Partida Rol por web

Se acercó a John y le dio la espada sin entender muy bien para que demonios la necesitaba "Si ya no hay combate...". Después volvió a mirar a Etien fijamente a los ojos y bastante molesta.

-Yo creo que estoy en condiciones de saber que digo. La nigromancia es asquerosa, trae a la "vida" contra su voluntad a aquellos que deben estar descansando eternamente. Yo no hago eso con mi "energía", no levanto muertos, ni los creo, ni les llamo para que me solucionen un problema... pero tu "poder"... bueno lo estás intentando ahora mismo.

Con un suspiro, sin ganas de seguir el tema, miró de nuevo a Johm - ¿para que la necesitas?

Y ahora el otro se levantaba gritando que quería la espada. Primero parecía que se había vuelto loco pero después tuvo una idea.

Dejó otra vez a Etien trabajar y se acercó a John.

-¿No será eso del vínculo que nos mencionaron? A lo mejor ha sentido algo, explicanos por favor- dijo

- Si... - Dije a Lautrec. - Mientras estaba... moribundo, he sentido una llamada, como la sensación de que debería estar cerca de la espada. Y de que solo yo debería poder cogerla... Me he despertado justo antes de tocarla. Creo que eso a lo que se referían con el vinculo. Creo que debería ser yo quien portase el arma. - Hablaba a toda prisa, como si me faltase el aliento. Trataba de recordar el nombre de la espada. En la reunión se dijo varias veces... Tal vez me costaba recordarla debido al trauma reciente... Tras unos instantes forzando la mente lo recordé. 

- Caliburn.

Recoges la espada obtenida del monarca, esperando volver a sentir esa palpitacion que notaste en tu no tan agradable experiencia cercana a la muerte, pero no notas nada. Es raro, tal vez necesites hacer algo mas, aunque no sabes con exactitud lo que.

Observas la espada dorada que tus compañeros se molestaron en conseguir del monarca. Tanto el mango como la vaina estan forrados con un metal que simula el oro, y el filo, una imponente hoja de casi metro y medio, estaba perfectamente trabajada, como si estuviera siguiendo un patron para maximizar la cantidad de daño que produce. El conjunto de la hoja con la empuñadura llegaban a medir 1.80m, y, con la vaina puesta, formaban una espada que era una reflejo del sol.

Al cogerla, y decir su nombre no sentí lo mismo que en el sueño. Dedico unos instantes a estudiarla con detenimiento, tanto la espada como su vaina, que eran mas grandes que yo. llegaba a medir en su conjunto 1.80 desde la punta a la empuñadura. Con dificultad, me levanté y la desenvainé. Observé su belleza dorada, perfectamente equilibrada, y aunque pesada, podía manejarla con algo de dificultad, pues no estaba acostumbrado a armas como esa. Tuve una corazonada, la volví a envainar y la alcé buscando que se reflejase el sol en ella. No sabia que esperaba, pero con suerte sentiría algo distinto.

No esta, como te dije cuando estemos en otra situación mas relajada discutiremos de la moralidad de cada cosa, la mayoría de las veces que se trae una vida de vuelta es por voluntad de finado.

 Pero como dije antes ahora no el momento, vigilad a nuestro herido tengo examinar los "restos" del atacante.

Busco un resto de "sangre" y lo examino magicamente y luego lo mismo con el trozo de material recuperado con una letra grabada .

No sentí nada, y me resultó extraño.

- Ahora no siento nada... pero antes sentí... Bueno, una llamada. Como si la espada quisiera que la empuñase... Tal vez solo fuese un sueño... Narsharz Si no te importa... Dejame llevarla. - Le pedí casi suplicante. 

- Gracias a todos por salvarme. No estoy seguro de lo que ocurrió pero gracias. ¿Y el herido que vimos como está? - Pregunté, pues era evidente que habia pasado un rato inconsciente, y me habia perdido algo. 

Con el pedazo de metal en la mano, realizas tu hechizo, obteniendo conocimiento de como fue creado y a partir de que "ingredientes":

Al principio se coge un monton de metal, el cual se da la forma que se desea, añadiendo especial cuidado en resaltar las partes que se quieren potenciar, en este caso, se trata de una unidad de infiltracion, por lo que se dio especial interes en mejorar la agilidad y la destreza. Luego, se añade al interior de la caja toracica un explosivo, para que en caso de fallar en su objetivo, no deje pruebas de su existencia*. Para poder controlar esto, se le añade (...)** y, gracias a la sangre muerta, se puede mover con extrema precision. Se cubre todo con una sustancia que simula la piel humana y ya puede usarse para misiones. 

Era un constructo semi vivo que no esta al alcance de cualquier país u organización, su objetivo era la infiltración y no primariamente el combate.

 Caballeros y damas, ahora empieza el juego de verdad, un constructo de ese tipo creado par el combate debe de ser terrorífico, por desgracia con estos restos no puedo extraer más información.

 Ahora debo notificar a base nuestro encuentro así como toda la información  que puedan aportar los que han intervenido directamente en el combate, si fuera posible quisiera un informe por escrito lo antes posible con todos los detalles del combate para remitirlo a base.

-Enseguida, pero antes....- respodió, dicho esto se interesó por el tipo al que acababan de salvar. Igual podía decir algo.

-¿Y cúal es tu historia amigo?- dijo cuando se puso a su altura.

El hombre canoso que encontrasteis herido llevaba ya un rato consciente, aunque parece que el primero en percatarse de ello fue Lautrec. Cuando este se le acerca para hablar, el hombre trata de incorporarse, con algo de dificultad, para no tener que forzar a otros a tener una postura incomoda.

-¿Quienes sois vosotros?-son las primeras palabras que logra articular-¿Y que era esa cosa que ha estallado?-luego mirando hacia John, que esta mirando la espada del monarca, suelta-¡Tu!, el de la espada, ¿Sigues vivo? coge mi bolsa, hay detras y comete unas hiebas que tengo, ayudan a la regeneracion de la sangre y solo te cobrare 5 platas.

-Todavía no hemos hablado del precio por salvarte vida- añadió con una sonrisa socarrona. En realidad no pretendía cobrarle, pero quería asustarle un poco por intentar aprovecharse de ellos.

El hombre suspira, aunque cuando habla, una sonrisa se muestra en su rostro

-Tenia que intentarlo, a fin de cuentas, me dedico a la venta de hierbas y otros medicamentos naturales. Creo que no me he presentado: mi nombre es Filiberto, aunque podeis llamarme Fil. ¿puedo ayudaros en algo a cambio de...  bueno, de salvarme la vida?

-Pues ahora que lo dices sí- respondió.

Le ayudó a acercarse hasta donde esta el resto, probando la espada.

-Venimos buscando ciertas cosas aquí, unos objetos, se supone que los druidas y otros sabios locales pueden tener mucha información al respecto, igual conoces alguno, o sabes algo al respecto de dichos objetos, cosas de armas de leyenda y Lim Sidhe, seguro que Etien es mejor que yo entrando en detalles. También podrías contarnos lo que sepas de.... eso- añadió señalando los restos de la atacante. Aunque estaba siendo un poco confiado al menos prefería no llegar hasta el fondo, y decirle de manera directa su misión y que ya poseían una de las armas, la información podía ser peligrosa, incluso para el pobre hombre, y si tenía malas intenciones pues mucho peor.

Cuando mencionaste los Lim Sidhe, el hombre, pese a estar todavia algo dañado, intenta alejarse de ti, mientras tantea en sus bolsillos algo que pueda usar de arma.

-¿Tambien vas a intentar matarme?¿Quien eres?¡Identificaos-os grita, claramente asustado, mientra saca lo que parecen unas pequeñas tijeras y os apunta con ellas.

Si aquel tipo de verdad representaba un peligro desde luego estaba representando my bien el papel de que no lo era. Con un suspiro empezó a hablar -No venimos por eso, pero si te quedas tranquilo te lo dejamos claro, venimos de parte de la corona imperial y, en principio, somos descendientes de esa gente. Necesitamos información, no matar a nadie. Corre prisa, y empiezo a pensar que igual sabes algo. Y ahora que lo pienso, podrías conocer a Fenix, o a su tío, Zif, creo que son de por aquí- se mostró un poco irritado, el tipo no estaba siendo lo que se dice un lumbreras en aquel momento, hay gente que se podría ofender si le salva la vida álguien para que después intente cobrarles dinero y les apunte con lo primero que se encuentra en el bolsillo.

En cuanto la situación se calmara y se recuperara un poco de todas maneras lo examinaría a fondo, si era un enemigo al menos le daría tiempo a pensar en un plan para poder tener algo que investigar.

-Etien, si vas a entregar un informe sobre esa cosa- siguió, para dejarle bien claro a Fil que no lo consideraba una amenaza dirigiendo su atención a otra cosa -solo me dió tiempo a detectar una mente, y además parecía tener personalidad, es posible que álguien lo manejara, tenía una "P" grabada en algunas piezas-

Necesito que redactéis por escrito todo lo relacionado con el combate a fin de mantener informado a los jefes.

Me acerco al hombre le hago una reverencia y le ofrezco la mano para ayudarle a levantarse.

Etien  a su servicio, he sido yo quien le ha arrancado de las garras de la muerte, somos colegas, yo también soy herbolario, regento un pequeño negocio en Pahión. Digo con una encantadora sonrisa en la cara.

 Le ruego perdone la falta de protocolo, de mi compañero pero si la misión que aquí nos traía ya era urgente la aparición de nuestro explosivo "antagonista" y casi "asesino" suyo la hacen aún más urgente, por lo que le ruego que colabore, en la medida de  sus posibilidades.