Partida Rol por web

No había pasado la mejor de la noches. Pero a tenor de las circunstancias era de esperar. Estaba a trescientos años de mi época con gente que no conocía y con un vampira merodeando por el Castillo. Que aunque se alimentara de bolsas de sangre a los Crónicas Vampíricas. No dejaba de ser una Vampira.

Al final decidí bajar a desayunar algo. No creía que hubiera café. Lo cual era malo. Pero me apañaría con lo que fuera.

Al entrar vi a dos chicas. La cuales no recordaba si había hablado con ellas antes o no.

-Hola. ¿Que tal? Comente neutra.

- No - Hago un leve movimiento de cabeza para indicar a Rox que de siente. - Yo ya solo quiero volver a casa. - Le dije en voz baja pero convencida y concisa.

Entonces llegó esa chica, ¿Katherine? Kat... Cómo he llegado a odiar ese nombre en una sola noche. Pero no debo dejar que eso influya sobre ella, que no tiene nada que ver. - Hm - Suspiro - Estoy - Me aparté un poco el pelo, cansada.

- Eh.. ¿Y vosotras? - Añado incómoda tras una pausa, en un burdo intento de simular educación. ¿Estaré siendo muy brusca? Tampoco es que me importe mucho...

La chica que se pone hablar no es que parezca muy animada. Pero la mire con cierta sorpresa y extrañeza.

-¿Y yo que te he hecho?

-Dadas las circunstancias bien. Tu en cambio pareces bastante cansada. ¿lleváis mucho aquí? No quiero ser molesta ni nada. Es que no conozco a nadie. Y lo lógico es socializar un poco. Comente con una ligera sonrisa.

- Es que esta no sabe nada? - Me pregunté extrañada. Después de todo, ella parecía más ajena al grupo... Y creo que no estuvo durante la cena.

- Llegamos ayer, pero ha sido un día muy intenso - Me paso las mano por detrás del cuello.

La miro, algo más relajada esta vez, antes de hablar - Perdona, yo soy Victoria - Continué con su conversación, sin recordar bien si me había presentado a ella anteriormente.

Luego bajo mi mirada a la lata de comida que ni tan siquiera había abierto y volví a mirar a Kath. Arrastro por la mesa la lata hacia la chica. -¿Habías venido a desayunar? Yo... No tengo hambre. - Le ofrezco la lata.

- como yo entonces. Es que estoy algo perdida la verdad.​sonrei  cuando se presentó. Un placer soy Katherine o Katt como prefieras. Mis amigos me llaman así ,pero como todos están a trescientos años nos me importaría hacer unos cuantos nuevos.

Por lo que me había dicho Maki aquí ayer paso algo. Igual ella lo sabia. Acepte la lata con una sonrisa.gracias. Y que tal te adaptas?

Entro en el comedor a buen paso, seguido por mi perro espectral. Todavía no sé si imita mi estado de ánimo o es independiente, pero ahora mismo se le ve bastante tranquilo. Supongo que la vida de un perro semitransparente al que se invoca de cuando en cuando no debe de ser muy dura.

Mi aspecto es más saludable que el de ayer, mucho más. Salvo por los cortes en la cara, parezco bastante descansado, y mi cara de poker no deja entrever al exterior si estoy preocupado por algo grave o si estoy pensando en si me he dejado el horno encendido. Lo cual espero que me ahorre preguntas incómodas.

-Buenos días.-saludo a las presentes mientras me dirijo al armario. En este puto sitio sólo hay latas de conservas, así que tocará pillar una. Como es habitual en mí, me siento y dejo que los demás hablen si es que quieren hablar. Y mientras tanto, desayuno, ante la mirada del perro, que está mirando y le pone ojos golosos a la lata.

  - De nada -Contesté a Katherine mientras le cedía mi lata, que ni tan siquiera había abierto -Yo también estoy perdida - Dije en más de un sentido - Tendré que ir viendo el castillo... - Eché un vistazo al comedor en general.

  - Katherine - Elijo rápidamente como la llamaré. -Como puedo, no me queda otra- Contesto desanimada a su pregunta. 

  - Buenos días - Contesto cordialmente a Chris cuando entra, y luego vuelvo a mirar a Katherine. -Tú... pareces estar adaptándote bien. - Le comento sorprendida y extrañada, incluso envidiándola. Me cuesta entender su aspecto tranquilo.

Abrí el bote de comida y comencé a comer la lentamente.

-Si supongo que no nos vemos queda otra. Comente mientras comía. Buenos días.

bueno lo llevo así por que no es la primera vez que me veo en una situación de estas. Hace no mucho de hecho. Supongo que por eso estoy tranquila.

- Un gusto, mi nombre es Roxana, pero puedes llamarme Rox. - le digo a Katherine y me mantengo atenta a la conversación entre las dos que, aparentemente, no se llevaban nada bien, la tensión de Vicky era latente. - ¿Te duele el cuello? Dejame ver, en una de esas puedo hacerte unos masajes y relajarte un poco. ¿Te parece? Estamos todas estresadas y molestas por esta situación, será cuestión de encontrarle la vuelta. No creo que sea tan sencillo volver a casa.  - Es más, creo que ninguno volverá a casa y nos quedaremos varados aquí eternamente. Pienso para mis adentros pero no tengo el valor de comentarlo a mis compañeras. 

- Buen día - le digo a Christopher apenas entra, más por cordialidad que por otra cosa, creo que la mayoría aquí nos saludamos por buena educación y no porque haya ganas realmente, somos muchos y los eventos recientes hacen muy difícil comenzar a confiar en alguien, lo que dificulta significativamente la interacción. 

-Mucho gusto Rox. comente mientras comía lentamente de la lata. La verdad es que no era el mejor desayuno del mundo pero estaba bueno.

En ese momento me di cuenta de que con el chico que había entrado lo había hecho una especia de perro fantasma.

-¡¡Vaya!! dije asombrada.  ¿Es un perro fantasma? Que curioso.

-Se ve que aquí los fantasmas abundan. Y que cada uno tiene el suyo. Al menos con el mío puedo hablar. Pensé divertida.

Entonces entro Angélica.

-Hola. salude mientras seguía mirando al ``perro´´.

 - No hace falta Rox, sólo... Sigo algo tensa por lo de ayer. Lo siento. - Rechacé su ofrecimiento, esperando tener mi espacio dentro de lo posible por ahora, y me disculpé por si estaba siendo demasiado brusca. - Gracias - Esbocé una muy leve sonrisa, claramente forzada. - Tal vez en otro momento - 

 - Hm - Suspiré suavemente antes de continuar - Nada está siendo sencillo desde que nos despertamos... Espero que ahora se relajen las cosas. Tenemos que encontrar a la última cuanto antes - Expliqué, deseosa de no tardar en hacerlo, y acabar cuanto antes con todo aquello para poder volver a casa, si es que era posible. O lo que fuera, porque si no era para eso, no tenía claro para qué querría encontrar a la última.

 - Hola - Saludé yo también a la pelirroja.

Desayuno tranquilamente mientras ellas hablan de cosas en las que no participo. Hasta que Kat 2 hace un comentario sobre el perrete.-Invocado.-la corrijo.-No fantasma. Es menos tétrico y más colorido.-y supongo que si fuera un fantasma, tendría que haber matado a un perro antes para tenerlo aquí. Lo cual sería una putada muy gorda, tendría que ir con un saco lleno de perros por ahí para matarlos e invocar sus espíritus cada vez que lo necesitara. Claro que si llevase un saco de perros no tendría por qué invocarlos.

No digo nada al comentario de Vic, pero tengo claro que las cosas no van a estar demasiado relajadas. Esta mierda nos ha salpicado a todos, y seguro que traerá consecuencias a largo plazo. No sé como, pero lo sé. Y eso sin contar que a otro de estos se le vaya la olla también.

De verdad que vaya joyitas que escogió Beni.

Me siento en una mesa y luego mirando a mis compañeros, empece a comer despacio lo que había para luego sentir el hola de todos. Ho... Hola. Mi voz salia casi sin vida luego de pasar unos dias en este lugar daba para que uno quedara sin palabras, sin embargo lo unico que hacía era intentar comer algo.

De repente me quedo sin moverme como si fuera me pasara algo raro y de la nada unas lagrimas comienzan a salir de mis ojos sin pensarlo, no había podido demostrar lo que sentía desde que las muertes pasaron y fue tan rapido para uno que me tomo tiempo dejarlo salir. Pe..Pe. Perdon. Mi voz era temblorosa y luego intente ahogar el llanto.

Escuche a Vicky.

-Si esa ultima parece ser bastante importante. Puede que por ahora sea la ultima que a llegado. Y lo mismo soy una ingenua por decir esto. Pero en lo que viví yo. Lo que me hizo poder seguir fue el apoyarme en alguien. Aquí hay mucha gente para poder hacerlo. sonreí.

Y todo el mundo queremos lo mismo que no es otra cosa que volver a casa.

Escuche el comentario de Cristopher y reí un poco.

-¿Invocado? Bueno también suena genial la verdad. ¿Puede interactuar con las cosas?

Entonces me fije en la pelirroja. Escuche su tímido hola y como comenzaba a llorar. Deje la comida en el sitio y me levante sentándome a su lado.

-¿Estas bien? Si necesitas hablar o lo que sea , puedo ayudarte. No soportaba ver a la gente sufrir. 

- No pasa nada, cuando quieras. - le digo a Vicky ante su negativa a mi propuesta, de ahí en más me quedo callada por las apariciones de más personas y un perro medio fantasma en la cocina.

- ¿Qué opinan de esto que nos está pasando? De los "poderes" que tenemos. ¿No les parece demasiado raro? Todavía no me he puesto a ver bien como es el tema del mío. Debería de ponerme a practicar, pero no estoy segura de si es algo inteligente hacerlo. ¿Y si nos termina haciendo mal a largo plazo?

Mis divagaciones se cortan cuando Angelica entra y comienza a desmoronarse al tomar el desayuno. No puedo decir que me siento espectacular después de lo que ha pasado ayer... pero tampoco puedo sentirme mal. Ni que conociese de chicos a los dos que murieron ayer. Hay locos por todos lados. Y era mejor tomarlo como una cosa cotidiana que se ven en los noticieros pero visto en primera persona. Era un hecho lamentable, pero nada podía revertirlo ya.