Partida Rol por web

Uno de los apotecarios te mira

- ¡Eh tu! ¡Ten cuidado con esa caja de bazos de Murloc!

Te quita la caja de las manos y la coloca entre la mercancía

- Vale, ¿quien eres y que buscas?

- ¿Bazos de murloc? Que ahco. Mi nombe eh Shi ni Amon, enviado de Entaña para cumpli misione de lo apotecario en e´te páramo de´olado. 

El apotecario pregunta algo a un colega suyo, y luego vuelve a mirarte

- Ah si, recibimos un mensaje de que un miembro de los Deathstalkers se uniría a nosotros. ¿Vas a Nuevo Agamand?

- Si me llevai en la careta si, e´ta mu lejo como para i a pata. 

El troll termina de cargar lo que demonios estuvieran cargando, bazos de murloc, que asco. 

- Quieren que interceptemos el cargamento para asegurar que se está planeando un ataque. Por lo tanto, debemos dejar al menos uno de los carros de carga intacto para confiscar su contenido y determinar los suministros que llevan. Necesitaríamos encontrar un punto angosto, bloquear el frente, y cerrarles la marcha por detrás. No queremos que los carreteros tengan una ruta de escape para dar la alarma del asalto al convoy. - La podrida lengua de Latog ajustó de nuevo un colmillo flojo.- Si dispones de capacidad sortílega para evitar que huyan, nos será útil en nuestro cometido. Nuestro objetivo es entrar rápido, neutralizar la escolta, y requisar el cargamento antes de que sepan lo que ha pasado.

Comprendo...asintio secamente Az´hul poseo un sortilegio que quizas pueda ayudar, es una variante tradicional de los tentaculos de oscuridad que visteis en el combate con el drakkar; puedo lanzarlo y cubrir un area extensa pero no creo que los gigantes sean menois debiles y los tentaculos no distinguiran amigos de enemigos, los espachurraran igual...comento Az´hul añadiendo su punto a la charla estrategica; sencillamente no podia fracasar y mas certera fuera la informacion mas posibilidades 

- ¿Habéis terminado de vuestra cháchara?-  añadió el enano que se había mantenido expectante con los brazos en cruz mientras el resto de los compañeros se intercambiaban estrategias. - La dama oscura no nos paga por pensar si no por actuar!... Aunque  apoyo la opción de pillarlos en una zona del camino abrupta y en la que tengamos superioridad para así  destrozarle sus cráneos y saquear sus carromatos.-  señalando a su enorme hacha añadió:-  tranquilos que de eso se encarga mi pequeña amiga...-

 Latog revisó el mapa. No tenían mucho tiempo pues la caravana estaba en marcha, así que localizó rápidamente un punto.- Aquí. Aquí es un sitio adecuado.- Dijo, pinchado con su dedo muerto en el mapa.- Vamos, en marcha.

El punto que ha marcado Latog parece adecuado; hay un ligero escarpe de fácil acceso que os permite observar el camino desde arriba. Podréis caer sobre la caravana sin dificultad. 

- Claro, sin problemas. Súbete al carro y estaremos en un par de horas en nuestro destino

El viaje transcurre de forma apacible; el fiordo es verde y está lleno de vida. No parece haber sufrido bajo la gélida garra del Rey Lich. El camino discurre cercano al mar, por lo que puedes ver de vez en cuando las tortugas gigantes utilizadas por los hombres morsa que pueblan esa zona.

Al cabo de una hora, entráis en un desfiladero que discurre entre dos escarpes elevados

Una pequeña piedra rueda por el escarpe y cae al camino. Alzas la vista, y ves "algo" que rápidamente se aparta de tu campo visual, volviendo a quedar oculto por las rocas

Shi ni se baja de un salto del carro como acto reflejo y se pega a la pared más cercana. Sus armas las tiene a mano pero aun no las desenfunda, no ha llegado el momento aun. Asi mismo estudia a sus camaradas a ver que equipamiento llevan y como se podrian defender de una emboscada. En algo menos que un susurro ordena al dirigente de la expedición que esten alerta. 

El jefe de la caravana te hace un gesto afirmativo con la cabeza, y da unas órdenes en voz baja. La caravana no se detiene, pero los guardias se colocan en posición alrededor de la misma.