Partida Rol por web

 Me quedo paralizada por unos instantes, observando a quien habian llamado Akira, que realizó una técnica que hizo que rápidamente siguiese a mis compañeros, realmente nos estaban atacando, y comencé a asustarme y mis labios temblaban considerablemente, como si estuviese a punto de llorar como una niña, justo lo que era, pero tenía que pensar que yo iba a prepararme para ser una futura Kunoichi.

Corrí detrás de Kazuma, justo pisando sus talones para seguir sus órdenes, sabía que era un igual, pero Sensei lo había puesto al mando. Pero me sentí confusa, cuando de la academia ahora nos mandaran al bosque... me daba la impresion que los que han invadido el valle, nos han tendido una trampa.

Corría con mis manos sobre ni cabeza, temiendo que los bloques que caian me golpeasen.

- ¿por..porque nos atacan?!!... ah... - Jadeé. - Papá!... papa!! - Lo llamaba a gritos, tenía miedo que mi madre se quedara sola en casa trabajando con la tela y que nadie la sacase. Yo tenía que seguir a Kazuma

Kyou corria tranquilo, el sabia que su padre era uno de los mas fuertes de la aldea, ádemas sin mencionar que la aldea ya tenia buenos guerreros. Kyou siguió a Kazuma sin preguntar, algo lo tenia con muchas ancias.

Las nubes del cielo se abren y cinco bolas de fuego caen del cielo, surcando el aire para impactar justo en donde deberia estar la aldea.

La academia se desquebraja y todo el tejado, con parte de la planta mas alta se derrumba levantando una nube de polvo tan grande que la figura del atacante desaparece.

Varios niños son heridos por el derrumbe brutal del edificio, uno de ellos tiene la cabeza aplastada por una enorme piedra y nose mueve.

La risa de Akira resuena entre los gritos y los llantos mientras el caos invade el lugar.

Antes estaba muy emocionado por saber que estaba pasando... Ahora tengo terror de lo que veo, el pánico se apodera de nosotros pero damos nuestro mejor esfuerzo dada la situación, intento ir hasta donde el niño herido y trato de mover con todas mis fuerzas la piedra que lo esta aplastando.

Presa de los nervios echo a correr hacia Kazuo y le sujeto firmemente

-Vamos, hay que huir ya, deja a los muertos y a los heridos, solo pueden retrasarnos

Miro a Kazuma y una lagrima cae por mi rostro. -Pero Kazuma, ni siquiera lo hemos intentado, como vamos a dejarlos asi sin hacer el minimo esfuerzo por ayudarlos.

Le observo, poniéndome rojo mientras tiro de él

-Si nos quedamos solo conseguiremos morir junto a ellos…piensa en tus padre, imbécil

Le doy un empujón, tratando de guiarlo hacia el bosque

-¡¡¡Eda!!!, ¡¡¡Kyou!!!, ¿tenéis padres o hermanos que no sean ninjas?

Mientras corro recojo a uno de los niños heridos

-Retiráos al bosque y recoged cada uno a un herido leve…si nos separamos tratad de reagrupar a los demás que veais huyendo

Kyou mira a Kazuma y mientras corre dice a gritos.

-No te procures por mi familia, debemos obedecer las ordenes, estoy seguro de que mi padre se encargara de esto-Kyou realmente estaba seguro de que su padre podría resolver esto. Corrió lo mas rápido hacia el bosque mientras en el camino veía si podía ayudar a algún mal herido.

Muevo fuerte el brazo para soltarme de Kazuma y lo miro a los ojos -Es fácil hacer lo correcto cuando todo va bien, lo difícil es hacerlo cuando hay dificultades, eso me lo enseñaron mis padres Kazuma.

Hago un último esfuerzo por el niño que está atrapado en la piedra, pero veo como deja de moverse y de luchar por su vida, se me viene a la mente el porque nos está pasando todo esto, veo que mis amigos siguen hacia el bosque y los sigo con mucho dolor en el alma por los otros niños que no lo consiguieron.

Apartas la piedra con esfuerzo, solo para ver un rostro completamente desfigurado. Mas que cara parece una masa de carne sanginolenta. La masa encefaliza se mezcla con el pelo y los pedazos de hueso.

Una niña que tambien intentaba ayudar ver a su compañero y da un grito entrando en un estado de algo parecido a la catatonia. Muy blanca, inmovil, con los ojos muy abiertos.

Muchos niños escapan al bosque mientras Yoko intenta poner en pie al mayor numero de niños posible.

 Siento angustia y mi miedo se aumenta al ver como ambos niños discuten, Kazuma reacciona como alguien frío, limitandose a lo que cualquier ninja haría, pero yo me veia incapaz de abandonar a mi madre, era la única indefensa a parte de mi, de mi familia.

- ¡Mi madre!, ¡mi madre estaba en casa! - Grité a Kazuma, pues los gritos de alrededor no conseguian que nos enteraramos con un tono menos elevado.- Mis ojos enrrojecían por momentos.

Kazuo discutía a Kazuma, por lo que decidió ayudar a algún niño, no logré a ver si lo consiguió o no, mis piernas estaban en tensión esperando por ir a correr hacia mi casa, pero desde pequeña siempre me habian educado cumplir ordenes, pensar que si huia, si intentaba rescatarla por mi misma, podría peligrar la vida de mis compañeros. Me dirigí cerca de quien por el momento habian proclamado lider en aquel movimiento.

- Mi padre es jounin... pero no se si mi madre ya está a salvo...- Dije mirando lo que estaba ocurriendo en la aldea de forma lastimera, respirando rápidamente a causa de las carreras y el miedo

Tras llegar a la cobertura de los árboles dejo en el suelo al niño herido al que yo transportaba y miro a Eda

-Kyou, estás al mando de la situación…iré a la villa para localizar a la madre de Eda y traerla, junto a todos los civiles que pueda-

Me tiemblan ligeramente las rodillas, pero mi semblante muestra calma

-Ocultaros y no peleeis contra nadie, tratad de reagrupar a todos los demás niños si os es posible, pero evitad separaros

Kyou mira a Kazuma y asiente con la cabeza mientras se voltea para ver a sus demás compañeros.

-Bueno como escucharon a nuestro líder por ahora estoy a cargo y lo único que quiero es mantenerlos a todos co vidas así que ocúltense y no se dispersen, veremos si van llegando los demás-

Cuando voy corriendo al bosque veo que Kazuma se separa del grupo, con una voz suave y pausada me digo a mi mismo -Kyou y Eda deben estar por esa dirección. Me empiezo a preocupar, pero el camino se me hace largo hasta el bosque.

Mientras corro al bosque escucho el grito de una niña, giro rápidamente y esta inmóvil  sin reacción alguna, posada cerca de un cadáver, pareciera que la vida misma la acaba de abandonar y ahora solo es un cuerpo vacio y sin emociones. Corro hacia ella y trato de ayudarla, le tomo la mano y sin ningún tipo de oposición se deja llevar… está resignada a lo que pase sin luchar, pienso que el niño al que observaba pudo haber sido su amigo, tal vez el único amigo que ha tenido en este mundo.

La aldea es un infierno, lo que fuera que lanzo Akira a hecho de la villa una antorcha, la mayoria de las casas estan incendiadas, la gente corre hacia la montaña y los ninja tratan de salvar a los supervivientes pero los mas fuertes de ellos corren hacia la gruta.

Todo a sido una maniobra de despiste para asaltar la gruta del dragon.

Eda, kazuo y Kyou se encuentran en el bosque. El lugar parece seguro. Los mayores han colocado sellos explosivos, si aparece algun atacante lo sabreis.

Muchos niños estan heridos, brazos rotos, brechas... un niño parece haber perdido un ojo, otros estan inconscientes sobre la hierva. Comenzais a haceros una idea de la magnitud de la trajedia.

Yoko llega con un chico de ocho años al que le falta una pierna. Lo deja en el suelo con cuidado, parece cansada. A tenido que usar mucho chakra para que el chico no muera.

Observo la villa mientras mis ojos se llenan de lágrimas, incapaces de seguir impertérritos al macabro espectáculo que supone la destrucción de mi hogar.

"¿Por qué?"

Me seco los ojos y echo a correr, tratando de localizar a algún herido o algún tipo de arma, además de buscar a la madre de Eda, sabiendo que mis padres sin duda estarán en la gruta, luchando.

Noto cierto nerviosismo, pero no miedo, papa siempre decía que "Un hombre enfrenta la muerte solo…esté donde esté".

 Miré asombrada a Kazuma, aunque lo habian proclamado lider para este momento, me asustaba la idea de que se marchara a buscar a mi mama, y de paso recoger mas heridos.

Solo logré balbucear debido al miedo, no pude transmitirle ningún apice de gratitud al niño de pelo blanco, ni ningun comentario pidiendole que vaya con cuidado, mis ojos eran los únicos que podían hablar por mi.

Hice caso a Kyou era el siguiente al mando, y yo intente tranquilizarme, pero cuando eché una ojeada a mi alrededor... era horroroso, multitud de niños heridos, algunos parecian incluso muertos, sangre, mucha sangre había, y cuerpos a los que les faltaba alguna parte.

Cerré los ojos, por varias razones, miedo por supuesto una de ellas, aunque habia aprendido un poco de mi padre sobre este mundo, no era mas que una niña aun y no se me había formado. Otra por la impotencia que sentía al no poder usar mi chakra, para curar las heridas de los que habian sufrido tan mala suerte... ojala pudiera hacer algo por ellos.