Partida Rol por web

- Entendido...con la crueldad me es suficiente... - digo con una sonrisa siniestra enseñando mis colmillos.

Miro al resto a ver que dicen o deciden hacer. Yo por mi parte seguramente torture o haga algo peor al cazador. No me gusta que me suelten hombres lobo que quiera comerme...y este lo ha hecho.

"- Cr... creo que habría que t... tener cu... cuidado con el cazador, Bram- le digo a mi compañero al escuchar sus palabras-. El está con l... los lupinos, lo vimos anoche moverse entre e... ellos muy displicente".

Agacho un momento la cabeza, poniéndola casi al nivel de mis hombros. Observo mis pies juguetear... "Me gusta hacer esto, me distrae en estos momentos de tensión. Es que es muy divertido, sólo mirar el pie ir de aquí hasta allá, haciendo esas formas... llega la pierna al máximo y vuelve para generar esos dibujos en el aire... y las formas en el suelo, acompañan y mucho, y dan formas extrañas que terminan creando un lienzo que nadie ve... pero ahí está, presente ante la vista del que realmente se interese por verlo. Figuras extrañas, tan extrañas que no tienen figura... Yo recuerdo un pintor que hacía figuras así... fue, ¿en qué año?... bueno, no recuerdo, pero tal vez vi algún cuadro en casa, al despertarme... ... ... Esa uña se ve extraña... ¿¡Eh!?", divago por un momento y levanto la vista para ver a la princesa.

"- Eh... yo... - mis ojos se mueven, divisando a los presentes en la sala-. Algo sucedió anoche, se... señora. No es po... posible que esos... p... perros apestosos entraran porque si- mi voz comienza a cambiar de un tono cordial a otro más seco e irritante-. Alguno de los vagos que estaba afuera debería, por lo menos, esputar alguna que otra cosa... algo debe haber visto o, aunque sea, olido- agrego".

Observo a Bram un momento y luego al príncipe. Hay algo que nos incomoda, que sabemos, pero que no podemos decir como si nada. Uno de los justicars presentes podría ser el jefe del cazador, lo que supondría que si abrimos la boca más de lo necesario, seríamos presa fácil.

"- ¿Se han tomado medidas de algún tipo que afecten a los lupinos cercanos, algún idiota se ha pasado de listo llamando la atención de cazadores, el Sabbat ha estado metiendo las narices más de lo debido?- pregunto-. O sea, pueden resultar estúpidas las preguntas, pero es preferible cubrir cualquier detalle, por idiota que parezca... los datos siempre son importantes... el tiempo también. Por cierto, y en relación a lo que consultó Bram... si hay algún Sabbat metido en esto... o cualquier otro- expreso al pasar-... imagino que el amaranto estaría por demás justificado -menciono con una leve sonrisa en mi rostro".

Los justicar se revuelven inquietos en sus asientos y uno de ellos de hecho suelta una exclamación. Teresa los mira a todos con dureza.

- El amaranto jamás estará justificado en mis dominios. En ese aspecto seré inflexible. Puedo permitir que arrojeis al culpable desde el Big Ben y que muera destrozado al caer al suelo de la calle, pero cometer los actos impios de la doctrina de los salvajes eso nunca. Los guardias de la puerta fueron brutalmente asesinados y es una lastima. Eran buenas personas y defensores capacitados. El ataque nos cogió por sorpresa a todos. Y en lo referente a las investigaciones ahi es donde entrais vosotros. Gabriel ha solicitado el favor de Londres para ayudarlo con su pequeña ciudad. Y nosotros estaremos encantados de ayudarle a recuperar su dominio, pero antes teneis que ayudarnos a nosotros en esto. Nosotros tenemos mucho trabajo que hacer, por que esta claro que alguien .- mira a los justicar.- me ha traicionado. Y el culpable morira en el plazo de seis dias.

- ¿Decretáis entonces una caza de sangre al traidor? - pregunto aunque ya conozco la respuesta.

En cuanto la decreten oficialmente podremos terminar con cualquier enemigo que se interponga, la violencia estará justificada y la crueldad será necesario y ahí es donde entro yo. No soy un buen orador, prefiero expresarme con mis actos y sobre todo con mis garras. El amaranto no me interesa, ya lo he cometido y por suerte mi aura purgó mis pecados hace años. Prefiero lograr aterrorizar a mi enemigo y causarle el máximo dolor posible. Le arrancaré las tripas al causante de todo esto y si no puedo me llevaré por delante a todo cabrón que intente jodernos. Sobre todo si es Sabbat, hace tiempo que no me divierto con ellos...y ya es hora de que destroce algunas cabezas...aunque claro necesitaré ayuda y para eso están mis compañeros.

- No. Lo quiero vivo y sin un solo arañazo. - Teresa se vuelve a sentar en su sillon.- El placer de la tortura es mio por derecho.

Aprieto los dientes. Mi idea era matarlo, pero esta cabrona manda y no quiero perder mi cabeza por cargarme a un tío. Así que asiento a regañadientes indicando que acato la sugerencia.

Bueno me cargaré a los que le ayuden y punto...podré ser cruel con ellos... 

Aunque sin caza de sangre no va a ser tan divertido. La verdad es que preferiría la caza de sangre, es menos engorroso de explicar porque le estamos rompiendo la cara a un vampiro para lograr información.

"- Pff... al fin y al cabo esto tiene más contras que pros... aburridos- susurro observando a Bram".

Observo con mirada cansina a mi compañero. Mi labios bailan mordiéndose unos a otros... trato de concentrarme pero hay algo que me molesta, algo profundo, tan parecido y distinto a mi, es molesta... Pero por ahora ahí quedará... esto de las cazas de sangre me llama más la atención a mi que a ella...

"- ¿Y con el humano qué?- pregunto-. ¿Es comida o también hay que traerlo fresco... o lo más fresco posible?".

Teresa relaja el gesto al oir mencionar al humano.

- En circunstancias normales diria que es sólo un humano, pero éste es especialmente peligroso. Andaos con cuidado y cuando lo tengais y obtengais la información que necesiteis de él, matadlo como os plazca. Si alguien os dice algo, responderá ante mi de manera directa.

Sonrío al escuchar que por fin podemos mata a alguien. Joder ya empezaba a pensar que estos vampiros de las islas eran osos amorosos con colmillos. Por fin podemos hacer algo divertido. Noto como mi bestia se relame al escuchar que podremos matar.

- Bien... - respondo simplemente ante lo que nos comenta la "jefa".

Miro a Kiyu y sonrío. Esto puede llegar a ser divertido y el viaje habrá merecido la pena.

Abro mi boca, sonriente, y comienzo a pasar mi lengua repetidas veces por mis colmillos. Miro a Bram y levanto mis cejas demostrando mi conformidad ante las últimas palabras de Teresa.

"- Al fin podemos hacer algo- le digo-. ya empezaba a disgustarme esta situación".

Miro a Teresa un momento. Mis parpados comienzan a caer, descansados, hasta llegar a la mitad de mis ojos. La sonrisa comienza a volverse temblorosa y a desaparecer de a poco.

"- ¿Qué es lo q... que sabe... mo... mos hasta ahora? ¿Se... se ha descubierto a... algo sobre el extraño que en... entró anoche?- pregunto casi dubitativa a la princesa".

Teresa se recuesta comodamente en su butaca haciendo un gesto con la mano a uno de los justicar. Un hombre de unos cincuenta años aparentes se levanta y comienza a hablar con una voz suave y melodiosa.

- Hubo un fallo en los sistemas de seguridad 10 minutos antes de que llegasen los lobos. Estaba todo planeado por lo que parece ser. Las cámaras de seguridad del exterior empezaron a dejar de funcionar, emitiendo una señal falsa que nuestros vigilantes no fueron capaces de diferenciar. Los monitores ya no emitieron lo que grababan las cámaras sino algo que habia sido grabado previamente y que dejaba ver claramente una calma que nada hacia sospechar un ataque. No tenemos registros de que haya hombres lobo por la zona. La ciudad y varios kilometros a la redonda son peinados diariamente por varias escuadras de soldados y nunca se ha visto ninguno.

El hombre cincuenton se sienta de nuevo y uno con peinado de marine se levanta.

- Es lo que nos hace pensar que alguien les ayudó, alguien que sabia que ayer habria reunion con principes, alguien de dentro los alertó y es lo que se investigará a fondo.

- Un topo... - murmuro

Si hay un topo que supiera de esa reunión la cosa se complica. Puede que esté presente en esta sala y pueda seguir nuestros pasos. Va a ser una aventura movida, mi especialidad sin duda.

Tendremos que trabajar duro...y andarnos con ojo...

Me quedo en silencio esperando a que termine la reunión. Ya se todo lo que necesito saber, y creo que la malkavian también. Los demás no parecen opinar mucho eso es que lo han entendido todo, mejor así no tocará explicarlo.

- Puedo decir en nombre de mis muchachos que trabajaran lo mas duro posible, al igual que hicieron en Nueva York, para descubrir lo que haya ocurrido aqui y esclarecer los hechos. Y si sus señorias no tienen ningun inconveniente nos gustaria ponernos manos a la obra cuanto antes mejor.

Las palabras de Gabriel sonaron tajantes. Se ve que no le agradaba la chachara de esa manera tan genérica, donde cualquiera pudiera oir sus palabras. Era un investigador nato y no caeria en trucos tan viejos como en poner en aviso a su presa. Si habia un infiltrado debian empezar a trabajar cuanto antes.

Teresa habla de nuevo.

- Podeis partir con mi bendición y si necesitais cualquier cosa, este Eliseo, o lo que queda de él, os ayudara en la medida de lo posible.

Tras esas palabras los justicar se levantan de sus butacas y uno a uno comienzan a abandonar la sala. Finalmente Teresa tambien sale de ella.

Después de estar un rato reclinado en una esquina de la estancia absorto en extraños pensamientos algo le llama la atención , por fin se acabo la charla , siempre lo mismo , hablar y hablar hasta la extenuación , ahora nos toca a nosotros ... a nuestra manera , poco a poco se va enderezando mientras se acerca al grupo de sus compañeros.

Bueno por fin se acabo tanta cháchara , por donde empezamos ,tenemos alguna pista...

 Gabriel salió de la sala con un gesto pesaroso en la cara. 

- La situación es delicada. Por lo pronto vamos a ir a hablar con los encargados de seguridad a ver si podemos examinar un poco a ver si logramos identificar por lo menos al cazador. Los hombres lobo se esconden con facilidad y de todos modos, son muchos como para ir nosotros sólos. Necesitariamos una fuerza de ataque muy numerosa para eso y quebrantariamos las normas con toda seguridad. Asi pues si logramos descubrir algo podremos empezar a investigar por ahi. 

- Bien, veamos a ver que información podemos sacar aunque creo que no sacaremos mucha...si las cámaras fallaron...me da que no podríamos identificar al cazador... - contesto a Gabriel aunque más bien es un pensamiento en voz alta.

Camino a su altura aunque permito que el vaya delante, al fin y al cabo es el pase de seguridad para poder movernos libremente. 

 En los restos de la sala principal, cruzais una puerta flanqueada por dos hombres armados. Al veros pasar os abren la puerta, con gesto serio. Bajais por unas escaleras de caracol de piedra alumbradas por fluorescentes y veis la sala de seguridad. Allí varias personas trabajan como descosidos entre un monton de documentación y cámaras de vigilancia. Uno de los que estan allí trabajando os ve y os pregunta con cara de pocos amigos. 

- ¿Quienes sois y que quereis?

Gabriel se hace cargo de la situación y tras hablar con él durante un momento ( bla bla bla) os dejan estar allí. 

Gabriel os dice:

- Vale, podemos estar aqui si les ayudamos a reparar las cámaras de seguridad y a intentar hacer algo con los ordenadores que permitan reprogramarlos. Por lo visto fue un fallo de los sistemas de seguridad que desmanteló todo el sistema y tienen que volver a ponerlos en funcionamiento. Durante los próximos dias y hasta que esto no funcione en condiciones la vigilancia la harán los propios vástagos de la ciudad leales a Teresa. - Hace una pausa- Si quereis ayudar aqui quedaos y si no, os recomiendo que vayais fuera y os ofrezcais como vigilantes. Yo me quedaré por aqui para echar una mano. 

Reparar cámaras de vigilancia u ordenadores. No es mi campo sinceramente. Lo de vigilar es más de lo mío aunque prefiero acechar más bien.

Miro a mis compañeros y les pregunto:

- ¿Qué haréis vosotros?