Partida Rol por web

tras esuchar lo dicho por Liz me incorporo, ella dijo "depende de ti, no me nesecitas".

me alejo del grupo. -muy bien todos, lo intentare, esta vez con, como diria peter pan "alegres recuerdos" pero solo por si acaso, me alejare de ustedes, Liz lamento ponerte en esta situacion pero por favor, vigilame.-

tras ello me cierro los ojos y me concentro en todos mis mas alegres recuerdos. salidas con mis mejores amigas, campamentos en la playa, mi primer beso, recuerdo de infancia.

Liz se disponía a probar algo, para lo cual se concentra, la chica cierra los ojos mientras piensa en Ben, en lo que estará pensando y sintiendo, sin embargo, algo sucede, no es capaz de verle siquiera, no es capaz de contactar con él, se siente realmente cansada, incluso mareada, puede que sea la falta de alimento, o puede que sea el haber usado demasiado sus poderes, pero no puede evitar tener que agarrarse a algo si no quiere terminar en el suelo.

Mientras tanto todos pueden ver como la misma miasma que rodeaba antes a Roxana aquella vez comienza a rodearla, pero esta vez parece diferente, no está extendiéndose por todas partes como antes, se queda a su alrededor, concentrada y rodeándola, Roxana siente además como si fuera capaz de manejarla, de liberarla de su alrededor cuando ella quisiera o como ella quiera

abro los ojos, algo asustada, y miro a mi alrededor. me siento tan alegre de haberlo logrado que no puedo evitar dar unos saltitos de emocion. "podre hacer proyectiles de este humo pestilente? para alejar a algun animal o algo por el estilo, sin lastimarlo, puede ser muy util!"

miro a los demas llena de emocion -liz!! lo hice!-

Se había quedado media dormida, pero esta vez sentada, escuchando como voces lejanas todo lo que pasaba a su alrededor,  y de pronto, se quedaría dormida, y al despertar, vería a Liz pálida, desgastada a decir verdad, debió usar sus poder en exceso, pesó, y se acercó a ella, hasta ponerse a su lado, ayudándola a recostarse cerca de la pared. Ben no estaría muy contento de verla así.

- no debiste, - sonríe, y le ordena el cabello detrás de la oreja, La kitsune volvió a bostezar, había cuervo, ¿eso había escuchado?, pero había que desplumarlo y destriparlo.

- ¿hace lo mismo que antes la niebla? - le pregunta, quizás ahora podría podrir cosas, controlando aquel poder, claro.

Justo antes de hacer aquella prueba con mis poderes, Roxana nos informó de que trataría de volver a intentarlo ella sola, y puesto que la vi apartarse no me preocupó; tratando de hacerlo por si misma dudaba que se diera un efecto tan descontrolado como el anterior. Me pidió que la vigilara y le eché un vistazo, volviendo a mi búsqueda cuando me di cuenta de que lo conseguía y todo iba bien.

Al intentar contactar con Ben me resultó imposible, no sólo no funcionaba lo de detectar sus sentimientos, ni siquiera conseguí ver nada. Además empecé a sentirme realmente cansada, incluso mareada, casi cayendo de lado al suelo, si no fuera porque logré apoyar mis manos en este.

Escuché a Roxana exclamar mi nombre, contenta por su descubrimiento, pero lo oía realmente lejos. No estaba bien, y afortunadamente alguien se acercó a ayudarme, se trataba de Rina. Esta me ayudó a recostarme nuevamente sobre la roca.

Me dijo que no debí hacerlo, pero aun así me sonrió y colocó mi pelo, mientras me esforzaba en devolverle la sonrisa, resultando en una sonrisa leve con mis ojos entrecerrados.

-Ya es de noche… Tenía que ver si están bien… - dije despacio y posé mi mano sobre la de Rina, buscando su comprensión, y es que si alguien podía entender los motivos de mi sobreesfuerzo era ella.

sin poder detener mi emocion y felicidad le respondo a Rina -no tengo la menor idea! como puedo comprobarlo? esto es maravilloso! ojala pueda hacer algo mas que solo destruccion!-

Debido al total agotamiento, los ruidos de la cueva apenas mellaban el soporífero sueño de la joven polaca, pero éstos, combinadas con el duro, anguloso e irregular lecho de piedra hicieron finalmente que tuviera que girarse sobre si misma para acomodarse mejor.  Las manos intentaron agarrarse al impermeable pero, al no encontrar a éste, tuvieron que refugiarse en el grueso gersey.  Los sueños empezaban a brotar mientras un inaudible gruñido se escapaba, no se sabe si placentero por poder descansar al fin, o de protesta.

Tras un rato buscando el cocinero encuentra por el suelo de la  cueva unas piedras que tal vez puedan servirles, las examina con cuidado y se da cuenta de que si los trabaja un buen rato podrá usarlas como él quiere, pero, la compensara el esfuerzo? ya que iba a suponer un buen rato de esfuerzo físico

Sólo destrucción, la kitsune se encogió de hombros, ella sabía de eso, ¿algún día dejaría se sentirse tan culpable?. Soltó un sonoro resoplido, sentí sed, y el sueño la mantenía distraída, mirando se reojo a Liz, ambas habían llegado a sus límites, no eran muy útiles ahora.

- pues... no sé... - se encogió de hombros - mejor lo descubrimos mañana, afuera, ¿te parece?, ahora está oscuro...- si había caidó la noche, y Makoto, Ben y el resto no volvía aún, miró hacia la puerta, ¿estarían bien? ¿regresarían?. Hambre, las tripas suenan de nuevo, y comenzaba a doler la cabeza - ya deben estar cerca - se auto convence, con un aire de  duda, y luego mira el fuego, el cuervo, ¿valía la pena?.

- el fuego no será eterno...- musita en voz alta,  y de hecho hacái que el lugar se volvía más sofocante, por el calor y el humo,el dolor de cabeza se hizo mayor, luego el mareo - tengo.. que... - se levantó de golpe, y salió casi corriendo fuera de la cueva, tambaléandose, sentía arcadas, y como si una pelota de grasa se le hubiera formado en la garganta. Asco.

Empezaba a entrarme sueño. Se hizo de noche, pero seguía teniendo hambre y no me gustaba que no hubiesen vuelto ya. Tal vez los del castillo se quedasen allí, pero al menos mandarían un mensaje. Pero los que estaban cazando...

Vi a Roxana usar su poder, la verdad es que daba un poco de miedo acercarse. Existía la posibilidad como habían dicho antes de que tuviese diversos efectos pero, no me parecía oportuno tentar a la suerte.

-Que bien que ya puedas controlarlo mejor.

Miré el fuego cuando Rina se fue, para comprobar como estaba y luego miré al resto.

-Cerraré los ojos un rato, si me duermo y los otros regresan con la comida despertadme sin problema.

Poco a poco se hacía de noche. Con la espalda aún pegada en la pared de aquella cueva y abrazada a sus piernas, la pelirroja miraba el crepitar del fuego. Un largo suspiro de frustración se escapó de sus labios, sin duda era el día más extraño y largo de su vida. Se sentía muy inútil, todo se lo habían puesto por delante desde bien pequeña y esta vez no era distinto. Hambre, sed, sueño... si estuviese sola se la habría comido los lobos o a saber que cosa.

Entonces miró a Roxana, ella había tenido la determinación de echarle valor a esta situación y ahora podía "controlar" su poder. Quizás ella también debía esforzase, pensó. Después observó a los otros que estaban durmiendo, estaba cansada, pero no podía conciliar el sueño y menos en un lugar así. Suspiró de nuevo, no estaba echa para la supervivencia. 

-Siento... siento no ser de ayuda-  comenzó hablar en voz baja, para no molestar, mientras se acariciaba un mechón de su pelo nerviosa- me esforzaré para ser útil - frunció un poco los labios, si tuviese su arco, quizás podría ayudar a defenderse de lo que hubiese fuera. 

Había conseguido el tipo de rocas que necesitaba; estaba cansado pero sabía bien que la necesidad de gastar sus energías en armar un pequeño cuchillo o herramienta con filo sería de gran utilidad, tanto para él como para el grupo.
- Espero no hacer mucho ruido - pensaba, pero bueno si se quejaban, tarde o temprano le agradecerían por su manufactura. Acto seguido comenzó a golpear y a tallar la piedra de forma lenta y segura. No quería apurar el proceso, ya que deseaba lograrlo con éxito.
"CRAC - El sonido de la roca que se iba quebrando sonaba con fuerza. Cada tanto Erik miraba hacía atrás para ver si molestaban los ruidos. Otro ruido seco de golpe, y el cocinero observaba el fragmento que iba tomando forma lentamente.

De pronto, Rina me parecía estar excesivamente tranquila.

¿Mañana? ¿Cómo que lo descubriremos mañana?

Esta se puso en pie de golpe y salió de la cueva, sin apenas darme tiempo a reaccionar. Me encontraba cansada, ya no sólo por el uso de mis habilidades, el hambre y el estrés, sino por la hora que debía ser ya.

Algunos descansaban o lo intentaban, mientras otros como Erik trataban de hacer algo productivo, cosa que seguramente también le ayudaba a mantenerse sereno en tal situación. Le sonreí al verle mirar hacia atrás, buscando si molestaba a alguien, y es que en estos momentos todo lo que supusiera ruido o movimiento me venía bien.

A pesar del cansancio no quería dormirme, no mientras los demás estuvieran fuera. Seguramente el agotamiento terminara por hacerme caer, pero mientras pudiera quería aguantar. Me levanté con cuidado, sin pedir ayuda a nadie, ya que no quería molestar a quienes parecían descansar tranquilamente, ni molestar a Roxana, que en su entusiasmo ni se había percatado de mi casi desvanecimiento.

Me puse en pie, cogiendo mi chaqueta y después la de Rina, avanzando con cuidado hasta la salida, para alcanzar finalmente la entrada.

"quizas no es buen momento para experimentar, las chicas no estan bien... deberia ver que les susede... quizas pueda ayudar."  reabsorbo el gas, no era el momento adecuado. entonces recuerdo, Rina se durmio antes de que Liz volviera con la nieve, ella no tomo nada. me acerco al monton de nieve limpia que estaba cerca del fuego "esta debe estar mas derretida que la de afuera". miro a todos -ire a ver como esta Rina y Liz-