Partida Rol por web

Si, te estoy escuchando, no te agobies.

Ahora voy para allá; pero no me gusta la oportunidad de que se nos adoben.

Si quieren venir muchos, elijo a bruce lee y a la pelirroja que asustaste y puede que Kurt, nadie más, pero si somos menos mejor que mejor.

Tras lo dicho por su hermana, Kya volvió hacia las cuevas con cuidado de no ser sorprendida por nada.

La chica camina por el frio bosque, realmente se sentía diferente a como era antes cuando fueron a aquella excursión, sentía que era mucho más peligros, mas frio incluso, pero realmente no sabía muy bien porque, la otra vez sospechaban que había lobos, pero ahora lo sabían, era la única diferencia aparente en el bosque, sin embargo, aquella sombra, aquella extraña sobra podría ser algo peligroso o sería algo que les ayudaría, realmente no lo sabía y eso podría ponerla nerviosa.

Kyara caminaba hacia la cueva, ya la podía ver cuando escucha algo, realmente no sabía si era el viento o alguien que le hablaba, era la voz de una chica, la voz sonaba parecida a la de la chica del sueño, estaba segura de que era la misma voz que con voz triste dice:

- No, marchaos...marchaos...es peligroso, no debéis estar aquí...podéis morir...dejadme...olvidadme

Si vienen muchos finge que te caes y que te has hecho daño y nos volvemos. Así de fácil y rápido pero dudo mucho que Lia y Chris estén por la labor de montar un superescuadrón de exploración, son normales, Kya.

Esto de estar aquí sola es de un aburrido... pero ahora que no hay nadie voy a probar una cosilla.

...

...

No tiene mucho sentido cantar para manipular las emociones ajenas sin un blanco que las escuche, ¿verdad? Qué cosas tengo... ¿Podrás rastrear lo que viste?

-¡¿Qué es peligroso?! -preguntó al aire con la esperanza de que esa voz, esa chica, la respondiera- ¡SI NO ME LO DICES NO PODRÉ AVISAR A LOS DEMÁS! ¡AYÚDAME A ENTENDERLO!

Kya, estoy escuchando la voz de la chica del sueño. Sigue repitiendo lo mismo de que no debemos de estar aquí y de que es peligroso. Puede que fuera ella a la que vi... ¿podéis daros prisa? Ya no se si volver a la cueva o intentar rastrear a la chica esta o de donde venga la voz.

Como q... no me jodas, Kyara. ¿Te está hablando la chica del bosque?

Joer, pues a mí me han dejado aquí esperándote... ¿Puedes comunicarte con ella mentalmente o sólo la oyes?

Tsk, pues a ver qué hacemos...

El silencio fue la respuesta que la chica obtuvo, el viento seguía soplando como una suave brisa, pero no obtenía mas respuesta

Vale, aquí no responde nadie a mis preguntas, por lo que o me lo he imaginado o se va y viene a mi gusto.

La oía como oigo a los demás...

¿Voy a acercarme a la cueva sin llegar a entrar vale?

Kyara renegó de intentar encontrar a esa chica, pues sabía que se la podían liar bien. Quería irse. Quería largarse para recoger lo que pudiera del castillo y su libro, solo por saber qué podría hacer con él.

Todos estaban perdidos menos ella, ella tenía unos objetivos a corto plazo para moverse.

Descuida yo estoy.... bueno, donde antes con los lobos y tal, en cuanto llegues a mi nivel te acompaño hasta la cueva, a que entres un poco en calor.

Si Lia y Chris no salen porque les han abducido ahí dentro tendremos que ir solas.

Salimos nuevamente al bosque, sintiendo el cambio de temperatura en cuanto entramos en la espesura. Trato de dirigirme a la zona en la que nos enfrentamos a esos lobos, el mejor punto desde el que empezar a buscar.

No sería mala idea aprovechar para ir conociéndonos un poco mejor, ¿no creéis? -Comienzo a decir mientras me fijo también en los matorrales y las ramas de los árboles, buscando algo que podamos emplear para esas lanzas. Hablo en un volumen prudencial, no susurrando pero tratando de no alzar demasiado la voz- Comenzaré yo. Me llamo Benjamin Foster, aunque suelen llamarme Ben, y soy de Winsconsin, Estados Unidos, de un pequeño pueblo cerca de la frontera canadiense, Eagle River. Cuatro casas y menos expectativas. -Sonrío al recordarlo, lo mucho que me aburría aquello, las ansias de conocer mundo, y mira donde estoy ahora- Madre enfermera criando a un hijo en solitario, padre desaparecido... Estudiar y trabajar para echar una mano en casa... Cuando me invitaron a pasar unos días en un castillo con la excusa de conocer mi verdadera naturaleza era la primera vez que salía del estado, la verdad. Luego vino todo este rollo de ser un dragón, y tal. Descendiente del Gaasyendietha canadiense, por lo visto. Y bueno, he dejado seres queridos atrás... -Mi madre y mi mejor amigo Jeremy, en realidad, no mucho más- ...pero conocí a Elizabeth, y he hecho amigos por el camino. -Le lanzo una mirada cómplice a Makoto. En realidad, solamente él y Rina se han ganado entrar en esa categoría. El resto del grupo con el que estábamos en el castillo... Digamos que una cosa es lo que parecían al principio, y otra lo que resultaron siendo. Y una vez aquí, tampoco es que se hayan molestado en disimularlo desde el primer momento.

Katarzyna salió algo después que Ben y los demás.  Cruzó los brazos como respuesta a un frío que le impactó en la cara aunque, por fortuna, su ropa (característica de un invierno en Polonia) le resguardaba sobradamente.  Observó fugazmente a los "aspirantes a cazadores", desviando la mirada rápidamente hacia arriba, viendo como los rayos de sol permeaban tímidamente las copas de los desnudos árboles.

- No dudo que seáis buenos cazadores, pero de ropa vais ligeritos.  -  dijo con la mirada aún perdida en el bosque.
- Concentraos en la comida, nosotros recogeremos ramas caídas por la nieve.  -  miró a un suelo característico de un invierno.
- Y usaremos mi impermeable para coger nieve y que se vaya descongelando con la superior temperatura de la cueva.

No añadió mas, ellos harían lo que quisieran.  La agresividad y la beligerancia que le había ido gobernando en la cueva fue poco a poco enfriándose, quizás por el clima, quizás por otra cosa.  Aún así, se sentía totalmente distinta.  Algo más alejada y mucho menos dependiente de otros, y más segura de si misma.  Esto chocaba con lo que siempre había tratado de ser aunque, en estos momentos, ese sentimiento le proporcionaba una dulce calma y una relativa seguridad muy reconforntantes.

Kyara optó por ir a buscar a su hermana, por lo que se dirigió hacia la entrada de la cueva hasta que pudo verla, sin prestar mucha atención a la gente que entrara o que saliera.

 -Al menos os invitaron al castillo... -Comento tras su presentación extendida con los brazos cruzados y los hombros bajos para mitigar el frío. -Y tienes a alguien que te apoye...

 Miré a la polaca con envidia tras su comentario sobre la ropa, ojalá yo tuviera ropa así. Soy la siguiente tras Ben en presentarse, buscando distraerme con esto de todo lo que está pasando.

 -Yo soy Victoria Silva, Vicky... Me crié en un pequeño pueblo de Bolivia llamado Mineros con mis padres, que tenían un bar, y mis cinco hermanos.- No tenía ganas de hablar de mi vida, pero así evitaría el temblor de la mandíbula inferior, y tendría la cabeza ocupada con algo. - Vivo en la capital boliviana desde los 16 y trabajo, eh... Trabajaba de asistenta en una tienda, y de modelo solo unas pocas veces... Y... Supongo que he dejado a muchos atrás con todo esto, prefiero no darle muchas vueltas. -Una ya se siente bastante sola entre tantos desconocidos, despertando para colmo sola en la nieve... Me guste o no, esto, ellos son todo lo que tengo ahora, lo único que tengo.-

 Miré a los lados tratando de disimular mi tristeza, haciendo como la que otea los alrededores en busca de algo para comer, pero sin prestar especial atención en realidad, pensando en mis cosas. Hablar no me ha sentado tan bien como yo pensaba por lo que parece.

Ben y Victoria se presentaron por iniciativa del primero. Lo poco que habían dicho sobre ellos y sus familias y la expresión de sus caras cuando lo dijeron fue más que suficiente para que T.J. sintiera un nudo en la boca del estómago. Se lo comía la envidia. Puta vida, joder, puta y desagradecida vida.

- Me llamo TJ Evergreen - Dijo arrastrando las sílabas y alzando la mano derecha como se hacía en las reuniones de Alcohólicos Anónimos. - Mi padre es un hijo de puta y mi madre una mierdas. Mi infancia fue una mierda, vivo en una casa de mierda, en un barrio de mierda, en una ciudad de mierda. - Dijo sin disimular la rabia que sentía.

Iba a añadir algo más pero se tragó las palabras cuando aparecieron Kat y Erik. Bastante humillante era ya tener que llegar a ese punto de confianza, pero lo era mucho más con tanto público. Escupió sobre la nieve y se metió las manos en los bolsillos, girando la cabeza para mirar cualquier otra cosa. Apretaba la mandíbula con fuerza para evitar que le temblara, mas por la rabia que por el frío.

- Claro que vamos ligeros de ropa - Dijo, volviéndose hacia Kat - El hijo de puta que nos trajo aquí se aseguró de hacerlo con lo que solemos llevar puesto. - Abrió los brazos para que se viera bien su outfit: deportivas de skater con parte de la suela despegada por un lateral, pantalones vaqueros gastados, camiseta sin mangas amarillenta y camisa de cuadros rojos desteñida - Y no veo un puto WalMart por ninguna parte en el que agenciarme un abrigo. - Bufó.

- Tu turno, Makoto. Y abrevia que podamos ir a por comida.