Partida Rol por web

Tras la fiesta, os pusisteis a investigar la mejor forma de ir a la ciudad en cuestión. La ruta aérea estaba descartada, puesto que no había ruta hacia allí. Comprar monturas era otra opción pero el viaje sería el triple de tiempo y recursos. Todo apuntaba a que la mejor opción era el ferrocarril.

Claro que ahora tocaba hacer listado de las cosas que necesitaríais para el viaje... menos mal que en New Big Hall uno podía conseguir prácticamente de todo y a buenos precios.

En el caso de August, se tomo el papel que haría de arqueólogo de la forma mas seria posible.

Es decir, resigno su elegante traje por ropa de campo, y se agencio un kit de herramientas de arqueología, como palitas, picos, espátulas, barretas, cepillos, lentes, linterna, etc. Tambien pensando en la intimidad, una pequeña tienda de campaña. Por ultimo pero no menos importante, conservas; que saliera de la ciudad no significaba vivir como un salvaje. Mejor los envasados que arriesgarse a depender de la caza o de lo que encontraran.

Con esto considero que era suficiente. No quería tampoco excederse en el peso. Solo por si necesitaban correr nuevamente.

Poco tardé en acondicionar el avión que nos llevaría hacia aquel lugar en cuestión, se me daba bien pilotar a mi pequeño bebé y en caso de que la cosa se pusiera áspera tendría con que defenderme. 

También al pasar recogí alimentos, era vital las provisiones considerando que estaríamos en pleno desierto y el agua escasea muchísimo. Lo que no sabía era si mis compañeros estaba acostumbrados a surcar los cielos, bueno sería cuestión de averiguarlo. 

- Bueno, tengo mi avión preparado para el viaje. Hay dos opciones: Tren o los llevo yo. Eso sí, una vez que estén arriba de mi vehículo, son mis reglas. -afirmo un tanto seria, no era cuestión de que se tomaran ciertas libertades. 

La única opción que parecía viable para viajar hacia su destino era el ferrocarril. Pero entonces llego Alice y puso a disposición su avión, eso si, con sus reglas.

A Max le gustaba aquella chica, su determinación, su coraje...eran valores que el creía necesarios para sobrevivir en aquel mundo.

-Por mi bien “jefa”- dijo con algo de humor -Su nave, sus reglas. Ahora tendremos que determinar que nos llevamos, a parte de nuestro equipo. Necesitaremos comida, agua...y algo más? Cuerdas? Túnicas para el desierto?

El vehículo estaba decidido, por lo que solo quedaba cerrar el mejor sitio para aterrizar -algo alejado de la ciudad, puesto que no había embarcaderos para los aviones- y la ruta mas adecuada, y el equipo. El viaje en avión no tardará mucho, apenas un par de días, por lo que la manutención para esos días sería mas fácil de cubrir. 

Tras los preparativos, montáis en el transporte de Alice, la cual -junto con la ayuda de Arrah- ha preparado una ruta de viaje hasta la ciudad, tras comprobar distintos mapas de la región.

El viaje es tranquilo, sin mucho que hacer salvo ver el paisaje y hablar entre vosotros. Apenas tardáis un día en llegar hasta vuestro destino. Sabiendo que no hay lugar para dejar la nave en la ciudad, Alice la ha aterrizado a cierta distancia de la misma, y habéis dejado a Arrah al cuidado, so amenaza previa de la capitana de que no toque nada so riesgo de sufrir las consecuencias.

Tras esto os habéis dirigido a Fenkhen city. Esta ciudad se encuentra en mitad del desierto, rodeado por dunas. Es un pueblo con edificios de maderas y donde parece que todo gira en torno a la estación de tren, ya que buena parte de la extensión edificada está prácticamente abandonada, dando un aspecto de ciudad fantasma. Junto a las vías hay varios almacenes de piezas para ferrocarril, talleres y fundiciones, todo en pleno funcionamiento. Esta pequeña ciudad está dividida en dos por una gran avenida de arena, por la cual transitan varios carruajes transportando piezas mecánicas.

El viaje transcurrió sin problemas, llegando finalmente a Fenkhen city. Si no fuera por el ferrocarril, parecería una ciudad abandonada.

Max se giro hacia sus dos compañeros que habían estado en la fiesta la otra noche.

-Y bien? Que hemos de hacer ahora?

El viaje resultó ser uno mas de tantos aunque no iba detrás de un tesoro o algo que solo saciara mi sed de ambición,  sino que acarreaba con mis compañeros detrás y pese a que se comportaron en mi nave, extrañaba aquellos días de furia con mi grupo de piratas. 

Una vez al llegar, le dejo mi tesoro mas preciado a Arrah incluso con amenaza de muerte para descender y tocar suelo firme. Con una sonrisa en mis labios, camino hasta donde se encontraba Max para conversar. -Como verás,  ya no soy tu jefa ahora solo una igual. Espero no tomes represalias. - bromeo mientras acomodo un bolso en mis espaldas con provisiones ya que el desierto no nos dejará transitar libremente.

Luego indico a través de un gesto a modo de espera, nuestros compañeros se tomaban su tiempo para comenzar la expedición. 

Chasqueo la lengua con disgusto, perfectamente alineado junto con su equipaje, pero también totalmente a disgusto en este ambiente arenoso. Solo el buen humor que cargaba desde la ciudad le ayudaba a soportarlo. Con paso suave, se reunió con los demás, hablando en general pero respondiendo a Max como planteando un curso de accion

-Diría que lo primero seria montar una pequeña base local, con un alojamiento y de ser posible algo para reanimar el estomago. Luego hay que hablar con los locales... No sabemos exactamente donde están las ruinas ni cuanto tiempo tomara la exploración de las mismas; puede ser cosa de una tarde como de varios días. 

Tras preguntar a algún transeunte, este os indica donde os podéis quedar a dormir. El Dune Hotel es el mejor sitio para descansar, un edificio de madera de cinco plantas. Por otro lado, dado la pinta de forasteros que tenéis que el Brigadier Saloon es un buen sitio también para comer y echar un trago. 

Tras una discreta mirada al grupo, sonrio para mi. Si yo fuera un encargado decente y viera semejante grupito entrando a mi establecimiento...

-Voy a visitar el hotel primero y alquilar un par de cuartos. ¿Pueden empezar por ese salón, encargar el almuerzo y calar el ambiente? Nos reuniremos allí después. +sugerí con tono relajado.

-Me parece August. Alquile esas habitaciones mientras nosotros nos dejamos ver por el salón, le esperamos allí.- Mira al orco y a la “jefa”.

-Vamos amigos? Y por supuesto que no tomare represalias, ex-jefa. A sido usted una buena anfitriona-dice con una sonrisa.

Mientras escucho las palabras de August le dedico una mirada indiferente, como pasando de él abiertamente. - Si, haz tus cosas de Lord que nosotros nos ocupamos del salón - expreso esbozando una sonrisa maliciosa, era de esperar que con aquel sujeto jamás me llevaría del todo bien y se lo hacía notar. 

Por suerte mi gesto cambia ante el comentario de Max, no me había lucido precisamente como anfitriona pero sabía que no se me daba mal aquellas tareas, más aún cuando estoy interesada en agasajar a alguien que me guste. - Puedo ser mejor que esto, ya sabes... Depende que represalias, algunas tal vez no las tome a mal. - respondo haciendo un guiño, para luego iniciar la marcha hacia el bendito salón. 

Te separas del resto y te diriges hacia el Dune Hotel, un edificio de madera de cinco plantas (el más alto de toda la ciudad). Es un lugar bien cuidado y con esmero, eso lo notas nada mas entrar y ver el recibidor bien amueblado. Está claro que aquel negocio prosperaba. Te acercas a recepción, donde ves a un hombre de unos cincuenta y tantos años, alto y delgado.

Bienvenido al Dune Hotel, ¿que puedo ofrecerle?- pregunta, de forma educada el recepcionista.

Está claro que aquel lugar era el sitio mas animado de la ciudad. Tras entrar lo primero que notáis es que el lugar está lleno de bastantes orcos, pero también hay otro tipo de razas -pero sorprendentemente, orcos-. El ambiente es "festivo" y cada cual está simplemente a lo suyo, escuchando la música que toca un humano en el piano y bebiendo sus respectivas bebidas. Al menos no destacaríais demasiado en aquel lugar.