Partida Rol por web

La Velocidad de la Sombra

Capitulo 2: El Guantelete

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05/10/2011, 20:20
Director

En la Estacion Oasis de Mar Sara...

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05/10/2011, 20:25
Bernelli

- Están acercándose, señora - susurró Bernelli con voz tensa. Era como si un sonido más fuerte pudiera destrozar de alguna manera el frágil momento y echarles encima la horda Zerg que se les acercaba lentamente - ¡Nos están cortando la retirada, Teniente!

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05/10/2011, 20:37
Teniente L. Z. Breanne

- ¡Cierre el pico, Bernelli! - le espetó Breanne - ¡No disparen, maldita sea! ¡Peaches! ¿Es que no puede hacer funcionar ese trasto?

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05/10/2011, 20:40
Teniente L. Z. Breanne

El enemigo se estaba acercando muy lentamente al lugar donde los marines se encontraban. El muro purpúreo de Zerg, cuyos rostros esbozaban horripilantes sonrisas metálicas, arañaba el aire con las garras, anticipando ya la captura de la presa. 

La voz de Breanne subió ligeramente el tono de voz.

- No tengo todo el día sol...

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05/10/2011, 20:43
William Peaches

De improviso los motores de los Buitres cobraron vida. Se podía ver como sudaba Peaches mientras seleccionaba los cañones delanteros.

- ¡Ya está, Teniente! - respodió Peaches con los dientes castañeando - ¡Podemos irnos!

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05/10/2011, 20:44
Teniente L. Z. Breanne

- Muy bien - Breanne se volvió lentamente y elevó la voz por envima del zumbido de los buitres - ¿Todo el mundo preparado? ¡Peaches y Collins: ábranme una brecha! ¡Ahora! ¡Ahora, marines!

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05/10/2011, 20:45
Director

Los buitres chillaron y se lanzaron hacia delante mientras sus conductores apretaban el acelerador hasta el fondo. Sus proyectores delanteros empezaron a disparar y las salvas reventaron contra la línea de Zerg mientras se aproximaban.

Los Zerg también chillaron, alzando sus terribles voces. Parecían indignados por el hecho de que sus presas tuvieran la osadía de desafiarles.

El círculo exterior de Zerg se ablanzó al instante sobre ellos. Sus garras cortaron el aire, ansiosas por desgarrar armaduras, derramar sangre y arrancar carne de los huesos.

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05/10/2011, 20:57
Ardo Melnikov

Ahora a conseguir salir de aquí.

Mientras corría detrás de las motos agarrando la caja junto al alférez, Ardo se dio cuenta de lo que realmente era enfrentarse a la muerte cara a cara. Y no le gustó nada.

Si no conseguían salir de esa, todo habría sido un fracaso, y no le apetecía morir sin ningún fundamento. De hecho, no le apetecía morir por nada del mundo.

- ¡Aguantad chicos!

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06/10/2011, 14:09
Jon Littlefield

Los buitres al fin logran levantar vuelo y cuando barren con sos armas a los zerg, nos dan la chance de poder sobrevivir a esta marabunta. Comienzo a correr tal como lo indicó la Teniente, ellos son terriblemente más rápidos que nosotros, pero debemos confiar en la ventaja que tenemos.

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08/10/2011, 13:08
Amy Windom

Amy corrió detrás de los marines en una supuesta formación de combate, donde ella siempre se situaba en la retaguardia para auxiliar las heridas de los marines, usar los medpacks y en algunos casos, apoyar a la infantería con fuego de su fusil.

El estruendo de aquellas motos de combate, hizo vaciar su mente para ponerse simplemente a correr con los demás, hacia el enemigo.

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08/10/2011, 13:12
Director

Los marines corrieron como un solo hombre hacia la línea de explosiones que tenían delante,una floreciente conflagración de color naranja que crecía a cada segundo que pasaba, justo donde los buitres habían efectuado sus disparos. Iban con las armas apuntando hacia delante, como una sólida columna de llamas y muerte que ardía y se abría paso por la profunda columna de los enfurecidos Zerg.

- ¡No mireis hacia atrás! ¡Corred, bastardos, corred!

Ardo llevaba la caja, que iba dando saltos entre él y Ekart. Con la mano libre sujetaba el rifle que se mercía de un lado a otro. Littlefield corría a su lado, disparando a diestro y siniestro, sembrando la destrucción de manera indiscriminada. No hacía ningún esfuerzo en escoger sus objetivos: lo único que podía hacer era provocar daños al azar y sumarse a la carnicería que estaba teniendo lugar.

Ya casi estaban junto a la muralla de fuego que habían abierto. Miembros cortados de Zerg y fluidos viscosos y ardientes caían en cascada a su alrededor. Al llegar a la línea de fuego les costaba correr. El suelo estaba resbaladizo por culpa de los órganos Zerg chamuscados y reventados. Durante unos segundos, no sabían hacia donde estaban corriendo, solo veían rojo a su alrededor, junto con un tono purpúreo que manchaba su visera.

Entonces un alarido se alzó por el comunicador. Se extendió por todas partes, un ensordecedor aullido de terror.

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08/10/2011, 13:24
Collins

- ¡Esson! ¡Joder, teniente! ¡Están sobre él! ¡Tenemos que-!

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08/10/2011, 13:25
Teniente L. Z. Breanne

- ¡Siga corriendo Collins! ¡Es una órden! ¡Corra, maldita sea! ¡No mire atrás!

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08/10/2011, 13:26
Director

La temperatura interna de la armadura de combate crecía por momentos. Algunos podían sentir como se empezaban a formas ampollas en sus manos y pies.

Littlefield de pronto se dio cuenta de que estaba corriendo directamente hacia un Zergling que seguía con vida.

Amy se estaba quedando atrás, pues era un poco más lenta que el resto de hombres que le acompañaban. Era una médico, no un marine al uso.

Ardo sabía que seguia corriendo porque Ekart tiraba de la caja que él también estaba cargando. Si disparaba sería más sencillo que le diera a un compañero que a un Zerg. Pero sentía como si las  garras de la muerte estuvieran a pocos centímetros de su cabeza.

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09/10/2011, 01:25
Jon Littlefield

El avance se hace eterno, las ampollas comienzan a proliferar por cada centímetro de piel que nos queda. El calor sube a pesar de los trajes y la marea de zerg se comienza a encimar sobre nosotros. Restos de zerg por todos lados, hasta los pisamos mientras corremos, nos patinamos con sus fluídos y nos demora la marcha, la doctora parece la que más le pesa todo esto.

En ello veo que un zerg delante mío sigue en pie, esquivarlo podría hacerme perder el equilibrio en esta ya superficie, debo dispararle porque incluso si lo evito, podría atacar a la doctora que viene atrás. Me freno un leve momento hasta asegurarme de que cuando vuelva a retomar la carrera, quedar unos pasos detrás de la doctora, no más. Y en esa detención es el tiempo que me tomo para apuntarle al maldito zerg y abrir fuego contra él.

Las municiones le impactan y desprenden partes de él, no me detengo a ver si lo maté o no, dejo libre un brazo para con el otro empujar a la doctora y obligarla a mantener el ritmo de la marcha forzada, ella puede ser la única salvación que tengamos más adelante, si es que hay un más adelante. - Corra doctora o quedará atrás. - Hablando por el comunicador, pero aun sabiendo que todos pueden escuchar lo que decimos.

- Tiradas (1)

Notas de juego

No puse el bonificador, porque no se si quedo penalizado o no, mejor que no :D

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09/10/2011, 17:12
Amy Windom

Amy tragó saliva, y dio una gran bocanada de aire, de manera apurada, para respirar aquel oxigeno sintético que había dentro de las servoarmaduras. Ese oxigeno era necesario para que sus músculos funcionaran en pleno rendimiento. Su cabeza se abstraía en momentos de alta presión, como era el caso.

Siguió corriendo, con la ayuda de Jon, sabía que se estaba quedando atrás, pero no podía hacer nada mas para seguir el ritmo de aquellos marines.

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09/10/2011, 22:08
Ardo Melnikov

Correr, correr, correr. Nada más.

Cuando tu mente se centra en una cosa de tal forma, todo el resto pierde sentido. No existían los zergs que estaban más allá de 5 metros de distancia. No existían sus colegas. No existía nada. Sólo él, la caja, y los zergs que conseguían acercarse lo suficiente.

 

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12/10/2011, 19:28
Director

Littlefield gritó, pero no se detuvo, tan solo frenó un poco. Disparó casi a ciegas, y para su asombro, las balas impactaron en el casco de la criatura, no matándola, pero sí evitando que se interpusiera en su carrera. Amy fue agarrada entonces por Jon y empujada hacia adelante, cosa que agradeció en exceso.

Las cosas sucedían muy rápido. Ekart resbaló, dejando caer la caja. Ardo tuvo mucho cuidado y consiguió salvarla de un golpe horrible, Smith-Punn que estaba al lado, la agarró y continuaron corriendo sin haber perdido tiempo.

Mientras Ekart se levantaba y seguía corriendo, pedía perdón una y otra vez, mientras Breanne crepitaba y le instaba a seguir corriendo.

Después de esto, los Zerg estaban más cerca que nunca y eran mucho más numerosos de lo que cualquiera de ellos podía haber imaginado. En todas las direcciones se extendía una manta morada, una alfombra de alienígenas que cubría todo el paisaje y se precipitaba sobre ellos. Los marines corrian a campo abierto y de nuevo sus armaduras les impulsaban con increible velocidad hacia las empinadas paredes de la Cuenca. Pero parecía que correr a cielo abierto si que significaba aumentar la distancia con respecto a los Zerg. Ahora tendrían que subir la pared casi vertical. Eso frenaría sus armaduras, pero seguramente no frenaría a los aliens.

 

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12/10/2011, 19:36
Mellish

- Sargento - dijo Mellish con voz entrecortada - Mi arma está vacía. Tengo que recargar.

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12/10/2011, 19:37
Alférez Smith-Punn

- Suéltala - Smith-Punn soltó una risilla con la garganta seca. Era un soldado fuerte pero hasta a él le estaba pasando factura la carrera. Sus palabras eran jadeos casi sin aliento - Ya no... importa. ¿Sabes... sabes lo que... hay al final de esa pared? Hay un jergón y una comida caliente... esperándome... y a ti. Está esperando...esperando al otro lado del más hermoso muro... muro de defensa confederal que hayas visto nunca. Torretas... con cañones de defensa automáticos... para hacer prácticas de tiro... con unos Zerg enfadados.