Partida Rol por web

 - Bueno, y... ¿Buscamos algo en concreto?¿O sólo huellas y pistas? - Pregunto a los chicos mientras me voy acercando a las tumbas para buscar algo de interés o signos de actividad reciente entre ellas o a su alrededor, antes de pedir impaciente que trataran de localizarla. 

 - ¿Qué ha pasado aquí? - Pregunto seria ante la macabra escena. Una explosión, sí, pero, ¿Qué la había causado? ¿Y cual había sido el motivo? - ¿Esto ha tenido que ver con la última? - Espero que no, porque no quiero acabar así, pero de otra forma, no entiendo cómo tanto soldados como aldeanos han acabado así.

El aspecto de los alrededores era desolador.  Alguna catástrofe había pasado, sin duda cuando se oyó la explosión, y seguramente la última había sido partícipe en ella.  Sentí que habíamos tardado demasiado en ponernos manos a la obra.  La primera pregunta surgió a mi mente:

- ¿Quién habrá enterrado a toda esta gente?  ¿la última, o quizás nuestros compañeros?  -  Miré alrededor.
- En fin, ¿hacia dónde será que habrá ido la última?  -  pregunté casi para mi misma.

La aldea está completamente destruida, en ruinas. Se me hace complicado pensar que nadie pudiera seguir viviendo aquí tras tanto tiempo. Y sin embargo, las tumbas parecen recientes. Hay algo que se me escapa. Sinceramente, yo contaba con que esa imagen que vio Elizabeth de la última fuera de hace tiempo, no actual. Pero si esto es de ahora, ¿quién era esta gente?

Los árboles arrancados dejan testimonio de la explosión, y es que es claro que se produjo aquí. Makoto lo confirma, al identificar los estragos de la misma. Él los debe conocer bien, esa mujer ya provocó una explosión contra él. La pregunta de Kat me aparta un poco de esos pensamientos, provocándome una irónica sonrisa. ¿Nuestros "compañeros" molestándose en perder el tiempo enterrando a esta gente desconocida, y a los soldados además? Ni de coña. Hablamos de la misma gente que no esperó para ir a las cuevas, de los mismos que se marcharon del castillo sin avisar a nadie. No, ellos no han sido, de eso estoy seguro. Y eso sólo me deja una conclusión lógica.

Debe haber sido esa mujer, la última. -Digo lleno de convencimiento- Y el hecho de que se haya molestado en enterrar a los soldados también debería decirnos algo acerca de ella.

Quien ofrece un digno funeral incluso a su enemigo, no puede ser mala persona.

Comienzo a inspeccionar los alrededores, las posibles marcas en la nieve, los restos en las ruinas, incluso lo que hay sobre las propias tumbas y alrededor de ellas. Cuando Victoria pregunta acerca de qué buscamos, me encojo de hombros.

Deberíamos buscar cualquier cosa. Pistas y huellas que nos lleven hasta ella, pero también cualquier detalle que nos ayude a saber más de ella y de lo que ha pasado aquí...

Todos pueden ver como hay bastantes huellas, algunas son de botas y otras parece que son de otro tipo de calzado, todas están por toda la zona, pero tras examinar la zona Ben y Victoria se dan cuenta de que sobre algunas piedras de las tumbas hay algunas gotas de sangre, con cuidado los dos se dan cuenta que van a algunas tumbas y se dirigen hacia una zona algo mas apartada de la aldea, unas ruinas que tienen varios árboles cerca que aun están en pie, con cuidado ambos se acercan y ven algo que les llama la atención desde lejos, se trata de una canoa, la famosa canoa que habían visto en el sueño.

Encontramos un pequeño rastro de sangre, no mucha, apenas unas gotas, pero suficiente para seguirlas sobre la blanca nieve. Se alejan de unas tumbas y se adentran tras los árboles, y entonces lo vemos.

Es... es eso, lo que vi en el sueño...

Es la canoa, la que se parecía junto a la mujer en nuestros sueños, esos que nos trajeron hasta aquí. Parece que la hayamos encontrado, o al menos una pista fiable para seguirla. Y sin embargo, esto hace que me sienta inquieto. Cuando Makoto se acercó a ella en el bosque, su reacción fue defenderse violentamente. ¿Y si sucede lo mismo? Miro alrededor, a los demás. Me fijo en que Elizabeth parece bastante compungida, aunque no alcanzo a ver el motivo. Lo que sí veo es el miedo en mi propio interior, el de que pueda pasarle algo. ¿Y si hay una nueva explosión?

Eh... Chicos, ahí delante está la canoa... Esa con la que soñamos... -Señalo el lugar, por si alguien aún no lo ha visto, antes de volverme hacia ellos, con gesto serio- Si no os parece mal, preferiría adelantarme yo sólo. Si está ahí, y reacciona de igual forma que en el bosque, con Makoto... Puedo aguantar mejor el golpe. Con la coraza de escamas, me refiero.

A fin de cuentas, de eso iba todo aquello con el dragón. Para esto quise incrementar mi poder, ser más fuerte. Para protegerlos, para protegerla, para ser el escudo que se interpusiera ante el peligro. No tiene sentido que se arriesguen todos, pudiendo ir sólo yo, bien pertrechado...

Mientras espero su respuesta, trato de concentrarme en las escamas, en hacerlas surgir por todo mi cuerpo ocultas bajo la ropa. Todo menos la cabeza, para que esa mujer no pueda verlas, para que no le causen rechazo o temor. Sin embargo, esta nueva habilidad es más complicada, aún tengo que adaptarme.

- Mi intuición me dice que de poca utilidad será esa canoa ya  -  comenté, distraída.
- Pero bueno, nunca está de más examinarla  -  dije a Ben cuando ya había iniciado su marcha.

Miré alrededor, buscando algún signo que pudiera decirnos la dirección que podría haber tenido la última, aunque no sabía cómo.

 La última... ¿Entonces ha hecho esto por que no ha tenido otro remedio, o es que no es capaz de controlar tal cantidad de poder? 

 Siguiendo un rastro de sangre encontramos la canoa que vi en el sueño junto a la chica. No entendía muy bien lo de la canoa, ¿No sería mejor un trineo...? Tampoco es que importara mucho. Miré a mi alrededor y pensé en acercarme, impaciente, en busca de alguna pista, dando por hecho que no está lo suficientemente cerca como para causar ningún daño, pero cuando Ben habla empiezo a dudar, ¿Y si lo está? Él irá más protegido que ninguno de nosotros, como bien ha dicho, así que no negaré su sugerencia.

 - Está bien, pero ten cuidado. - Me preocupé por el dragón. Ya iría protegido si se cubría con las escamas, pero toda precaución ante tal poder me parecía insuficiente. - Yo buscaré algún rastro alrededor. - Continúo antes de empezar a buscar algún rastro o pista que sea de ayuda en las cercanías de la canoa. No pensaba quedarme quieta y dejarle ir delante haciéndolo todo 'por precaución', tendría poco sentido haber venido de otra forma. - La chica esta... Suele ir arrastrando esta canoa, ¿No? - Comenté mientras buscaba, pensando que no debería andar muy lejos, y que dentro de no mucho tendría que volver a por ella. Si Ben encontraba alguna pertenencia personal en ella, entonces casi con total seguridad debería volver a por sus cosas, a no ser que hubiera tenido algún problema.

Al ver que Ben prefería aproximarse por su cuenta asiento con cierta preocupación.

- Ten en cuenta que cuando traté de presentarme a ella fui sin ocultarme y llamando su atención para no asustarla - recordé el momento mirando la destrucción a mi alrededor - y aún así...

Es evidente que con lo que ha sufrido aquella chica, es cuestión de suerte o mucha perseverancia que no reaccione de forma violenta procurando defenderse, además... tal y como indican los rastros que Vicky y Ben encontraron, puede que esté herida.

Lo cierto es que no me convence demasiado la idea, dudo que ver a Ben cubierto con aquella espectacular piel escamosa pueda provocar otra cosa que no sea una explosión de la chica, pero conozco a Ben lo suficiente como para saber que es inútil tratar de convencerle de lo contrario.

- Si prefieres avanzarte - asentí en silencio, con gesto de apoyo - pero creo que deberíamos intentar que Liz esté lo bastante cerca cómo para poder hablar con ella - miro entonces a la pelirroja, y luego a la canoa - si es que está ahí.

Sé que al dragón no le gusta esa idea y además lo entiendo, pero Elizabeth cree que puede tranquilizarla, y yo también creo en ella.

- Algo me dice que no se encuentra en este lugar - tanto en los sueños como en mi encuentro, siempre iba pegada a la canoa - pero en cualquier caso creo que podrías acercarte con cautela, mientras Liz y yo te seguimos a distancia suficiente cómo para que ellas puedan hablar y Rina lo bastante próxima como para poder atender a alguien de ser necesario.

Contesto a Vicky cuando inicia una nueva búsqueda.

- Así es, siempre la arrastra y además... - quedo pensativo por unos segundos - me da la impresión que siempre arrastra algo o alguien con ella.

Entonces me giro hacia Kat por el mismo motivo.

- Por eso pienso que no arrastraba la canoa con la idea de navegar. Por lo menos no de inicio.

Los rastros que los chicos habían encontrado nos llevaron hasta aquella canoa, la cual habíamos visto muchos de nosotros ya, sino todos. Ben se ofreció a adelantarse, teniendo en cuenta que podía contar con una mayor protección debido a sus escamas. Asentí ante su propuesta, si bien no me entusiasmaba después de todo lo que aquí habia pasado.

Entonces Makoto planteó que yo debería estar cerca, por si encontrábamos a la última intentar tranquilizarla. Aquello era una buena idea, además Rina nos seguiría por si algo pasaba.

-S-sí, iré con Makoto. - acepté la idea temiendo una negativa de Ben, aunque esperaba que el que no fuera sola le tranquilizara. - Inténtalo, mi amor. - Dije sonrojada a mi novio, esperado que formara aquella coraza.

Ben se acerca con mucha precaución a la canoa, los pasos parecían ser pesados, los pocos metros que le separaban de la canoa parecían kilómetros, pero finalmente llego y lo que vio realmente le sorprendió. En la canoa había una chica tumbada, estaba dormida o tal vez inconsciente no lo sabía realmente, la chica respiraba con mucha dificultad y tenía la cara roja posiblemente por fiebre, tenía una de las manos envueltas en unos guantes, mientras que la otra se le había caído el guante y la tenia ensangrentada y llena de arañazos, un gorro estaba justo a su lado con el que parecía que cubría algo, la chica estaba llena de nieve y parecía descansar en el interior de la canoa, Ben podía ver que la chica pese a estar durmiendo lloraba

Avanzo con precaución, pisando con cuidado cada tramo de nieve que me separa de esa canoa. Las escamas no se han desplegado totalmente, como esperaba. El nuevo poder que me concedió Dragón resulta ser complicado de manejar. Pero al menos he logrado recubrir mi torso y los dos brazos, oculto todo ello bajo el abrigo.

He asentido como toda respuesta a las advertencias de Makoto. Es algo que ya suponía, el principal motivo por el que deseo adelantarme sólo. Él no tuvo tiempo siquiera de explicarse, y recibió esa explosión de la que salió por suerte bien parado. La posibilidad de que eso se repita es lo que me mueve a adelantarme en solitario. Si debe suceder eso, que solamente yo reciba el impacto. Sin embargo, también ha propuesto permanecer relativamente cerca, tanto él como Elizabeth y Rina.

Pero a distancia prudencial, por favor -Le respondí, mirando a Elizabeth con preocupación, accediendo resignado. A fin de cuentas, no le faltaba razón. Además, Elizabeth ya había accedido, y conozco la determinación de mi novia. Es la misma que nos ha traído tan lejos, la que me lleva a estar convencido de su valía, de que es la más fuerte entre todos nosotros. De modo que, cuando me dijo que lo intentara, sonreí y comencé a caminar. Porque sabía que, si me quedaba a darle un abrazo o un beso, me lo pensaría mejor y no querría separarme de ella.

Cuando alcanzo el lateral de la canoa, me detengo sorprendido. Me giro, mirando a los demás en la distancia, y vuelvo a mirar el interior. Ahí está, ahí, delante de mí. La mujer del sueño, la hemos encontrado. Me fijo en su mano ensangrentada, en su rostro enrojecido, su respiración... ¿Está... llorando? ¿Duerme o está inconsciente? ¿Se está...?

¡¡RINA!! -Grito de repente, girándome hacia los demás, haciendo gestos con la mano. La desesperación se adueña de mí. ¿Y si está muriendo? ¿Y si la perdemos? Todo se habrá perdido, el pasado, el futuro, todas esas vidas...- ¡¡Está herida, corred!!

Mientras se acercan, me inclino sobre la canoa, quitándome el abrigo y cubriendo su cuerpo con él. Aparto el gorro y busco su rostro para ver cómo respira, asegurándome de que no deje de hacerlo.

Por dios, que Rina pueda hacer algo, no podemos perderla...

Miré como Benjamin se acercaba.  La verdad es que me sorprendí mucho cuando gritó, no solo diciendo a viva voz que la última estaba allí, sino que parecía estar herida o algo.

- ¿En serio está ahí?  -  dije, aún sorprendida.

Di un paso, pero me contuve de acercarme más, por precaución.  Ben comentó además que estaba herida, algo que me sorprendió aún más.  ¿acaso era todo un truco?.  Parecía demasiado fácil, la verdad.  Bueno, eso si no se moría antes de ayudarnos para lanzar el dichoso hechizo, claro.

- Siendo cruel, eso es ahora lo único que me importa  -  pensé.
-  Tras todo lo de estos días, me he vuelto insensible a todo -  me lamenté, sin expresarlo en voz alta.

 ¿Algo o alguien? ¿Por qué iba a andar esa chica tan temerosa de la gente arrastrando a nadie? Lo normal sería que llevara sus objetos personales, y otros que la ayuden a sobrevivir. 

 Guardando una distancia prudencial, voy buscando huellas o rastros en los alrededores de la canoa, guardando una distancia prudencial, pero no es mi búsqueda la que tiene éxito, si no la de Ben. Y tanto éxito, vaya. 

 Miro a Ben, alarmada en cuanto grita. Que llame concretamente a la kitsune, y tan alterado, sólo puede significar que haya alguien herido, de hecho no tarda en confirmar mis sospechas. - ¿Qué? - Sin dudarlo me dirijo corriendo hacia él, ignorando el posible peligro del que acabamos de hablar. 

 La chica no tenía buena pinta, pero poco podía hacer yo, y menos después de lo de T.J.. Era Rina la única que podía mejorar la situación, que yo supiera. Quedé a un lado de la canoa, pero dejando espacio a la kitsune, alternando mi vista entre ella y la chica. - Podemos arrastrarla en la canoa hasta el castillo y meterla en una cama, que repose - Sugerí a los chicos, ya que no estaba en el lugar idóneo para recuperarse. Claro que lo ideal sería que pudiéramos hablar con ella antes de hacerlo, para que no lo destrozara de una explosión al despertar. 

 El gorro sin duda llamó mi atención, pero no era un buen momento para curiosear. 

Entro

La aldea estaba prácticamente destruida, algunas tumbas con identificaciones de soldados, otras con joyas personales, sin duda debían de ser de civiles, tal vez de personas de la aldea y en la canoa la chica a la que buscaban estaba temblando, su cara estaba roja y sus manos con arañazos y ensangrentadas, respiraba con dificultad. Victoria se hacía acercado  y nota algo raro en la chica, es como si aunque sin tocarla notase que estaba fría, era como si mas que calor como seria habitual en un humano la chica desprendiese frio, además estaba segura de algo, la chica tenía una fiebre muy alta