Partida Rol por web

Las Brumas

Las Brumas: Velen

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21/10/2016, 20:50
Riley

Escucho a la mujer con interés. "Satélites". Mi abuela Wichita me explicó lo que eran, artefactos mecánicos que daban vueltas a nuestro mundo... hasta que varios se chocaron dejando una enorme nube de partículas alrededor del planeta y haciendo imposible lanzar más de esos artefactos. Al parecer servían para asegurar las comunicaciones entre todos los lugares, entre otras cosas. Por lo que me dijo, el hecho de que se destruyeran tuvo algo que ver con un tal Kessler y si no hubiera sido por él, posiblemente la Caída se hubiera podido evitar.

Pero, si no había resultado evidente con su armadura y su pistola, ahora estoy convencido de que esta mujer ha llegado de un mundo más desarrollado que el mío, donde el espacio debe seguir surcado por esos artefactos de comunicaciones.

- Me temo que el problema no estará sólo en tu equipo... Dudo mucho que aquí haya muchos satélites. Salvo que este mundo tenga varias lunas - añado recordando las lecciones de mi abuela.

En este momento vuelve la elfa. "¿No se había ido al bosque?", me pregunto aún sin acostumbrarme del todo a los cambios de humor de la dueña del lobo. Para variar, habla en el idioma que sólo Mólor Lóion entiende. - Tendrás que disculparla - le digo a Ángela. - No tuvo una abuela que le enseñase modales para hablar de forma que todos la comprendan...

Me giro hacia Thosk! sin tener muy claro a quién se refiere con lo de hablar raro. Espero que Ángela tenga dos dedos de frente, porque va a ser complicado tener que viajar con estos compañeros. Pero mientras me giro para mirar de nuevo a la recién llegada, el gigantón se acerca a los parroquianos que, evidentemente, nos miran y cuchichean entre ellos.

- ¡Mierda! - digo mientras corro junto a él. - Tranquilo, Thosk! - le digo poniéndome ante el gigante. - Sólo se reían de la ridícula armadura de Angela. ¿Te has fijado en sus alas? - Desde luego yo sí me he fijado, especialmente cuando han desprendido un haz de luz con forma de alas completas. ¿Será realmente capaz de volar con eso? Tal vez entre la magia de este mundo y la tecnología del de Angela pueda conseguir algo para ayudar a mi propia gente.

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23/10/2016, 00:14
Angela

 Se están quedando conmigo. Afirmó porque era lo único que podía suponer sin que su mundo se pusiera patas arriba por completo. No podía simplemente aceptar una situación que no podía controlar o, que por lo menos, no podía explicar en alguno de sus aspecto. ¿Qué clase de suerte era aquella? ¿Podían existir tantas casualidades, tantas coincidencias como para que aquello no fuese una especie de...¿fiesta de cumpleaños?

 Un suspiro inaudible de frustración y desorientación. Pero una actitud... ¡positiva!

 - ¿Atrapada? - musitó, pero era una pregunta claramente dirigida al hombre de aspecto misterioso. Una pregunta a la que no esperó una explicación más detallada al ver como comenzaba a hablar en aquel idioma extraño para sus oídos. El refuerzo negativo contra esa conducta por parte del más avanzado de todos la alivió notablemente. Su rostro era un poema en ese momento, los ojos bien abiertos, la boca pequeña, con los labios ligeramente separados en una expresión muestra clara de estar un poco perdida. - Hablar común....¿Dónde he oído yo algo parecido...?

 Se golpeó el mentón con el índice de la diestra. Perdió de vista al gigantón cuando el lobo llamó su atención. Sus ojos se verían iluminados, aunque escondían un respeto profundo que bien podía confundirse con puro temor. ¡Es precioso! Junto sus manos frente al pecho, pero pronto se percató de su propio lenguaje corporal y lo corrigió mirando con cierta incredulidad a la persona de orejas picudas que había aparecido. - ¿Más....disfraces? - Aquello era un pensamiento en voz alta que creaba un agujero negro de dudas en su interior. ¡Aún era posible pensar que todo aquello era una clase de...¿teatro!?

 Se conocen. Anoté para mí. Y parpadeando me centré en la interesante conversación del hombre con neumáticos y fusil.

 - ¡No hay nada que disculpar! - ¡si, está con ellos! Curioso... - agité la mano negando, no me preocupaba en exceso, aunque podía resultar algo crispante en la situación en la que se encontraba, pero era totalmente tolerante ante cuestiones así, estaba muy habituada a viajar, mucha gente hablaba en otros idiomas, ella no tenía porqué entenderlos...eso si, era muy raro que no pudiese al menos...reconocerlos. Eso le turbaba.

 - Entonces...según "tu mundo" - uso el entrecomillado incluso con las manos - no hay satélites. - negó...aquello no podía ser una interpretación. Aunque me hable de su abuela...

 Lo que si era real era la conducta del gigantón, y antes de poder continuar con una conversación civilizada que aclarase todo, preguntando, por ejemplo: ¿dónde estamos? ¡Sin bromas!, ¡en serio! Angela comprendía que allí podía llegar a crearse un conflicto violento. Fruncí el ceño, dispuesta a intervenir, pues no me dejó que la reacción del hombre que corría a detenerlo pasase desapercibida. 

 Se...se está asustando... le pareció. No pueden ser tan buenos actores...

 ¡Un momento!

¿Ha dicho ridículas?

 Angela negó y soportando un inminente enfado, se mostró tranquila y...sonrió.

 - ¡No! - exclamé - ¡No son ridículas! - espeté justo después, volviendo a fruncir el ceño y avanzando un par de pasos. Sólo me hubiese faltado retirar la armadura de un brazo dispuesta a darle un puñetazo. - ¡Para nada! - amenacé extendiendolas sin que se viese ninguna luz, sólo la carcasa metálica de elegante diseño.

 Parecía dispuesta a lanzarme en una carga contra él que las había insultado y entonces, una de las alas comenzó a girar sobre sí misma sin mucho sentido.

 Angela se relajó inmediatamente, se echó medio paso hacia atrás y trató de ver el ala por encima de su hombro, girando contra su lugar natural, cada vez más rápido. - Uoooh!

 ¡Pues igual si que son un poco ridículas! ¡Jajaja!- Se rió de si misma, deteniendo el giro, girando la otra y volviendolas a encoger a la espalda de nuevo.

 No le importaba en absoluto que la increpasen de esa forma, no le afectaba la muchedumbre, y si podía hacer que aquel gigantón perdiese las ganas de discutir por eso, todos saldrían ganando. No necesitaba demostrar su dignidad frente a nadie, al menos no en ese sentido.

 No pudo evitar cierto color sonrosado en las mejillas, se encogió de hombros y fijó su mirada en el amenazante hombre de impresionante tamaño y el tipo del fusil. Tampoco le importaría reirse junto a los hombres que se mofaban. Angela tenía buen humor, podía aceptar que alguien pensase que era ridículo, o que la confundiesen con un genio. Lo importante era que reinase la paz...

 Espero que se calme. Se quedó quieta, como la que espera que un animal salvaje decida dejar de gruñir y se vaya por donde ha venido. Pero lo cierto es que estaba perdiendo tiempo...tiempo que era crítico en su situación.

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23/10/2016, 17:14
Thosk!

El bruto estaba por sacar su espadón y cortar algunas cabezas con mesa y sillas incluidas cuando el humano se interpone en su camino para explicar el chiste y la risa general de los comensales.  Algo sobre las alas de la bailarina, o lo que sea que fuera. Entonces en algún sitio recóndito de la cabeza del semi gigante un pequeño clic detiene el derramamiento de sangre.

- ¡Ohhh…Alas… JO JO JO JO… alas… JO JO JO! – y la carcajada casi destruye las pocas cosas de cristal que hay en la taberna. Y así fue por casi cinco minutos, o hasta que algo interrumpiese su momento de gracia.

Al finalizar su repertorio de risas el bruto con total seguridad se olvidaría de todo el asunto, y con renovada sed se dirigiría a la barra donde el tabernero podría llegar a atenderlo.

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23/10/2016, 19:07
Osellë

Dejando un suspiro de disconformidad entrever al escuchar como aquel sujeto hablaba mal de mi, frunzo ligeramente el ceño al dedicarle una mirada inquisidora. -No te cansas de tenerme en cuenta. ¿Eh? - musito en silencio mientras Sul apoya su cabeza sobre mis piernas, buscando alguna que otra caricia de mi parte. 

Ahora deslizando mi mano por su suave pelaje, dirijo la mirada hacia el Maiar, siendo aquel hombre el único de los allí presentes con el cual podía hablar sin tener problema alguno y en mi lengua nativa. - Puedo notarlo, en estos momentos es cuando más echo de menos a Aman, mi tierra donde he nacido. - pronuncio en élfico tras sonreír de medio lado, aún con la mirada perdida en la profundidad de sus ojos, como si de alguna manera intentase descubrir sus más cruentos secretos, que guardados en algún sitio de su interior, no dejaban de interesarme. 

Una pequeña carcajada surge de mis labios al enterarme de las intenciones del grandulón, no podía creerlo. - ¿Dinero? - soltó entre risas, si que era raro el comportamiento. - ¿Y tú que hacías? Te noto aburrido. - expresa al posar mis ojos grises en los suyos, nuevamente. Hasta que el revuelo por parte del gigante, me roba la atención y al ver que todo se distiende por las carcajadas del mismo, niego con la cabeza. - Siempre será igual. - comento en una lengua neutra, observando las expresiones de la chica con alas. Muy curioso resultaba todo aquello. 

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25/10/2016, 09:12
Yaril·la

Yaril·la no tenía demasiada idea de cómo iban las cosas en el mundo de Thosk, pero si acababa golpes con esos soldados (Tezhyrianos, encima) estaba temiendo que terminarían todos en el calabozo y perderían el barco. Por suerte, Riley y la nueva reaccionaron deprisa y cambiaron la dirección de los pensamientos del gigantón.

Suspiró largamente, mientras buscaba una forma de que todos se sentasen en una mesa. Una que quedase apartada de las vigas para que Thosk se pudiera sentar, y lo bastante lejos del bullicio para que Sûl tuviese un hueco alejado del gentío. Empezaba a pensar que el lobo era bastante más civilizado que el gigante, y pedía fuerzas a los dioses para que la brillante idea de acompañar a esa pandilla no terminase con sus nervios.

Obviamente, tendrían primero que convencer a Angela de que no se fuese por ahí volando, así que se acercó a ella mientras Hoglerruk y Varken organizaban la mesa y hablaban con el posadero.

La guerrera se acercó a Angela y suspiró.

Bienvenida. Me llamo Yaril·la... Evitó presentarse como Guardiana de Batalla. Eso no había hecho más que confundir a los demás la primera vez. Esos son mis compañeros Hoglerruk y Varken, y ellos son Mólor, Osellë, Riley y Thosk, el lobo se llama Sûl. Tendrás docenas de preguntas... Parece que tienes prisa, pero estoy bastante convencida de que estás en la misma situación que esos otros viajeros. Sentémonos y hablémoslo tranquilamente. Parece que tu... Origen es más parecido al de Riley. Dedujo, ya que hablaron de cosas de las que no tenía ni idea. Intentaremos ponerte al día del plan para llevaros a casa. Si quieres salir a dar una vuelta antes de convencerte... aquí esperaremos.

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25/10/2016, 19:47
Mólor Lóion

En realidad, es más cansado que aburrido- le dije, aun en elfo -Esperaba que pudiésemos dar con un sitio para dormir para así mañana intentar averiguar todo lo posible de esto…- dije, refiriéndome tanto a nuestra propia situación, como al mundo en el que nos encontrábamos -Pero parece que atraemos los problemas...- le dije mirando a la mujer alada -Eso sin contar los llevamos con nosotros- añadí mirando a Thosk! con una media sonrisa -Aunque parece que de momento se van calmando- añadí mientras me levantaba, aunque me detuve por un instante al escuchar la presentación de Yaril·la, al tiempo que una mueca cruzaba mi rostro.

No soy Mólor- le espeté en común a la sacerdotisa, evidentemente molesto por ser llamado así y por tener que repetir lo que ya había dicho en la cueva -Mi nombre es Mól- le dije en un tono que no admitía replicas, tras lo cual me giré hacia la mujer alada -Si, atrapada, y bastante lejos de tu hogar por lo que parece...- le dije, respondiendo a su pregunta -Tampoco es que yo sepa mucho más, la verdad- añadí encogiéndome de hombros al tiempo que me acercaba al símbolo sobre el cual había aparecido -Aunque tal vez pueda averiguar algo de eso*- murmuré más para mí mismo que para los demás.

Es el mismo símbolo que había cuando aparecimos nosotros…- pensé al observarlo -Es posible que pueda darnos alguna pista sobre como volver- me dije mientras abría mi grimorio.

¿Puedo?- dije de repente dirigiéndome a Yaril·la al percatarme de que no solo no sabía cómo la gente podría reaccionar a mi magia, sino que aquel lugar ni siquiera era el más indicado para investigar algo.

Notas de juego

*Mi intención es usar Leer magia, Detectar Magia y si puedo, tirar conocimiento de conjuros o cualquier cosa que me pueda ayudar a averiguar algo de aquel simbolo, o de la magia que ha traido a Angela

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26/10/2016, 09:13
Yaril·la

Yaril·la sacudió la cabeza con la rectificación de Mól. 
Sí, eh... Mól.

Había ido a pedir algo de beber y de comer para el grupo, y cuando volvía, Mól le preguntó si podía hacer magia allí. Yaril·la miró al tabernero un momento de reojo, y luego a Mól.
No creo que al tabernero le haga demasiada gracia...

Dicho lo cual, se puso en medio de ambos, para que Mól pudiera hacerla sin que el dueño -Que ya estaba algo mosqueado por la nueva decoración del suelo- pudiera ver al mago.

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26/10/2016, 09:17
'Dungeon Master'

El conjuro leer magia no desvela nada. Es decir, no es una palabra, ni tiene ningún significado que pueda leerse. A continuación, otro hechizo, ésta vez de Detectar Magia, hace que Mólor consiga un salvaje dolor de cabeza. El aura de Conjuración (La Esfera relacionada con el teletransporte) es tan potente que ciega y golpea tus sentidos con la fuerza de un titán.

Vagamente eres consciente de cómo Yaril·la te coge antes de que caigas al suelo y quedes inconsciente.

Un tiempo indeterminado después, despiertas apoyado en la mesa, mareado, con dolor de cabeza, y con el firme convencimiento de que, signifique lo que signifique ese símbolo, tiene un poder de convocación no solo muy por encima de lo conocido, si no muy por encima de lo imaginado hasta ahora.

- Tiradas (1)
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26/10/2016, 10:03
'Dungeon Master'

Mól hace primero un hechizo sencillo para empezar con comprobaciones. Coge un trocito de cristal, y realiza un breve cántico acompañado de unos gestos con las manos. No parece hallar nada interesante, así que aún cubierto por Yaril·la, hace un segundo hechizo, ésta vez sin usar el cristal, y cuando lo termina, se lleva las manos a la cabeza, como si sintiese que le va a explotar. Va a caer al suelo, pero Yaril·la le coge. Cuando va a preguntarle si se encuentra bien, Mól ya está desmayado.

La sacerdotisa le lleva a la mesa con los demás, lo sienta en una silla y al poco de sentarlo, Mól empieza a despertar, aunque no hace buena cara.

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26/10/2016, 10:12
'Dungeon Master'

A pesar de las lucecitas en las manos del hombre, no hay ningún indicio de uso de electrónica.

Puedes diagnosticarle si quieres. El halo se mostrará confundido con el origen del dolor de cabeza y terminará achacándolo a un exceso prolongado de intenso esfuerzo mental -Aunque hayan sido apenas tres segundos-, pero aparentemente ese es el único síntoma, dolor de cabeza sin inflamaciones, infecciones ni nada parecido.

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26/10/2016, 12:44
Riley

Miro a Ángela, que evidentemente no había entendido que sólo decía que su armadura era ridícula para calmar al gigante y desviar su atención de los hombres que cuchicheaban al fondo de la taberna. "Tendré que practicar más para poder tratar con esta gente", pienso sin llegar a entender a ninguno de los presentes. Pero cuando la mujer se acaba riendo de la situación despierta cierta simpatía en mí. "Al menos tiene sentido del humor", me digo mientras me acerco para ayudarla a levantarse, ahora que Thosk! parece haber olvidado su enfado anterior.

- Los hubo una vez - le digo respondiendo a su comentario sobre los satélites mientras le tiendo la mano. - O eso me dijeron...

Yaril·la hace las presentaciones y por fin sugiere que nos sentemos. Sin embargo, el mago tiene otra idea. Una vez más, vuelve a renegar del nombre con el que se nos presentó, seguramente porque tenga algún significado en el idioma que comparte con la otra elfa. Pero en cuanto consigue centrarse, decide analizar el símbolo en el que ha aparecido Ángela, cosa que no pudimos hacer cuando llegamos nosotros pues rápidamente fuimos atacados por esos mutantes... "orcos y goblins", me repito tratando de ajustarme a la terminología que utilizan aquí.

Interesado en el modo de practicar la magia de esta gente, observo atento a Mól. En cuanto cae al suelo, ayudo a Yaril·la a llevarlo hasta la mesa.

- ¿Qué ha ocurrido? ¿Te encuentras bien? - le pregunto cuando parece que vuelve en sí.

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27/10/2016, 00:01
Angela

 Angela empezaba a dudar de todo, era demasiado sospechoso y también demasiada información que entraba por muy diferentes sentidos, demasiada para digerirla sin más. Estaba sorprendida de no ser ella la que perdiese el conocimiento, todo era demasiado irreal, demasiado...diferente. 

 Los hubo....

 ...¿estoy en el pasado? Comenzó a sospechar, aunque no tenía mucho sentido. ¿O es un futuro alternativo...? Podría ser una consecuencia directa de la explosión de uno de los artefactos. 

 Incluso puede ser una repercusión de haber estado expuesta a alguno de aquellos ingenios ilegales.

 - Gracias...¿Rylei? - ¿lo había dicho bien?

Antes de poder preocuparse por contestar a "Mól", que le ofrecía una versión bastante pesimista de aquella realidad, entendió en las palabras de Yaril-la que algo no iba bien. Su esfuerzo por respetar su tiempo y espacio eran igual de notables que su falta de confianza para con Angela y su capacidad de encontrar respuestas. Aquella la convencía, porque todos parecían entender mejor aquella situación, al menos la leían desde otras perspectivas, mientras que la mía se resumía a puro teatro.

 Si descartaban eso, y a juzgar por la potencia de la voz del gigante, era algo racional, eso significaba que aquello era... 

 ¡Un momento!

 Si aquello era...más real de lo que admitía, aquel tipo era, simplemente...¡enorme! ¡Era diferente! Eso lo convertía en alguien muy especial, y, en su experiencia, alguien con potencial para hacer grandes cosas.

 - Yo...soy... - quiero decir - me llamo.... - estuve a punto de optar por mi "identidad" pública, pero prefería ser sincera y abierta con ellos - Angela. 

 No había terminado de presentarme cuando Mól hizo algo que no pude identificar con las lecturas normales. De todos modos, había sido demasiado rápido.

 Lo observé sin inmutarme, sujetando buena parte del peso sobre el bastón de metal y acepté de buen grado la oferta de unirme. No me preocupé en ofrecerle mi ayuda, pues todos se volcaron rápido en él. Estuve a un suspiro de avisarles, de ponerles sobre aviso de aquello de lo que sabía, de lo que podía aportar en situaciones como aquella, pero preferí, innegablemente, el silencio y con él, la prudencia.

 Me fijé directamente en los ojos de aquel tipo oscuro que ahora recibía la atención de sus compañeros, a sabiendas de lo que le pasaba a su cuerpo.

 - Si te pasa a menudo deberías consultar a tu médico de confianza. - ofreció como consejo. Estaba tranquila al respecto, incluso si no lo seguía.

De soslayo...miré hacia la marca del suelo. No había reparado con curiosidad en ella hasta ahora. No parpadeé escudriñando una de las posibles evidencias de mi conexión con aquella realidad, tiempo o nuevo mundo. Comenzar captura. Pensé, debería dejar constancia en algún sitio del símbolo, el lugar y otras posibles variables a su al rededor. 

 - Yo evitaría tomar cerveza - miré de soslayo al tabernero, sin mucha confianza - y si tienes pensado cenar, cualquier cosa con mucha sal.

 Unas almendras le vendrían bien...pero mejor...no voy a continuar. Será mejor dejarlo tranquilo hasta que se le pase...

 Si...eso es.

 Asintió para sí misma.

 Preferí no exponer más información sobre mí y esperar, como el resto, a que su compañero se recuperase por completo.

 Si esto es una broma...no me lo perdonaré nunca. Se recordó, e intentó que su rostro afable no se tornase en un rostro serio y preocupado.

 

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29/10/2016, 01:21
Thosk!

El bruto dejo de reír cuando un dolor bastante molesto comenzó a hurgar en sus costillas, entonces se recupero y fue a la mesa que consiguió Yaril-La. Una vez allí se acomodo como le fue posible y espero, y espero…

Mientras traían al humano hechicero, y posiblemente “profanador” pero sin comprobar, Thosk! Clamo por su ración de bebida espirituosa. - ¡CANTINERO! – llamo tras golpear la mesa con su puño un par de veces. Su barriga comenzaba a gruñir cual bestia feroz…

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30/10/2016, 18:17
Osellë

Ante las palabras de Mol torció ligeramente el gesto un tanto pensativa, no esperaba que todo fuera color de rosas pero tampoco una pelea en cada lugar donde se encontraba. - Si, es normal. - dijo en un tono resignado sólo en élfico mientras le dedicaba una mirada a Riley, se notaba que no podía dejar de tenerla en cuenta a la hora de quejarse. De igual modo no se puso a pensar demasiado en ello, le generaba dolor de cabeza. Muchos siglos tratando con humanos, no buscaba de forma consciente al menos tener una mala experiencia a sumar. 

No obstante se puso de pie cuando Mol utilizaba sus poderes, sorprendida por lo que estaba haciendo aguarda en silencio los resultados y al ver que ha sido todo un fallo, regresa al lugar ya que ayudarlo no era conveniente puesto que Yaril-la y Riley allí estaban ofreciendo su ayuda. 

- ¿Te encuentras bien? - preguntó en la lengua común así el Edaín no le miraba mal y justo cuando estaba por decir algo más, el grandulón pide algo para beber. - Algo para mi, tu pagas. - se atrevió a decir con una sonrisa en los labios, aunque esperaba que Thosk comprendiera sus palabras. Esto de querer confraternizar no era algo propio de ella, pero al menos estaba intentándolo. 

-¿De dónde vienes?-  se le ocurrió preguntar a la chica con alas, al parecer nadie era de aquí y encontró un momento idóneo para conocerla, hasta que Mol se recupere al menos. 

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30/10/2016, 20:30
Mólor Lóion

Tch- mascullé cuando el primero de mis conjuros no reveló nada. Había esperado que aquel símbolo tuviese algún significado por sí mismo, pero si así era, no era uno que pudiese descubrir con eso conjuro.

Espero que al menos este funcione- me dije mientras realizaba el segundo de los conjuros… claro que por desgracia, funciono incluso demasiado bien. La potencia de lo que desveló fue tan fuerte que incluso me impactó físicamente, fue como si me hubiesen golpeado la cabeza con un mazo del tamaño de Thosk! con la fuerza de un gigante tres veces mayor que este, o al menos, esa fue la descripción más acertada a la que llegué una vez pude volver a pensar algo. El “golpe” fue tan potente que me hizo impulsarme instintivamente hacia atrás para alejarme de aquello, llevándome las manos a la cabeza sujetándola como si quisiese impedir que me estallase al tiempo que todo a mi alrededor se sumía en la oscuridad, sintiendo vagamente como alguien me sujetaba para impedir que cayese al suelo.

Cuando recuperé el sentido, me di cuenta de que aún estaba en la posada y que alguien, seguramente uno de quienes me acompañaban, debían haberme llevado a la mesa para que me recuperase.

Gracias…- dije a duras penas sin dirigirme a nadie en concreto al no saber a quién debía agradecer el llevarme allí mientras meneaba la cabeza intentando despejarla, aunque sin mucho éxito -No… para nada- les respondí a Riley y a Osellë, pues aunque no era ni por asomo como en un primero momento, el martilleo constante en mi cabeza sumado a una visión algo borrosa y en ocasiones duplicada, se alejaba bastante de mi concepto de “estar bien” -¿Médico?- pregunté confuso a la chica con alas -No, no es… ha sido el… impacto… poderoso… demasiado…- empecé a explicarle, pero dado que el dolor de cabeza no dejaba que pensase con claridad, al final desistí. Total, a juzgar por su aspecto su mundo parecía mucho más distinto al mío que este o los de los demás, así que puede que ni siquiera entendiese de lo que hablaba.

Esto es peor que cualquier resaca…- pensé maldiciendo al dolor de cabeza, al símbolo, a su magia residual y a mi brillante idea de estudiarlo -Y además sin los beneficios previos- me dije.

Más para mí- dije tras unos momentos al percatarme, con cierta lentitud eso sí, de que Osellë  había pedido algo a costa de Thosk!. Al fin y al cabo, beber hasta embotar los sentidos parecía una buena solución contra el dolor de cabeza y cualquier resaca al día siguiente sería mejor que lo de ahora.

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30/10/2016, 21:22
Angela

 Las prótesis o las operaciones a las que habían sido sometidos algunos de los allí presentas debían ser producto de un gran trabajo por parte de algún equipo de cirujanos, nada fuera del alcance de la tecnología, pero aún así, ciertamente sorprendente. Sólo había que fijarse en las estilizados y preciosos pabellones auriculares que aquella mujer tenía. De hecho, se me presentaban graciosos y mucho más amistoso que su recto y serio rostro, más propio de una persona de edad avanzada que de una mujer de apariencia joven.

 Había quienes disfrutaban de tecnología y poder suficientes como para hacer creer a otros que lo que blandían como arma o herramienta era una cuestión mágica. Angela era escéptica, terriblemente realista y en aquel momento, su realidad no le permitía aceptar sin más que los hechos acaecidos no tuvieran ninguna clase de demostración racional. Muchas veces los portentos más avanzados y los genios son vistos como dioses, magos o demonios, mas para Angela sólo había hechos y esos hechos remitían a un orden, aunque fuese dificil encontrarlo en el caos que parecía el universo. La vida era, por ejemplo, algo caótico, sin embargo, había leyes fundamentales, inquebrantables, aunque siempre podía cometer alguna transgresión por medio de trucos, ya fueran matemáticos o físicos, pero que se encuadraban dentro del abanico de eventos posibles dentro de las leyes fundamentales de lo natural. Quiso entender lo que intentaba Mólor, y le concedió que lo interpretase de aquella forma. Era su visión, no lo juzgaría. Al contrario, parecía dispuesto a padecer una jaqueca por encontrar respuestas a su aparición allí. ¿Le mueve una intención egoísta?

 Cualquier conclusión sería demasiado precipitada.

 - O... de cuando. - le contestó a Osellë como puntualización, aún pensando en si Mol sabría exactamente que era un "médico" o sólo lo había negado para salir al paso. Las palabras de Angela no se apoyaban en la nada, eran fruto de una posible hipótesis. Por eso miraba de reojo a Riley, la persona capaz de demostrar aquello, junto a todas esas personas con escudos y espadas. - Estaba en Abuya, Nigeria. - comenzó a explicarle, por si aquello tenía sentido para ella - pero soy de Zürich.

 Zürich...está... - le resultaba ridículo estar hablando así - en la Tierra. 

 Es el año 2045.

 Se encogió ligeramente de hombros, como si para ella sonase demasiado obvio. Aún así tenía suficiente humildad como para dejarse enseñar, aquello no coincidía con nada que hubiera visto, aunque si, y en buena parte, con cuestiones que había leído. No era una gran aficionada a la ficción, tenía demasiados problemas muy reales como para detenerse a la ensoñación en ese sentido.

 - ¿Y vosotros?

 No parece que me esperaseis. - les despojó de cualquier responsabilidad - sin embargo debe haber algo común que nos une. ¿Es nuestra procedencia? - lancé a la mesa como una cuestión importante, sencilla de pronunciar y complicada de responder.

 ...¿Son...mutaciones?...¿delirios Debo...¿Debo decirles lo que llevo conmigo?

 Miré a los ojos de Osellë para evitar una ligera frustración ante la falta de responsabilidad por parte de Mól después de sus consejos sobre no beber.

 - ¿Dónde estamos? Hasta dónde sé no hay ningún lugar en la Tierra donde haya un silencio total de radio. A menos que lleveis un inhibidor. 

 y...estoy empezando a asustarme - confesó abriendo sus sentimientos a aquellos desconocidos - porque...

 ...si no las hay.

 No sabría decir donde estamos. - la ignorancia era el peor enemigo de Angela y eso podía verse en sus ojos tilitantes de cierto pavor. - Eso... - musitó, más para sí - querría decir que estoy perdida. - y no era algo habitual. Se mordió uno de sus rosados labios con gesto real de preocupación, y buscó respuestas en los rostros de aquellos que habían accedido con tanta naturalidad a guiarla durante aquel acontecimiento tan desconcertante.

 - Tengo preguntas. - confesó, mirando a Yaril-la - pero no sé ni por donde empezar. Me está costando no correr hacia ahí fuera y sobrevolar la zona hasta dar con lo que esté...generando todo esto, inhibiendo las señales o simplemente ubicarme.

 Sonreí forzadamente, y me refugié en la persona que había comenzado aquello con su pregunta, tal vez Osellë tuviera respuestas. Confiaba en que si ella no las tenía, la abuela de Riley le hubiese explicado algo sobre situaciones similares y pudieran esclarecer el asunto.

 Su mundo empezaba a zambalearse y, aunque aparentemente lo llevaba muy bien, esta a punto de comenzar a bromear para tratar de afrontarlo, y después, tal vez entrase en shock y perdiese la cordura hasta poder encontrar algo a lo que aferrarse. Se sentía expuesta a alucinógenos, pero tenía cierta certeza de que no era posible. Por otro lado, recurría a falsas causas por la que podría haberse visto envuelto en una situación así. Aquello era demasiado vívido para ser un sueño.

 - Creo que necesitaré comer algo dulce. - expuso con cierta gracia, medio en broma. Lo que le llevó a necesitar más información - ¿Aceptan alguna forma de pago que excluya el metálico? - era como una niña pequeña descubriendo como se hacía la compra por primera vez. Aquella ignorancia, de no ser una simple broma teatral, le hacía sentir desvalida, y era algo que odiaba.

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31/10/2016, 23:11
Thosk!

El cantinero se estaba tardando y eso no le agrada en lo absoluto al semi gigante. El rechinar de sus dientes puede oírse a kilómetros a la distancia si el bullicio de la taberna cesara tan solo un instante.

Sus puños se cierran y su mirada se torna osca cuando su ceño lo advierte. En definitiva no es un buen momento para bromas, al menos hasta que la espumosa bebida llegue a la mesa del desventurado grupo.

Tan grande es la rabia del bruto que las palabras de la elfa fueron contestadas con una mirada asesina y un puñado de monedas de cerámica extraídas de su saco sujeto en su cintura. - ¡Tu pagar! Y bailar para mí con el vuelto. Je Je Je – contestó con risa maquiavélica para luego festejar su aparente broma sarcástica.  

Luego la rubia de las alas de metal comienza a hablar tras las pocas palabras del hechicero, y ante la incomprensión del bárbaro su pregunta surge. - ¿Qué idioma hablar? Thosk! No hablar eso- agrega el Athasiano al señalar a Ángela y mirar a Molon en búsqueda de respuestas.

 

  

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03/11/2016, 12:01
Sophie

Sophie parecía de lo más intrigada.

He leído de satélites, y de radios. Antes, la gente se comunicaba con aparatos que cabían en la palma de la mano, y podían oírse, verse y mandarse fotografías y acceder a inmensos conocimientos que estaban... 'En el aire', gracias a los satélites.

Si como dice, viene del 2045... entonces seguramente sea una de los Antiguos, Riley. Aunque es difícil determinar la fecha en la que está nuestro mundo, las cosas apuntan a que estamos más allá del 2100

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03/11/2016, 12:08
HUD

El Halo se encuentra realizando unas tareas de mantenimiento rutinario cuando saltan varias alertas de error en el funcionamiento de las alas, del bastón y del arma. Según el diagnóstico de los sistemas, algún campo electromagnético o similar ha interferido con los aparatos, y se requiere reinicialización y corrección de códigos.

Si Angela mira por la ventana, apreciará un cielo despejado, con una luna con una cara y aspecto muy diferente a la de la Tierra, acompañada de pequeños brillos -probablemente asteroides- y en caso de que quiera geolocalizarse por las constelaciones, le resultará imposible.

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03/11/2016, 12:13
'Dungeon Master'

Finalmente una camarera trae algo de comer para abrir el apetito y esperar el plato principal: Pan, queso de al menos dos variedades, uno más suave y otro de fuerte olor, algunos embutidos como salchichas con diferentes especias, un vino de color granate oscuro, y cerveza negra, además de pequeños peces fritos llenando un gran bol en el centro, y un par de fuentes con ensalada.

La camarera pidió paciencia con la carne, ya que iba a tardar un poco más. Parece que Yaril·la había pretendido que la cena fuera casi una celebración. Los tres tempurianos se sentaron a la mesa, con el resto del grupo.

Cuando Angela preguntó por el método de pago, la camarera miró a todo el mundo, como esperando que alguien se lo aclarase, pero todo el mundo se encogió de hombros. Algo confundida, preguntó...
¿Pago con trueque, quiere decir? Bueno... tendría que hablar con el jefe, pero no se preocupe, lo ha pagado la Guardiana. Ahora le traigo algo dulce.