Partida Rol por web

Lo dicho por Akira hizo que empezara a reflexionar. ¿Habría sido en ese momento en que el medico recibió este “don”? ¿O seria que cuando entro en contacto con los infectados colgantes, recibió justo la misma habilidad? Por otro lado también estaba el hecho del sujeto apuñalado. ¿Habría sido mordido antes y por eso llevaba el virus o lo que fuera en la sangre? Cada pregunta abría nuevo enigmas. Las palabras de Judith lo hicieron olvidar todas esas preguntas, estaba por responder cuando Clara intervino.
-A mi me gustaría morderte…-pensó mirando a la bella morena. Pero no debería distraerse, podía ver las caras de susto de algunos de sus compañeros. Levanto una mano y con voz calmada comenzó a hablar.
-Escúchenme todos- dijo serio, pues no creyó que una sonrisa sirviera en estos casos-. Se lo que algunos pensaran, nadie se va a convertir en zombi. Pueden estar calmados en ese aspecto, se que varios fuimos mordidos y estamos bien- sonrió levemente-. Los que son zombis no fueron mordidos, se transformaron justo después que el tipo fue apuñalado. Allí esta el detonante, algo en ese momento cambio para todos nosotros. Lo único cierto es que necesitamos de todos los recursos de los que disponemos y para eso tenemos que estar unidos. Así que no empiecen a mirarse raro. Ya tenemos suficiente peligro afuera como para pensar en el que puede surgir aquí…
Miro a cada uno a los ojos tratando de que se calmaran y les llegara esa tranquilidad que siempre lo caracterizó.

Tengo que salir de aqui. Tengo que salir. Aprovecho que todo el mundo esta prestando atencion al joven para buscar una forma de llegar a la ventilacion. Esta en el techo, pero quiza pueda subirme por encima de uno de los paneles. Puede que me vean pero con suerte me dejaran estar, o no les dara tiempo a detenerme. Ignoro el dolor del tobillo y trepo como puedo para llegar hasta el conducto.

Susan no aguantaba más. Su estado de ansiedad estaba llegando a límites que hasta ella desconocía. Se ahogaba y necesitaba salir de allí cuanto antes. Buscó con la mirada posibles salidas. La puerta era salir al mismo terror, la ventana daba al océano así que optó por el conducto de ventilación que estaba en el techo. Aprovechó que todos observaban a James mientras daba su discurso e, ignorando su dolor de tobillo se apoyó en una de las máquinas y se impulsó hacia arriba. ¡Llegó hasta el conducto, quitando la reja gracias al impulso y pudo agarrarse del hueco! Ahora solo quedaba trepar...

Con lo que no contaba es que, de pronto, sintió que la fuerza brotaba de sus brazos y cuando menos se lo esperaba arrancó medio techo y calló al suelo. Por suerte, ninguno estaba cerca de  la parte del techo derruido. Incluso cuando ella llegó al suelo, la parte que tocaron sus pies se hundió bastante. Ella recordaba que siempre había sido débil, su mayor desventaja... pero... ¿De dónde había sacado aquella fuerza sobrenatural?

El estrépito que hizo la joven tímida al tratar de escapar logro que todos voltearan a verla. James había visto como saltaba tratando de llegar a lo alto del conducto, justo cuando estaba por avisar de esta fuga se inicio todo ese desastre. Al principio no entendía que paso, hasta que cayó en la cuenta.
-Bienvenida al club- murmuro con una sonrisa y un brillo en los ojos difícil de definir. Lentamente se acercó a ella, parecía muy perturbada y el querer irse daba una buena muestra de su estado de ánimo-. No te asustes, escúchame con atención- su voz se había tornado suave, invitadora-. Respira, no mires otra cosa que no sean mis ojos, sigue respirando, suavemente. Imaginate en ese lugar en el que siempre te sentiste segura, ese rincón de tu mente al que acudes cuando estas sola. Nada puede hacerte daño, estas bien y todo se arreglara muy pronto.
Esperaba poder tranquilizar a la joven dama, tenia bastante experiencia en tratar con personas, de hecho toda su vida se definía en eso: decir lo que los demás esperan y necesitan. Se mantuvo a unos tres pasos de distancia, dejando bastante espacio libre para que no se sienta acorralada y para tener suficiente tiempo de evitar algún golpe.

Intentaba escapar cuando de pronto todo se me vino encima. Caí al suelo con un golpe sordo, incapaz de entender que habia ocurrido. El techo se me habia venido encima, y habia sentido que yo misma lo arrancaba, pero eso era imposible. Mi respiración seguía acelerada, y notaba como me temblaba todo el cuerpo. Y entonces ese hombre, James se acerco y empezó a hablarme. Mi primera reaccion fue apartarme, huir, pero algo en sus ojos me detuvo.

Al principio no entendí lo que decía, pero su tono era suave y tranquilizador, y me deje arrastrar por el. Poco a poco mi pulso se ralentizo, y mi respiración volvió a la normalidad.

- gracias

James sonrió a la joven, pensando en que tal vez fuera claustrofobica o tenga alguna otra perturbación. El tenue “gracias” que escuchó le pareció suficientemente alentador, así que dio un pequeño paso hacia ella. De seguro se sentía indefensa (a pesar de haber roto medio techo) y completamente perdida.
-Se que tienes miedo, no debes temer a nada- mostró las palmas de sus manos, en un gesto de pura indefensión-. Estas entre amigos, nosotros te protegeremos, te protegeré- agregó con total convencimiento en su voz-. Puedes hablar conmigo de lo que sea, así que relájate- miró hacia el hueco que provocó en el techo y luego el suelo sobre el que se había hundido casi medio metro-. Sal de allí y siéntate, ponte cómoda. No tengas miedo por lo que acabas de hacer, eso es lo de menos, lo importante es que estas bien- se volteó hacia los demás, con un gesto escueto les indicó que se relajaran. Esperaba que ninguno dijera nada impropio que llevara a la inestable Susan a otro episodio. Volvió su rostro una vez mas hacia Susan-. Muy pronto saldremos de aquí, de eso puedes estar segura.
Esperaba que con eso lograra tranquilizar de momento a la joven.

Deje que la voluntad de James se impusiera a la mía, y busque un rincon en el que sentarme, alejada del resto. Por suerte no parecía que ellos quisiesen acercarse tampoco. Me senté en el suelo cogiendome las rodillas y me quede en silencio.

Akira, tras tratar a Robb, se acercó a Susan y le dijo

-Dejame ver tu tobillo, voy a ponerte algo.

Mientras lo hacia, comienzó a decir en alto para que le escuchasen todos.

-En resumen, Susan es muy fuerte, James puede "enfriar" las cosas y yo, no estoy seguro si puedo trepar por las paredes o "imitirar" las habilidades de los infectados a los que toco... y a todos nos han mordido... no puede ser casualidad...

Dandole la espalda al resto de personas en la sala espero a que me contesten la llamada, los tonos se hacen eternos hasta que por fin alguien contesta, escuche atento la contestacion que recibi, y de pronto Clara se me acerco, empezo a hablarme, instintivamente le tape la boca con un dedo como si dijera silencio, cuando me di cuenta de lo que hice lo aparte rapidamente y me gire un poco "¿Doctor?, ¿arpia?, algo me dice que esa arpia es la que desordeno el cuarto antes que nosotros ...". Trague saliba, no sabia bien que hacer o que decir, y de pronto me acorde de una cosa, de la carta que habia dejado ese hombre, intente pensar en ella detenidamente unos segundos y la saque de mi bolsillo (nunca dije que la devolvia XD) y luego con voz seria y decidida dije -Si estás leyendo esto es porque yo he muerto. No sé quién eres, pero ahora el destino del mundo está en tus manos. Conserva el tubo de ensayo con el líquido que puede salvar a la humanidad y llama a los únicos aliados que tenemos. Ellos te ayudarán. Rodéate de gente en quien confiar y apoyaos, debéis sobrevivir en el barco hasta que podáis llegar a tierra. Intenté ayudar, y al final provoqué el caos. Espero que se me perdone. Firmado Doctor Eric Lampard- recito palabra por palabra la carta del doctor. Dejo pasar unos segundos para que asimilen todo lo recibido y despues continuo -Esta nota se la dejo a ... podria decirse que una amiga justo antes de ser asesinado, por la nota que dejo, debo de entender, que usted podria ser un "aliado" y que por otra pista que dejo el "Doctor" ahora mismo estan en Venecia, o que la solucion a nuestros problemas estan hay, a sique le ofrezco un trato, usted cuenteme todo lo que sabe y yo no destruire ahora mismo el virus y el antidoto, y creame que lo are, estoy en un barco lleno de ..."zombis" a si que estoy preparado ya para morir.- Inmediatamente miro a Clara y le saco la lengua, los del telefono notarian que hablaba enserio, pero por los gestos de mi cara mis manos y la lengua sacada se notaba a la legua (si me veia) que era una gran mentira. Luego escucho un poco de jaleo a mi espalda, tapo el telefonillo y me giro -Os importaria callaros, estoy intentando hablar por telefono ...- cuando acabo la frase miro todo lo que se a montado en unos segundos ... por mi frente cae una pequeña gota de sudor, bastante comica, me giro rapidamente "... dios se les deja solos unos segundos y te montan la de dios", y luego vuelvo al telefono -Bueno señor, ¿que es lo que quiere hacer?, ¿cooperar o morir?

Quien estaba al otro lado del teléfono permaneció callado durante todo el rato en que Xavier habló y solo cuando éste hubo terminado, habló:

- Somos de los buenos. Y sí, tenemos toda la información. Y os podemos ayudar tanto como vosotros a nosotros. En Venecia nos encontramos nosotros. Quizás el doctor quería que nos uniésemos. Dirigid el barco hasta aquí y volved a llamar cuando hayáis llegado. No salgais del barco hasta que un grupo de los nuestros haya llegado hasta vosotros. Sobretodo, cuidad los frascos. Son la única salvación.

Y tras esto, colgó.

Clara se quedó extrañada a la vez que molesta ante la reacción de Xavier. ¿La había hecho callar? Prefirió no decir nada para interrumpir su conversación por teléfono, que consideraba de gran importancia. Mientras, escuchó el discurso de James y no pudo evitar pensar en lo perfecto que era. Su don de la palabra sumado con su aspecto de galante caballero le producían una especie de admiración dirigida únicamente a él. Escuchó con atención, distraída, hasta que el estruendo que se escuchó detrás de ella la hizo despertar.

¿Susan?

Espero quieta, intentando razonar cómo podía la chica haber destrozado medio techo. Y mientras, el apuesto James hacía afán de su galantería ayudándola.

Tras quedarse unos segundos obserando la espalda del chico, cerró los ojos con fuerza, enfadada consigo misma por dejarse llevar en aquellos momentos. Apretó con fuerza la pistola. No merecía la pena encariñarse con ninguno, pues en cualquier momento se transformarían y ella sería la encargada de matarlos.

-¿Enfriar cosas?- repitió enarcando una ceja-. ¿Soy una nevera acaso? Eso suena bastante poco importante, incluso congelar suena mejor, pero bueno, no soy científico, así que se me escapan esos complicados términos que usa doctor.
Akira se acerco a ayudar a Susan, el pie de la misma no parecía tener buen aspecto, así que le vendría muy bien unas curaciones. En algún momento deberían salir de allí y tenían que estar en perfecto estado. Xavier dijo algo pero James no alcanzo a entender que fue, se volteo y lo vio con el teléfono en la mano, al parecer había logrado contactar con alguien afuera. Esperaba que consiguiera ayuda para poder salir de allí y que tuviera suficiente poder de convencimiento para ello.
-Debería ser yo quien hable- se dijo a si mismo-. Pero bueno, no puedo encargarme de todo…

Robb se sintió algo más aliviado y se lo agradeció al doctor asintiendo con la cabeza... concentrado en aquella debacle que se esta formando. No le prestó mucha atención al resto - miralos... todos tan perfectos - pensó para sus adentros observándolos. Se sentía el más patético de todos, ladrón para vivir, sin educación y sin nada... pero allí estaba, uno de los supervivientes - ¿Por qué yo? Yo no soy nada especial como estos... perfectos seres... - cerró los ojos pesaroso y se acomodó algo más en la esquina que estaba para luego ponerse mejor la capucha. 

Pese al efecto tranquilizador de James, tuve que hacer uso de toda mi fuerza de voluntad para no apartarme cuando el medico se acerco a mi y me toco. Pero ni toda mi fuerza de voluntad evito que temblase mientras lo hacia.

Cerré los ojos y trate de seguir el consejo de James.

La pequeña se escondió en el armario. Estaba oscuro, pero la oscuridad no le daba miedo. Podía oler el ambientador que su madre ponía para alejar a las polillas, y notar el tacto de la madera vieja del suelo, áspero, ni frió ni calido. Pero sobretodo sentía el silencio a su alrededor, un silencio palpable y envolvente. Y entonces el crujido de la puerta que se abría y la cegadora luz de la habitación.

Abrí los ojos de repente, y un grito se ahogo en mi garganta. Akira había terminado de vendarme el tobillo, y el resto seguían a una distancia segura. Uno de ellos hablaba por teléfono con alguien, y el resto esperaba la respuesta.

Baje la mirada y la pose sobre mis brazos. Sin darme cuenta me había clavado las uñas del la mano derecha en el brazo izquierdo, y unas gotitas de sangre asomaban por mi brazo. Abrí la mano y cruce los brazos en el pecho, no quería que nadie viese la herida, ni tampoco las otras, no quiera preguntas, ni tampoco mas vendajes.

Escucho con atencion las palabras del hombre del telefono. Cuando acaba de hablar me giro, poniendome con mi espalada en la pared y me deslizo hasta llegar al suelo, me acaricio con una mano la cabeza, sonrio levemente y sin mirar a nadie digo -Capitan, ponga rumbo a Venecia, vamos a hacer turismo.- luego me llevo las manos a la boca y lanzo un silvido, no muy fuerte, pero si lo suficiente como para que me presten todos atencion -tengo noticias frescas, ¿a quien le interesa?- digo mientras levantanto con una mano el telefono y lo muevo colgandolo de dos dedos.

Judith se alejó del alboroto producido por Susan. Estaba harta de zombies, superpoderes,... ¿Qué sería lo próximo? ¿Aliens?

-A mí me interesa saber cualquier cosa que sirva para salir de este barco. ¿Xavier, no? ¿Sabes qué está pasando aquí?

El silbido de Xavier llamó su atención, al parecer había conseguido algo de ayuda. Ya era hora que pudieran salir de allí, quien sabe cuanto tiempo lograrían sobrevivir. Para colmo todos estaban al borde de un ataque de nervios, ya sea por los zombis, extraños poderes que surgían por doquier o por alguna otra causa aun mas profunda. Sin ir mas lejos, Susan parecía el perfecto caso de diván, Robb era otro extremo pero no se alejaba mucho y los demás quien sabe. Debería estudiar con atención a cada uno, necesitaba de todos para sobrevivir. Suspiró abrumado, lograr que todos trabajen en equipo seria difícil, pero no imposible. Le gustaban los retos.
-Claro que no. Todos estamos a gusto en un barco infestado de zombis- dijo sarcásticamente a Xavier-. No te hagas rogar y empieza a hablar.
Esperaba que las noticias que tenia el joven fueran esperanzadoras, no tenia deseos de escuchar que alguien planeaba bombardear el buque. Esa idea se le había ocurrido mientras buscaban las provisiones, si eso era una infección podían llegar a esa conclusión. Eliminar a unos pocos para salvar al resto. No era un pensamiento muy alentador.

Miro a todos -Pues veamos, tenemos ayuda, pero esta en Venecia, a si que nos toca ir alli, pero de todas formas, yo no me fio mucho de unos "desconocidos" ... -digo mirandolos fijamente - aunque en esta situacion o me fio o ... acabo loco perdido como James.- digo para intentar quitarme el estres acumulado por todo

Clara observó que el capitán del barco ponía rumbo a Venecia sin pensárselo, pero ella no las tenía todas consigo.

- ¿Pero qué te ha dicho exactamente? ¿Crees que pueden sacarnos del barco?