él.
Todo es inutil, solo resta esperar a que Dios dicte su veredicto. ¡Arrepentíos de vuestros pecados majaderos, y dejad de babosear como ratas! Dice con el gesto desencajado y las venas apunto de estallar.

Tudor reacciona ante las palabras de Asier:

-¿Pecados? No, sacerdote, sólo se ocupan de su alma los que tienen los cuerpos bien saciados... no más pecados, no más cordura... -Y señala a Ion- Dejad, dejad que el mancebo de las suaves palabras nos encuentre un camino que no acabe en polvo y viento...

No parece sorprenderse cuando de su garganta mana un gruñido parecido al de una bestia. Te ensartaría ahora mismo por tu blasfemia hereje. ¿Acaso sabrías saciar ahora tu cuerpo?... y que hay de tu alma? ¿Te has parado a pensarlo? Solo nos queda nuestra alma...¿Más señales necesitas? Para ellos no somos mas que insectos...

Si tenéis que matar a alguien podríais comenzar por ese exaltado gritón -piensa Grigore casi en voz alta.

Hastiado por toda la situación, intenta echar una cabezada, aunque sin mucho éxito, dadas las cadenas y gritos.

Si vuelvo a abrir la boca será para peor y yo no decido nada, así que no hará ningún mal que descanse un poco... ¿Por qué me sentiré tan débil?

Cansado, me doy cuenta de que mi destino, otra vez, no está en mis manos, sino en la de unos seres malvados de los que yo ahora también formo parte.
¡Ja! Si nos liberan y no nos matan, serán éstos los que se maten a si mismos. Bueno unos lastres menos que cargar...
Y decidio a esperar me mantengo a la expectativa...

Poco puedo hacer para convencer a estos seres de que me perdonen la vida.

Reflexionando de esta guisa, hiergo mi cuerpo todo lo que puedo, a pesar de las cadenas y de la joroba. Me doy cuenta que es algo ridículo dado mi cuerpo, pero no voy a morir suplicando si ya está decidido.
Clavo mis ojos en la lontananza, a la espera de la desición final.