Partida Rol por web

Gigantes con armas de asedio de polvora....medito sencillo Az´hul dejando que su compañero sonsacara a su inigualable estilo toda la informacion que pudiera del gigante acerca de ese...taller....un pronostico nada halagueño para ninguna de las facciones de Rasganorte.....

- Armados con armas de pólvora, no muchos. Seis a la vez, como mucho. Pero... a lo mejor hay alguno conduciendo alguna máquina. Eso si sería feo de verdad.

Mi opinion es la de volver he informar ,pero no contravendre la decision del grupo

respondio al muerto viviente

meditabunda ante la cantidad de informacion valiosa que le habia sonsacado el chaman

Latog se acarició la mandíbula y recolocó un colmillo con su lengua, hinchada por la putrefacción. - Asaltar una posición fortificada con artillería entre cuatro no me parece ahora mismo una opción inteligente. Como mínimo, debemos volver para compartir la inteligencia extraída con el mando, y que no caiga en saco roto. Aún así, también está la cuestión de qué hacemos con el cargamento.

Si es una decision conjunta, yo me temo voto por la retirada y la entrega del prisionero a los interrogadores señalo Az´hul en su opinion eso me dara tiempo a recuperar magia; asi como a pertrecharnos para la mision, si es que nuestra señora Blackfeather no envia agentes mas....miro discretamente al enano silenciosos en su hacer que nuestra comitiva.

Shi ni se adaptó al traje lo mejor que pudo y enterró el cadaver en la nieve, no sin antes destrozarlo con los colmillos y las zarpas. Nunca está de más fingir que atacó un oso salvaje. Limpiando lo que se hubiera manchado en el trabajo que estaba realizando decidió que era hora de poner a prueba el disfraz y se introdujo en la boca del lobo, conocido vulgarmente como el emplazamiento del Culto de los Malditos.

El disfraz parece dar el pego. Los cultistas y Vrykuls no te prestan mucha atención.

El lugar, más que una ciudadela, es una especie de túmulo funerario de grandes proporciones, muy bien vigilado y protegido. Por todo el campamento hay patrullas de Vrykuls y pentagramas nigrománticos donde los cultistas ensayan sus conjuros de reanimación. A lo largo de la ladera, puedes ver dos grandes puertas de piedra que se adentran en el interior de la montaña, adornadas con motivos funerarios. Una escalinata de piedra conecta ambas puertas. La más elevada está fuertemente vigilada, con jinetes de protodraco patrullando sus alrededores. La inferior es más vulnerable, y además es donde los apotecarios te han indicado donde colocar los explosivos. Ambas cámaras están conectadas; si consigues hundir la inferior, la superior se vendrá abajo también. 

Encogiéndose de hombros y refunfuñando entre dientes  sobre la  decisión final, el enano  agarró fuerte mente su enorme hacha con una mano y con ella señaló al vyrkul cautivo.

- ..Si ya no nos hace falta... podemos darle la oportunidad de  una muerte rápida para que se reúna con sus congéneres.-  Ladró el enano  lanzando una mirada a sus compañeros  demostrando la falta de interés que tenia  hacia el  prisionero. - No creo que tenga mas que decirnos...- mirando fijamente al vyrkul mientras se dibujaba una socarrona sonrisa en la  faz del enano;-... y  no me acostumbro a dejar con vida a mis enemigos...-

 Gesticulando como si fuese a lanzar un certero golpe con su hacha al prisionero, frenó su ataque encogiéndose de hombros nuevamente:

-...Aunque nuestra lider , - mirando de soslayo a Nessireth;- ... puede que tenga otros planes para el... -

Shi ni no se había visto en otra igual. Dentro ya de aquello que llamaban cuartel se vio rodeado por los cuatro costados por fanáticos adoradores del rey Liche. Que pena de gente, iba pensando mientras caminaba sin un rumbo determinado pero atento a todos los huecos donde poder poner las cargas explosivas y sin dejar de mirar la forma de huir. Claramente, cuanto más cerca de las cámaras de hibernación las pusiera mejor, pues mayor sería la hecatombre, pero no podía ponerlas alegremente. Ahora es cuando agradecería ser un enano con todos sus conocimientos de mampostería para poder saber exactamente el lugar donde conseguir el mayor desastre, pero no podía arriesgarse a salir a buscar uno. Siguió caminando sin parar y donde veía un hueco apropiado para la carga dejaba el explosivo oculto para que nadie lo cogiera por error o intencionadamente, que de todo había en aquel lugar

- Enano - llamó Latog a Hengel mientras se dirigía de vuelta al carro -, ayúdame a cargar con algunas de las armas confiscadas. - Con un poco de suerte, alguno de los ingenieros del campamento podrían determinar su uso, fortalezas y debilidades, y contrarrestar la ventaja táctica de la artillería. Como mínimo aportaría más peso a su informe.

Hengel giró su cabeza hacia donde provenía la voz del orco mientras arqueaba una ceja  extrañado. Enfundo su enorme hacha de guerra y, mientras amenazaba con su puño cerrado al orco ladró:

- ¿Me has llamado enano, piel verde?!, mi nombre es Hengel Hachaquebrada y  será mejor para ti que lo recuerdes!-  se acercó al orco quedándose a su altura. La diferencia de estaturas era clara en la escena. El enano frunció el ceño y clavó sus ojos sobre el orco, impasible ante el mal humor  que profesaba el guerrero. Chasqueó su lengua mientras desistía en la idea de enzarzarse en una trifulca con el orco.

- No vale la pena..- masculló  mientras dirigía su torpe paso al carromato , husmeando las cajas del interior...