Partida Rol por web

Las Cavernas del Destino

Durante la Noche...Junto al Fuego

Cargando editor
21/10/2013, 23:19
Narrador

Las primeras nevadas obligan a los habitantes de Hrolfgandr a quedarse en casa cerca del fuego. Los pálidos días bajo la tenue luz del Ojo Codicioso, como llaman al astro luminoso, se va acabando y el techo abovedado de tenue luz se va apagando cada día: los aldeanos saben que pronto llegará la Noche Interminable. Entonces el Aullador morderá con su gélido toque y entonces quiera Haungagud que no pille a nadie fuera del calor de su hogar. Serán entonces días difíciles.

Esa noche, Audun Knudson hacía realizado una fiesta en su casa comunal, como acostumbraba frecuentemente. La gran mesa estaba llena de comida y la bebida no faltaba. La señora de la casa, la esposa de Audun se aseguraba de que a ningún valiente hombre le faltara comida o bebida. Pero esa noche el jarl permanece taciturno y sólo intercambia unas palabras con uno de sus hirdman. Se muestra ceñudo, taciturno, cualquier observador podía deducir que algo le preocupa profundamente.

Cargando editor
21/10/2013, 23:19
Narrador

No te sorprende realmente la fiesta en la casa de Audun. Has servido al jarl como explorador y has participado en muchas exploraciones como buen cazador que eres. Hay vino y comida y esperas el momento en que Audun se levante y brinde y así descubras el motivo de porqué el jarl invita a sus hombres cuando el invierno está dando comienzo.

Notas de juego

Puedes rolear en la escena.

Cargando editor
21/10/2013, 23:27
Narrador

Parece que a Audun le preocupa algo. No sabes bien que es. Como buen hirdman te dedicas a esperar órdenes pero eso no te impide beber y disfrutar de una frugal comida. Seguramente mañana vayas a cumplir con algún cometido por el bien de la comunidad, pero ahora es momento de festejar.

Notas de juego

Bueno me falta tu historia. En visto que tus habilidades van enfocadas al combate te he asignado como hirdman y leal del jarl. Desde bien joven destacaste en los duelos y el jarl se fijó en ti como parte de su guardia personal. Ya me dirás.

Puedes rolear en la escena.

Cargando editor
21/10/2013, 23:31
Narrador

Parece que has encajado bien a pesar de ser uno de "paso". Desarrollaste tu habilidad con las pieles y conseguiste hacerte con algo de dinero, pero por razón los dioses te han bendecido con la runa de Reith y han viajado por muchos lugares. Tus relatos sobre tus viajes han sido bien acogido en las fiestas y no falta en ninguna de las fiestas del jarl.

Notas de juego

Puedes rolear en la escena.

Cargando editor
21/10/2013, 23:35
Narrador

Es curioso como las nornas tejen tu destino. Por una razón que desconoces eres capaz de leer el futuro y las runas. Lo más sorprendente es el hecho que estés en una fiesta de Audun y cómo el jarl tiene predilección por tus interpretaciones del destino. La presencia de mujeres en las fiestas sólo se asocia al servicio y ahora estás cerca del jarl. Seguro que quiere que predigas el futuro y interpretes la voz de los dioses. Alguna decisión debe ser tomada.

Notas de juego

Puedes rolear en la escena.

Cargando editor
22/10/2013, 09:29
Naúl Belarson

 Naúl se mantiene en un rincón, con su cuerno rellenado por cuarta vez de hidromiel y un cuenco con carne a medio comer, sumido en sus cavilaciones, taciturno. Arrebujado en su capa, lejos del fuego, lejos del resto.

 Hace días que está en la casa de Audun, de hecho siempre que está en Hrolfgandr pasa el tiempo en la casa del noble, el resto del tiempo lo pasa vagando por los fiordos boscosos, cazando y patrullando la zona.

 Está muy cambiado respecto a hace unos años, con su pelo rubio apelmazado y sin cuidar, desgreñado. Sus ropas de lana y cuero remendadas de cualquier forma aquí y allá. 

Cargando editor
22/10/2013, 09:49
Daana Issdöttir

El fuego en la sala crepitaba pero las voces de los hombres, graves al hablar y reverberantes al reír ahogaba el sonido de las llamas.
Daana se encontraba ahí, una excepción entre excepciones. Era cierto que tenía un leve sentimiento de culpabilidad asentado en el estómago al ver que incluso la mujer del jarl estaba sirviendo a sus huéspedes en su papel de anfitriona mientras que a ella se le permitía estar entre los invitados como si de uno de ellos se tratara.

Lanzó una mirada al jarl, sentado cerca de ella, la fiesta la había organizado él pero parecía mantenerse ajeno al bullicio de la sala.
Arrugó levemente la nariz desechando cuaquier preocupación y masticando la carne que llenaba su plato, chupando la grasa que le cubría los dedos al cogerla. El frío llegaba y el camino hasta allí no había sido fácil... y mucho menos sin saber de dónde llegaba. De alguna forma (sospechaba que las habladurías habían hecho mucho en ese caso) el jarl había dado con ella y había reclamado sus servicios.

Un nuevo bocado empujado casi a marchas forzadas y la mirada grisácea de la völva recorrió la sala como si fuera la primera vez. Había caras que no había visto antes en el lugar (principalmente por su reciente llegada) y miradas que no terminaban de gustarle, para combatir su propia curiosidad intentó distraerse contando las cicatrices que algunos lucían, también siguió con la mirada al servicio y sus piernas se movieron inquietas bajo la mesa.

Guardó silencio esperando que el jarl acabara por pronunciarse acortando la espera con comida, o eso pretendía, pero era evidente el esfuerzo que hacía por contenerse y no anticiparse a los deseos de éste.

Cargando editor
22/10/2013, 10:20
Jormün Isdaler

Jörmun bebía de vez en cuando algún cuerno de dulce hidromiel, pero sin propasar los límites que le permitían estar atento al resto de asistentes y a las puertas de entrada por si algo pasaba.

El jarl estaba aparentemente preocupado, nadie sabía por qué, pero era evidente así que había que estar atento por si algo sucedía o si alguien no cumplía con las normas de la hospitalidad.

De vez en cuando un poco de comida pues su olor le hacía ronronear las tripas pero no podía sentarse a comer pues estaba de servicio, y si bien alguna de las mujeres le había sonreido y acariciado la barba y el pecho, debía mantenerse atento a sus obligaciones y les sonreía y les decía que quizá otro día o más tarde.

Cargando editor
22/10/2013, 10:33
Ingvarr Einerson

Ingvarr rio su propio chiste. Llevaba suficientes jarras ya en el pecho como para no estar seguro de si él era el único que había reído, pero la sensación de bienestar le arropaba los suaves pechos de una mujer deseosa. Se dejó invadir por la ebria placidez y se animó a continuar su disertación.

-Y allí estaba yo, agarrado de cualquier modo a la proa del Knorr, vomitando hasta el primer bocado de aquel día, con mi tío detrás, riéndose de mí mientras gobernaba la embarcación. ¡Buen cebo es el desayuno de un scandio!, decía. Hoy pescaremos bien si no tenemos que echar la red también para rescatarte. Bramaba y reía. Tanto que yo me mareé. En ese momento, algo golpeó el costado del knorr y, como mi tío anunciaba, me fui al agua sin parar de vomitar. Conseguí tomar aire antes de hundirme en las luminosas aguas, que pronto se oscurecieron a mi alrededor. Escuché una voz musical, os lo juro. Yo a punto de ahogarme, pero una voz femenina tan dulce como esa y tenía la polla como un ariete de abedul. ¡JA JA JA JA! ¡Así! - Ingvarr cerró el puño y mantuvo el antebrazo en vertical, sin dirigirse a nadie en concreto -. Me sacudí intentando salir a la superficie, pero el peso extra de mi miembro enardecido tiraba de mí hacia el fondo. Cuando me creía perdido, una figura cristalina se colocó delante de mí. Era una mujer, lo juro, desnuda y con las piernas convertidas en colas de pez. Pero en mitad de las escamas tenía lo mismo que cualquier otra mujer. Me acordé de las historias de devoradoras de hombres y sentí miedo, pero ella me agarró y me besó, y respiré a través de ella, mientras conducía mi falo hasta su interior. ¡Qué mujer! Bueno, ¡qué media mujer! ¡JA JA JA JA! Me arrebató el corazón. Me derramé dentro de ella. Bastante pronto, para mi vergüenza, pero buen desvirgue para un chaval. Justo entonces otros brazos tiraron de mí hacia arriba. No imagináis la cara que puso mi tío cuando me vio así. Pensó que acababa de revivir de un ahogamiento, como los ahorcados justo antes de morir. Creo que no llegó a contar nunca esa historia, como si temiera que fuera a darme reparo. Además, me decía que eso me pasaba por escuchar demasiado atentamente sus historias de viajes a tierras del sur. Él había pasado años recorriendo las tierras más allá del mar. Según contaba...

Notas de juego

No he encontrado historias de sirenas nórdicas, aunque no me extrañaría que existiera algo así. De momento lo dejo como el imaginario de un tío muy dado a contar historias...

Cargando editor
22/10/2013, 12:12
Narrador

Los presentes reían como posesos. Los cuernos se llenaban y se vaciaban, como era la costumbre. Sólo se esperaba que sus bravuconearías no llegaran a las armas. Los insultos se sucederían y Audun tendría que intervenir, e incluso algún *Holmgang sería requerido si el asunto se desmadraba. La presencia de Daana no pasaba desapercibido. Ya estaban acostumbrados a su presencia en alguna que otra fiesta, para predecir el futuro y se decía que hablaba con los dioses. Algunos pensaban que aquella bruja no era más que una fulana que seguro que compartía el lecho del jarl junto a su mujer, pero n ose atrevían a decírselo. La mayoría en cambio la respetaba, más por miedo que por otra cosa, pues se dice que es capaz de convertir en cuervo a aquellos que la han ofendido. Todo un crisol de historias se cuentan a espaldas de la völva. Daana apenas le prestaba atención a lo que se decía de ella, tenía el favor de los dioses y del propio Jarl y eso era lo único que le importaba. Todos parecían distraerse.
El comerciante Ingvarr reía como un poseso. Los de alrededor también reía golpeando los puños contra la madera mientras un solitario Naul permanecía ajeno a las diversiones. Jormün permanecía cerca del jarl, junto a esa mujer extraña que bebía junto a ella, a esas alturas ya estaba acostumbrado aunque no podía evitar sentir un escalofrío ante su presencia.

Notas de juego

*Holmgang: Duelo ritual donde se saldaban algunos agravios . Es una prueba de hombría y un recurso para reparar la falta de honor de un nórdico.

Otro turno por si alguien quiere rolear y seguimos.

Cargando editor
22/10/2013, 12:53
Naúl Belarson

 El explorador, con la vejiga a reventar sale del salón para aliviarse, medio tambaleándose hacia la salida, sintiendo como el gélido abrazo de la noche le despereza a la par que le corta la piel allí donde le besa.

 A pesar de la niebla que entumece sus sentidos, o tal vez por eso mismo, mientras se mea su mente vaga ha recuerdos más felices, cuando la tripa de su esposa, Diira, crecía portando dentro de si ha Erick, su primer hijo. El día en que levanto entre sus curtidas manos al primer hijo para que el sol lo acariciara, les cenas en su mesa, con su familia al completo...

 Pero inevitablemente las visiones siempre terminaban en cenizas... las de su casa calcinada, con el recuerdo de su familia muerta, y su felicidad arrebatada. Las lagrimas que cargadas de tristeza empezaran a correr por su blanca piel, se teñían de rabia y oscuro odio mientras sus ojos empañados por el alcohol miraban sin ver el cielo estrellado.

 Finalmente se enjugo las lagrimas y se sacudió antes de volver a entrar al salón, para intentar ahogar sus recuerdos... otra vez.

Cargando editor
22/10/2013, 15:00
Ingvarr Einerson

Después de algunos empujones, saltitos inseguros, agarrones y pellizcos oportunistas, Ingvarr pudo abrirse camino hacia la salida. Mear en el exterior, donde el frío arreciaba, era para el hombre un placer que le arrancaba agradecimientos a los dioses. Mientras se deleitaba pensando en los próximos momentos de placer miccionador, se cruzó con otro hombre que parecía volver de lo mismo.

-Perdona, compañero - se disculpó con una sonrisa ebria, exagerada -. Oye, ¿hace frío? Espero que sí. Me encanta sacar la polla al aire helado de la noche, joder. Es casi mejor que el trago que la provoca. Aaaaaaaaah... la noche. ¿Sabes? Mi tío Gunnar hablaba mucho de las tierras del sur, de sus mujeres sobre todo, pero mira, no hacía frío, no podías salir por la noche a mear, como ahora, y volver al interior a que una buena muchacha te devuelva el calor, o a por otro trago, a masticar buena carne roja.

Salió finalmente y dejó en paz al hombre que entraba. Después de encontrar un buen lugar, levantó la vista y dejó que su vejiga se vaciara al ritmo que ella quisiera mientras tarareaba extasiado una melodía.

Cargando editor
22/10/2013, 18:14
Daana Issdöttir

Tomó un trocito de carne separándola del hueso a la que iba adherida tirando de ella entre los dedos. Enarcó levemente las cejas al mirar hacia las vigas de madera que cruzaban sobre sus cabezas y lanzó el trocito de carne hacia arriba con la misma despreocupación que un embaucador lanzaba la moneda al aire. Un revoloteo y una sombra  cruzó el aire de una viga a otra atrapando el trocillo de carne. Era de suponer que Hugin (pues no había encontrado nombre más adecuado para el ave dado lo que representaba física y figuradamente según sus creencias) estaba picoteando sobre una de las polvorientas vigas la carne, separándola con el largo y oscuro pico que bien podría usar para revelarse contra la mujer...pero por algún extraño capricho de los dioses el animal consentía (a falta de una palabra mejor) la compañía de Daana.

Se removió impaciente en el banco y se limpió donde pilló las manos, decidió echarse el cabello hacia atrás con las manos haciendo que las ondas desiguales del mismo color que el cuervo que picoteaba la cena sobre sus cabezas le enmarcaran el rostro rozando algunos mechones las escarificaciones tatuadas de las mejillas.
No consiguió contenerse un segundo más y se inclinó hacia el jarl se mojó los labios con el contenido del cuerno que descansaba en el soporte de peltre ante ella.

-Los hombres disfrutarían más si su señor se regocijara con ellos- comentó bastante satisfecha consigo misma por la sutilidad de su comentario.

Cargando editor
24/10/2013, 12:12
Narrador

Ante tal comentario el jarl le dirige una mirada fulminante. Los hirdman más cercanos guardan un respetuoso silencio y se temen lo peor. Entonces relaja sus faciones y añade:
- Tus sabias palabras, inspiradas por la gracias de los Dioses, serán útiles en esta helada noche.

Cargando editor
24/10/2013, 12:21
Narrador

Los hombres se divierten y gastan bromas entre ellos. Una parte de ellos están centrados en el comerciante peletero que habla sin parar contando más sandeces que historias. El distante Naul permanece ajeno a toda la algarabía, su mente permanece distante y su falta de alegría por la vida lo aislaba de los demás comensales. El valeroso Hirdman, que muchas veces ha dado muestra de su valentía golpea la mesa emitiendo grandes risotadas ante los jocosos comentarios de sus compañeros de armas. F

Cargando editor
24/10/2013, 12:22
Narrador

De repente el jarl gira la cara hacia la mujer del cuervo, la extraña völva temida y odiada por igual. Aquella que habla con los espíritus y lleva un cuervo que se comunica con el mismísimo Odinn. Los hirdman enmudecen y sus caras se ensombrecen. Entonces Audun se relajar y añade:

Tus sabias palabras, inspiradas por la gracia de los Dioses, serán útiles en esta helada noche.

Notas de juego

Sólo tú, la mujer y los demás hombres de armas como tú del jarl Audun se percatan de esto.

Cargando editor
24/10/2013, 17:46
Daana Issdöttir

La mirada del jarl, dura y profunda la heló durante unos segundos en el sitio, al igual que los hombres que estaban más próximos a él Daana sintió como casi se le helaba la sangre y la piel se le erizó.

Las palabras del señor del lugar fueron más suaves, el primer arrebato había pasado y en ese momento el jarl se mostraba permisivo con ella... como había hecho hasta el momento.

-Que sean propicios sus designios- dijo inclinando la cabeza respetuosa pero sin retirar la mirada grisácea del rostro del jarl. 

Después echó los hombros hacia atrás y la capa de piel de marta se agitó sobre su cuerpo, aún cubriéndola pese al calor (humano, principalmente) que inundaba el lugar. Quizá precisamente por la cantidad de hombres reunidos rehusó a la posibilidad de salir a tomar el fresco (que no le hubiera venido mal) pues, al salir, el aire fresco habría llenado sus pulmones y habría sido terrible para su estómago afrontar el olor a humanidad (ebria en la mayor parte de los casos).
La puerta se había abierto varias veces y por la apertura entraron corrientes de aire que agradeció como si de comida tras un largo ayuno se tratara.
Captó vagamente los que entraban y salían, en su mayoría hombres borrachos de imaginación amplia como el mar y de lengua más larga aún, un rostro sombrío y taciturno, parecido al carácter que el jarl hacía gala esa noche... sacudió la cabeza para alejar las extrañas conjeturas que nublarían su juicio a la hora de interpretar la voz de los dioses y el aguamiel corrió por su garganta hasta que vació su cuerno.
Alzó el cuerno buscando con la mirada a la señora y ama del lugar, distinguible por el manojo de llaves colgado de sus generosas caderas. Podía demandarle más bebida como le viniera en gana pero no olvidaba que las mujeres son quienes mandan en el hogar y a ella le debía respeto no solo por su posición social sino por ser su anfitriona, así que procuró que el gesto fuera suave y su expresión conciliadora.

Cargando editor
30/10/2013, 12:32
Narrador

De repente el jarl Audun se incorpora y a esto empieza a hacerse el silencio empezando por los hirdman y más cercanos. Poco a poco empieza a hacerse el silencio entre los comensales y los más "despistados" pronto se ven alertados por el repentino silencio o algún codazo de algún compañero. El jefe muestra un semblante serio y menos risueña de lo habitual. Sus ojos denotan una mezcla de preocupación y ansiedad. Parece que se dispone a hablar.

Cargando editor
30/10/2013, 12:40
Audun Knudson

- Como todos sabéis, la Noche Interminable está próxima y nuestras actividades de caza se han interrumpido por la presencia de una manada de lobos que han establecido como zona de caza el Bosque Ensliga skogen a menos de cinco kilómetros - comenta escrutando con sus expresivos ojos a los presentes - No atacarán la aldea pero es una amenaza para nuestros ganados y acecharán a aquellos solitarios que moren por el Ensliga skogen, e incluso puede que se acerquen tanto a Hrolfgandr que ni los niños estén seguros.
Los presentes comenzaron a murmurar entre ellos. Audun levanta la mano para acallar las murmuraciones.
- Esto es algo que debemos solucionar, nuestros cazadores deben seguir cazando y debemos aprovisionarnos para hacer frente al duro invierno cuando la luz se pierda y venga la noche interminable.
Sus ojos se clavan en las de la Völva, era obvio lo que quería, requería de sus visiones, debía lanzar lanzar las runas del destino sobre un cuenco con el interior manchado de su propia sangre. Las nornas tenían que hablar.

Cargando editor
30/10/2013, 13:10
Ingvarr Einerson

Ingvarr abrió los ojos cuando el jarl reclamó la atención de todos. Incapaz de serenarse lo suficiente en tan poco tiempo, se echó toda la bebida a la cara y agitó la cabeza, llenando de espuma la barba y a sus vecinos de tragos e historias.

Lo que contó el jarl no le era extraño. Había oído hablar de los lobos, aunque había tenido suerte y no se los había encontrado en el exterior. Desde que le relataron lo ocurrido, muy resumidamente y llenos de matices cuestionables, se preguntó si no se haría nada al respecto. La inactividad le ponía triste y auguraba malos días. La noche interminable, el invierno que reclamaba su momento y que se desplazaba hacia ellos implacable no podía ser ignorado, no podía ser cuestionado. Si esos lobos eran emisarios del inviernos, una población asediada no podía quedarse quieta esperando ser cubierto por la noche y la nieve como una mortaja.

Se alegró de escuchar las palabras del jarl. Seguramente se haría una salida, así que se echó más bebida en la cara para estar atento a cuando pidieran voluntarios para la tarea, y poder presentarse antes que ningún otro.