Partida Rol por web

-No te preocupes John, llévala tú.

Se cruzó de brazos viendo la situación. La verdad es que le resultaba algo gracioso ver a su compañero irritado con el viejo que intentaba cobrarles. 

-Si aún crees que hay alguien que manejaba a ese ser, lo más seguro es que haya huido... si es que tiene dos dedos de frente. Aún así no debemos bajar la guardia, por si acaso... No sabemos nada de nuestro enemigo... pero él si - miró a Filiberto -¿Te han intentado matar por los Lim Sidhe? Y por favor guarda eso y no hagas nada raro, yo no voy a ser tan simpática como ellos, así que habla y no nos intentes cobrar la información...

Se acercó un poco a él con los brazos cruzados.

- Gracias. - Le dije a Narsharz. Me levanté y con algo de dificultad conseguí atarme la vaina a la espalda. Realmente era mas grande que yo, mientras la punta apenas rozaba el suelo, la empuñadura sobresalía por encima de mi cabeza. Seguramente parecería un niño con la espada de su padre. Mas tarde y con calma la examinaria y poder aprender mas de ella. 

- Etien, te puedo decir que era realmente rápida y precisa... un poco mas y no lo cuento. Pero después de que me acuchillara.. no podria decirte mas. Cuando tengamos unos momentos de tranquilidad me dedicaré a escribirtelo. 

Mientras mis compañeros hablaban con el hombre, al parecer alguna especie de herbalista, yo fui a recoger las dagas que se me cayeron cuando estuve apunto de morir, y me dediqué a observar los alrededores, estando alerta ante posibles amenazas. 

Así que Etien era un nigromante. Nüll tenía una cosa clara: no le gustaban los nigromantes, y desde luego aquello no le inspiraba ninguna confianza. Y ahora además pedía un informe por escrito, algo de lo más absurdo desde su punto de vista. Se le debía haber subido a la cabeza eso de ser el "líder"

No dijo nada; se limitó a quedarse cerca del hombre de pelo cano al que habían encontrado, esperando a que respondiera.

Al oir las amenazas de Narsharz, Fil decida bajar la improvisada arma, aunque no llega a soltarla. Mira a Lautrec, con una expresion cansada, como si ya le diera igual todo y dice:

-Yo soy un simple medico ambulante, me muevo por los bosques de Alberia para recoger hierbas curativas para hacer mi "magia", pero no conozco gran cosa de los habitantes de este lugar. Si en mis viajes encuentro algun enfermo o herido, ofrezco mis servicios, y si no, prosigo mi viaje, algo que me ha permitido conocer numerosas historias de muchos lugares que he visitado, puesto que muchas de las enfermedades acaban como maleficios en algunas historias.

- ¿Y no conocereis a algún familiar de un muchacho llamado Fénix, por casualidad? -inquirió Nüll

-O al menos alguna población cercana, o algún sabio local, necesitamos información que seguramente esté grabada en la tradición del bosque- añadió a las palabras de Nüll, lo del escrito ya habría tiempo de hablarlo.

Tras pensar un poco, el hombre dice:

-Como acabo de decir, no conozco a los habitantes mas alla del trato vendedor-cliente, pero puedo llevaros a un pueblo que hay por aqui cerca, aunque agradeceria alguna propina por el trabajo de informador y guia-y antes de daros tiempo a contestar, añade-Pensad que esta zona del bosque es muy antigua y perderse es algo que sucede con mucha facilidad, solo os prevengo, amables caballeros del Imperio.

Lautrec prefirió no responder, a ver que decía Etien. Siempre podían darle un pagaré por una buena suma, tenían que pagársela si o si y no perderían dinero de sus bolsillos.

Estimado compañero de oficio, claro que habrá un recompensa acorde al servicio, pero valoras en muy poco tu vida por lo que se ve. Otros estarían dando gracias por haberles arrancado de las garras de la muerta y poder seguir viviendo un poco tiempo más.

Pero tu eres un hombre práctico, y ya que estas vivo quieres comer y beber, normal.

Mientras el hombre improvisa un baston con una rama, le contesta, casi riendo, a Etien:

-Aun eres joven, por lo que piensas que lo principal es dar antes que recibir y eso esta bien, pero cuando ya hayas vivido tus años te daras cuenta que las buenas acciones no llenan la barriga.-Luego de coger su cosas, empieza a caminar hacia el interior del bosque-Por aqui hay un poblado del cual vengo, esta a unos 15 minutos, pero espero que no os importe tardar un poco mas, la herida que me produjo vuestra "amiga" me produce bastante dolor al caminar...

Chasquea la lengua y mira al hombre "sabía que iba acabar pidiendo dinero". Se acercó a John -¿estás bien de tus heridas o necesitas ayuda para caminar tu también? Puedo llevar tus cosas si te sientes mal. 

Sonrió un poco al inquisidor esperando su respuesta, ya que lo veía un poco distraído con el arma. 

Nüll se encogió de hombros. La situación no daba mucho más de si y un simple herborista no podía responder a todas esas preguntas, así que ayudarle a llegar al pueblo era lo único que podían hacer de provecho

- Bien, supongo entonces que nuestra mejor opción es ir a ese poblado. ¿Hay algún... druida o sacerdote por allí?

Estaba dolorido y algo cansado por la herida y la recuperacion pero creia que podria ir bien.

- Estoy bastante bien teniendo en cuenta lo sucedido. Gracias pero creo que puedo ir bien. - le respondí. 

-¿A que esperamos entonces?- dejó caer.

Por el camino le explicaría lo poco que había conseguido saber sobre el atacante a Etien, para que presentara su informe.

Seguis al hombre entre la espesura, pensando que al final se salio con la suya con el tema del dinero, pero confiando que cumpla su palabra. Al cabo de casi media hora de viaje con varias pausas para que vuestro guia descansara, llegais a un pequeño pueblo medio absorbido por el bosque: varias casa cubiertas con ramas, tejados verdes por el musgo, y una misteriosa aura de vida invadian todo el lugar, como si se tratara de un punto importante para los habitantes del bosque

-Aqui estamos-os dice Fil, luego, mientras os extiende la mano os dice-Espero que cumplais vuestra palabra, al igual que yo he cumplido la mia. Por cierto, ¿le concederiais una pregunta a este viejo cascarrabias?¿ Para que queriais encontrar a los Lim Slidhe? No os veo con cara de uniros a su iglesia, precisamente...

Miró el lugar asombrada. "Nunca había estado en un sitio tan bonito...y tan verde la verdad". Miró a Filiberto y esperó que Etien le contestase a su pregunta, no quería soltarle alguna impertinencia. 

-Oye ¿creéis que nos recibirán bien? Lo digo porque si están tan escondidos y encima hay seres explosivos por la zona.. 

jajajajaj, alto secreto, pero por ser tú te diré esa información por el módico precio de tu tarifa de guía. ¿Que me dices?.

Y no no creo que seamos mal recibidos mientras no la liemos parda, jajajjajaja. Se nota especialmente jovial a Etien.

El hombre sonrie. Despues de lanzar una mira complice a Etien, le dice:

-¿Y no te parece mejor un trato?Tu me cuentas ese secretito tuyo y yo te cuento algo que quiza pueda interesarte...

La cara de Etién Se pone completamente seria:

De veras lo quieres saber, hay cosas que es mejor no conocer, mi apreciado colega, te lo diré si es lo que quieres, pero me has de prometer por tu alma inmortal que no lo divulgaras.

Ahora la cara de Etien casi muestra pena entre su seriedad.

Y has de saber que puedo saber si mientes, Filibiberto, pues mi juventud no es óbice para sufrir la maldición del conocimiento de las artes de la magia y entre los dones que me han sido entregados esta el de discernir la verdad y el del consumir las almas.

 Así pues aun quieres ser participe de eses conocimiento, si es así jura y te lo diré.

Al oir esas palabras, una persona normal se lo pensaria 2 veces, sin embargo, Filiberto no era de esa clase de personas, cuando se proponia algo, no paraba hasta conseguirlo, algo que le trajo muchos problemas en el pasado y que probablemente le causara mas en el futuro...

-Si con esas palabras pretendias que me olvidara del tema, te dire que el tiro te salio por la culata, pues despierta todavia mas mi curiosidad, por lo que si, te juro lo que quieras, pero cuenta eso que sabes, que me estas matando con la intriga-te mira con ojos medio desesperados por saber