Partida Rol por web

Laberinto de la noche

Laberinto de la noche

Cargando editor
17/07/2014, 19:04
Amanda Wickham

Amanda te mira con curiosidad en sus ojos -¿Has visto al anciano? Este caso promete ser una auténtica pesadilla. ¿Te trajo Nick? Tengo el coche aquí al lado. ¿Vamos?- El cosquilleo que recorre tu estómago cada vez que un nuevo caso aparece se ha intensificado por los múltiples misterios que lo rodean. Las marcas, el ensañamiento con una de las víctimas y la desaparición del padre y de la pequeña son las que más rondan tu cabeza.

Amanda se queda sentada con el volante cogido y tú, sentada en el asiento del copiloto de su mini, la observas -Tengo una mala corazonada con el asunto del padre. No paro de pensar en que lo razonable es que se marchara con los asesinos dejando a su mujer y llevándose a su hija porque, si escapó ¿por qué no ha ido ya a la policía? No obstante, mi corazón me dice que él también está en peligro... no sé. Ojalá que no tengamos más cuerpos que analizar.- Tras estas palabras enciende el motor y ponéis rumbo a vuestro laboratorio.

Cargando editor
18/07/2014, 10:56
DIRECTOR

LUNES
 

Isabelle

12 de Mayo. 20:00

Los cuerpos sin vida descansan sobre las camas de metal. La luz mortecina de la morgue del departamento de policía de Brooklyn, situada en el sótano 1, les da un aire macabro. La señora Engen, el párroco y la pareja de la vivienda de arriba ya han superado las pruebas pertinentes. Sus autopsias están siendo redactadas en sucio por Amanda W que teclea rítmicamente mientras Amanda D. dicta las notas cogidas por las tres horas antes. Isabella yace ante el cuerpo del hombre que murió en segundo lugar por el golpe que lo proyectó hacia la mesa.

 

El hombre de rasgos marcados, atractivos, descansa en paz sobre el frío metal. Sus rasgos y el color de su pelo te recuerda a Dean, como si el destino te diera una macabra perspectiba de un ser querido fuera de tu vida. La voz de amanda, el sonido del teclado, todo queda en un segundo plano. Ese cuerpo frío y quieto tiene algo. Una belleza enigmática y arrebatadora. Su cuerpo parece haber sido esculpido en mármol blanco, sus manos finas, fuertes y firmes son las manos de un artista. Sientes una punzada de tristeza por la pérdida.

Te sobresaltas levemente cuando te percatas de la presencia de tus compañeras. Amanda W te mira con media sonrisa. -Vamos- entre las tres inclináis el cuerpo a un costado y, no sin esfuerzo, extraéis el fragmento de madera. Un fino hilo de sangre roja se escurre por la espalda de mármol blanco y termina sobre el frío acero de la mesa de autopsias. Devolvéis el cuerpo a su postura original. Boca arriba. -¿A quién le toca ahora?- Comenta Amanda W con un bisturí en la mano -Espera,- dice Amanda D -analicemos la herida primero.- Las tres asentís. Tú te dedicas a extraer materia de las manos mientras tus compañeras observan el agujero y extraen astillas de madera. Es curioso, pero ahora, el pecho ya no parece tan hundido por el golpe como antes.

Una luz parpadea en el laboratorio. Sostienes sus dedos con una de tus manos mientras coges el instrumental con la otra. Otro parpadeo de luz y sientes, en ese brevísimo instante que dura la oscuridad del parpadeo que los dedos del muerto, en acto reflejo, se han cerrado sobre los tuyos. Cuando te das cuenta estás a dos metros del cuerpo inmóvil y observando. Tus compañeras te miran sin entender qué ocurre. -¡¿Qué pasa?!- 

21:00

Te encuentras sentada en el escritorio de Amanda W mirando el teclado que ella golpeaba hace unos segundos, no... hace unos segundos no. Hace una hora. ¿Qué ha pasado? te preguntas. Miras en derredor y ves a Amanda D acariciándose el cuello con la extrañeza en el rostro. Está sentada en un taburete con la espalda apoyada en la pared. Miras con atención y en su cuello no hay nada. Amanda está sobre una camilla que, antes, se encontraba vacía y olvidada en otra esquina de la habitación. Poco a poco las tres salís del trance. Habéis perdido una hora. Sientes frío en tus brazos que poco a poco se va disipando. La puerta del laboratorio está abierta de par en par. La luz vuelve a dar otro parpadeo.

Amanda lanza un chillido agudo. Sus ojos están muy abiertos mirando el lugar vacío en el que antes se encontraba el cuerpo del hombre de las manos maravillosas. Vuelves a mirar a la puerta. Rápidamente haces recuento. Falta una camilla. Instintivamente miras hacia la cámara. No enfoca las camillas metálicas pero sí la puerta, si alguien ha robado el cuerpo lo sabríais.

-Estoy mareada... esto me supera, me voy a desmayar- comenta Amanda W. más pálida de lo normal antes de volver a tumbarse en la camilla.

Cargando editor
18/07/2014, 11:29
DIRECTOR

Jackeline

Bastienne Lagrange y tú os miráis. Su semblante serio y neutral está calibrando si eres una buena o mala compañía. De pronto, antes de que podáis mediar palabra, Nick y Cole salen corriendo de la vivienda y se encaminan hacia las escaleras -¡Han visto a la niña en el metro!- comenta Cole a los agentes cercanos. Patrick, que se encuentra entre ellos te mira justo antes de salir corriendo también. -¿La niña?¡¡La niña!!- comenta Lagrange al principio extrañado y luego resolutivo y, sin esperar tu reacción, sale apresuradamente hacia afuera en la medida en que su maltrecho cuerpo se lo permite.

Otros agentes se quedan al cargo de las pruebas en la vivienda.

Cargando editor
18/07/2014, 11:34
Graham Silver

Mónica

Graham asiente y contesta sin dejar de mirar a la multitud y el cordón policial en la distancia -Esa niña es especial. Es... superdotada. Demostró sus aptitudes a las persona equivocada y ahora la buscan, la quieren aunque no sé para qué. Soy (espera mientras busca la palabra adecuada) trabajador, algo así como un criado, de un conocido de la familia.- Tras terminar queda el silencio tenso que da a entender que, en algún momento, Graham te ha contado demasiado -Gordon te dijo que no te inmiscuyeras en esto ¿verdad? Claro que sí, la nota, que tonto... te pido disculpas por arrastrarte hasta aquí. Yo creí...- Voces atraen vuestra atención. Dos hombres vestidos con ropa cotidiana salen dando órdenes a los agentes cercanos. Graham olvida lo que estaba diciendo y se acerca para escuchar. Entre la gente, los gritos de los periodistas y el ruido de la ciudad no escuchas nada. ¿Quién podría escuchar nada con tanto jaleo y a tanta distancia? Pero Graham permanece atento. Asiente. Entiende. ¡Escucha! -Estación Washington Squere... ¡La estación de la universidad!- Graham te mira sin saber muy bien qué decir y con mucha prisa -Erm. No quisiera... quiero... es decir... eres preciosa y me gustaría volver a verte pero me tengo que ir. ¡¡¡Taxiii!!!- suelta de repente sin mucho atino. Está claro que la mente del muchacho se debate entre emociones encontradas. Eso sumado a que no ha tenido mucho contacto con el género opuesto lo hacen poco resolutivo ante determinadas situaciones y, en consecuencia, confuso.

Alguien más sale del edificio cuando Graham está a punto de subir al vehículo. Un hombre anciano cruza la mirada con él. Para ambos el semblante de sus rostros cambia de tener prisa, a una gran sorpresa. -Mierda- se le escapa al muchacho que se mete en el coche. ¿Qué ha sido eso?¿Graham tiene miedo de ese anciano? Cuando Graham ha desaparecido de la vista del viejo, éste ahora te mira fijamente a ti. Parece grabar tu rostro en su memoria.

Notas de juego

Todo ocurre muy rápido. Hay sólo un momento, un segundo, en el que debes decidir. O te quedas en la calle bajo la mirada del anciano y el taxi se marcha, o aprovechas ese momento para meterte en el taxi con Graham.

Cargando editor
18/07/2014, 11:49
DIRECTOR

Vas detrás de Cole, Patrick, Nick y Lagrange. El espacio reducido del corredor te impide adelantarlo y el no ayuda a que lo hagas. Cole susurra algo a Patrick antes de que los alcancéis, los cinco os metéis en el ascensor y el silencio es incómodo. Cole te mira, quiere decirte a dónde van pero no al viejo. Su mirada refleja desconfianza cada vez que se pone en el anciano que permanece en silencio mirando la puerta. -No sé por qué, pero ahora hecho de menos a Chloe y las veces que tenía que coger el metro para darle una sorpresa- Comenta Patrick sin venir a cuento. Todos os extrañáis. Ninguno de los presentes sabe quién es Chloe salvo tú. Una exnovia de Patrick, de hace ya mucho tiempo, que estudiaba historia en la universidad pública de Nueva York, pero Patrick no solía coger el metro. Tu hermano es de esas personas que preferían ir andando y no le gustaban demasiado los transportes públicos. No obstante, había una parada que te deja junto a la universidad.

Cuando las puertas del ascensor se abren, Patrick queda en el umbral impidiendo la salida de Lagrange y la tuya. Nick lo agradece con una sonrisa pues el astuto detective sabe que tu hermano te ha dado las instrucciones de a dónde van y no quieren que el viejo se entere cuando Cole o él den la orden a los agentes cercanos. Esos segundos son muy valiosos.

Al fin salís del edificio. Algunos coches patrullas se marchan, otros se quedan. Patrick desaparece entre la multitud. Vas a dirigirte hacia tu pequeña cuando descubres que Lagrange, al salir, mira a un punto concreto de la multitud. Una pareja joven. El chico ha parado un taxi y, temeroso de la mirada del anciano, se mete dentro. Tras ello Lagrange mira fijamente a la chica, tanto esfuerzo emplea en fijarse en ellos que ha perdido la prisa y te es muy distanciarte de él.

Cargando editor
18/07/2014, 12:04
Frank Abbott
Sólo para el director

LUNES
 

Frank

12 de Mayo. 11:45

Frank ha perdido la pista de la doctora y de su acompañante. Pero aun no ha exprimido todos sus recursos. Habiendo dejado el vehículo delator, el perseguidor se encuentra acechando en una esquina, con la espalda apoyada en la pared y aguardando. Entonces ve a quien esperaba. Del edificio de enfrente, la sede del Brooklyn Gazette, ve salir a su redactor jefe Thomas Johnson que, sin duda, va a reunirse con la Doctora Stensrud.

Cargando editor
18/07/2014, 12:09
Thomas Johnson
Sólo para el director

LUNES

12 de Mayo. 12:00
Hotel Grand Kengsinton

Thomas aguarda en el restaurante del hotel. Aun no ha pedido nada pues espera la llegada de la doctora y de su fotógrafo. El primero en llegar, puntualmente, es Jake Hayden. Se saludan. -Tengo las fotos- comenta desalentado -Pero perdí a la doctora y a su acompañante en el metro.- Thomas asiente y contesta -No importa. ¿Su acompañante has dicho?- Jake asiente -Avisó a alguien para que le recogiera en el aeropuerto. Pero también había un tipo sospechoso...- el fotógrafo cuenta todo lo sucedido a Thomas obviando la parte en la que Jackie le acompañaba conocedora de lo ocurrido. El jefe del Brooklyn Gazette queda pensativo -¿Crees que acudirán a la cita?- Jake se reclina en su asiento pensativo -Usted conoce a esa mujer mejor que yo.- Thomas asiente. Tras la historia contada por Jake, si él fuera Stensrud desconfiaría de todos y con un acompañante tan maníaco como cuenta Jake... pero no puede reprocharle al desconocido su interés en proteger a su amiga, en realidad le está agradecido. -¿Tienes las fotos aquí?- comenta finalmente al joven periodista que asiente y saca su cámara -Sí, pero hay algo raro. Mira- pasa algunas fotos -Este de la gorra es el desconocido que los estuvo persiguiendo por el aeropuerto. Ves, aquí se le debería ver la cara pero está desenfocada de una manera que nunca había visto. Sus rasgos parecen diluidos y, ves, todas las fotografías igual.- Thomas observa con la misma extrañeza que Jake -Espera. Ese otro hombre. ¿Es el que recogió a la doctora?- Jake asiente -Amplía su rostro y mándame la foto por correo. Con algo de suerte lo encontraré.- Thomas alza la mano para llamar al camarero -Y, ya que estás aquí, Jake. ¿Te apetece comer? Yo invito. Por las molestias.- Jake duda unos momentos y luego asiente.

Cargando editor
18/07/2014, 12:20
Frank Abbott
Sólo para el director

Fran espera pacientemente a que Thomas y el fotógrafo terminen de almorzar. Oculto en una mesa cercana ha escuchado lo suficiente de la conversación y no ha podido evitar sentir curiosidad ante el hecho de que el tal Jake, el fotógrafo, haya omitido a su compañera motorista.

Tras la comida Jake y Thomas se despiden -Estaré retocando fotografías esta tarde. Si me necesitas, llámame.- Comenta Jake a modo de despedida, tras esa frase Frank se levanta y sale del hotel. Aguarda a la sombra, cada vez el sol le molesta más y le resulta más desagradable permanecer bajo la luz brillante, una vez que Jake sale y los caminos de los dos tertulianos se separan, Fank sigue al joven fotógrafo con la intención de hacer desaparecer esas fotos.

Cargando editor
18/07/2014, 12:47
Donovan

Roux

La pequeña termina de comer y se reclina sobre el libro. Lo abre y va pasando las hojas con lentitud observando los extraños signos que aparecen en ellas. Mientras tanto, Donovan se levanta y va al mostrador para seguir con sus tareas. Colocar libros siempre le ha ayudado a pensar. Ordenar libros y el sonido de la radio de fondo. La enciende y deja que la voz metálica inunde la estancia a bajo volumen para no molestar. El anciano tiene mucho en que pensar, pero sobre todo hay algo que insiste en acaparar su atención. La viuda Elisabeth...

-Noticias de última hora sobre la desaparición de la pequeña Juliet Engen. El guardia de seguridad del metro, Mathew Lindsley confirma que la vio en la parada de Washington Square Village junto a la universidad de Nueva York en compañía de un hombre moreno de pelo largo y barba que afirmó, falsamente, ser su padre. Marcos Engen, el verdadero padre de Juliet, sigue en paradero desconocido. La tragedia sacude Manhattan con este quíntuple homicidio y las dos desapariciones...-

Donovan apaga la radio. Os da la espalda al a pequeña y a ti y continúa ordenando sumido en el silencio de sus pensamientos.

Cargando editor
18/07/2014, 13:02
DIRECTOR

Cuando apartas la mirada de Donovan descubres que Juliet te está observando con el libro abierto delante de ella. Sus ojos tienen la mirada de la niña culpable que ha hecho algo mal creyendo que estaba bien. Se muerde el labio inferior y suspira aguantando las lágrimas. -Estas no son- comenta finalmente pasando del capítulo de las runas vikingas y la antigua magia celta, parece desesperarse y tira el libro a un lado que cae abierto a unos pasos de Juliet. La niña cruza los brazos sobre la mesa y hunde la cabeza en ellos.

Donovan ha dejado de ordenar atraído por el ruido. Cuando posas la mano sobre el hombro de Juliet sientes que está temblando y murmura palabras sin sentido, no reacciona a tu contacto. Haces que levante la cabeza y descubrís que tiene los ojos en blanco y mueve los labios muy rápido. Donovan se acerca alarmado y observa, junto contigo, como la boquita de Juliet emite soniditos al moverse que no significan nada, hasta que comienza a narrar algo -Uno, es uno grande en el cielo negro, una mano negra se extiende, sus ojos la buscan, sus oídos la escuchan, su boca quiere hablarle, plegarias se alzarán al cielo negro, le da mucho miedo. De su mano caen gotas de un líquido negro y espeso, muy espeso, caen a la ciudad, les mancha. Desconfía de los manchados. Uno, es uno grande en el cielo negro. No es el cielo, es una bóveda, está enterrado, escondido entre paredes de piedra, hay susurros, hay canciones, hay entonaciones, hay maldad, hay muerte, hay noche eterna, hay tinieblas en el corazón de las personas. Manchas en el corazón de algunos hombres que buscan su condenación- Juliet se levanta, la silla sale volando hacia atrás y se estrella con los estantes -Es uno, uno grande en el cielo negro. Sólo uno. Porque sólo él lo sabe. Sólo uno que es Legión. Si saben su secreto vendrán más.- Juliet se ha convertido en una mujer muy hermosa de largos cabellos morenos y vestida con ropas de un blanco cegador. Ves extrañado que sus pies no tocan el suelo. Donovan ya no está en la librería y el sentimiento es como si nunca hubiera estado ahí -Juliet es mi pequeña. No permitas que le hagan daño. La buscan, ya viene, vienen a por ella. Desconfía de los hombres manchados por él. Protégela de la noche que se avecina.- El cuello de la bella mujer se raja por una gota de líquido viscoso y negro que cae del cielo, de la herida brota su sangre roja rodeada de un vaho negro que va apagando el resplandor del vestido, los ojos de la bella mujer quedan en blanco, su cabeza cae hacia atrás, sus cabellos se encrespan, su piel se tensa y se demacra, sus brazos se levantan hacia ti, la sangre roja rodeada por un humo ennegrecido cubre toda la parte frontal del vestido, ella quiere chillar pero no puede, sólo un dedo roza tu mejilla y te transmite su dolor, te transmite su impotencia, te transmite su cariño hacia Juliet, el cariño de una madre que murió protegiendo a su hija.

Cargando editor
18/07/2014, 13:28
Donovan

Despiertas sobresaltado. El corazón se te va a salir por la boca. Estás en la librería. Donovan ordena libros al fondo, pensando. Juliet está sentada a tu lado, tenía una mano cálida puesta en tu nuca que ha apartado al despertarte. Tu mente vuelve a la realidad. La radio está encendida.

-...Washington Square Village junto a la universidad de Nueva York en compañía de un hombre moreno de pelo largo y barba que afirmó, falsamente, ser su padre. Marcos Engen, el verdadero padre de Juliet, sigue en paradero desconocido. La tragedia sacude Manhattan con este quíntuple homicidio y las dos desapariciones...-

Donovan apaga la radio y te mira -Vaya, ya has despertado.- Miras a Juliet que te observa con curiosidad durante unos segundos y devuelve su atención al libro -Estas no son- comenta finalmente pasando del capítulo de las runas vikingas y la antigua magia celta, parece desesperarse y tira el libro a un lado que cae cerrado a unos pasos de Juliet. La niña cruza los brazos sobre la mesa y hunde la cabeza en ellos. Te da un vuelco el corazón. Donovan se acerca y recoge el libro -Tranquila Juliet- comenta devolviéndole el ejemplar abierto por una página al azar. El anciano depara en ti -¿Estás bien? Deberías descansar. Tienes muy mala cara. Ve a dormir, yo me quedo con ella- Juliet levanta la cabeza ante las palabras de Donovan y sorprendida coge el libro -¡Estas son!¡Se parecen a estas!- mueve las páginas con ansiedad buscando el inicio del capítulo para saber de qué se trata pero Dónovan le quita el libro de las manos y te lo entrega -Ahora no. Bajad al sótano. Hay alguien en la puerta.-

Cargando editor
18/07/2014, 13:47
DIRECTOR

Gregory

Nada más escuchar tus palabras Caith asiente. Lo cierto es que está agotada. -Puedo darme una ducha- comenta mientras se dirige hacia su maleta. Quince minutos después sale del baño que te agradece con una sonrisa -Voy a echarme un rato, si no te importa, la verdad es que estoy agotada- se acerca a ti y te da un cálido abrazo. Acto seguido se encierra en tu habitación.

Quedas sólo en el salón, pensativo, cuando suena el teléfono:

-Buenas tardes- sorprendido miras el reloj, son las 12:30 -Le llamo de la comisaría de policía de Brooklyn. ¿Es usted Gregory Stinson?- Tras tu afirmación pones toda tu atención en la voz femenina que hay al otro lado del teléfono, es joven y algo sexi -No se preocupe. Hemos llamado a su facultad pidiendo la ayuda de un especialista en simbología ritualística y nos han dado su nombre. Han sido hallados unos extraños sígnos en un crimen múltiple y necesitamos su ayuda para comprender mejor el caso. ¿Puede pasarse esta tarde por la comisaría? Cualquier información que pudiera darnos sería vital para el curso de la investigación.- Tu mirada queda fija en la puerta de tu cuarto, lo cierto es que tanto tu experiencia como la de Cathi vendrían muy bien a la policía pero después de lo ocurrido no quieres dejarla sola y exponerla a salir de nuevo e ir a Brooklyn sería, cuanto menos, peligroso. Ante tu duda la voz continúa -Señor Stinson, hay cinco muertos y dos personas desaparecidas entre ellas una niña pequeña. Los medios se han hecho eco de las desapariciones. Las marcas fueron hechas desde dentro de la vivienda en puertas y ventanas. Imposibles de ver desde fuera. Si era para evitar que entraran funcionó, los asaltantes atravesaron la pared-. Breve pausa -Se lo preguntaré otra vez: ¿Podría venir esta tarde a la comisaría?-

Cargando editor
18/07/2014, 22:34
Monica Spínola
Sólo para el director

El corazon me latía a mil por hora, tenia un sonrojo bastante considerable, estaba en un taxi con un desconocido y lo mejor de todo es que no sabía por que. Quizás fuera el echo del mal royo que me daba ese viejo que salió de la casa, o el modo en que reacciono Graham, o quizás lo mono que estaba cuando tartammudeaba... ¿Me había llamado preciosa? Tenía la cabeza echa un lío. Menos mal que el taxi avanzaba ya con buen ritmo por la metrópolis.

<Bien echo, en un taxi con un desconocido, y esta vez ni siquiera estas borracha>

<Por el amor de dios, cállate>

<Oye, quien sabe, quizás el morenito pueda sorprendernos y todo>

<Que te calles, por favor. El viejo...>

<Si. Parecía que nos taladraba el alma>

<¿Donde nos hemos metido?>

<...>

Aferré con fuerza el brazo de Grahamm. Maldita sea, ¿Que estoy haciendo? Los hombres que salieron de la casa, el viejo con cara seria que nos miraba. Me puso nerviosa. Noté en un segundo como una gota de sudor frío se formaba y me bajaba or toda la espina dorsal en un estremecimiento que no me gustó ni un pelo. Si a esto es a lo que se dedica Gordon, no volveré a meterme con él, ni a llamarle aburrido ni nada...

-A... A ver si me entero...- Musité en voz baja soltando su hombro con cierto nerviosismo. Metí la mano en el bolsillo y saqué el pequeño botecito de medicación del que extraje una pequeña pastilla que tragué mientras hacía tiempo para ordenar mis pensamientos. Con tantas conversaciones con "Mónica", me empezaba a doler la cabeza y la aspirina me vendría bien.- Trabajas para un amigo de la familia de esa chica, ¿No? Es decir que la conoces personalmente... O te han mandado encontrarla. A la chica, que es superdotada la andan buscando gente que la vio hacer algo que normalmente no podría hacer una niña pequeña ¿No?

Notas de juego

Listo.

Cargando editor
19/07/2014, 20:45
Jackeline "Jackie" Davidson

Me mantuve esperando junto al sacerdote atenta a sus palabras. Me resultó muy interesante lo que explicó sobre el cura muerto, estaba describiendo a alguien muy devoto y perseverante, alguien que no aceptaría las locuras de cualquiera con facilidad. Si aceptó ayudar a aquellas personas con esos símbolos grabados debió de ser porque acabó convencido de que eran necesarios. Iba a preguntar qué ayuda estaba prestando a la familia cuando todo se aceleró y perdí mi oportunidad.

La actitud de Cole hacía el cura me pareció extraña, lo de dentro debió de ser una verdadera carnicería para que estuviera tan alterado, normalmente Cole era un hombre muy controlado, hasta con los peores delincuentes nunca perdía los nervios. Una vez que el detective Cunnigham consiguió calmarle creí que tendría mi oportunidad de hablar con el sacerdote, pero una vez más todo se aceleró, los policías salieron corriendo ante el aviso de que habían visto a la niña. Gracias a mi hermano Patrick supe que iban a la parada de metro de la universidad, al principio pensé en seguirles pero, cuando vi al cura observar a una pareja que se alejó en taxi, preferí intentar sacar algo en claro sobre el sacerdote. Durante las siguientes horas la policía recorrería la ciudad comprobando las pistas, algunas podrían ser buenas y otras malas, pero yo no conseguiría nada corriendo tras ellos, me alejé de mi pequeña y me dirigí al sacerdote.

-Padre Lagrange, perdone que le moleste de nuevo. Todo esto ha sido un shock muy fuerte para todos y la policía se va a concentrar en buscar a esa niña. ¿Le importaría charlar conmigo un rato? Le invito a tomar un café.- Le dediqué al sacerdote mi sonrisa más dulce, pensando que quizá así me dijera en qué se había metido el padre Robertson. No me preocupó demasiado decirle lo de la niña, a esas alturas debía estar ya en todos los informativos, ese solía ser el protocolo estandar en casos de desaparición.

Cargando editor
21/07/2014, 19:17
Gregory Stinson
Sólo para el director

Por un momento permanezco callado, perdido en mis pensamientos hasta que la voz al otro lado del telefono me devuelve a la realidad.

Claro que les ayudare seria to do un honor y una gran satisfaccion si gracias a mi ayuda atraparan al desalmado que esta cometiendo esas atrocidades. Pero debo pedirle yo un favor, vera me encuentro en una situacion cuanto menos dlicada en estos momentos.

Una buena amiga, practicamente una hermana para mi esta atravesando una dura fase, su marido la abandono hara escasos dias y esta sumida en una profunda depresion , su psicologo le recomendo a su hermana que la enviara fuera de la ciudad para que asi desconectara y hablo conmigo y por supuesto la abri mi casa. 

Perdon por la historia pero me gustaria ponerla en antecedentes, sipudieramos reunirnos en mi casa seria maravilloso, en la comisaria con el barullo y con la mente ocupada en este asunto no podria ayudat al 100 por 100, como usted entendera ademas qui tengo libros que seguro seran de ayuda y que no podre llevar hasta alli.

Si quiere puede mandarme fotos por email y comenzare ahora asi cuando llegen tendre algo que decirles y seguir desde alli. Que le parece...

Trague saliva y cruce los dedos cierto para que la policia aceptara mis condiciones ademas conseguir que la policia este en casa seria un punto mas para proteger a Caith

Cargando editor
25/07/2014, 21:47
Isabella Becker

¿Qué ha pasado? - Me pregunto mientras miro a mi alrededor, confusa. Mis ojos se detienen en la camilla, ahora vacía, y los recuerdos comienzan a volver lentamente, como atravesando una capa densa en mi cerebro. Recuerdo al hombre entonces. Tan hermoso que su pérdida resultaba dolorosa. Sus rasgos, finos y delicados, se parecían a los de Dean. Sus manos de artista, recuerdo tomar su mano entre las mías con suavidad, acariciar sus dedos al limpiar sus heridas. Sus dedos.

Mi mirada se posa en Amanda D. que se frota el cuello y la miro con extrañeza mientras la sensación de los dedos del hombre apretando los míos me asalta de repente, haciendo que mis ojos se abran al recordar. La luz parpadea y la camilla está vacía. El hombre me apretó la mano en la oscuridad, como un reflejo nervioso. A veces los cadáveres tienen ese tipo de reacciones poco después de morir. Pero ese hombre llevaba horas muerto. Y ahora no está. Nada parece encajar. 

Siento los brazos fríos y veo la hora en el ordenador. - Joder... ¿Qué ha pasado? - Pienso mientras mi mente no deja de trabajar, contando las camillas. - Falta una. - Mis ojos se dirigen hacia la cámara, comprobando en qué dirección está grabando y asiento levemente al ver que se dirige a la puerta. - Bien. No sabremos qué ha pasado, pero sabremos quién nos ha robado el cadáver. - Me esfuerzo por mantener la calma a pesar de que mis manos están empezando a temblar por los nervios. Nunca me había pasado algo así, pero sé que si alguna de las tres cae en la histeria será mucho más difícil continuar. 

- Creo que nos han drogado. - Anuncio en voz alta, con un tono completamente serio y voz más temblorosa de lo que me gustaría, mientras me levanto con cuidado de no marearme para acercarme a Amanda W. y comprobar sus pupilas. Le tomo también el pulso y hago un reconocimiento rápido sin perder tiempo mientras me dirijo a Amanda D sin mirarla. - Avisa a los de seguridad, que manden un agente y que alguien compruebe la grabación de las cámaras. Falta una camilla. Nos han robado el cadáver delante de nuestras narices, no sé cómo coño lo han hecho, pero tenemos que darnos prisa. - Nunca he tenido por costumbre decir tacos, pero la situación empieza a superarme a mí también. Respiro profundamente, todavía mirando a Amanda W. - ¿Qué es lo último que recuerdas?

- Tiradas (1)
Cargando editor
26/07/2014, 16:52
Roux Kalderash
Sólo para el director

          Roux se ve desbordado y le cuesta volver en sí mismo. “- Juliet es mi pequeña. No permitas que le hagan daño. La buscan, ya viene, vienen a por ella. Desconfía de los hombres manchados por él. Protégela de la noche que se avecina. -” En su cabeza resuena una y otra vez esa frase que le hace sentir aún más responsable de proteger a la chiquilla. - “Los manchados.” - En su rostro, algo más pálido de lo habitual, puede verse reflejada la desolación transmitida por aquella visión. Tan solo termina de reaccionar cuando escucha que hay alguien al otro lado de la puerta, en ese momento, se pone el libro bajo el brazo y recoge la caja ademas de los restos que puedan hacer pensar que allí comía más de una persona. Después, pone las sillas en su lugar y acompaña a Juliet hasta la puerta de bajada.

         Su mirada se dirige hacia Donovan. Nunca se había atrevido a preguntar de forma directa por qué lo ayudó y acogió sin condiciones. Y cuando trataba de hacerlo de forma indirecta el anciano siempre se iba por las ramas. - Aún cuando no hay excusa para mi comportamiento, ves más allá y estas dispuesto a ayudarme. Gracias. - Lo que deberían ser palabras, son tan solo pensamientos, preocupado por el ruido que pudiera hacer, o quizás cohibido por la costumbre de no poner en palabras la gratitud que siempre a sentido.

         Pone delante de Juliet la caja de pizza con los restos y la hace entender que debe cogerlo. Después saca su móvil y lo pone en silencio a la vez que regresa al mostrador, marca desde el teléfono de la tienda su propio numero y lo deja descolgado bajo este. Después, tratando de adivinar la figura que espera en el exterior cierra la puerta y comienza a bajar las escaleras con Juliet delante. Una vez abajo deja el libro sobre su escritorio e invita a la joven a buscar los símbolos con los que se había topado haciendo un gesto con su dedo sobre la boca. Descuelga el teléfono y se lo lleva a la oreja mientras observa con cuidado por el pequeño ventanuco que da acceso al callejón, asegurándose de que no hay nadie y que podrían salir por la puerta que lleva hasta ahí si hiciera falta.

Cargando editor
27/07/2014, 21:00
Graham Silver

Mónica

Graham no puede evitar sonreír al ver que te sientas a su lado. Sin embargo, como un rayó iluminando la noche, el recuerdo de los acontecimientos transforma su semblante. El joven pensó con cuidado las palabras que se escurrieron de su voz de forma lenta y controlada -Sí, trabajo para un amigo de sus padres y sí, más o menos vieron algo en ella, algo extraño para una chica de su edad y la investigaron en la distancia. No es que la muchacha hiciera algo a unos desconocidos, es que estaba bajo vigilancia.- además sus ojos no se apartaban de los tuyos y analizaban tus expresiones asegurándose de que comprendías lo que debías entender: Las generalidades. No hay afirmaciones concretas que hagan que esa duda que sientes desaparezca.

El taxi se detuvo cerca de la estación del metro de la universidad pública de Nueva York. Graham pagó y salió de él. Con paso firme y decidido os adentráis a las entrañas de la ciudad bajando por las escaleras. -Espera- comenta al bajar el último escalón. Se detiene y observa. -Predecibles. Van a enseñar la fotografía de la niña. Habrán ido a hablar con seguridad.- Grahama parece hablar más para sí mismo que para ti. Cierra los ojos. -Soy una niña perdida que ha escapado de una situación mortalmente peligrosa. Voy en el metro y me paro aquí. Llevo toda la noche en vela ¿Por qué en esta parada? ¿A dónde voy?- Frunce el entrecejo, parece hacer un gran esfuerzo -¡No estoy sola!- abre los ojos -Soy una niña pequeña, estoy asustada, soñolienta y tengo mucha hambre.- Se gira hacia ti -¿Te apetece un café?- comenta mientras se gira con la intención de volver arriba.

Poco tiempo después estáis en la cafetería. Habéis pedido y os atienden como a una persona normal. El tiempo pasa y, de pronto, el rostro de Graham parece iluminarse. Dos agentes de policía van mesa por mesa preguntando enseñando una fotografía y un dibujo -¿Ves? El dibujo es el retrato robot. Pase lo que pase nosotros no conocemos ni a la niña ni el rostro del dibujo. ¿Vale?- comenta al tiempo que uno de los agentes llega a vuestra mesa.

Cargando editor
27/07/2014, 21:21
Patrick Davidson

El agente llega a vuestra altura. -Buenas tardes- saluda -disculpad que os interrumpa. Estoy aquí en relación con la desaparición de Juliet Engen- os pasa la fotografía que Graham coge y observa detenidamente, acto seguido te la pasa.

Tras ello os enseña un retrato robot -La han visto en compañía de este hombre-:

A la chica no la habías visto en tu vida, pero sabes quién es el hombre del retrato robot. De vez en cuando se pasa por la librería y pregunta por los nuevos volúmenes o aquellos descatalogados. Trabaja para otra librería más pequeña cuyo nombre no recuerdas.

Al alzar la vista del retrato robot descubres que tanto Graham con el agente te miran fijamente. -¿Le suena de algo, señorita?- 

El compañero del policía grita hacia vosotros desde la barra -¡Estuvieron aquí esta mañana!- pero el agente que tienes delante no aparta la mirada -¿Lo conoce?- De pronto te viene el nombre: Donovan. Ese joven se llama Roux y trabaja para Donovan. Un hombre mayor dueño de una de las librerías más antiguas de Manhattan. Graham sigue mirándote con semblante serio a través de sus gafas.

Cargando editor
27/07/2014, 21:36
Bastienne Lagrange

Jackie

Bastienne volvió al mundo recobrando un semblante afable -No tomo café, señorita, pero estaré encantado de acompañarla y tomar un té con pastas y salir de este ambiente- comenta poniéndose en camino en primer lugar como si supiera a dónde va.

Tras avanzar unos pasos entráis en un café y el religioso toma la delantera situándose en la mesa, no más apartada, pero con menos gente en derredor. Aguarda a que la camarera os atienda y, tras su marcha, comienza a hablar -El padre Robertson era un Dominico.- Te mira con media sonrisa -¿Conoces la diferencia entre Benedictinos, Dominicos, Franciscanos y Jesuitas?- Ríe sin separar los labios emitiendo un sonido ronco y entrecortado que queda en su garganta -Era un Dominico. Más conocida como la Orden de Frailes Predicadores, la orden de los dominicos fue fundada en 1215 por Santo Domingo para predicar los Evangelios y combatir el vicio y el error moral o doctrinal. Existen tres órdenes: la Primera Orden, compuesta por monjes y sacerdotes; la Segunda Orden, de monjas de clausura, y la Tercera Orden, dividida en hermanas que viven en comunidades dedicadas al trabajo social y misionero, y laicos que buscan emular los ideales dominicos fuera de una comunidad monástica.- Hace una pausa asegurándose que comprendes -Robertson pertenecía a la tercera de ellas, es decir, era laico o, lo que es lo mismo,  no ha recibido ninguna de las órdenes religiosas que otorga la Iglesia y por consiguiente no pertenecía al clero.- La camarera trae el pedido y Bastienne huele con deleite su té negro -No me malinterpretes. Los laicos son la base de la Iglesia.- da un sorbo silencioso y muy breve al café, coge una pasta, la parte y come una de las mitades con buena educación. -¿Conoce usted La Fraternidad de Albertus? Robertson era uno de ellos. Siguen las enseñanzas de Albertus Magnus, que creía que la magia era maligna, pero que debía ser aprendida para poder combatirla mejor. Los miembros de la Fraternidad de Albertus, o Albertinos, sobresalen en las artes de la Teurgia, y la han usado con grandes resultados en su lucha contra lo sobrenatural."- Estas últimas palabras salen de su boca de forma común, pero al pronunciar las últimas frases poco a poco sus ojos se clavan en ti y analiza tu rostro y tu incredulidad.