Partida Rol por web

La verdad es que después del viaje en el vehículo de Alice, había empezado a hacer buenas migas con ella. Al menos era más de su estilo, no como el estirado de August o el Orco de pocas palabras.

Mientras entraban en el salón, Max le contestó. -En serio puedes ser mejor que eso?- Le dijo mirándola con una sonrisa. El local estaba lleno sobretodo de orcos, Tom seguro que se encontraría como pez en el agua...o más bien como gorrino en la charca.

-Y que tal se te da beber, “Storm”?- Dirigiéndose a ella por su apodo, mientras con la cabeza señalaba la barra.

-Buenos dias*+replico al saludo cortesmente. El lugar respiraba un buen aire e inmediatamente me adaptaba a la idea de tratar de encajar en él.+ Deseo alquilar dos habitaciones dobles, adjuntas, si tiene disponibles.

Relajo los hombros, dejando deslizarse su morral al suelo para hablar con mas calma. Luego busco la billetera y la preparo ya para pagar; normalmente, si algo gustaba a los comerciantes son los clientes bien dispuestos. Entretanto, añadio casi como una cosa secundaria.

-Tambien, si no es molestia, desearia un par de indicaciones sobre el pueblo. Soy nuevo aqui como podra apreciar.

Sonriendo con cierto halo de picardía respondo a Max. - Todo depende de lo dispuesto que estés para que sea una buena anfitriona. - expreso mediante un gesto provocativo, al menos con él no me sentiría rodeada de orcos y fuera de lugar. Además me caía muy bien mi compañero. 

Cuando ya me había adaptado al ambiente general, dedico una mirada a Max mientras me realiza una pregunta. - Muy bien "Estrella Blanca" podemos hacer una competencia, eso sí, luego no respondo de mis actos. - respondo entre risas para luego sentarme en la barra, cruzar mi pierna y dedicarle una mirada para que se acerque a beber conmigo. 

Max suelta una carcajada mientras busca una mesa vacía.

-Jajaja no te preocupes por tus actos “Storm” conmigo estas a salvo...-la miro con complicidad -Y además, dudo que demos mucho la nota en este lugar...

Encontró una pequeña mesa un poco apartada y se dirigió hacia allí. Aparto una silla como un caballero haría para que la dama se sentase. Una vez se sentó, dijo -Un momento milady...-Hizo una leve reverencia y se fue hacia la barra. No tardo en volver con la típica* bebida del lugar y tres vasos. Coloco un vaso delante de cada uno y uno en le medio. Luego se sentó enfrente de ella.

-Vale...-dijo mientras sacaba una moneda. -No se si ha jugado alguna vez, el juego consiste en meter la moneda en el vaso del medio...-la miro con picardia- el que acierte, hace que el otro se beba el vaso del frente de un trago... Estas dispuesta a jugar...”Storm”?

Sonriendo acompaña a Max hasta la mesa. -¿Tú crees? Mira que es muy solitaria la vida en el desierto... - respondo entre risas hasta que mi noble compañero aleja la silla para sentarme. - My lord.. - expreso en un tono secundado por el suyo mientras le dedico una mirada para alejarse, su destino eran las barras.

Una vez al llegar escucho con atención la propuesta sobre un juego, para ese entonces una sonrisa se había dibujado en mi rostro. Adoraba este tipo de cosas y más aún si era competir contra un hombre. - Veamos, claro que lo conozco. - respondo al cruzar mi pierna acercándome sobre la mesa y susurrar. -Mira que si te pasas de tragos me aprovecharé de ti. - termino por decir ya preparada para el juego. 

-Sólo un detalle... ¿Qué apostamos? - pregunto curiosa. 

Tenemos las habitaciones que desean- responde el dueño- y espero poder servirle en las indicaciones que necesita. Usted dirá caballero.

Mientras llenaba de hidromiel los dos vasos que tenían enfrente de cada uno, en su rostro se dibujo una sonrisa de aprobación.

-No esperaba manos de usted, Milady. Se ve una persona que sabe beber.

Entonces se sentó mientras ella se apoyaba en la mesa y susurraba.

-Jajaja pues entonces creo que te vas a aprovechar de mi seguro. Me da la impresión de que vas a aguantar más que yo.-Dijo guiñándole un ojo. Cogió la moneda y se preparo para tirar.

-Pues la verdad, no había pensado en apostar nada...él que gane que decida que hacer con el otro, si aún aguanta en pie- Dijo con una sonrisa.-Le parece bien mi dama guerrera?

Este era mi mundo, jugar por tragos, subir en mi avión e ir detrás de algún tesoro o reunirme con mis amigos piratas y montar una fiesta de celebración por lo obtenido en una expedición. Nada muy complejo ni señoral, era una chica simple bajo una crianza mundana pero con códigos y es agradable encontrarme personas como Max o incluso el orco, que me permitan ser yo hablando el mismo lenguaje. 

-De beber para competir y ganarle a un hombre si. Como verás los piratas del aire son mayoritariamente hombres ya que las mujeres escasean en ese estilo de vida. En mi caso porque amo la aventura y los momentos cargados de adrenalina y riesgo,  no sé me motivan y ponen a prueba todo de mi. - respondo contando un poco de mi, estaba acostumbrada a ello y lo disfrutaba con creces. 

Luego cuando menciona que terminaré aprovechandome de él, una sonrisa maliciosa surge de mis labios. -Sólo piensa en esto: todo lo que pueda hacerte no te hará daño,  salvo que te gustaría repetirlo. - replico en tono de broma, comenzaba a divertirme con el juego de palabras. 

-Jummm vale... Si pierdo tienes la libertad de aprovecharte, eso si, que sea un lindo recuerdo. ¿Trato? - sugiero regalandole un guiño. Y en cuanto me llama como su Dama Guerrera, sonrío y respondo rápidamente. -Me está gustando eso de ser "tu" dama guerrera... Veremos que opinas luego de varios tragos. -comento entre risas.

Mientras Max acaba de preparar los vasos, escucha la breve historia de la pirata.

-Pues una mujer entre tantos hombres...la deben llevar en un pedestal...debe tener muchos pretendientes.

Max se concentra, mira el vaso, le da vuelta a la moneda entre los dedos, se prepara para tirar...y escucha el comentario sobre lo de aprovecharse de él. Pierde toda la concentración.

- Pues...es probable que me guste repetirlo si...- Le dice con una sonrisa. Se vuelve a concentrar, mira el vaso, respira fondo, coge la moneda con dos dedos dispuesto a tirar...cuando habla de “aprovecharse” Max se frena en seco, así no había manera de concentrarse!

-Aprovecharme de ti?...mmm...no lo dudes, sera el más lindo recuerdo que tengas...mi dama guerrera.- Y le guiña un ojo. Vale Max, concentrate, así es imposible! Tira la moneda...y dentro!

-Necesitaría de un guia, o de alguien que conozca bien las tierras que rodean al pueblo. +explico, no deseando entrar en detalles con el hombre sobre lo que buscaban+ Me interesa aprender sobre la geografía de la zona y es posible que recorrerla. ¿Tiene alguna persona o servicio en mente que pueda recomendarme?

Entretanto lo hacia, se apresto a llenar lo necesario para reservar las habitaciones y deslizar una seña “amistosa” cerca de los dedos del encargado. Tomo nota brevemente de anotar a Alice como su esposa nuevamente, en el mismo cuarto, y al otro par como los guardaespaldas en el adjunto. Aunque la verdad preferiría dormir con Tom o Max (alguien con mayor habilidad de armas y por ende mas útil si surgían problemas), August no se iba a resistir a la tentación de seguirla provocando… solo para ver hasta donde llegaría. Una lastima que Arrah se hubiera quedado en el avión… hubiera sido también otra fuente de gracia ponerla con el orco.

-¿Pretendientes? Que va... No suelo ser una mujer para cualquier hombre, algo especial debe tener para atraerme. - respondo con una sonrisa mientras jugaba con la moneda entre mis dedos, habituada a este tipo de situaciones de pura competencia. Me gustaba el ambiente, la complicidad entre ambos y él cálido momento de palabras cruzadas, muy a modo de provocación. 

-¿Con que repetir? Me gusta eso Max, lo tendrás y con calidad. - replico entre risas mientras me acomodo en el lugar y lanzo la moneda justo adentro. -¡Hala! Parece que si, me aprovecharé de ti... - bromeo sacando la lengua, no iba a dejar que me ganara, mi honor estaba en juego.

Una vez que la moneda estaba dentro, me incorporo apenas para susurrar en la cercanía. -Me encantan los lindos recuerdos... aunque no dejaré que me ganes tan fácilmente. Soy una guerrera y te daré batalla. - provoco y desafío al unísono, era una forma de aprovechar al máximo el momento. 

Supongo que en el saloon de la ciudad podrá encontrar algún guía que os pueda ayudar en vuestro trabajo- responde- yo poco os puedo ayudar en esa tarea. Lo siento.

Max mete la moneda, mientras ella bebe se la pasa. Una vez se acaba el chupito de un trago, Max vuelve a llenarle el vaso. Hace una sonrisa ante su comentario de repetir y la calidad.

-Y a que debo ese honor? Que me hace diferente al resto?- Alice tira y mete la moneda, Max se bebe el vaso de un trago. -No cantes victoria tan rápido-dice mientras se rellena el vaso.

Coge la moneda y se dispone a tirar, mientras ella le susurra lo de guerrera.

-Lo sé, sé que lo eres, pero me gustan los retos.-Dice con una sonrisa mientras la moneda vuela hacia el vaso...

Sonrío a su pregunta mientras bebo de un solo trago el vaso y tal como me lo he tomado así mi cuerpo lo aceptó, no me generó absolutamente nada, como si se tratase de agua. - No sé, ya lo veremos cuando estés en nivel alto de alcoholismo, tal vez me guste lo que suceda después. - expreso entre risas, manteniendo ese claro vestigio de humor reinante. 

-Jummm creo que no sabes lo que soy... De momento mal te veo con los vasos. - lo provoco dedicándole una mirada traviesa para luego lanzar la moneda en el vaso y acertar rápidamente. Eso si, cuando me tocó beber no tardé nada en hacerme cargo de una segunda vuelta sin mostrar un ápice de molestia o afectación por el alcohol. 

-Una lastima entonces... Tendre que preguntar alli.+suspira, para dejar el tema de conversación. *Vaya inútil.

Sin insistir, termina los formalismos requeridos para obtener las llaves, y sube a dejar la mayor parte del equipaje. Tan solo conserva la pistola y un par de cientos en el bolsillo. El resto de su dinero lo esconde separado del morral, simplemente debajo del colchón, en el intersticio donde este se junta al respaldo de la cama. Uno nunca sabe...

Recién entonces regresa al recibido, saluda y se retira a buscar a sus compañeros en el saloon. Con algo de suerte, habrán hecho progresos y no estarán perdiendo el tiempo como parece que si lo hiciera August.