Partida Rol por web

Animados por la espléndida visión desde la cima de la montaña emprendéis el camino. A pesar de su dificultad dada la, siempre presente, posibilidad de desprendimientos nada ni nadie irrumpe en vuestro camino. De ese modo, poco antes de caer la noche os encontráis en la linde de un bosque denso y exuberante, que sin embargo no es tan sombrío como cabría esperar. Hay árboles de todas las especies que conocéis y también alguna nueva para vosotros (al igual que os había sucedido en el Bosque Olvidado). Además notáis que es un bosque repleto de vida por la cantidad de sonidos animales que se escuchan.

Bienvenidos al Bosque de los Druidas dice alegremente aunque ese fondo de tristeza que siempre tiñe sus palabras no ha desaparecido no temáis, ningún ser maligno reside bajo estos árboles

a lo que la Alhana contesta

Cierto, inhala profundamente el hogar... uno nunca sabe lo que lo ha echado de menos hasta que vuelve

-Ya... el hogar...

Por un momento, desvie la vista hacia el muchacho, hasta ahora no lo habia pensado mucho, pero ahora que la meta estaba mas cerca, me estaba empezando a preguntar, como viviria aqui el crio, rodeado de elfos y bosques que se pasan el dia al sol, mientras en su cabeza chilla por juegos, aventuras, y filtrear con chiquillas. No es que me gustara la ciudad, pero por lo menos, alli tenias oportunidad de conocer otras personas que te acepten entre el prejuicioso populacho, aunque una oportunidad muy escasa.

-Vamos ...- Dije con cierta irritacion y mal humor, poniendome otra vez en marcha.-Terminemos cuanto antes... y vayamos detras del brujo...

Yo os sigo... enseñadme este maravilloso lugar... y sus maravillas - pronuncio mientras admiro semejante vista. Encontraremos resistencia de algun tipo por estos lugares o por el contrario es tan calmado como parece?

Una vez alcanzado el bosque, la sensación de posible pérdida desapareció de Kalim y con una lágrima emocionada casi resbalando por su mejilla respondió - en verdad os digo, amigo Laucian, que vuestra marcha tuvo que ser algo realmente doloroso. Incluso ahora mismo no me importaría quedarme lo que me queda de existencia en este maravilloso paraje. No entiendo que malvados designios son capaces de perturbar a los moradores de este sitio pero, nada más que por ello, la vileza es aún mayor por haberlo producido aquí.

Luego, internándose en el bosque para notar como la naturaleza se apoderaba de sus sentidos, comentó - afortunados somos de poder vivir, aunque sea poco tiempo, en este magnífico bosque. Continuemos nuestro camino y saldemos la deuda de nuestro amigo en lo posible, así como protejamos a nuestros amigos hacia su destino final - esto último lo dijo en relación a Alhana y su hijo.

Mucho habría de haber empeorado la situación para que el mal habitase este bosque. Está protegido por el Concilio y son concienzudos en su tarea. Sí es cierto que son muchos los animales salvajes que lo habitan, aunque no tenemos por qué tener problemas con ellos siempre y cuando no les molestemos...

Tras un rato de agradable conversación, recordáis que el tiempo apremia pues la noche se os echa encima. Así pues, os internáis en el bosque sin demora y al poco tiempo os véis rodeados por los sonidos propios de todo bosque. Sin embargo, estáis aún lejos de llegar a Harlfalack (ciudad a dónde se dirige alhana) así que debéis montar campamento entre los árboles del bosque...

Una vez encontardo un buen lugar para acampar descargo todas mis cosas de mi amigo Strategos, que tal vas? .. toma bebe... te soltaré estas riendas para que puedas descansar y relajarte. - Strategos asiente frotando su cabeza con mi cuerpo...

Este lugar parece muy seguro, te dejaré que des una vuelta por tu cuenta, pero no te alejes demasiado... le acaricio el lomo y le dejo suelto.

Como es usual en todo campamento, es hora de preparar fogata y demas cosas para evitar que muramos de frio, hambre o devorados por bestias salvajes, asi que indico con una señal de la mano que voy a ausentarme durante un rato largo a buscar leña.

-Voy a recojer ramas caidas y... hojas secas... ahora vuelvo.

Tal como digo, empiezo a alejarme del grupo y recorrer camino entre los arboles del bosque, esperando que su salud no fuera tan esplendida para no permitirme siquiera algo mas que hierba y raices.

La noche discurre tranquila y al día siguiente acompañáis a Alhana y a su hijo hasta un desvío no lejos de Harlfalack. Vosotros, sin embargo, tomáis el camino opuesto pues os dirigís sin demora a Harlfaten el destruído pueblo de Laucian. Aunque no es grande la distancia que os separa de él, tardáis un par de horas largas en llegar pues laucian parece haber disminuído el ritmo.. como si se estuviese preparando mentalmente para lo que se iba a encontrar.

Al fin llegáis a una zona del bosque no sabríais diferenciar del resto salvo por la presencia de unos inmensos árboles de corteza tan lisa y suave como la piel, aunque aún con grandes regiones del tronco calcinadas. Laucian, visilemente afectado os cuenta que éste era el emplazamiento de la antigua ciudad y a medida que paseáis por sus "ruinas" os va contando lo que había en aquella época. Os habla de las luces que de noche se encendían en los árboles como si fuesen frutos luminosos. De las pequeñas pero maravillosas viviendas que había a nivel del suelo donde techo y paredes estaban vivos ya que eran las propias plantas que nacían con aquellas formas... Sin embargo, podéis comprobar que 60 años después la naturaleza aún no se ha recuperado totalmente del impacto sufrido.

No hay mucho dónde investigar, sobretodo después de tantos años. Por eso, un par de horas después de vuestra llegada os disponéis a partir de nuevo cuando...

Durante el transcurso del viaje, Kalim había demostrado su alegría con cánticos, historias y juegos junto al hijo de Alhana. Pero todo tenía un fin, y cuando llegaron al cruce donde sus caminos se separaban, el bardo se sintió tremendamente triste al separarse del pequeño y su madre - toma, pequeñin. Si tenéis problemas durante el camino, usad esta carta, tírala al suelo y un grupo de personas aparecerá el tiempo suficiente para que podáis huir - dijo mientras le regalaba una de las cartas de su baraja.

Luego notó como los recuerdos del pasado atenazaban a Laucian - ánimo, recuerda nuestro objetivo. Esto no es más que el principio, amigo.- intentó reconfortar al elfo.

Rack y Kalim estaban hablando con Laucian, intentando animarle al tiempo que discurrían un nuevo punto de partida para sus pesquisas mientras Mancha centraba toda su atención en Strategos, repetinamente nervioso. De ese modo sólo Archala fue capaz de reaccionar y girarse al tiempo que un imponente centauro entraba en el claro donde os encontrábais...

Los sentidos innatos de su raza no le traicionaron, no lo habían hecho nunca, aunque ella no hubiera reparado en este detalle. Se giró rápidamente, con una mano preparada para empuñar la espada y con su mente ya en marcha para preparar el conjuro adecuado para la ocasión en cuanto se diera la vuelta. Nada de esto fue necesario. Guardó su arco y se dispuso a hablar con el centauro que había conseguido, casi, cogerlos por sorpresa.

Buenos días hermano -dice la centaura en silvano y agachando la cabeza en señal de respeto, al notar la edad del centauro- Es un honor saludarte. Mis compañeros y yo misma te presentamos nuestros respetos a ti y a este bosque y damos palabra y fe que nuestras intenciones son honestas y respetuosas.

La centaura había pasado tanto tanto tiempo en la ciudad, entre humanos, elfos y medianos que había olvidado la última vez que habló con alguien de su especie. Sin embargo, no había olvidado las formas y esperaba no ser juzgada por su vida...

El centauro se aproxima lentamente a vosotros, manteniéndose en silencio hasta encontrarse a unos pocos pies. A esta distancia podéis observar con claridad que varias cicatrices de gran tamaño, auqnue ya antiguas, surcan su torso y algunas rgiones de su equino cuerpo por lo que no os extraña el escuchar su voz dura y seca hablando un tosco común.

Mi nombre es Enialis comienza y como bien supones soy uno de los guardianes de este bosque... Qué os trae bajo su fronda?

Al escuchar el nombre del centauro, Laucian se muestra pensativo, concentrado en intentar recordar por lo que deja el diálogo en vuestras manos.

Antes de separarse de vosotros, Lehira te entregó una carta sellada y un anillo con forma de hoja. Mientras te los entegaba te contó lo siguiente:

La carta se la entregó Lia (que es la maestra de Lehira) con instrucciones de entregársela, sin abrir por supuesto, a un tal Enialis al cual ella conocía y que os podría ayudar. El anillo es el sello de Lia, (la druida de claston, la que era la loba blanca) y os lo dejó para que el druida reconociese que ibáis de su parte

- Enialis, Enialis... - al escuchar el nombre dado por la imponente e impresionante criatura, una lucecita se encendió en el divagante cerebro del bardo - ¿de qué me suena ese nombre? - pensaba mientras se descolgaba la mochila y empezó a husmear en ella - ¡No, no, descuide! Sólo busco algo que me ha hecho recordar - dijo pidiendo que parara su actitud defensiva al verle urgar en su equipaje, cosa que hizo con un gesto de la mano en la que lucía un hermoso anillo en uno de sus dedos, un anillo que le entregó su compañera Lehira antes de que tuviera que irse, y que le hizo acabar de recordar - ¡YA ME ACUERDO! - gritó sacando una carta de entre sus bártulos - Esto de parte de Lía - dijo con una amplia sonrisa de satisfacción mientras se acercaba al centauro.

- Hace tiempo que estoy deseando abrirla, pero di mi palabra de bardo de que no la tocaría... ¡y cómo puedes ver, lo he cumplido! - comentó con la esperanza de que le hiciera partícipe del contenido de la misma.

Lentamente, el centauro coge la carta que Kalim le tiende y examina el sello con calma, diríase que concienzudamente. Unos instantes despues asiente lentamente parece su sello personal y está intacto... eso te lo concedo Aún con la carta en la mano, sin abrir, se cruza de brazos y os mira serio..

Aún espero esa explicación...

Por alguna razon, esperaba que la carta de Kalim fuera suficiente para ganar la confianza del centauro, pero parece que no nos iba a dejar seguir con nuestra marcha mientras no supiera porque habiamos venido, asi que alguien tendria que dejar las cartas sobre la mesa. Solo espero no pifiarla, porque entonces si que me iba a auto-infligirme un voto de silencio a este ritmo.

-Mi nombre es ... Rack Spade Fischer... clerigo de Kelemvor.- Dije mientras alzaba mi mano y mostraba la señal neutral de Kelemvor, aunque no sabia si los centauros adoraban al mismo panteon que nosotros.- Yo y mis compañeros... hemos venido para investigar... el rastro de aquel que masacro el pueblo de elfos que antes habia aqui... y pararle antes de que su locura destruya mas inocentes y el equilibrio entre la vida y... la muerte.

Mancha permanecia callado mientras su amigos intentaban convencer a aquel centauro de sus buenas palabras y calmaba los animos de Strategos... tranquilo amigo... no pasa nada... es como nuestra amiga... refiriendose a Archala.