Partida Rol por web

-Aaaagh.-Grito lanzando una nueva cuchillada hacia el enemigo que esta vez acierta.-Por fin.

Finalmente fue Sirenia la que, dando un paso con la daga en la mano, hizo el daño suficiente a aquella criatura para que cayese desmontada y en pedazos al suelo.

Leera e Izhan ayudaron a subir a Thognar que ya estaba casi arriba. Aaron estaba estable en el suelo y se puso de pie.

- Esto es demasiado peligroso, comentó. Debemos tener más cuidado. Nos han pillado con las defensas bajas por ir cada uno un poco por nuestro lado, por suerte. Thognar esta bien, me alegro de que no hubeira algo mortal esperandole en el foso. ¿Como estais? ¿Necesitais cura?

 Cuando finalmente el pequeño constructo cae definitivamente, trs recibir los últimos golpes, el siervo del Caballero Rojo se queda atento unos instantes más, esperando encontrar más problemas...

 Una vez Thognar vuelve a estar fuera del pozo y no parece que lleguen más problemas, el guerrero se permite dejar escapar el aire sonoramente tras envainar su espada larga.

 - Buen trabajo, Guardián, buen trabajo.- Dijo dando un trozo de salchicha dura al mastín mientras se agacha junto a él para inspeccionar sus heridas.

 Mientras lo hace, añade.

 - Reconozco mi parte de culpa, me adelanté sin cerciorarme de que todos estuvieramos a punto. Y por poco el precio no ha sido demasiado alto.- Incorporándose añade.- Tú eres quien se ha llevado la peor parte del combate Aaron. Tomemos un respiro y salgamos de una vez de este maldito infierno.

Aaron asintió con la cabeza y usó un par de conjuros consigo mismo.

Cuando finalmente Thognar llega arriba es con la lengua fuera y jadeando. Se apoya sobre sus rodillas para tomar el aliento y mira al hechicero, demasiado cansado como para sacudirle por la ofensa anterior.

Ya te darrrrrré lo tuyo luego de que me tome una buena cerrrrveza frrrrrría...! arrrf...arfff..

Mira alrededor viendo los cuerpos de los enemigos caidos.

Menuda fiesta os habeis montado aquí sin mí... diablos ! brrrr.. la prrrrroxima vez que vaya prrrrimero el gnomo, que es facil de sacarrrrle!

Suspira, aliviado, mientras limpia la espada con la capa. Por los pelos... Otro combate donde casi pierden a uno. Detestable mausoleo en efecto. Aunque en otro tiempo sirviera de tumba para viejas glorias, hoy dia solo queda este aura de muerte que nunca parece satisfecha.

-Demonos por contentos con que el resultado no nos ha sido tan desfavorable como a nuestros predecesores. +comenta simplemente, para enseguida añadir+ Revisen las estatuas, escombros y cuerpos, por si guardan alguna otra sorpresa.

Por su parte, el paladin avanzo con cautela hacia la parte norte de la sala, a la unica salida visible, para dar un vistazo a lo que esperaba a continuacion... pero no envaino la hoja, por si "algo" o "alguien" habia oido los ruidos del combate y habia venido a investigar de que se trataba.

Izhan miró alrededor y se permitió una sonrisa. Por lo menos ninguno había muerto. Miró al enano con una burlesca mueca en los labios, pero sus palabras sonaron simpáticas cuando se agachó a su lado.

- Seré yo quien invite a esa cerveza, compañero. Ahora sé de lo que es capaz un enano cuando se le toca la fibra sensible.

 Mientras el sacerdote de Lathander sanaba sus temibles heridas, el Mastín de la Dama dió un vistazo a la escena del combate, estudiando que cosas habían hecho mal, la verdad es que no tenían que lamentar bajas, pero no era por que hubieran hilbanado una buena estrategia o hubieran cooperado especialmente bien... eso no era digno de un siervo del Caballero Rojo. Con una sacudida apartó el pensamiento para otro momento, no era el momento, ahora tocaba prepararse y continuar.

 En compañía de Guardián investigó los cuerpos de los caídos, tanto de los constructos como los de los fallecidos.

Los escombros del centro de la mesa parecen lo que algún día fue una mesa. Más al norte, Anur comprueba que las escaleras que hay detrás de la densa masa de objetos lleva a una nueva sala, hacia abajo. Los escalones son muy muy empinados.

Mientras, Gerald revisó los cuerpos de los cadáveres que habían dejado atrás. En uno de ellos, el gran trasgo, encontró:

- Un cuero tachonado bastante roto; Una espada larga de gran calidad; Un escudo ligero de madera y un amuleto.

En el que era el cuerpo de un humano:

- Una rodela de gran calidad, una armadura de cuero, una espada corta de gran calidad y una varita.

Leera dio unos pasos hacia adelante.

- Este es Teryl. - dijo apenada - No sé por qué pensaría que yo quería formar parte de ese grupo de asesinos, pero incluso él merecía algo más que esto.

El gnomo, caído el último constructo, bajó su ballesta que de nada había servido y puso término a su prosa poética, luego,  con los demás, se puso a examinar con detenimiento la sala, para lo que lanzó un pequeño conjuro*.

No obstante, antes de hacerlo había respondido a las preguntas y comentarios de sus compañeros, a Aaron primero - No gracias, yo estoy bien. - y al enano después - No es cuestión de ir delante o detrás, es cuestión de usar el cerebro a la hora de hacer las cosas y aprender de nuestros errores. Hemos sobrevivido y espero que esto nos sirva de lección a todos. Estamos avanzando con calma mientras Sirenia comprueba que no hay trampas, porque sabemos que este laberinto está plagado de ellas, no podemos lanzarnos a ciegas a un zona que no ha sido comprobada. - los chascarrillos, las disculpas y las palabras de calma estaban bien para mitigar la tensión de una situación de riesgo extrema, pero tenían que ponerse la pilas si querían cumplir con la misión y vivir para contarlo y ello requería reflexionar sobre los errores cometidos para no volver a caer en ellos.

 El guerrero sacerdote desabrochó las correas del broquel y tomó la espadaa corta analizándola atentamente.

 - Toma Sirénia, mostraste sobradamente ser merecedora de ellas, pues cuando ha sido necesario allí has estado, en primera línea sin tener poco más que agallas.

 Luego examinó la varita y se la tendió a Garrick.

 - Qué opinas de ella, ¿de qué puede servir?

 Dijo mientras examinaba el símbulo que tenía entre las manos, aquel que yacía junto al escudo pequeño de madera.

-Gracias.-Digo guardando mi daga y recogiendo la que dejé caer a la vez que tomo la rodela y la espada que me tiende el clérigo.-La verdad es que no me vienen nada mal. Por otro lado, me las he visto con cosas peores.-Añado con una sonrisa mientras me ato la rodela al antebrazo.-Voy a revisar la sala.

En ese momento empiezo a buscar más trampas y mecanismos ocultos por las paredes. 

Observo aquella bajada con los ojos duros y frios... Es que no terminaba nunca aquel lugar? Acaso seguia y seguia hasta el mismo Abismo? Bien pensado, poco le faltaba a aquel mausoleo para ser una dependencia del mismo... Sacudio la cabeza e irguio los hombros. Aunque asi fuera, el seguiria adelante.

-Si todos estan enteros y no hay nada mas, continuemos. +dijo, volteandose y mirando al resto, aunque no sin cierto disgusto noto que le daban otra arma a la perfida mujerzuela... Sin embargo, tal vez asi se sintiera mas osada para atacar al frente, lo cual no seria desagradable, penso de inmediato. Creaba la oportunidad de que otro monstruo se ocupara de ese problema.

 Guardando la espada, el amuleto y la varita para identificarlas más tarde, el Mastín de la Dama se incorporó para mirar a la mestiza.

 - Por donde seguimos Leera? Pasaste por aquí, viniendo del exterior, ¿por dónde debemos seguir, por las escaleras que descienden o... o hay algún pasaje oculto?

- Bueno, no se - dijo Leera - Yo vine por donde habeis venido vosotros, supongo. Sé que Xeron consiguió abrir esta puerta y continuó escaleras abajo. Asi que supongo que es por ahi. Que yo sepa, no hay más pasajes que ese. Pero, ¿de verdad quereis seguir? ¿Por qué o nos vamos ahora que estamos a tiempo? A Xeron no le va a gustar que le persigamos... y ya lo sabe realmente.  

-Precisamente por eso. Y el no huye, sino que sigue bajando, aunque pierda fuerzas a cada paso. No podemos parar ahora. Si no hay mas, Thognar, conmigo al frente, cierran Gerald y Aaron asi descansan un poco si surgen problemas. Perdon, cuando surjan..

La variable no existia aqui debajo. 

 Ante las indicaciónes de Anur Haddar tuerce el labio.

 - Mejor que Aaron vaya en mitad del grupo por si tiene que socorreros a tú o a Thognar, yo y Guardián cubriremos la retaguardia.

 Dijo mientras repasaba su equipo y acomodaba la mochila a sus hombros.

Malickud se tomó un rato en examinar tanto el amuleto como la varita, y luego respondió a la pregunta de Gerald, ya casi cuando se disponían a avanzar de nuevo. 

- Todo parece indicar que la varita contiene algún tipo de conjuro ofensivo, tipo proyectiles mágicos o bolas de fuego, aunque me inclino casi más por lo primero pues en la sala no parece haber rastros del efecto del fuego. Desgraciadamente para hacerla funcionar es necesario conocer la palabra de mando. En ocasiones esta se encuentra oculta o inscrita en la propia varita, sin embargo este no es el caso, así que me llevará un rato dar con ella.

El amuleto contiene algo de magia protectora, pero en tan poco tiempo me es imposible conocer su alcance. De todos modos, dado que pertenecía a un ex-compañero de Leera, quizá ella haya podido escuchar algo, que nos dé algún indicio.-

Esperó la respuesta de la semielfa antes de hacer un apunte al comentario que acababa de hacer. - Perdona Leera, pero por lo que nos has contado Xerón es un ladrón de tumbas, sabes si él y su grupo es responsable de las desapariciones de la gente del pueblo? ¿Sabes algo de eso? Lo digo porque nuestro objetivo es desentrañar ese misterio y ponerle fin, si Xerón no es responsable de eso, no tenemos motivos para enfrentarnos a él.-