Partida Rol por web

Mire lo que llevaba Natuk cuando dijo que era de su abuela y que era muy importante.

¿Su abuela había muerto? Pensé mientras me la quedaba mirándola.

Me quede en la habitación la gente entraba y salia pero no tenia la oportunidad de quedarme a solas con ella. Que era lo que realmente necesitaba.

-No tranquila. Respondí a Elizabeth.

Kata volvió de la enfermería con instrumental para poder atenderla.

Gracias Himiko. Muy atenta. Menos mal que esta Vampira toma bolsas de sangre si no seria mas peligroso esta aquí dentro con ella que fuera con lo que sea que allá.

Cuando Himiko dijo que nadie la quitaría la esfera asentí. Aunque sin duda tenia que ser importante y ser parte de la clave de todo. Yo todavía seguía dándole vueltas al asunto de que fuera idéntica a Maki. ¿Igual era como Neo en Matrix? Una especie de elegida que aparecía cada x años.

Katherine se adelantó a Makoto, respondiendo a mi pregunta sobre si había alguna novedad. Entonces Katarzyna y Rina volvieron. Al parecer habían estado en la enfermería, y la polaca comenzaba a atender a Natuk; debía tener formación en enfermería o algo similar, ya que parecía entender bastante del tema.

Esbocé media sonrisa ante el comentario de Katarzyna de que había sido Rina quien había cocinado; pero pronto me torné triste, recordando en esa cena que me hubiera gustado tener con la pareja nipona y Ben. Ya no sólo se trataba de que volver al pasado impediría que conociéramos a Makoto y Rina, sino de que mi relación con esta no estaba en su mejor momento precisamente.

-Muy bien, chicas. – dije a Katarzyna y Rina. - ¿Quiénes se van a quedar con Natuk durante la noche? C-creo que ahora somos demasiados… - añadí dirigiéndome a todos.

Al final había decidido llevar una bandeja con cuatro cuencos con comida, que eran los que cabían en la bandeja. Entraron, ella cerrando el paso, y se dio cuenta que había mucha gente ahí dentro, les sonrío, y busco donde dejar la comida aun humeante. Mako también estaba, tenía que hablar con él.

- hice comida fresca...bueno, usando las conserva y la carne que había, pero es mejor que comida recalentada, traje solo cuatro platos pero en la cocina hay para todos - limpió sus manos contra su ropa, las tenía heladas por estar lavando - ¿ummm Foster- san dijo que él haría la guardia - va donde Makoto y tomó su mano, buscando que la abrace -¿cómo se ha sentido - le pregunta por Natuk, con tanta gente de seguro no ha podido descansar correctamente. Beso el brazo de su pareja, y fue con Katar para ayudarla a atender a la última, no sabia bien que debía hacer, Katar parecía tener mucha experiencia - ¿eres médico o enfermera? - le pregunta a la polaca, observándola con curiosidad.

- vamos... coman chicas, amor - les indica con las manos la comida, olía rico, comida caliente en el estómago estaría muy bien para recuperar fuerzas.

Por lo visto Rina había hecho comida para todos, lo cual era de agradecer.

-Ben se refería a vigilar fuera, de hecho ya está en ello… He venido a ver como seguían las cosas por aquí, ahora le llevaré algo para comer. – cogí uno de los cuencos que nos ofrecía. – Gracias, huele muy bien. – le dije con una sonrisa, agradeciendo el delicioso olor, pero también el calor en mis manos. – E-entonces…, ¿Sería mejor que se quedara Katarzyna por si acaso? ¿Alguien más? Podemos relevarnos al amanecer… - sugerí, volviendo a oler la comida.

Cuando la polaca se acerca Natuk estaba tranquila, pero entonces ve las agujas y las vias y la chica da un salto y grita:

- No!!, aléjate, eso no, déjame no quiero mas... dejadme!!!

Su mirada cambia a una mirada asustada e incluso se trata de incorporar, pero no tiene bastante fuerza para ello, agarrada a la esfera se hace un ovillo y empieza a llorar mientras balbucea:

- No... mas no, no mas por favor... prefiero que me matéis... pero no mas... dejadme

Se notaba que estaba aterrada al ver la aguja y las vías, estaba más que claro que algo le había pasado.

Kath puede leer en la mente de la chica:

- No, mas no... porque no iban a ayudarme? son como esos científicos, solo quieren mi poder, porque habré nacido con esto? no podría ser una niña normal, porque yo, no quiero, no quiero volver a eso

Liz siente en ese momento un escalofrío, siente lo que Natuk sentía, un terror incontrolable, sabía que no era de ella, que era de Natuk y durante un segundo se quedo realmente paralizada

Rina observa a la chica y entonces lo ve, es Natuk desnuda en una mesa de operaciones, en su cuerpo tenia clavadas decenas de agujas y de casi todas ellas colgaban vías y cables, varios hombres estaba a su alrededor, estaba claro, estaban experimentando con ella

Cuando la polaca se acerca Natuk estaba tranquila, pero entonces ve las agujas y las vias y la chica da un salto y grita:

- No!!, aléjate, eso no, déjame no quiero mas... dejadme!!!

Su mirada cambia a una mirada asustada e incluso se trata de incorporar, pero no tiene bastante fuerza para ello, agarrada a la esfera se hace un ovillo y empieza a llorar mientras balbucea:

- No... mas no, no mas por favor... prefiero que me matéis... pero no mas... dejadme

Se notaba que estaba aterrada al ver la aguja y las vías, estaba más que claro que algo le había pasado.

Asiente muy vagamente a Elizabeth, apenas mirándola e inclinando su cabeza ante ella, con toda esa formalidad de su nación, - espero que le guste, Freedman-san- mira a Makoto, pero no agrega algo mas - en ese caso, creo que de una sola persona es mejor, con turnos mas cortos, también debemos descansar - y tener todas las energías para un combate, pensó  - en la cena podemos ver como distribuirlo, ahora somos muchos, aquí.. Aunque esta calentito - se abraza así misma, el calor humano de ese cuarto era delicioso. Los gritos de la chica la distrajeron y quebraron la tranquilidad que había en ese momento.

Quedo paralizada, con los ojos clavados en el vacío, pero reaciona y va donde la última, mirando a la polaca con una expresión maternal, esperaba que ella o se ofendiera, pero La kitsune movió las manos para que no se acercara, debió preverlo, había sido su fallo, así que se giró y sin tocar a la última, se recostó a su lado, para que pudiera verla, estaba demasiado asustada.

- Natuk, no te haremos daño, mi amiga solo quiere poder ponerte un poco de suero para que te recuperes más rápido, se que sufriste mucho, pequeña, pero queremos que te recuperes, mira, si quieres puede ponerme a mi también, así verás que no buscamos dañarte - con cuidado puso su mano del hombro de ella - se que pido mucho, pero confía por esta vez... ¿Bueno? Además traje sopa caliente para ti... - muy suave intenta convencerla, y con sus dedos roza su mano, viendo si le daba la confianza de tocarla un poco mas. Muy lentamente, como cuando te acercas a un animalito herido. La kitsune sonrió y comenzó a cantar suavemente, para calmarla.

Natuk reaccionó realmente mal a los intentos de ayudarla de Katarzyna, entrando en pánico y acurrucándose con la esfera, balbuceando que prefería morir, mientras lloraba.

En un principio ni siquiera me dio tiempo a analizar la situación. Un escalofrío me recorrió por completo, aflorando en mí un sentimiento de auténtico terror que me dejó paralizada un instante. Mis ojos se llenaron de lágrimas, lágrimas que dejé caer al cerrarlos con fuerza. Al mismo tiempo me abrazaba, agarrándome los brazos y dejando caer el tazón al suelo, aterrorizada.

-¡Dejarla! ¡Dejarla en paz! ¡Fuera todos de aquí! – comencé a gritar, agarrando mis brazos cada vez más fuerte.

Llegué hasta la habitación donde descansaba La Última, creía que Katarzyna estaba en la enfermería pero no la encontré, asi que revisando por mi cuenta encontré unos paños viejos y polvorientos, pero no quedó ahí. También me hice con unos cuantos rollos de vendas aún cerrados y en buen estado, con suerte esterilizadas, no tenían pinta de ser de hace trescientos años ni mucho menos.

Me acerqué a Katarzyna, mientras ésta preparaba unas vías y se acercaba a Natuk, entonces ésta empezo a sollozar, Kitsune trató de consolarla con una suave melodía. Aproveché ese momento para acercarme a la polaca y mostrarle lo que había encontrado, estaba segura de que le sería de ayuda.

─Kat, disculpa, mira lo que he enc... ─mi voz fue eclipsada por los gritos desesperados de Elizabeth, quien pedía a voces que abandonásemos la habitación y dejásemos tranquila a La Última.

No entendí muy bien a qué vino eso, pero se la veía igual de afectada que a Natuk. Quizás... estuviese siendo afectada por los sentimientos de ella, pues ambas estaban muy próximas. Me quedé inmóvil, y perenne, aún con los trapos y vendas entre mis brazos, no pude evitar dar un pequeño saltito y parpadear rápidamente dos o tres veces. Miré a los lados agitada, me asusté un poco por aquellos gritos.

Katarzyna torció los labios.  El comportamiento de la última empezaba a parecer del todo lunático, algo muy poco conveniente.  Y aunque Rina había intentado encauzar la ecuación, los gritos de Elizabeth hacían que su cabeza se resintiera.

- Uff  -  dijo con gesto de molestia ante los gritos, como si le dieran dolor de cabeza.
- En fin, no la forzaremos si no quiere.  -  continuó, esperando que se hiciera el silencio.

Ignorando los gritos, Kat hizo un gesto a Rina para que se acercara, para ponerle el suero a ella había sugerido.  No era mala idea, pues si algo habían hecho mal, un cuerpo sano como el de la japonesa tan solo sufriría una fácilmente detectable infección que se curaría por si misma.  A la vez, miró a Roxana y pudo balbucear:

- Muy bien, Roxana.  Ni se me había ocurrido mirar por cosas así.  - dijo, con el cansancio del ajetreado día.

Fui echándome hacia atrás, aún sujeta a mis brazos, completamente llena de miedo. Poco a poco fui deslizándome pared abajo, hasta acabar sentada en el suelo, encogida y llorosa.

-Dejarnos, por favor, no puedo, así no puedo… - balbuceé entre lágrimas.

Al ver que no respondían a mis palabras me desesperé aún más durante un segundo, pero conseguí respirar profundamente y tranquilizarme lo mínimo para poder dirigirme a Natuk.

-Natuk, t-tranquilízate, nadie va a hacerte nada. T-te lo juro… - dije temblorosa, en tono desesperado, aún inundada por el mismo miedo que el de la chica.

Aun así, trataba de luchar por tranquilizarla, por el que aunque no mirara mis ojos, fuera capaz de captar mi mensaje.

Los gritos de la chica le dieron al momento un mayor grado de estres, la kitsune volvio sus negros ojos hacia aquella chica, fue severa en ese gesto, quizás le hubiera gritado por su histeria, pero recapacitó, gritar no ayudaría en la situación, al contrario, pondría más nerviosas a ambas chicas, además cabía la posibilidad de que ella hubiera visto lo mismo que vio la japonesa, y por eso se había alterado, quizás le paso lo mismo que la primera vez a ella, que sintió que era Natuk, y sintió su dolor como propio. Fue comprensiva, y aunque cantaría hasta el final para calmarla, miro de nuevo a la chica, apretando los labios, debería ir con ella, no se soltaba los brazos, demasiado impresionada por lo visto, ella lo estaba, pero había logrado sobreponerse, y actuar para calmar las cosas.

La kitsune asiente a Katar, Rox también entraba y se encontraba con todo el caos, la adolescente se movía nerviosa, como Elizabeth, que tanto mayor no era, por eso volvió a mirar s Elizabeth, ahora mas comprensiva.

- mire Natuk-san, no hay nada que temer - de pie, despejó su brazo, pero en vez de ir con Katar pidió un poco de tiempo para hablarle a Elizabeth, colocando sus manos en sus hombros, y hablándole al oído, hecho esto, volvió con la ultima y la polaca para ver si así la convencían de acceder a eso, o a comer tan solo.

- debes calmarte, Freeman-san, si ella se pone demasiado nerviosa, nadie saldrá vivo de aquí, no sabemos si tiene control sobre lo que hace o no, y solo tu puedes calmarla, sé que viste lo mismo que yo, también la vi herida y siendo conejillo de indias,  sé que te impresionó, solo eres una niña, pero te pido igual que te calmes, eres fuerte y no dejes que el miedo te posea, dependemos de ti para traer la calma a todos, - no es particularmente severa, ni condescendiente. Se separó de ella, la miró unos segundos, seria, inexpresiva, y volvió con Katar.

Suspiré tras tomar aire, profundamente. La situación estaba resultando para todos algo tensa y desbordante. Había que mantener a La Última en buen estado, sí, en eso todos estábamos de acuerdo. Pero tan importante era que físicamente estuviese bien como mentalmente, y demasiada gente ahí tal vez solo la agobiase.

─Quizás solo necesite estar un rato... qué se yo... con más oxígeno alrededor por así decirlo... igual solo estamos provocándole agobio... ─pensé, mientras Kat echó un vistazo a lo que había conseguido de enfermería.

Entonces me dispuse a hacer una sugerencia, aunque bajo mi punta de vista era exactamente lo que debíamos hacer.

─¿Qué os parece si dejamos que esté un rato con Liz... que ambas se calmen y... después volvemos? Estoy convencida que lo que necesitamos es despejarnos todas un poco... podríamos ir a la cocina mientras, tengo algo de apetito, y en un rato volvemos, antes de acostarnos ¿queréis? ─sugerí de forma serena, con voz contundente y haciéndome oír, pero sin llegar a gritar─ probablemente después veamos todo de otra manera, y nos resulte más sencillo encontrar una solución.

Aún tenía algunas vendas en mis manos, pues la polaca no se había decidido a tomarlas, quizás quisiese que las guardase en algún sitio concreto, más al alcance de todos. No obstante, yo ya estaba dispuesta para salir de la habitación y darle algo de espacio y tiempo a La Última, tan solo si el resto aceptaban, excepto Liz, me fiaba de ella.