Partida Rol por web

Al salir tras el rastro de mis compañeros me topo con el misterioso pelirrojo.
Muy buenas señor, si la verdad que el tiempo acompaña. Por cierto, ¿no habrá visto usted a un grupo de enanos? Voy en su busca temiendo por su vida. Son mis hermanos.- comento al desconocido por ver si tiene información de Kramghat y los demás.

Malamente debo decirle que no he visto a sus hermanos, deben de ser los señores que salude ayer en taberna.

Teme usted que este en algún apuro, ¿tan temprano?

El hombre, había relajado su sonrisa, y su tono era algo más serio. Aunque no del todo. No quería ofender a aquel enano, pero de verdad era muy temprano para haberse buscado problemas, y mucho menos tan cerca de la posada.

No se si estarán ya en apuros, pero llegarán a estarlo. Uno de ellos es muy testarudo y sabe que me necesita para sobrevivir, pero su ego no le permite reconocerlo.

Bueno, solo conocí a dos enanos ayer, y solo uno de ellos daba la impresión de ser testarudo, así que creo saber de quién me habláis.

La sonrisa volvió a la cara de Aramis.

¿Tenéis idea de a dónde pensaban ir? Quizás pueda indicaros o guiaros hacia dicho lugar.

El humano levanto la cabeza, y echo un vistazo a su alrededor. Si bien era cierto que no era precisamente un rastreador, y no podría seguir las pisadas de nadie, no era menos cierto que conocía la zona, y los caminos principales. Si no hacia mucho tiempo que se habían marchado, era probable que pudieran darles alcance.

Luego medito un segundo, necesitaba una aventura remunerada, y estaba claro que buscar a un grupo de enanos no lo era, pero que demonios, ya cobraría otro día. Ayudaría a aquel menudo ser.

Por lo que me comentaron en la posada ayer el testarudo tenia intención de derrotar a unos trolls que hay en la zona con los hijos de los posaderos. Por eso se que están en peligro, no podrán sin midigo de manera concisa

Aramis casi se puso serio tras escuchar las palabras del enano. Lo medito un segundo, luego contesto.

Pues empecemos la búsqueda, me consta que los Trolls no son precisamente fáciles de derrotar.

Ya con la macha abierta. Volvió a preguntar el nervioso enano.

Imagino, que esos abyectos enemigos, son en parte, los que secuestraron al hijo de Rubb, el posadero. Se supone que ya habíais acabado con algunos de ellos, no es cierto.

Los bueyes comenzaron a tirar de las cuerdas, que se tensaron, bajo el empuje del látigo de los Grum. Los enanos se colocaron en la piedra para ayudar empujando. Poco a poco comenzó a moverse la piedra y a dejar ver la entrada de la cueva. La sensación de los enanos es que apenas estaban haciendo fuerza para mover la piedra.

     -- Venga compañeros ya casi esta,  animo mientras sigo empujando la piedra, estad atentos no quiero que nos sorprendan... digo mientras miro a mi martillo que esta a mi lado por si fuese necesario su uso...

Las palancas de madera crujieron con el esfuerzo inicial, pero parecía que los cálculos de Kramghrat había sido correctos. Esperaba con ansia que la piedra rodase hacia dentro para dejar pasar la luz del sol a la lóbrega madriguera, tenían que rescatar a Kraner antes de que fuera tarde.-¡En cuanto se abra Olaf conmigo, el resto a cubierto a los lados junto con los animales!¡No quiero héroes!.-grito en Oestron para que cada cual supiera lo que hacer llegado el momento.

La gran roca deja paso a la entrada de la cueva, de unos cuatro metros y medio de altura, que se encuentra bastante por debajo de la cima de la colina. Un pasillo se abre y comienza a iluminarse con la retirada de la cueva. Al dejar de sonar el ruido de la roca moverse, podéis escuchar como algo al final del pasillo se mueve rápidamente. El olor que sale de la cueva es rancio y pesado.

Todos los allí presentes se quedan petrificados menos los dos enanos, que parecen dispuestos a adentrarse en busca de su compañero.

Como bien dices cierto es que ya acabe con uno de ellos. Por eso estoy preocupado, se de lo que son capaces de hacer esas bestias. Y como conozco a mis compañeros será su tumba si no les ayudo. Me gustaría que te unieras a mi, cualquier ayuda por estos parajes es bien recibida. ¿Qué me dices?- comento al compañero que acabo de conocer sin que perdamos mucho tiempo ya que no se como están ahora mis hermanos y si necesitan de mi ayuda.

     -- Recojo mi escudo y martillo y me encamino hacia el pasillo como me indica Kramghrat, intentando detectar que hemos escuchado, además de ver en la penumbra si hay alguna huella reciente...

Si, si, te acompaño. Pero puedes ver que no soy un guerrero, poco más que alumbrar tu camino puedo hacer yo.

Aramis volvió a sonreír, y tras conseguir unas pocas indicaciones de Thorin, pues así se llamaba el guerrero enano, abrió la marcha hasta la zona de la cueva de los troles.

Kramghrat lanzó un par de antorchas dentro de la cámara en lugares estratégicos, no para ver el interior, eso a su aguda vista enana le daba igual; sino para ir atrayendo o asustando a los trolls supervivientes.-Grumms id al hoyo de atrás, atad a los animales. No entréis dentro por nada del mundo, pero tirad toda la leña al interior y luego le pegáis fuego. Matholuich ayudales.-con el escudo y martillo en ristre se giró hacia Olaf dando a entender que estaba preparado. Le indicó con la cabeza avanzar uno por cada lado. Poco a poco con paso cauteloso y a la defensiva ambos enanos fueron adentrándose en la cueva de los trolls.- Entramos y sacamos a Kraner el resto es secundario, si lo ves cógelo y yo te cubriré.-sin más entraron llamando a Kraner a gritos, el factor sorpresa hacia tiempo que se había perdido. Kramghrat calculaba mentalmente lo que tardarían en volcar la leña y arrancar el fuego, la cuenta atrás para salvar a enano comenzaba ahora.

Camináis por el Gran Camino del Este en esta mañana temprano, cuando por el camino, os vienen de frente unos viajeros con alforjas y bastones de olivo. Claramente son norteños por su pelo rojo, barba tupida y porte alto. Los tres caminan con paso rápido pero no acelerado. Cuando llegan a vuestra altura os brindan un leve saludo con la cabeza y continúan si viaje.

Rápidamente, el norteño y los Grumm corren loma arriba hacia el agujero por donde el pequeño de ellos fue rescatado por los valientes enanos. 

El pasaje desde la entrada lleva a  una caverna sombría y pestilente. Os extrañáis como unas criaturas pueden llamar a esto hogar. Hay cuatro jergones enormes, uno a vuestra derecha, cerca de la entrada, otros dos en la pared de la izquierda y otro en frente de por donde habéis entrado. Podéis ver un pasaje justo entre ese jergón y el de la izquierda, que se adentra más aún en la cueva. Un riachuelo recorre la parte derecha, viene de un pequeño pasaje que se abre a la derecha, a continuación del jergón, lo cruza, continúa por la pared y se pierde por otro gran pasaje que se abre. 

En esa zona, podéis observar que es el lugar donde cuatro trolls suelen dormir, comer, beber y fanfarronear. Hay un fuego encendido en medio, que ilumina la sala y hace inútil la existencia de las dos antorchas que Kramghrat lanza. Un agujero en el techo permite que salga el humo, agujero que no habéis visto con anterioridad. Esparcidos por el suelo de la cueva se ven botellas vacías y rotas, y muchos huesos. Y sobretodo, el cuerpo de Kraner despedazado. 

Tres trolls tienen sus armas en las manos y andan de un lado para otro en la zona esperando vuestra llegada. No se arriman a donde estáis porque aún estáis protegidos por la luz del sol que entra de la entrada. Pero os gruñen y os amenazan. Avanzan unos pasos hacia vosotros y luego retroceden. 

     -- Kramghrat, poco podemos ya hacer por Kraner, quizá es el momento de retirarnos, cuando estos entiendan que su vida esta en juego supongo que se pondrán muy furiosos y nos superan en numero, debemos calcular para poder bloquear también esa salida del techo...  comento en Khuzdul, mientras espero atento a las reacciones de los Trolls

-Sal, bloquea la chimenea y avisa al resto de la situación. Yo los distraeré para que no se fijen en vosotros.-le comentó a Olaf

     -- Camino hacia atrás sin perder de vista a los Trolls hasta que estoy lo suficiente cerca de la salida para girarme, corro hacia afuera y le indico al mayor de los Gumm,

   -- Coloca las palancas por si hay que intentar bloquear la puerta con la roca, señalo al mas joven sígueme debemos bloquear una chimenea que hay por aquí busca ramas y piedras, lo más rápido posible, Matlouich hay tres Trolls y no les hemos sorprendidos estate atento, baja a ayudar al chaval...