Partida Rol por web

Cuando Katarzyna me explica sus sensaciones, no puedo evitar fijarme en sus gestos. Parece que la polaca no está acostumbrada a decir abiertamente lo que piensa y, en la situación actual, probablemente sea lo mejor.

En cualquier caso me alegra que haya encontrado una vía de escape a sus temores, aunque sea en privado y a base de metáforas. Eso es bueno. 

La muchacha termina haciendo una acertada observación sobre el estado de Elizabeth y, mientras ayudamos a Ben a solucionarlo, Benjamin habla casi abiertamente de su auténtica naturaleza. Por un momento temo cómo pueden llegar a encajar aquello... aunque si tras la exhibición de Kurt no han huído despavoridos no creo que vaya a ocurrir ahora.

Cuando terminamos de colocar a Liz sobre la espalda de Ben, miro fijamente a Katarzyna. A pesar de que suelo mantener siempre una sonrisa, tengo ahora el semblante muy serio.

- Aquí nadie es prescindible, ¿me oyes? - la quedo mirando unos segundos.

[JP]¹- Nadie es desechable.  Por algún motivo, ahora estamos juntos en esto. - Volví a sonreír y apoyé suavemente una mano sobre el hombro de la chica, animándola a continuar.

Seguí caminando, asegurándome al arrancar que todos andaban más o menos cerca, y veo que Erik cede una prenda a la joven chica morena.

Parece que con algo de suerte y paciencia poco a poco quizá lograremos cohesionar el improvisado grupo. Debe ser así, no hay otra alternativa.

-como que especiales?- pregunto acercandome, temblando de frio, al hombre oriental que dice llamarse Mako.-por cierto, mi nombre es Roxana... no entendi en totalidad lo que dijiste, podrias explicarme?- 

Varias llamas de color azulado aparecen en la zona que rodean a Rina, tras unos segundos se unen en una mucho más grande que de un fogonazo hace aparecer la imagen de un lobo, el lobo es más grande que un lobo normal y parece mucho más fiero pero al mismo tiempo más sabio y tranquilo, el animal tiene un largo pelaje y algunas marcas que se asemejan a tatuajes en su rostro, con los ojos totalmente blancos, pero que parecen observarlo todo mira a los dos presentes alternativamente.

La criatura mira a Rina y se acerca a esta caminando con magnificencia, con la mirada alta, no como un depredador, sino como alguien sabio que se acerca a alguien pequeño, a alguien inexperto. El lobo mira fijamente a Rina y tanto esta como Chris pueden escuchar en su cabeza una voz fuerte y poderosa, que habla con seguridad

• Humanos… que hacéis en el bosque….habéis llegado y habéis alterado su paz y armonía, la que os precedió no alteraba nuestra paz pero vosotros si…decidme quienes sois y porque debo permitiros estar en nuestras tierras.

En ese instante los dos sienten una sensación extraña, sienten mareo durante apenas unos segundos y pueden ver como su visión cambia, frente a ellos pueden ver al grupo de chicos, algo más adelantados las dos hermanas con el chico de origen chino, y el resto algo más atrás, se sienten excitados y extasiados al verles, con la boca húmeda por la proximidad de una gran comida, pero también sienten como si algo les refrenase de lanzarse. En ese instante vuelven a la realidad, son ellos de nuevo y tienen ante ellos a aquel poderoso espíritu que les mira esperando su respuesta

Sin tener la certeza, Rina sabe que es un espíritu mayor, como el qué les habló en el comedor, la chica rápidamente se inclinó hacia delante, en una reverencia tradicional japonesa, y miró de costado a Chris, para que hiciera lo mismo, nunca, jamás, había que desafiar a los espíritus, estos siempre serían más poderosos que los humanos, aunque se tengan poderes. La chica, aún conservando la reverencia, piensa en qué decirle al espíritu, pero luego viene aquella visión. Se da cuenta de lo evidente, si no logran convencer a este espíritu de quienes son y de que no quieren causar daño, serían comida de los espíritu, de todos. Esa insolencia propia de los humanos, les costaría la vida, por asumir que un bosque así, no le pertenece a nadie. 

- mi señor... yo soy... soy... - ¿quién era?, ya ni se sintía Rina Suzuka, ella había quedado atrás hacia mucho tiempo, cuando despertó como una Kitsune, ¿quién era?. - soy una Kitsune, él es Chris... somos viajeros, somos estudiantes de la escuela que está en la montaña, pero... hemos despertado en medio del bosque con un grupo de personas que no conocemos... nos dijeron que viajaríamos...pero no pensamos que sería así - de hecho, no había otra forma de que fuera, pensó la chica - Beni-sensei nos ha traído aquí, o es asumimos - mira a Chris, realmente ni ella puede saberlo - ahora... estamos intentando saber a donde ir, creo que iremos a las Cuevas, buscando a Beni-sensei, pero... pedimos que si no fuera mucha molestia... nos oriente... y nos ayude... no buscamos hacer mal, sino... poder entender lo que sucede y saber a donde ir, también tranquilizar a los que no saben lo que sucede - sigue en la posición reverencial, y de hecho, se arrodilla delante de él, inclinando su cabeza hasta tocar el suelo. Ella, como shintoista, sabía de todas estas costumbres sobre todo con los espíritus, quizás por eso era una Kitsune.

Cuando pararon, se centró en atender la petición de ayuda del fornido Benjamin.  Fornido, atento y amable, tenía un aura de sosegada preocupación, de atenta seguridad que hacía muy fácil el confiar en él.  Era tan fácil el empezar a aceptar esta locura cuándo él la explicaba.  Miró durante un instante a la joven durmiente: sin duda era una chica afortunada.

- Gracias, señ ... digo Bejamin. - se rindió al saludo.

Tras ello, escuchó las palabras de apoyo de Makoto, mirándole fugazmente mientras asentía para convencerle que las asimilaba.  No tuvo tiempo a más, pues Erik y Roxanna empezaron a hablar de 'poderes'.  Era el "elefante en la habitación" que estaba a punto de hacer sonar su trompa.  Se limitó a oír lo que dijeran, aunque en el fondo le gustaría no saber nada sobre ello.
 

Cuando aparece el lobo, me estremezco un poco. No es la primera vez que veo uno, pero desde luego nunca había visto un tan grande y de aspecto tan extraño. Después de mirarlo fíjamente unos segundos veo que Rina se inclina y me mira. Giro rápidamente la cabeza hacia ella, luego hacia él y me inclino torpemente. ¿Por qué tengo que hacer un saludo japonés? ¿No estamos en Europa? Bueno, qué más dá.

Entonces llega una visión. No me gusta nada como me hace sentir. No me gusta nada. Cuando cesa, se me encoge el estómago. Comprendo que se cabree por meternos en su bosque, pero hemos sido arrastrados sin aviso. ¿Qué clase de amenazas son estas, joder?

No obstante, yo me callo y dejo que la experta hable. De hecho, me parece prudente imitar todos sus movimientos, cosa que hago, aunque con obvia menos gracia que ella. Estúpida mierda humillante, pienso mientras estoy de rodillas ante el maldito bicho.

La criatura la cual sobre sus cuatro patas tenía casi la misma altura que Rina les sigue mirando fijamente, pero su voz se escucha en la mente de los dos:

• Chica zorro… la mujer zorro se marchó hace mucho tiempo… no quedan apenas humanos en este mundo…. Son muy pocos los que quedan y ninguno como vosotros… solo quedaba uno

El gran espíritu mueve la cabeza sacudiéndose y dice:

• Sois respetuosos… y tenéis esencias poderosas, vuestras almas y espíritus poseen un gran poder, pero como todos los hijos del mono tenéis el potencial para hacer el mal, los vuestros lo han destruido todo y nos roban lo nuestro, porque deberíamos permitiros estar en nuestras tierras….

Mira hacia el norte, después al este y finalmente añade en un tono cada vez más molesto mientras se acerca a los chicos arrodillados:

• Ella es diferente… ella protege la esencia, ella representa nuestra energía…dime chica zorro y tu mago… cual es el auténtico motivo de vuestra presencia aquí

Rina apretó los dientes, Beni no estaba, ya casi no habían humanos, lo que estaba descubriendo era alarmante, ¿y qué harían?, la chica  se mantuvo en la misma posición, sin comprender si se refería a ella cuando habló sobre "ella es diferente", pero no podía reparar en esos detalles, había un asunto peligroso, esa visión demostraba que todos estaban en peligro, y quizás, ella y Chris eran la última carta para evitar que sean todos destrozados por la amenaza que los estaba rodeando. Pero había algo peor, ¿quienes eran los nuevos?, no podía dar fe de ellos sin poner entre dicho su palabra, y sabía que para ella, su honor era lo más importante. Aquel espíritu estaba molesto, no había necesidad de escucharlo tan sólo, Rina podías sentirlo, y la atemorizaba. 

- so... somos... del pasado... nos han.. traído aquí... para evitar... la destrucción de la escuela, para continuar con lo que éramos, era esto, o volver a nuestra vida, y olvidar todo- comentó con deje de molestía, ella , por ser quien era, no tuvo esa oportunidad, no pudo largarse y seguir ignorante de lo que en verdad era. La ignorancia era un consuelo al que no tuvo acceso - no sabemos que ha pasado... y estamos atrapados, íbamos en busca de Beni-sensei, pero si ya no está, si ya no hay nadie... - tomó aire y levantó su rostro.

- señor, juro por mi propia vida que ninguno de los que están aquí hará daño, sino que si hay algo que podemos hacer para ayudar, lo haremos, lo juro por mi vida - impulsiva, incluso a sabiendas que no podía dar fe de lo que harían los desconocidos, pero si así podía salvar a los demás, no se podía dar muchas más razones. Rina quizás solo ganaba  tiempo, y contaba con aquello, además, no había forma de probar y dar certeza al guardián de que no buscarían hacer daño, y sólo se tenía a ella misma como forma de garantía. 

- esa es la verdad, de hecho, algunos de los que estamos aquí, ni saben por qué están, estamos perdidos... desorientados, con una misión que no sabemos como cumplir, pero que lo haremos, porque es lo que tenemos, por eso, por favor déjenos quedarnos, como dije,  no tengo nada con qué garantizar lo que decimos, sólo mi existencia, mi vida - la zorro habla desde la sinceridad, su abuelo le decía que la sinceridad podía ser sentida, el guardián podría hacerlo, rogaba a los espíritus que así fuera.

Veo en el gesto de Katarzyna como parece asimilar poco a poco su inexplicable aparición en ese lugar mientras, por otro lado, debe cavilar en cientos de dudas que probablemente estarán ahora bombardeando su cabeza.

Dudas que, cómo es lógico, eran compartidas por el resto. Y mientras ando pensando en esto, la joven de tez morena aparece cerca de mi quitándome de mi ensimismamiento.

-¿Disculpa...? - digo mirándola de arriba a abajo y sonriendo cortésmente. La muchacha sin duda era joven pero, incluso siendo así, era algo más alta que yo.

- Roxana - dije asimilando el nombre y fijándome en la chica; ella estaba temblando. Torcí un poco el gesto castigándome por no haberme dado cuenta antes. La sujeto del antebrazo y me acerco con ella dónde Erik se encuentra al ver que el cocinero se había percatado y estaba quitándose una prenda de ropa para cedérsela a ella. 

La pregunta de la joven es de lo más incómoda. Llega a hacerme dudar de mis propias palabras.

En ningún momento dije especiales... ¿o si? 

Sea por dudas, curiosidad o intuición, aquella chica pareció ir algo más allá y lanzó una compremetedora pregunta y con ella, de nuevo el dilema. Mentir no es una opción válida, es algo inconcebible para mi y va en contra de todos mis principios, sin embargo... creo que hablar abiertamente de aquello volvería una situación que estaba empezando a reconducirse en algo caótico de nuevo.

- Trata de mantenerte en calor - dije haciendo tiempo para meditar la respuesta.

- ¿Alguna vez has tenido la sensación de que andas por la calle y... te giras de repente por intuición y encuentras que alguien detrás tuyo se estaba fijando en ti? - digo rascándome el pelo - ¿Has soñado con algo que luego te pareció revivir? ¿Has pensado en alguien y justo en ese preciso momento recibes una llamada de esa persona?

Mir0 a Roxana, esperando que me responda.

- ¿Sabes lo que es una serendipia?

Se me da demasiado mal mentir como para intentarlo, así que traté de dar una respuesta que mínimamente pudiera mantener satisfecha la duda de la joven... por lo menos durante un rato. No sé si con demasiado éxito....

Seguimos caminando y vuelvo a mirar hacia atrás. Hace ya demasiado que no veo a Rina cerca. Sé que está con Christopher... pero por los motivos que todos sabemos, me preocupa.

Esta situación no me gusta un pelo. El bicho está cabreado. y sus noticias son una mierda intensa. ¿Que no quedan humanos apenas? ¿Sólo uno como nosotros? La noticia no debería sorprenderme en exceso, dadas las perspectivas que traía, pero no puedo evitar tomármela como un jarro de agua fría.

Intento no dejarme amedentrar por el lobo. Cuesta un huevo, así que aprieto los dientes y lucho contra el miedo. No es más que un matón, pienso, sólo que con los dientes afilados. Ni siquiera es un matón, es sólo un animal protegiendo su territorio.

Sigo callado, sin saber si debería intervenir. ¿Quién sabe que absurdo protocolo habrá que seguir para hablar cuando no has invocado tú al bicho? Supongo que bastará con el respeto, pero de momento me callo, pensando en que hacer en caso de que las cosas se tuerzan. Supongo que podría invocar al perro o al murciélago, o a todos los bichos que sepa invocar, y dejar que Rina huya y alerte a los demás. Así al menos Lia podrá salvalrse. Y yo...bueno, ya pensaré alguna forma de escapar, si la adrenalina actua corréctamente y no me fallan las piernas.

-gracias...- digo tras el amable gesto de Mako

asiento al escuchar los ejemplos, si todo eso me ha pasado es algo bastante comun. a todos les pasa alguna vez. de repente deje de entender.

-serendipia?.. no se que es eso... no entiendo... pero si entendi lo anterior, son cosas normales, a todos les pasa... no es especial. y si lo fuera, porque solo nosotros estamos aqui? porque no mas? esto es lo que no es comun... no lo entiendo aun...-

las pausas que se tomaba para hablar eran muy sospechosas. o bien no manejaba el ingles de la mejor manera (como seria mi caso) pero lo dudo. entonces me inclino por mi segunda idea, "הוא מסתיר משהו"*

El espíritu mira a los dos alternativamente entonces dice:

• Vuestras esencias me dicen que no mentís…pero no puedo fiarme de los humanos…de los hijos del mono…

El espíritu parece aspirar y expirar con fuerza y dice muy serio:

• Aquí nunca ha habido una escuela, el castillo del que hablas era un lugar de estudio y de exploración… ahí han morado seres parecidos a vosotros, y también ella, ella también vivió ahí, pero ahora….no hay nada ni nadie…. No tiene sentido proteger la nada…proteger lo que no existe o lo que no está puesto que no hay ninguna escuela

Mira a Rina y dice en un tono algo más calmado:

• Chica zorro tomare tu palabra, si dañáis el bosque no tomare tu vida, tomare todos tus recuerdos, vivirás sin saber quién eres, una muerte en vida que es peor que la muerte.

Acerca su rostro a Rina y esta nota un fuerte escalofrió, entonces termina hablando:

• Podéis continuar, pero no dañéis el bosque, os permitiré morar aquí pero en armonía con el bosque y recordad que no sois ella… pero ella es la última, y no debe perecer…deberéis jurar proteger y no dañar el bosque, porque si no perderás tus recuerdos….para siempre

¿ella?, ¿la chica?. La joven abre sus ojos, y siente mucho miedo, cuando aquel espíritu está tan cerca de ella, debe tragar saliva, ahora, sus recuerdos estaban en manos de esos desconocidos,  Rina pone un gesto de aflicción, mas no se arrepiente, sabía que era una posibilidad, miró a Chris, y  le dio seguridad con su mirada, sus ojos negros mostraba la certeza que era lo mejor.

- espere.. señor -  interviene - ¿quién es ella?, ¿dónde está? -  mueve su cabeza - la hemos visto en sueños, es la ultima de nosotros, o eso nos dijeron, es a ella a la que debemos proteger, la hemos soñado, todos - espera que le responda, aunque los espíritus son caprichosos.

me percato que no le agradeci al hombre al cual pertenece el abrigo. me siento avergozada y me giro hacia el. -gracias... perdon... todo esto es muy confuso, fui una maleducada, gracias por el abrigo.- le digo disculpandome. -es que entre la curiosidad, el miedo y el frio, gana la curiosidad, y mi atencion se centra solo en eso...- me encojo de hombros "ילדה תיפשה"*

Por mucho que le apeteciera olvidarse de todo y abandonarse al camino, a Katarzyna le dominó la compulsión de seguir escuchando.  Tras oír las confusas divagaciones del japonés, dio un paso, inclinó el cuerpo hacia Roxxana y Makoto, y dijo:

<HE> - Creo que ... - Tan solo sabía un hebreo básico, el justo para impresionar a israelíes de turismo en Grecia.
<HE> - Él ... evitar decir directamente que todos son especiales ... y tu también. - le costaba formar las oraciones
<HE> - Creo que él no saber que chica de Israel muy fuerte puede ser. - se lió un poco, pero creyó dejar el mensaje claro.

Se reincorporó, dedicando una mirada fugaz de complicidad a Makoto, como diciéndole que todo está en orden.  Luego la observó a ella.  Katarzyna deseó ser un poco más como ella: aún siendo tan joven, se veía tan indómita y a la vez tan hábil y capaz.  Hábilmente, desaceleró su paso para dejarles solos a los dos, por si quería hablar más.  Ello le dejó a la altura de Erik.  Aprovechó de nuevo el truco de hablar en otro idioma para ganarse el favor de su interlocutor:

<GE> - ¿Erik?.  El abrigo, ha sido un bonito gesto ... - Por suerte, el idioma alemán era mucho mas popular en su Polonia natal.
<GE> -  ... no me lo hubiera esperado de un alemán. - sonriendo, bromeó con la mala fama que los alemanes tenían en su país.
<GE> - Todo esto es una locura, debe ser todo un error. - Dijo, desesperanzada, sin esperar respuesta.

- Menuda movida... - Murmuró mientras se ponía al paso del grupo, manteniendo un perfil todo lo bajo posible. No tenía la menor intención de llamar la atención de aquella peña que podía desaparecer o destrozar árboles con una mano. Una cosa era tratar con gente normal, pero aquello... No, ya lo había dicho el japo, eran especiales. Vaya tela.

Había pensado que no eran peligrosos, pero joder, nunca había estado mas equivocado que en ese momento. Se sentía como si lo hubieran metido en una jaula llena de monos amados con automáticas, un mal paso y un tenía un agujero en el estómago. Por lo menos los ánimos estaban mucho mas relajados. La jugada del rubiales con el árbol había salido bien y se había cargado con un solo gesto cualquier iniciativa por parte de los nuevos de intentar tomar el control de la situación. Ole sus cojones, que los tenía cuadrados.

Con las manos en los bolsillos y una expresión indescifrable se dedicó a seguir a los demás sin intervenir en las conversaciones. Solo oír, ver y callar. Y sacar de todo aquello lo más que pudiera de cara a una escalada de problemas, que los habría. Porque si había entendido bien, aquellos chavales estaban de mierda hasta el cuello y tarde o temprano les acabaría salpicando a los demás.

El espíritu mira a Rina fijamente y dice:

• Ella…si es cierto que vuestra misión es protegerla lo averiguareis… ella es la última y será la última… su poder es su perdición y su carga es su poder….pero ella es la que nos mantiene….la que nos da vida y nos da muerte

En ese momento la voz del espíritu sonaba con respeto y dice:

• Ella es una niña…es demasiado joven e inexperta pero…ella es todo y nada para nosotros…ella es la esencia…nuestra esencia

El espíritu comienza a girarse lentamente para marcharse mientras su voz resuena:

• Marchaos, no os daremos caza por el momento, pero las bestias del bosque son libres y en su libre albedrio necesitan comer, y a diferencia de vosotros hijos del mono no matan por deseo matan por necesidad y en invierno hay mucha necesidad….pero os daré un aviso, hay seres en estas tierras que hasta las más fieras de las bestias temen… si vuestros deseos son puros tened cuidado con ellas y si vuestros corazones albergan maldad…que os den caza

Parecía que el grupo avanzaba a paso tranquilo. Al menos no había cundido el pánico y poco a poco se abrían. Bueno, a excepción del chico silencioso y la pelirroja. Había ayudado a ésta última a levantarse y caminaba con ellos, vigilando de lejos al grupo que atendía a Liz.

No es que no quisiera socializar, pero si un lobo atacaba por detrás al menos estaría ella allí para detenerle. Aun así no estaba realmente tensa y tampoco los vigilaba como si de un soldado se tratase.

Levantó una ceja cuando la rubia le habló a la morena con un acento raro. ¿No se habían dado cuenta aún de lo raro que era que todos pudieran hablar entre ellos sin problemas? Se aclaró la voz un momento para llamar la atención.

-Katarzyna... ¿cierto? Deberías saber que podemos entenderte...-le aclaró, puesto que parecía hablar con Roxana como si el resto no entendiéramos. Claro que Makoto evitaba decirlo, ya era suficientemente tensa la situación-Mientras estemos aquí, imaginad que hablamos un idioma común. Relajaos, no es nada especial-Salvo magia-Si os concentráis, hablaréis en vuestro idioma natal-luego dirigió una sonrisa a Makoto-Suerte para mí, si no habría tardado años en aprender japonés para poder desearle un buen día a Mako-guiñó el ojo a ambas chicas. Hablaba con un tono alegre, distendido.