Partida Rol por web

Cerrado

Angelica estuvo un rato pensando y creía que lo mejor que podía hacer era hablar con la niña vampiro que parecía ser la líder del castillo, así que se acerco a su habitación y llamo a la puerta:

- Señorita Himiko, soy Angelica, espero no molestarla, pero me gustaría hablar con usted si es tan amable

Al llegar a la puerta de los aposentos de Himiko tocamos a la puerta, tal y como la chica había solicitado.

-¿Dónde nos vemos después? – susurré a Benjamin mientras la vampiresa nos daba paso.

Unos pocos segundos después se escucha como Himiko habla:

- Pasa, la puerta está abierta

Cuando entren pueden ver una habitación muy diferente a lo que era el despacho del director, las cortinas están abiertas, aunque son oscuras, posiblemente para que durante el dia cubrieran ese lugar. Una mesa de madera oscura en donde hay bastantes libros y pergaminos, no muy lejos un par de estanterías llenas de libros perfectamente ordenados.

En el otro extremo de la habitación puede verse un gran armario que está abierto, en la gran cama de tamaño de matrimonio están las ropas de Himiko y ella lleva puesto un kimono de color negro

Llegamos a la puerta del antiguo despacho del director y tocamos la puerta. Elizabeth está distinta después de lo que ha pasado en el comedor, parece más preocupada y taciturna que antes. En varias ocasiones, durante el trayecto por los pasillos, aprieto su mano para sacarla de sus pensamientos y hacer que me mire, arrancándole una sonrisa con la mía, pero está pensando en algo, y pronto vuelve a mostrarse preocupada de nuevo.

Hmmm... ¿En la biblioteca? -Respondo cuando me pregunta dónde podemos vernos después. Por el camino hemos pasado por delante, y hemos visto que volvía a estar abierta y había gente en su interior. Va siendo hora de averiguar la verdadera naturaleza de Elizabeth, uno de los motivos para regresar a este lugar- Si cuando termine no estás allí, te buscaré. -Le doy un beso en los labios, más fugaz de lo que me gustaría, al tiempo que oigo a Himiko dar vía libre para entrar- No vas a escapar de mí...

Abro la puerta y entro en primer lugar, ya que soy a quien esperaba, sin soltar la mano de Elizabeth, haciendo que entre tras de mí.

Hola, Himiko. Espero que no te importe, pero no he venido sólo. Elizabeth también quería decirte algo... -Digo dando la palabra a mi novia.

La vampiresa mira a los dos y asiente, indica un sofá no demasiado grande de color morado para que se sienten, ella toma asiento en la cama, la vampiresa caminaba descalza y ambos pueden darse cuenta que tiene algunas heridas en las piernas. Ya dentro de la habitación se dan cuenta que tiene varias Katanas, pero que destaca una de ellas en un expositor en un lugar preferente, también en el escritorio pueden ver una máscara típica japonesa blanca y roja.

La vampiresa les mira seria y dice:

- Para que queríais verme?

Acepté quedar en la biblioteca, asintiendo con la cabeza ante la proposición de Ben. Su fugaz beso y sus prometedoras palabras consiguieron que me relajara un poco, sacándome una sonrisa. Sin embargo, al entrar tras Benjamin en la habitación y ver allí a Himiko, volví a ponerme tensa.

-H-hola. – saludé escuetamente tras la presentación de Ben, y ambos nos sentamos en el sofá en el que la anfitriona nos había indicado que podíamos hacerlo, comenzando a hablar cuando esta nos preguntó. – S-sólo será un momento. Quería… D-disculparme. – dije tratando de hablar con calma, a pesar de lo que la chica me imponía. – Ben me ha explicado lo que ha pasado, n-no pretendía hacer eso, es la primera vez que pasa. – me puse en pie, y traté de imitar una de aquellas reverencias que había visto hacer a Makoto y Rina más de una vez. – Lo siento. – le dije mientras me inclinaba y volví a erguirme. – Ahora iré a dar peso a mis palabras. – quise recordar así las suyas. – Ha tenido que ser duro tener que cuidarnos tú sola tanto tiempo, - no pude evitar entonces fijarme en las marcas de sus piernas - no será en vano… Cumpliré mi palabra, haré lo que he venido a hacer trescientos años en el futuro. - concluí con gran determinación.

Esperé unos instantes por si quería añadir algo y me volví hacia Ben.

-Te espero en la biblioteca. – le dije apoyando mi mano en su hombro, y apretándolo con delicadeza, antes de agacharme para darle un beso en la mejilla. – Gracias, Himiko. – me despedí así de la joven.

Daría peso a mis palabras, lo que significaba cumplir con mi propósito de solucionar todo este entuerto, y para ello, debía seguir profundizando en mi naturaleza. Además, prefería no permanecer mucho tiempo cerca de Himiko, al menos antes de poder controlar lo que antes había provocado. Miré a Ben, temerosa, antes de salir. No me hacía gracia dejarle a solas con Himiko, pero ahora mismo yo también podía suponer un peligro para él.

Himiko escucha lo que dice Liz y asiente, justo antes de que se marche la mira a los ojos y dice:

- Cuidaros 300 años... es algo que solo yo podía hacer...era mi deber y como tal lo he cumplido. Acepto tus disculpas, pero que no vuelva a suceder

En la forma de hablar de la vampiresa se notaba un poco de pesar

Tomamos asiento en el sofá que nos indica nuestra anfitriona. Hay tensión en el ambiente, aunque por desgracia parece que es algo a lo que nos estemos habituando. Mientras Elizabeth toma la palabra, disculpándose con Himiko por lo sucedido, observo la habitación y su decoración. No logro imaginarme lo que puede suponer para la mente de alguien el pasar tanto tiempo sólo en un lugar como este castillo, y trato de que la decoración me indique algo sobre eso, pero es en vano. No es que sea el hombre más perceptivo del mundo, de modo que termino fijándome en las espadas japonesas que tiene repartidas por la habitación.

Me pregunto si las tendrá como mera decoración... o como armas.

Elizabeth se muestras resuelta a cumplir nuestra misión, tanto como lo fue el día en que decidió embarcarse en ella, dejando todo atrás. Supongo que ya entonces la miré como ahora, lleno de orgullo y admiración. Mis motivos para venir aquí no fueron tan altruistas ni generosos. Más bien lo contrario, no decidí venir por ser un héroe. Vine porque alguien a quien quiero iba a venir aquí, y no quería que afrontara esto en solitario. Vine porque no podía quedarme allí sólo, sin ella. Vine porque no hay ningún futuro en mi vida que desee y en el que no esté ella.

En seguida voy, cariño. -Le digo cuando se despide de mí con un beso en la mejilla, recordándome dónde hemos quedado, y espero a que salga por la puerta antes de hablar con Himiko.

Cuando la puerta se cierra, me giro con un suspiro, mirando a Himiko. Lo cierto es que se me hace complicado afrontar una conversación con ella. Por un lado, sigo viendo a esa pobre niña inocente a la que conocí hace trescientos años. Que no son trescientos para mí, fue tan sólo hace unos días. Pero por otro veo a la vampiresa sin escrúpulos que arrojaba cadáveres al fuego cuando llegamos, sin pestañear, la que ha arrojado un cuchillo al rostro de Erik sin inmutarse hace un rato, la que sentenció una condena de destierro por mero capricho contra dos de las personas a las que ha estado cuidando durante estos trescientos años...

Bueno, antes de nada, yo también quería darte las gracias por lo que has estado haciendo por nosotros todo este tiempo. Supongo que ha sido un gran sacrificio por tu parte, y no te lo había agradecido aún... -Digo agachando un poco la mirada- Y también pedirte disculpas por todo lo que ha estado sucediendo. Las tensiones, las peleas, no se. No hemos sabido comportarnos, y estamos en tu casa. Te pido disculpas por ello.

Esa es la parte fácil. No deja de ser algo meramente protocolario, y poco más. Es cierto que lo digo realmente de corazón, a pesar de que hay más. Está el miedo que despierta en mí, el saber que no estamos seguros en su presencia. Por ese motivo tengo tantas ganas de irme de estos muros.

Pero hay algo más, no te molestaría sólo por esto. -Digo alzando la mirada de nuevo- Todos están dando por supuesto que estamos aquí con el objetivo de encontrar a esa mujer, "la última". Sin embargo, el asunto de verdad era que los castillos iban a desaparecer y "los nuestros" iban a ser exterminados. Y es un tema del que aún no hemos hablado... -Me muerdo el labio inferior, nervioso. Este debe ser un asunto muy delicado, pero espero que no se cierre en banda. Necesitamos saberlo, ¿no?- Himiko... ¿Qué fue lo que sucedió? Tú tienes que saber algo... Entiendo que el recuerdo sea doloroso, pero creo que necesitamos saberlo...

Himiko escucha a Ben y cuando este termina de hablar se pone de pie y mira de reojo la máscara, entonces suspira y empieza a hablar con bastante pesar:

- Todo empezó en un concierto... no recuerdo bien el nombre, pero era de una banda japonesa que había ganado mucha popularidad, al parecer la cantante tenía un poder similar al de Liz, pero mucho más potente, en el concierto fue asesinada y debido a esto se pusieron de manifestó en televisión la presencia de personas con poderes y habilidades, un tipo al que no le afectaba ningún poder, una mujer que no recibía heridas, incluso el médico que trato de salvar a la cantante manipulo la sangre a su antojo delante de las cámaras... todo empezó ahí

La vampiresa comienza a caminar por la habitación lentamente, se acerca a la ventana y mira el exterior, entonces dice:

- Los que atacaron Kyoto eran de una organización de varios gobiernos que era para controlar a la gente como nosotros, realmente pillaron a todos por sorpresa, un tipo, un tal Tom que fue el que mato a esa chica se hizo con el poder de esa organización que tenían a todas las personas del mundo con poderes y habilidades especiales y fueron cazándolos y los que no podían controlar los mataron.

Se gira y mira a Ben:

- El director consiguió hacer que este castillo fuera una especie de fortaleza, pero claro, todo tiene un precio y entre Janet y Beni consiguieron mantenernos aquí a salvo, pero tras varios años apareció un científico, este había conseguido que la paz se firmara por así decirlo había conseguido encontrar una forma en la que podríamos todos colaborar. Supongo que recuerdas la explicación que di antes sobre la magia y las capacidades especiales... pues bien, ese científico consiguió hacer que vuestra energía mágica, espiritual o como la queráis llamar sirviera como fuente de energía, al principio todo fue bien, pero luego, bueno, terminamos siendo poco más que pilas.

Himiko se acerca a Ben lentamente:

- Yo como vampiro no puedo producir esa energía, por así decirlo, y por eso me dejaron en paz, pero fueron cazando al resto de los nuestros cuando las fuentes de energía del mundo fueron agotándose, ya que las energías renovables eran demasiado poco rentables, era más rentable raptar a una persona y encerrarla, y eso nos lleva a este castillo a que lo han atacado varias veces ya que vosotros erais útiles para ellos, pero como puedes ver no han podido haceros nada

La vampiresa se coloca cerca de Ben y le mira a los ojos mientras dice:

- Agradecéis lo que he hecho por vosotros? era mi deber... solo hay una forma de que consigamos evitar esto y arreglar el mundo, y solo la ultima puede hacerlo...y solo vosotros podéis encontrarla y convencerla...

La vampiresa se desbrocha el kimono dejándolo caer y quedando totalmente desnuda, ante Ben el infantil cuerpo de la vampiresa está lleno de heridas y cicatrices, se notaban cortes, disparos, quemaduras, toda clase de cicatrices:

- Los vampiros no somos como en las leyendas, las heridas se nos quedan y las sufrimos, comprendes ahora lo peligroso de la situación y el porqué de mi decepcion?

Escucho con atención la explicación de Himiko, una lección larga, dolorosa. Una historia bastante trágica, pero de la que no termino de sacar nada en claro. Al menos, nada que vea útil para resolver todo este entuerto.

Entonces Himiko comienza a desabrocharse el kimono, para mi desconcierto. La miro sorprendido, extrañado, sin acertar a preguntar, como me gustaría, qué está haciendo. Antes de darme cuenta, su ropa está en el suelo, y yo me pongo en pie de un salto, dando un respingo, quedándome sin aliento.

Hi... Himiko... -Digo al ver su pequeño cuerpo, el de una niña, surcado por cicatrices atroces de todo, desde cortes a disparos y quemaduras. Ni siquiera se qué decir, en cada marca veo el dolor producido por un ataque que iba contra nosotros, una lucha que afrontó por protegernos. Es un monstruo, sigo teniendo eso claro, pero es un monstruo porque necesitó ser uno para nosotros. La miro con consternación, con tristeza, apretando la mandíbula mientras mis ojos se cubren de una película brillante que lucho por que no se convierta en lágrimas de debilidad ante sus ojos. La hemos decepcionado, y mucho, tras trescientos años de espera.

Bajo la mirada al suelo, avergonzado, y me acerco a ella. Es mucho más bajita que yo, pero me arrodillo delante de ella cuando llegó a su lado. Tomo su kimono y lo alzo hasta ponerlo sobre sus hombros, con los ojos entrecerrados llenos de tristeza, y ayudándola a abrocharlo de nuevo, torpemente.

N-nunca te agradeceremos lo suficiente lo que has hecho por nosotros... -Digo tras anudar como buenamente he podido su vestimenta, y quedándome de rodillas ante ella con la mirada en el suelo- ¿Q-qué se puede hacer, Himiko? ¿Qué es eso que sólo la última puede hacer, para lo que debemos convencerla? Dímelo, y te aseguro que me dejaré la piel en conseguirlo...

Himiko mira con seriedad a Ben, deja que le ayude a vestirse y escucha lo que este dice le mira a los ojos y añade:

• Ella posee el poder de la magia infinita, es la única capaz de usar la magia para crear el hechizo que hace falta para solucionarlo todo

Mira a Ben a los ojos y dice:

• Si, es lo que supones ella es capaz de crear un hechizo que nos transporte al punto en el que todo empieza a torcerse ella es capaz de hacer que lo que sucedió en el castillo de Kyoto nunca sucediera y que no suceda lo que pasa aquí, lo que hemos sufrido, ella es capaz de llevarnos al tiempo que nos permitirá evitar que todo esto pase, podremos evitar muchas muertes y destrucción

Alzo la mirada tras escuchar el verdadero plan. Un hechizo para regresar en el tiempo. No lo que yo pensaba, no para volver a nuestro tiempo con información privilegiada que puedan emplear. No, para regresar al foco del problema, y extirparlo de raíz.

¿A que foco, exactamente?

H-hablas de... ese concierto, ¿no? -Digo, dubitativo- Evitar la muerte de esa chica, entiendo. -Pero eso ¿realmente detendrá lo que está por venir, o solo lo pospondrá?- ¿O hablas de... e-eliminar a ese hombre, a Tom?

Si esa chica no muere en ese concierto, el futuro se alteraría, pero podría morir en RL siguiente concierto, o en el siguiente a ese, y el resultado sería el mismo. En cambio, si ese Tom muere antes, nunca llegaría a matarla, ni a hacerse con el poder de esa organización. No mas persecuciones, no más soldados, no mas cacerías.

No más muertes.

Y... Todo eso... ¿Cómo nos afectaría... cómo nos afectará a nosotros? -Pregunto, con el ceño fruncido- Quiero decir... si alteramos todo lo que pasa después... no recordaremos todo esto, ¿verdad? Todo lo que hemos vivido y aprendido, lo que sabemos, lo que sentimos... -Se me hace un nudo en la garganta al pensarlo, al contemplar esa posibilidad. Sacrificio. Me lo dijo ese cabrón en la cueva, y esa palabra me persigue desde entonces. ¿Olvidaré a Elizabeth, y ella a mí? ¿Será como si todo esto nunca hubiera pasado?- A todos los efectos, sería un nuevo comenzar, sin garantía de que todo suceda igual...

Aparto la mirada, dolido, maldiciendo al destino que juega conmigo. Ella es lo primero realmente bueno que me pasa en la vida. ¿Ahora debo poner lo nuestro en una ruleta y jugármelo? Esto no es justo, no lo es...

E-Elizabeth vio a la última en una especie de aldea... -Digo con un hilillo de voz, resignado- En una especie de visión. Una aldea, ella llorando, y muertos alrededor. ¿S-sabes tú donde puede estar ese lugar? Sería un buen lugar por donde comenzar a buscarla... -Digo con los ojos enrojecidos.

Himiko niega con la cabeza y dice:

• No… durante estos tres siglos he estado pensando sobre el asunto… y la solución más segura es matar a esa chica antes de que todo empiece a desarrollarse, antes de que sus poderes se empiecen a manifestar, es necesario que muera, eliminarla y que nunca pueda darse eso.

La vampiresa mira a su interlocutor y añade:

• Todo empezó porque esa chica mostro su poder delante de todos y Tom cambio cuando sufrió el poder de esa chica en un concierto amateur… si no termina de mostrar su poder… todo sería igual como hasta ahora pero no sería público, vosotros os conoceríais porque contactarían con vosotros, solo cambiaria que no me conoceríais a mí, ni a Makoto ni a Rina ni habrían muerto todos nuestros amigos…

La vampiresa mira a Ben a los ojos muy seria y añade:

• La aldea esa que dices debe estar cerca del lago, creo que había un pequeño asentamiento hace un tiempo, aunque realmente no sabría decírtelo con seguridad.