Partida Rol por web

.-Sutej era un guerrero, y esa es nuestra senda. No parece que sea tu campo, pero debes estar preparado para el combate. Debes acostumbrarte al dolor y aprender a sobrellevarlo. Cuando pase el tiempo esto que te hemos hecho por fuerza te lo haras a ti mismo para satisfacer tu deseo de superación-. Te desata y te quita los grilletes y las cadenas de las manos .-Vamos levantante. Ha llegado el momento de que empieces a aprender el uso de las disciplinas. Ahora vas a saber en que consiste mi regalo. Tu nuevo potencial-.

Siento un gran alivio cuando me quitan los grilletes, como si me hubieran sacado un enorme peso de encima. Aunque todavía siento una molestia en el cuerpo por las quemaduras, camino con la frente en el alto, demasiado orgulloso como para demostrar mi dolor.

No termino de asimilar todo lo que está sucediendo, me gustaría pensar en otra cosa, darme a mí mismo una explicación, pero no encuentro nada lógico...

-Todo lo que me has dicho es cierto -no es una pregunta, si no una afirmación. Tampoco está dirigida a nadie. Quizá necesite decirlo en voz alta para no volverme loco ante lo desconocido. Miro a Snake a la cara y le hablo con un tono neutro-. ¿Qué es una disciplina?

Lo miro con desconfianza a él y a sus seguidores mientras les sigo el paso. No puedo quitarme la sensación de que en cualquier momento me inmovilizarán de vuelta y me torturarán.

.-Si. Es cierto-. Comenta con cierta ironia. .-Las disciplinas son los distintos usos de la bendición de Sutej por medio de capacidades sobrehumanas. Algunas de ellas son innatas de nuestra naturaleza surgiendo con facilidad; y otras tantas deben ser aprendidas tras duros esfuerzos-. A tu alrededor ahora si puedes contemplar con más calma el templo. Snake se da cuenta de que no has tenido tiempo de obvservar con detenimiento el sitio .-Contempla este lugar-. Abre los brazos  mientras mira las paredes .-Esta construido bajo el ultimo sotano de un edificio del centro de la misma Seattle; y sin embargo es un lugar sagrado-. Desde el altar en el que te levantaste una roja alfombra recorre la estancia hasta el final de ella llegando a un pasillo que se pierde en la oscuridad. La poca iluminación que llega se vierte a traves de recovecos del techo junto a los muros dando una situación de penumbra sobre todo ello. .-Esto es una disciplina en su uso más basico. ¡Observa!-. Sus ojos se vuelven amarillentos y serpentinos con afilados iris negros. No puedes dejar de mirar esos ojos. Te paralizan pero no te sientes paralizado. El tiempo parece haberse detenido en esa mirada de Snake. Casi pareciera que estuvieses envuelto en un sueño. Un pestañeo de Snake y despiertas. Sus ojos vuelven a ser los mismos de antes.

Me quedo quieto observando esos ojos de serpiente. Dios mío... Intento moverme, luchar contra la hipnosis en la que he caído, pero al final Snake pestañea y salgo de aquel truco (o lo que sea, a estas alturas estoy convencido de que son más que meros trucos de magia). Me ha parecido una eternidad, y apenas vuelvo a mí me alejo un poco de Snake como si estuviera totalmente descolocado.

Le miro a los ojos, más aterrrado que fascinado, tratando de buscar algún resto de aquella extraña mirada.

-¿Que... que coño has hecho? ¿Qué ha sido eso?

.-Esta disciplina se llama Serpentis y lo que he hecho se llama concretamente los ojos de la serpiente. ¡Intentalo tu mismo!. Intenta detenerme, pero no con la fuerza de tus miembros. Siente como tu mirada se esfuerza por sujetarme y activa las capacidades que desconoces de tu cuerpo de adorador de Set-. Snake te mira desafiante

Intento concentrarme lo más que puedo y le miro fijamente. Me siento un poco idiota al hacerlo, pero creo que es lo que él ha hecho conmigo antes. Comienzo mirando sus piernas y brazos, como si así pudiera detenerlos y evitar que se mueva.

Mirándole a los ojos, trato de buscar aquellas capacidades ocultas de las que me habla.

Notas la presion en tus ojos como si hicieses un esfuerzo fisico con ellos. Estos se han vuelto serpentinos aunque tu no puedas verlos. No obstante tu esfuerzo no consigue vencer a Snake el cual se consigue mover a un lado acercandose a la pared. Este te mira....-Buen intento. Con humanos es más facil-. Ahora vamos a probar otra cosa. Snake se relame y notas como de pronto su lengua ya no es humana. Una horrible lengua bifida y negra entra y sale de su boca. Se mueve con rapidez como si de un latigo se tratase. De pronto sale proyectada con gran impulso alargandose medio metro hasta golpear la pared. El sonido es metalico y la lengua se clava en la piedra como si de una punta de diamante se tratase. Con rapidez la lengua vuelve a la boca de Snake. La marca sobre la pared evidencia la potencia del impacto.-Juega con tu lengua hasta que encuentres "el interruptor". Trata de flexibilizarla moverla con fuerza... Asi te saldra de repente-.

Al ver la nueva lengua de Snake doy unos pasos hacia atrás por miedo a que me golpee a mí. Por suerte no lo hace, pero aquel sonido metálico me indica que su lengua no es menos poderosa que un látigo.

Saco la lengua y la paso por mis labios un par de veces, antes de volver a meterla. La hago moverse en mi boca y la retuerzo. Seguidamente la saco hacia afuera tratando de estirarla, o de que pase algo ''extraño'' con ella. Cuando por fin lo logro, hago lo mismo que Snake, y le doy un latigazo a la pared. En ningún momento se me ocurre hacerle algo a mi... ¿mentor? con ella. Sería una muerte asegurada...

Consigues lanzar tu lengua haciendo una marca en la roca. Snake sonrie ante tu exito .-Magnifico. Ahora intenta hinchar tus musculos con tu sangre-. En la otra habitación se escucha el sonido de tu telefono sonando.

Inmediatamente vuelvo a meter la lengua, un tanto asqueado y confuso por lo que ha ocurrido. Como si no tuviera control sobre mí, sigo las órdenes de Snake sin cuestionarlo. Es el modo más fácil de aceptar lo que sucede.

Siento cómo soy más fuerte por el momento. Al escuchar mi teléfono, siento que despierto de un largo sueño.

-Es mi teléfono. Está sonando... quiero verlo. Quiero atender esa llamada.

Miro alrededor buscando una salida, momentáneamente desesperado por aquella llamada.