Partida Rol por web

Todo el mundo parecía de a favor de largarse de aquel lugar o como mínimo no mostraban oposición, y mientras unos guardaban sus preguntas para si mismos y otros lanzaban sus pensamientos sin meditarlo lo más mínimo, un evento corto la marcha antes de emprenderse siquiera, algo que últimamente azotaba Lannet, un terremoto.
El temblor fue lo suficiente fuerte como derribaros a todos y permaneció por lo que pareció una eternidad. Acompañado de un fuerte viento cargado de polvo denso y un ruido estruendoso, seguramente proveniente de algún desprendimiento cercano, el pueblo fue tragado en una improvisada tormenta de arena que cortaba la visión mientras todo parecía a punto de derrumbarse bajo vuestros pies.

Cuando la nube de polvo pasó, cómo si estuvieran en perfecta sincronía el temblor cesó también y ante todos se mostraba una vista más que sorprendente. Si bien podía impactar el que ninguno de los edificios de aquel ruinoso pueblo había colapsado, era mayor el asombro de cómo el ambiente había cambiado drásticamente a vuestro alrededor.
Sin ser demasiado listo o perceptivo, uno podría darse cuenta de que algo no andaba bien, el entorno se había oscurecido notablemente casi como si hubiera anochecido en un instante y una sensación ominosa se apoderaba del lugar donde las sombras parecían moverse iluminadas únicamente por una enorme luna carmesí en el cielo…Incluso para los desastres naturales de los últimos tiempos aquello sobrepasaba por mucho lo surrealista y la idea de haber sido intoxicados por algún tipo de alucinógenos paso por la cabeza de alguno.

Mientras miras a tu alrededor en busca del resto de mencionados no eres capaz de detectar a nadie, ni siquiera detectabas una mera emisión de ki, determinando así que no había nadie a tu alrededor que no vieras.

No obstante, tras el temblor, notas algunas presencias a vuestro alrededor, aunque extrañamente el lugar donde las notas es en las propias sombras del lugar.

Al acabar aquel evento no sólo tu entorno había cambiado drasticamente, en los implicados había algo nuevo, aunque difícil de discernir, una especie de velo semitransparente de color grisaceo casi imperceptibles rodeaba a cada uno de los allí presentes, cómo si de una membrana se tratase.

El tenebroso y sombrío ambiente que se había formado tan súbitamente me hace soltar mi carga, cayendo esta a plomo en el suelo.

Tras lo cual lentamente desenvaino a Migi y Hidari intentando centrar mis sentidos en aquellas "presencias" sin demasiado éxito. Aquella sensación era electrizante, el peligro parecía mascarse y solo alcanzo a preguntarle al encapuchado intentando no levantar en exceso la voz: ¿Ese libro decía también algo de esto?

Cuando me percato de la niebla todo empieza a parecerme muy perturbante.

-Vosotros que parecéis gente inteligente... ¿Me podéis explicar qué está pasando? ¿Y qué libro es ese del que no hacéis más que hablar?

Presa del miedo empuño mi hacha y me preparo para usarla. 

"Y los guerreros lloraran lagrimas de sangre cuando la tierra se rompa. En la primera reunión de las bestias, mira al alba, pues la ultima chispa lucirá y el camino será revelado."- Cite de memoria  mientras asentía y miraba hacia la luna roja.- No hay duda, todo lo de ese libre se cumple. El fin se acerca y tenemos que detenerlo.- Dije con seguridad mientras miraba a todos mis compañeros.

- No os preocupéis, pues el velo nos protege de la oscuridad y nada debemos temer.- Dije mirando con seguridad tanto a Ju-Ichi como a Arima.- Hemos de afrontar nuestro destino.- Y como si quisiera dar fuerza a mis palabras hice un asentimiento de cabeza.-Estad en guardia, somos los protagonistas de esta historia y por desgracia el papel que se nos ha encargado no es fácil.

Fue entonces cuando me gire hacia Monven.- No os preocupéis, no dejare que la oscuridad os haga daño a ninguno.-Mientras lo decía mis brazos salieron de los ropajes mostrando una rodela con filigranas en una mano y un Jutte en la otra. No hacía falta decir que aquella combinación de armas era muy pocas veces vista.

-Awawawawa ¿qué está pasandoooo?

Ante el repentino giro de los acontecimientos y lo siniestro que resultaba todo esto, no pude evitar soltar un grito mientras echaba unos pasos hacia atrás para apoyar mi espalda en la pared más cercana, siempre observando lo que estaba pasando allí a lo lejos.

"Espero que no venga aquí por favor por favor por favor... ¿Qué se supone que está pasando? ¿En qué diablos me estoy metiendo?..."

La chica llamada Mei retrocedió unos pasos buscando situarse entre Ju-Ichi y Arima, parecía que aligual que estos la nueva escena en la que se encontraba no le daba el menor ápice de confort. Por otro lado Mushu no parecía afectado en lo más mínimo, demasiado valiente o estúpido para sentir temor recitaba de memorieta las palabras que decía haber leído en un libro, pero si era un intento de calmar a los demás no tuvo efecto.

-Awawawawa ¿qué está pasandoooo?

La voz de una chica se escuchó por detrás de una casa cercana, pero no dio tiempo a que ninguno reacionara antes e que otra nueva voz hablase, esta vez la de una mujer algo más madura.

-Ya veo porque le agradas… supongo que a los idiotas les gustan otros idiotas.- Los pasos que portaban la voz se acercaron resonando entre las casas junto con una luz, la figura parecía portar un farol y se acercaba a vosotros sin dudar o temer vuestras armas, de echo parecía mostrar una mezcla de indiferencia y disgusto.- Como sea, si quereis seguir vivos seguidme y manteneos dentro del alcance mi luz, alejaos de las sombras...todos vosotros.- La mujer que no había echo presentación alguna sugirió unas instrucciones y esperó unos segundos a que los presentes la asimilaran antes de echar a andar en dirección a la salida del pueblo.

Rápidamente envaino mis katanas y vuelvo a cargarme al hombro al desmallado para acto seguido empezar a caminar en dirección a la farolera diciendo solamente: "De acuerdo"

"El sertuga y el encapuchado parecen bastante capaces de cubrir los flancos. Será mejor que me centre en no dejar que se coman a este. No sé quien son estas personas pero las cosas se han puesto interesantes y mi instinto me dice que debo ayudarles. ¿En verdad maestro esto era lo que querías que viviera?..."

Decido quedarme en la oscuridad para que huyan los que acompañen a la dama, puesto que dicha dama no me termina de dar buena espina. 

"Intentare volver a mi trayecto y llevar a cabo mi venganza, ademas no se de que libro esta hablado esta gente y no creo que me pueda ayudar con mi misión"

-Antes de que se separen nuestros caminos, necesito una explicación de por que me llamáis Sertuga y que es ese libro del que habláis. ¿Vosotros veis visiones también? ¿Y la dama también es una visión?

-¿Q-q-q-q-qué está pasando? ¿Quién es esa chica? ¿Qué debería hacer? Parece que aún no se han dado cuenta de que estoy aquí... Pero por otro lado debería ir con ellos... Hmmm, parece que el espadachín está empezando a moverse, por lo que imagino que el resto irán detrás... Supongo que podría ir con ellos... a una distancia prudencial.

Después de los recientes acontecimientos, ya no estaba segura de si me habían visto o no, incluso estaba empezando a murmuran para mí misma mis pensamientos, más preocupada ya de mi alrededor que de continuar escondida, ya que parecía que mi discreción era infalible. Y, tras esas reflexiones y decisiones, me decidí a ponerme en marcha detrás suya, siempre bastantes pasos por detrás de ellos, más preocupada de no perderlos de vista que de ser descubierta.

¡Os lo dije!.- Exclame cuando la mujer del farol apareció.- Ella debe ser la chispa que iluminara nuestro camino.- Mi mano señalaba a la joven, o quizá a su farol, no podía saberse.

Fue entonces cuando mi atención se centro en Sertuga.- Nuestros caminos no deben separarse aquí Sertuga, como dije nos enfrentamos contra algo grande y debemos mantenernos unidos. Tu nombre proviene del la gran bestia que habita en tu interior, la gran tortuga de serpientes reales, pero ahora no es momento para hablar, ¡Debemos seguir a la chispa de nuestro camino para que el mundo no desaparezca!

Cuando la dama comenzó a alejarse todos excluyendo a Arima avanzaron con ella hasta que tras unos metros la voz del gigante apodado Sértuga por los de más resonó por el pueblo clamando que debían partir caminos. La dama paró un instante y giró para mirar con cierto descontento y lanzar un pequeño suspiro de resignación.

-Dicen que no hay mejor maestro que la experiencia, intentad sobrevivir al primero.- En ese momento todos pudieron observar la monstruosidad que salió de las sombras, más grande que Arima y compuesto de pura oscuridad su enorme garra cayó sobre su objetivo, atravesandolo de lado a lado, cómo si un fantasma hubiera pasado a través de él incluso el hacha parecía no existir para el ser.

Arima no parecía haber sufrido daños físicos, y sin embargo un sentimiento de miedo le recorrió junto con una sensación gélida que paseaba su cuerpo. Detrás de él y con todos observando sonó el grito de una chica* quien escondida tras una casa parecía haber sufrido el ataque de un ser igual, pero con por su aspecto pálido con peores repercusiones.

-Mmmm, teneís algo de suerte, los primeros han sido pequeños.- Comentó de nuevo la dama.

Tras las palabras de la farolera miro de nuevo hacia el ancapuchado y murmuro: Que el mundo no desaparezca eh... para acto seguido decir: Antes has solicitado ver mis habilidades ¿no?.

Protege a nuestra "chispa iluminadora" y a los que no puedan pelear. Digo soltando de nuevo al saco de patatas cerca de la farolera.

Tras lo cual desenvaino a Hidari y Migi y por último a Naka, la cual coloco en mi boca justo después de añadir: Veamos si estos seres son tan duros...

Presa del pánico intento huir, puesto que siento que mis ataques van a ser inútiles

-Estas bestias, no parecen seres mortales corrientes... parece que mi hacha no les haga efecto.- Dije

-Parece que estabas en lo cierto... Farolera... 

"¿Será verdad lo que dicen de ese libro?"

¡Maldita sea!.- Grite al ver como atacaban a Sertuga.- ¡No os separéis de la luz!.-Dije mientras mi mano derecha guardaba mi arma y tomaba otra. El jutte estaba pensado para desarmar a los oponentes pero... si te atacan sin arma no puedes desarmarlos a no ser que les cortes el brazo.

Con total convicción lo que antes era un arma redondeada ahora había sido sustituida por un filo corto. El tanto de mi mano derecha esperaba por si tenía que mostrarse.- Sertuga, ven aquí y...- Cuando vi como el espadachín salía corriendo hacia el edificio mis ojos se pusieron blancos.- Pero será... - Me di la vuelta hacia la mujer que había aparecido portando el farol.- ¡"Santa del velo", cúbreles con tu luz!

De repente, uno de esos extraños me ataca, ante lo cual mi primer instinto es encogerme para intentar cubrirme lo máximo posible del impacto... impacto que parece que nunca llega. Tras un breve lapso, levanto la mirada hacia el monstruo para descubrir que su golpe parece que no me hubiera tocado nunca. Pero ya era demasiado tarde, el miedo estaba en mi cabeza, y era lo suficientemente intenso como para poder olvidarme de lo demás y salir corriendo de allí.

-¡¡Awawawawawa esto es peor que estar rodeada de genteeeeee!! tras lo cual, lo único que se me ocurre es ir corriendo hacia el grupo de gente al que estaba "persiguiendo amablemente". Por el camino, de pronto visualizo al ¿samurai? corriendo hacia mi dirección, con lo cual, sin desviarme de mi camino, continúo corriendo hacia mi destino inicial cruzándome con él a mitad de camino y dándole un pequeño consejo: ¡¡Dirección equivocadaaa, correeeeeeee!! mientras prosigo con mi valiente huída hacia el grupo de gente desconocida.

La dama giró su mirada hacia Akira, quien imploraba por ayuda mientras el samurai corría hacía las sombras, sombras de las cuales Arima y Grey corrían por evitar. Con todos los apodos que se le había dado, el que se llevó la peor mirada fue aquel que la había nombrado "santa del velo", como si pareciera que la disgustara realmente.

-No quiero-Contestó antes de volver a girarse para contemplar a Ju-Ichi, su reacción y tono indicaban más el echo de que le daba pereza hacerlo que el que no pudiera.-Mmmm, tienen buen aguante...

Mientras las palabras son pronunciadas, los que miraran hacia Ju-Ichi pueden observar como la garra de la sombra atraviesa al samurai en el pecho, de la misma manera que con los otros dos, sin herida, únicamente la sensación de frío y miedo tras el ataque.

Al mismo tiempo, Arima y Grey habían alcanzado una posición cercana a la dama, amparados bajo la luz del farol un nuevo grito de miedo se escuchó..