Partida Rol por web

Markus asiente ante lo dicho por su compañero y espera la respuesta del posadero.

Ya veo. ¿Y por qué os interesan esas historias?

El posadero no parece acabar de confiar en vosotros. Y no trae la siguiente ronda de cervezas ya que espera vuestra respuesta.

Supongo que bajo nuestras pétreas corazas late un corazoncito que resultó conmovido y una curiosidad azuzada por el aburrimiento...

Una vez que acaba de hablar Markus, alzo un poco la mano para que se detenga. Mi cara ya no muestra la sonrisa de antes

Y Porque somos eruditos y nos gusta estudiar todo lo relacionado con ese tipo de historias, digo en un tono irónico antes de continuar ¿tu que crees? Si hay algo que podamos hacer y llevarnos alguna recompensa, no nos importa investigar un poco y sacar la basura del vecino, no se si me entiende.

Pero parece que aquí todos estáis tan contentos de vivir aquí, sois felices tal y como están las cosas y no hay mas que hablar. Lo primero que te dije era que esas historias bien podían ser poco creíbles, palabras de un borrachín, pero no por ello debes de dejarnos secos. Anda trae esas cervezas y olvidaos de esos cuentos. Nosotros mañana nos iremos con viento fresco de aquí. Parece que la paciencia ya se empezaba a agotar y las ultimas palabras ya iban en un tono más serio.

-Nos ganamos la vida aplastando cráneos y cortando cabezas--afirma Garumn con orgullo--Si encima ayudamos a la gente de bien, mejor que mejor, sabe. Pero no se demore, traiga la siguiente ronda que me tiene seco.

Por si no ha quedado claro, podemos llegar a cualquier sitio y terminar con cualquier amenaza si la recompensa es lo suficientemente generosa.

El enano mira por encima del hombro con desconfianza a los parroquianos.

No os ofendáis pero parecéis bastante blanditos. Si algo con fauces babeantes os quita el sueño, nosotros os libraremos de esa amenaza y de vuestros ahorros al mismo tiempo. ¡Hey no me miréis así, lo bueno hay que pagarlo!
 

El posadero parece que se tranquiliza con vuestras palabras.

Son tiempos inciertos para el pueblo. Hay historias de que pasan cosas en el bosque. Y cosas que no son solo historias...

Uno de los parroquianos, un hombre de mediana edad y manos gruesas y curtidas, posiblemente por el tiempo pasado tallando madera, se levanta y añade:

¡Ayer mismo Marshal ha desaparecido! Estaba buscando madera para el fuego y ya no ha vuelto. Su mujer está muerta de miedo. Lo hemos estado buscando por el bosque, pero nada.

El posadero asiente y os cuenta más:

Por la noche se escuchan ruidos extraños. La gente no duerme y se cuentan cosas. La gente no trabaja bien porque está preocupada. El pato lo pagamos todos: dos mercaderes ya han anulado sus contratos. Aunque el alcalde ha prometido que todo irá bien, no va bien.

Un chico más joven salta:

¡Y hace unos días había por aquí dos tipos raros vestidos con capas negras! ¡Llevaban un carrito bastante pesado y se metieron en el bosque!

La gente asiente resignada.

Sois bienvenidos si queréis ayudarnos, pero nosotros no tenemos dinero. Para eso tenéis que hablar con el alcalde.

-Ya, ya. ¿Y la cerveza para cuándo?--insiste Garumn frunciendo el ceño con disgusto.

-El alcalde, será cosa de ir a hablar con él si queremos sacar algo de provecho de todo esto--conviene luego hacia sus compañeros.

Pues no se hable mas y bebamos. Acabamos de corroborar que esas historias no eran fantasías de un demente alcohólico, por lo que habrá que celebrar que este viaje no ha sido en vano, al menos de momento.

Mañana iremos a ver a ese Alcalde para ver cuan generoso puede llegar a ser en beneficio del pueblo, y que así recupere su anterior estatus.

Veamos si unos enanos curtidos pueden tener éxito en vuestros menesteres...

El posadero os trae la cerveza que pedís. Los lugareños vuelven a su corro. Está claro que discuten sobre vuestra presencia. Poco después, la sala se va vaciando y vosotros subís a vuestras habitaciones para pasar la noche. Vuestro descanso se ve interrumpido repetidamente por extraños sonidos que parecen provenir de los bosques cercanos. Parece que efectivamente algo sucede aquí...

Al día siguiente, el posadero os saluda en la sala común.

¿Qué tal la noche? ¿Qué haréis hoy?

Con un leve gruñido y el cejo fruncido niego con la cabeza

Primero tomar un buen desayuno. No he pasado una buena noche con todos esos ruidos y chillidos, como si en estuviera esperando el veredicto final en la forja de moradin junto con otras mil almas.

Despues, y con la barriga llena, iremos a ver a ese alcalde y comprobar cuan interesado esta en que acabe os con lo que sea que pasa en ese maldito bosque.

-¡Bien dicho!--apostilla un hambriento Garumn después de darse varios golpes en la prominente barriga--Primero desayunamos, luego lo que toque.

El posadero suspira resignado dando a entender que sabe bien de lo que habláis.

El alcalde se llama Barnabas y regenta los establos. No tiene pérdida porque los podéis ver desde aquí conforme salís y giráis a la derecha.

Markus baja a la sala común tras sus oraciones. Hubiera preferido hacerlas bajo tierra, pero es lo que hay...

Al llegar, saluda al posadero y a sus compañeros de aventuras.

Bueno, será mejor que no nos demoremos en este desayuno. Si lo que escuchamos anoche tiene que ver con lo que pasa en este pueblo, será mejor ponernos manos a la obra cuanto antes...

Hargrim se sienta a la mesa y engulle con desgana.

Ya lo dije ayer, la madera no aisla bien del ruido. Si hicieran las casas en piedra como está mandado no se escucharía nada por las noches.

El pícaro pincha con la daga un trozo de pan que desaparece en el sumidero peludo de sus barbas.

Y más vale que pague con oro o gemas ese alcalde. Que lo mismo pretende darnos un caballo a cambio y yo no trabajo por comida.
 

Los establos tienen capacidad para seis caballos. Al lado hay unas habitaciones que sirven de casa y oficina. Un tipo de mediana, delgado y cabello rubio os saludo.

¡Buenos días! Algo me han dicho que habían llegado cuatro enanos. Una visita ciertamente inusual. Mi nombre es Barnabas Revland y soy el alcalde de este pueblo. ¿Puedo ayudaros en algo?

Al entrar en el establo, miro en todas direcciones antes de poner mi atención en el alcalde del pueblo. La verdad es que estoy un poco cansado de tan poca inactividad por lo que optó por dejar los formalismos e ir directamente al grano, como si estuviéramos en Agbar

Pues no lo se, todo depende de lo que esté dispuesto a pagar por liberar este pueblo de todas esas cosas extrañas de las que se habla que hacen de este pueblo un lugar que la gente evita, y con ello la pérdida de economía, abandono de casas, empobrecimiento y todas esas cosas que suelen pasar en situaciones como estas. ¿y bien? ¿Tiene alguna oferta en mente?