Partida Rol por web

Las cenizas del nuevo mundo

Capítulo 1. Darren Brennan. "Un lugar al que ir"

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15/06/2019, 04:12
Darren Brennan
Sólo para el director

Ante las palabras de su hermana, el soldado negó con la cabeza, sabiendo muy bien que podía haber cierto riesgo si continuaba ofreciendo más información de la necesaria a esos dos, cuando no sabía si podía confiar en su totalidad en los mismos. Prefería mantenerse cauto, y no cometer errores innecesarios, no cuando la seguridad de su hermana estaba en juego. No sabía muy bien cómo estaba la sociedad en sí, ahora que las bombas habían caído, causando semejante catástrofe en la población, ni siquiera sabía si algo parecido había sucedido en otras regiones o sólo allí. De momento, su mayor interés estaba dedicado a asegurarse que su hermana estuviera bien y que continuara con vida a pesar del cáncer, así como del virus.  - ¿Y no abrazar y hablar con mi hermana favorita? - Dijo divertido, teniendo en cuenta que Karen era su única hermana, en el momento en el que volvía a abrazarla de manera afectuosa, dejando a un lado la radio, tras haber finalizado su conversación con el supuesto padre de Komoi. - No te preocupes. Si dejé de hablar con ellos, es por algo. No estoy seguro si podemos confiar en ellos, K. Prefiero no arriesgarme. Lo único que me importa es que estés bien. - Le explicó a su hermana, en el momento en el que la liberaba de sus brazos, complacido de que su querida hermanita hubiera tomado la pastilla. A pesar de todo lo que había sufrido, hacia lo posible por mantener fuerte frente a él, algo que Darren realmente admiraba de ella, lo que hacía que sintiera aún más aquel deseo de protegerla de todo mal. No podía permitir que continuara sufriendo, no cuando ya había tenido suficiente, siendo alguien tan joven como ella. La vida parecía ser muy cruel con Karen, y no había duda de que el soldado estaba realmente molesto con tales sucesos, al punto de que le habría sacado todos los dientes a la vida misma, si ésta hubiera tenido una forma que poder golpear. - Sí, estaremos bien, lo sé. Te necesito, K. No me gusta que estés mal. - Se sinceró en un tono que dejaba en claro que no le gustaría perderla, antes de besar su frente con todo el cariño que podía ofrecerle. Realmente deseaba que se recuperara pronto, que pudiera vivir una vida normal.

En el momento en el que vio a la médico entrar a la sala, sonrió gentil, agradecido por la ayuda que la mujer les prestaba, a pesar de que nada la obligaba a hacerlo, excepto por aquel juramento que no debería de tener mucho valor en ese momento. Estaba claro que le debían mucho a Ana, y sin duda también a la base en la cual se encontraban. - Estoy acostumbrado a comer lo que sea. Gracias por la comida, Ana. Nada mejor que un plato caliente. - Agradeció de buen humor, mientras olía el hermoso aroma de la comida, incluso si se trataba sólo de legumbres, no dejaba de ser una buena dotación de alimento para ambos, en especial cuando necesitaban toda la energía que pudiera acumular en sus cuerpos, de modo que permanecieran fuertes para enfrentar al virus con la ayuda de la quimioterapia. - Eres una buena persona, Ana. No sé qué haríamos sin ti. - Afirmó en un tono amable, antes de dedicarle una cálida sonrisa, ciertamente agradecido por la ayuda prestada. Realmente esperaba que el tratamiento lograra el efecto deseado en ellos. Al menos en su hermana, de modo que ésta pudiera sobrevivir. Con que tan sólo ella sobreviviera, sería suficiente para el soldado, no había duda de ello. No obstante, al escuchar a la joven, el soldado asintió en silencio, mostrándose de acuerdo con la actitud mostrada por su hermana, la cual se comportaba de una manera realmente madura, algo que podía notarse desde que la había encontrado acompañada del cadáver de su madre. Aún así, a pesar de todo, se las arreglaba para sonreírle, algo que no sería sencillo para todos. - No cambies nunca, K. - Le dijo a su hermana en un tono que denotaba que estaba pensando en algo, antes de comenzar a comer, disfrutando de la compañía de la joven, luego de que la médico se marchara. Por desgracia, una vez que observó cómo Karen se retiraba a descansar, el soldado pudo sentir una horrible sensación en él, una cierta sensación de ansiedad que... parecía rogarle que causara daño, que liberara aquello que sentía contra algo en particular. Era insoportable, tanto que a Darren se le hacía difícil contener esa violencia acumulada en él. - Mi-mierda... ¿qué me pasa? - Se preguntó mientras se llevaba las manos a la cabeza, intentando sacarse lo idiota con mera fuerza de voluntad. No obstante, al notar que aquello era difícil de calmar, no tardó mucho en propinarse una buena bofetada con su mano derecha, lo suficientemente fuerte como para causar un dolor considerable en él, y dejarle aturdido por un breve instante. - Tiene que ser lo que explicó Ana... los infectados suelen demostrar una actitud violenta, antes de morir... - Murmuró para sí mismo, mientras se frotaba la cara, suponiendo que aquella era la razón por la cual aquel sujeto les había atacado de esa forma, antes de que él le pusiera una bala en la cabeza. Estaba claro que debía de controlar esa violencia, en especial cuando tenía a su hermana cerca. No quería hacerle daño. La quería demasiado como para hacerle algo así con sus propias manos. De momento, intentó retirarse a descansar como lo había hecho su hermana, recostándose sobre una de las camillas, esperando que eso fuera suficiente para calmar esa violencia en él.

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15/06/2019, 12:00
Narradora

La ansiedad sucedió al cansancio y poco a poco tu corazón fue latiendo a una velocidad más sosegada, la respiración constante de tu hermana te sirvió de relajación y poco a poco te uniste a su compás de respiraciones, sumiéndote en un profundo sueño.

 

"Te encontrabas en la playa de Cabo de Gata, en aquella playa en la que te esperaban tu madre y tu hermana. Asomaba el atardecer y el sol bañaba de un color anaranjado el mar. Estabas sentado y podías sentir la arena bajo tus piernas y manos, húmeda y reconfortante, apretaste tus manos sobre la arena, ensimismado con la sensación que producía ésta al tocarla. Un punto negro y consistente parecía flotar sobre el cielo, que ahora se había oscurecido a causa de la puesta de sol. Lo observaste sorprendido, ¿qué era eso?. De repente, un estruendo resonó en la lejanía y el pequeño punto se transformó rápidamente en un aura luminosa que parecía expandirse a una velocidad alarmante por el cielo, bañando su paso con una intensa luz blanca. Antes de que la luz te alcanzase desapareciste de la playa, para luego aparecer en un hospital, no reconocías cual era, había una chica sobre la cama. No te fijaste bien en su aspecto pero sus labios comenzaron a moverse, parecía querer hablar pero sus ojos estaban cerrados, no entendías lo que decía pues no le salía la voz"

 

Despertaste, sudoroso y agitado. ¿Quien era esa chica?. Cuando miraste a tu alrededor, viste a tu hermana sentada en la camilla leyendo. Parecía no haberse dado cuenta de que te acababas de despertar. El reloj que había a tu lado indicaba las 18:30. Por lo cual, te habías pasado cerca de un día entero durmiendo. A tu lado había un par de cajas de cartón, una encima de otra formando una mesilla. Sobre la improvisada mesilla había un vaso de agua con una pastilla al lado, era el tratamiento de quimioterapia.

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15/06/2019, 12:06
Director

Notas de juego

Si decides tomarte la pastilla debes realizar nuevamente una tirada de "Cura".

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16/06/2019, 03:55
Darren Brennan
Sólo para el director

Por fortuna para el soldado, aquella sensación había sido algo temporal, algo que había logrado controlar con la buena bofetada que se había dado, junto con la tranquilidad con la cual dormía su hermana, tan segura de que él la protegería de cualquier amenaza. Gracias a la dulce joven, Darren logró sumergirse en un profundo sueño, aunque tal vez habría sido mejor que no lo hiciera, teniendo en cuenta lo que vería luego en el mismo. Al principio, se había sentido en paz, tan sólo disfrutando de la hermosa visión en la playa, anhelando un momento así de serenidad, sin tener que preocuparse de los verdaderos problemas con los cuales debía de lidiar actualmente, si bien, al ver el punto negro en el cielo, no pudo evitar aterrarse, en el instante en el que el mismo se convirtió en un aura luminosa que se expandió con rapidez, dando a entender de qué se trataba, y el motivo por el cual el soldado se había mostrado tan aterrado. No había duda de había sido el momento de la caída de las bombas, o al menos eso creía. Sin embargo, aquel extraño sueño no tardó mucho en trasladarle a otra escena, en la cual, la visión de una chica llamó su atención, si bien no pudo lograr notar el aspecto de la misma, ni tampoco lo que ésta buscaba decir por medio de sus labios. Parecía algo importante, si bien resultó prácticamente imposible para él descubrir de qué se trataba, antes de que el sueño acabara y él despertara de manera repentina, agitado y sudoroso por lo que había visto mientras dormía. No recordaba haber experimentado un sueño parecido en su vida. Es más, rara vez soñaba, y, si lo hacía, usualmente se trataban de cosas bastante simples, o incluso pesadillas relacionadas con su carrera militar. Todo aquello había sido nuevo para él, y sin duda para nada común. - Que sueño más raro... - Murmuró con cierto fastidio, mientras se secaba un poco el sudor, al no poder saber lo que había dicho la chica que se encontraba en aquel hospital. Tal vez había querido decirle algo a él, si bien no había podido comprender nada de lo que intentaba decirle, lo cual realmente le molestaba.

Al mirar el reloj, el soldado se sorprendió al ver la hora que era, notando que había dormido más de lo que habría deseado dormir. No había duda de que la infección, o tal vez los nervios, había cobrado lo que deseaba de su cuerpo, lo suficiente como para mantenerle durmiendo por un buen tiempo. Esperaba, por el bien de su hermana, no estar al borde de la muerte, si bien parecía que aún podía moverse, por lo cual no era tan malo, al menos no de momento. No tardó mucho en levantarse de la camilla, tomando la pastilla junto con algo de agua que realmente necesitaba, teniendo en cuenta lo que había sudado mientras dormía. Tras consumir la pastilla debida para mantenerse con vida, desvió su mirada a su hermana, la cual parecía estar ensimismada en lo que estaba leyendo en aquel instante. - ¿Qué estás leyendo? - Le preguntó divertido, intentando despejar un poco de su mente de la preocupación que atormentaba su mente respecto a sí su hermana sobreviviría a pesar del cáncer y la infección que la afectaban. Había sobrevivido durante más de un mes, por lo que era posible que ella tuviera una mayor probabilidad que él, si tenía en cuenta que él ya comenzaba a sentir los extraños efectos de la infección. Estaba realmente preocupado, principalmente por el hecho de que su hermana pudiera llegar a sufrir bastante si él llegaba a morir en algún momento. No le importaba morir, no cuando aquello era algo que había aceptado cuando se había unido al ejército, si bien tampoco deseaba que su familia sufriera su pérdida, y menos ahora que su hermana era la única que quedaba con vida. ¿Qué haría si él moría? Bueno, al menos tenía a Ana, la cual parecía ser una buena mujer, lo suficiente como para cuidar a Karen si el soldado moría a causa de la infección. De cualquier modo, se acercó a la dulce joven, dedicándole una cálida sonrisa, mientras la miraba con claro cariño. - Tuve un sueño raro. Había una chica en un hospital que intentaba decirme algo... No sé qué. - Ya no importaba, no cuando su prioridad era que su hermana sobreviviera. Aún así, estaba un poco cansado de permanecer en esa sala, sin poder hacer mucho al respecto. - ¿Te sientes mejor? - Le preguntó en un tono que denotaba cierta preocupación, antes de inclinarse sobre ella para besarle la frente, en un truco disimulado para saber si su piel estaba caliente, si bien no parecía haber sudado como él, por lo que parecía que estaba un poco mejor que el día anterior.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Bueno, ésta tirada no fue tan mala, sólo debo sacar un 5 para sobrevivir por lo justo xDDD (Próxima tirada saco un 1 xDDDDD)

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16/06/2019, 23:42
Karen Brennan

Karen sonrió al verte despierto, parecía haber estado absorta en la lectura que tenía en sus manos - ¿Una chica?.. qué raro, quizás no sea nada hermanito, aunque .. quizás.. sea una señal - dijo riéndose claramente de ti. No estaba acostumbrada a verte hablar de temas profundos. Mostrándote el libro que portaba sobre las manos "Dos velas para el diablo" - me lo ha prestado Ana, dijo que me gustaría - sonrió nuevamente y, asintiendo con la cabeza, dijo - sí, estoy mejor, siento más fuerzas..

Se quedó mirándote fijamente - ¿y tú? ¿estás bien?

- Tiradas (1)
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16/06/2019, 23:50
Narradora

De momento aún presentabas las quemaduras sobre la piel, pero al menos, las ansias de hacer daño no habían vuelto a aparecer. Te habías retirado el sudor de la cara y, aparentemente, parecías el mismo de ayer. Por lo que, o bien podrías mentirle y decirle que estás bien, o contarle lo que te ha ocurrido durante la noche. 

Notas de juego

Si quieres mentir, tienes que hacer una tirada que "Apariencia", sumando los puntos que ya tienes de habilidad, dado 1d10.

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17/06/2019, 02:22
Darren Brennan
Sólo para el director

Parecía que su hermana había estado bastante ensimismada en la lectura, al punto de no llegar a notar que se había despertado, algo que ciertamente complació al soldado, ya que significaba que estaba un poco mejor. Incluso se veía un poco mejor que el día anterior, cuando la había visto en aquel estado de agotamiento. Era obvio que el medicamento estaba haciendo efecto en ello, si bien eso no aseguraba que estuviera completamente fuera de todo riesgo. Aún así, Darren podía esperar que así fuera, ya que la otra opción no era para nada de su gusto. - No lo sé... nunca tengo esa clase de sueños. - Le explicó a su hermana, para luego ver cómo ésta se ría al mencionar lo de la "señal". - ¿Ah sí? ¿Piensas que es la chica de mi vida? - Preguntó bromista, siguiéndole el juego a la joven, mostrándose realmente contento de que Karen estuviera de mejor humor. Era bueno verla reírse y actuar como una chica normal, en vez de preocuparse por lo que le sucedía a ella o a él. Esas cosas era mejor que se las dejara a él, que para eso era su hermano mayor. Sería Darren quien se preocupara, y asegurara de que su querida hermanita se mantuviera con vida. Sin embargo, al mirar  con mayor atención el libro que le había dejado la médico a la muchacha, el soldado se quedó pensando durante un instante, antes de asentir y dedicarle una cálida sonrisa. - Tendrás que contarme luego de qué trata. Lástima que no tengo mis libros de historia... bueno, no creo que sean tan divertidos como ese libro. - Concluyó al final, suponiendo que a su hermana no le gustaría tanto leer sobre algo académico, cuando era mejor que se distrajera con alguna novela interesante que pudiera ayudarle a no pensar en la situación en la que se encontraba. Lo importante era que estuviera feliz, mientras esperaban a que la quimioterapia hiciera efecto en ellos para bien, o al menos en su hermana. Si tenía que elegir, siempre elegiría a Karen por encima de todo. No iba a perderla. Aquello sería muy cruel y doloroso para él.

El escuchar a la joven asegurarle que estaba mejor, sirvió para tranquilizarle un poco, suspirando de alivio por un momento, en especial cuando su hermana no parecía tener el mismo ataque de ansiedad que él había sufrido durante la noche. No sabía si había algo especial en ella, o si tan sólo se trataba de que los medicamentos ya se encontraban en su cuerpo desde antes de que la infección la atacara. Sea lo que fuera, parecía, en verdad, estar recuperándose poco a poco, lo que era lo que el soldado más podría desear en ese momento. - Mejor así. Tú preocúpate por recuperarte. La quimioterapia te hará efecto, lo sé. Se nota que estás mejor. - Le aseguró a su hermanita, mirándola de aquella manera afectuosa que denotaba lo mucho que la quería. Era por ella y su madre que se había unido al ejército, para ayudarlas a tener un futuro mejor, ya que sabía que necesitaban el apoyo monetario, mientras él intentaba también entrar a la universidad. No obstante, en el momento en el que su hermana le preguntó cómo estaba él, a Darren se le hizo un nudo en el cuello. Por un instante, consideró la idea de mentirle, con tal de que aquello sirviera para hacerla sentir mejor, si bien, algo así... no era algo que el soldado podría hacerle a la joven. Una cosa era ocultárselo, hacer como si todo estaba bien, y otra cosa muy diferente era mentirle cuando ésta le hacía la pregunta clave. No podía hacerle eso, no a su hermanita. Suspirando, se llevó la mano derecha al rostro, intentando tranquilizarse un poco, juntando el valor para decirle la verdad a la joven. - Anoche... me sentí extraño. Sentía que... quería hacerle daño a algo... o a alguien. No importa. Ya estoy mejor. No es nada que no pueda controlar. - Le aseguró a su hermanita, dedicándole una sonrisa gentil, esperando que aceptara su palabra. No dejaría que nada le sucediera, y si llegaba el caso en el que tenía que evitar hacerle daño a su propia hermana, pues... él sabía lo que debía de hacer para evitarlo. - Debe ser porque fue el primer día. Hoy estoy mucho mejor. El medicamento debe estar haciéndome efecto. Tranquila, ¿está bien? No te voy a dejar sola, y tú tampoco. - Afirmó en aquel tono amable, antes de abrazarla, si bien parecía ser que él era el que necesitaba más el abrazo en ese momento. Había vuelto a pensar en la posibilidad de perderla, y aquello era algo que temía en demasía. - Y si... ¿Y si mejor me cuentas de qué trata el libro? O podemos hablar de la chica de mis sueños, la del hospital... - Bromeó tras separarse y dedicarle una mirada gentil, asegurándose de que la joven no estuviera demasiado preocupada, incluso si sabía que aquello era inevitable. Aún así, prefería serle sincero, antes que mentirle.

Notas de juego

Nada, nada. Que no le miento a K, pobrecita xD

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17/06/2019, 23:11
Karen Brennan

Tu hermana empalideció al escuchar que habías tenido esos síntomas, se sentía verdaderamente culpable por tu enfermedad y aún peor se sentía cuando veía que hacías como que no ocurría nada - Voy a llamar a Ana.. debemos decírselo.. - su mirada mostraba una pena que heló tu corazón, ¿habías hecho bien sobreexponiéndote al virus?, ¿habría sido todo distinto si hubieses tomado precauciones?, ¿sobrevivirías para cuidar de tu hermana?. Sea como fuere, ahora tenías que coger fuerzas para sobrevivir. Debías hacerlo, no era una opción, era un hecho.

 

¿Ana?, ¿puedes venir por favor? mi hermano no se ha estado encontrando bien.. - dijo una vez hubo cogido el Walkie para hablar por el canal 4, no te dejó mayor opción que observar a cuadros cómo tomaba el mando de la situación - Deja ya de actuar hermanito.. por favor, yo he llorado delante de ti, quiero que tu también te dejes ayudar por mi - dijo mientras su mirada recorría tus quemaduras. Se levantó de la camilla y cogió la crema que te había dado Ana, con sumo cuidado la colocó sobre tu cara. Sus dedos se sentían suaves y hacían cosquillas.

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17/06/2019, 23:18
Ana

Un par de toques sonaron en la puerta antes de que ésta se abriese, era Ana. No mostraba su ya peculiar sonrisa, su gesto era serio - ¿Qué ha pasado? - dijo mirándoos.

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17/06/2019, 23:19
Karen Brennan

Tu hermana te miró y decidió hablar por ti - Anoche tuvo ansiedad y sudores, ¿no hay una dosis más alta del medicamento que pueda combatir antes la enfermedad? - sus ojos rozaban la súplica, así como sus gestos. Omitió la parte en la que dijiste tener ganas de hacer daño. No quería que te separase de ella.

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17/06/2019, 23:23
Ana

Ana pensó durante unos segundos, miró hacia la pared para luego devolverte la mirada - Podría intentar algo, Karen me dijo que estuvo tomando antibióticos también, esto será completamente al azar pero debemos usar todos los recursos que tengamos para combatir la enfermedad - acudió al armario de medicación y cogió amoxicilina, te la ofreció en un vaso - esto es lo único que puedo hacer de momento.. ¿has sentido.. algo más aparte de ansiedad?, hay gente que refiere tener.. ganas de golpear una pared o cosas así - evidentemente estaba camuflando la respuesta, quería que fueses sincero con ella. Si fuese así, sabes que podría ser peligroso que estés en la misma habitación que Karen.. Tenemos habitaciones de sobra y sólo queda un poco más de tiempo, podríais comunicaros por el Walkie.

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17/06/2019, 23:28
Director

Notas de juego

La última tirada de Cura de Darren necesito, suerte T-T

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18/06/2019, 02:39
Darren Brennan
Sólo para el director

El notar cómo su hermana palidecía ante lo que le había dicho, el soldado sintió que habría sido mejor no decir nada, tal vez para así evitar que su querida hermanita se preocupara sin necesidad alguna por él. Lo mejor era que sonriera y no se preocupara por nada mientras se recuperaba, y, en cambio, ahora la joven parecía aterrada frente a la idea de poder perder a su hermano, algo que hizo sentir realmente culpable a Darren. - Supongo que tienes razón... - Afirmó, en el momento en el que Karen buscaba el walkie para hablar con la médico. No iba a evitar que lo hiciera, no cuando sabía que su hermana estaba preocupada por él. Si eso la ayudaba a estar un poco más tranquila... dejaría que hiciera lo que quisiera, siempre que continuara tomando las pastillas de la quimioterapia. Si él no se salvaba al final, al menos deseaba que su hermana si lo hiciera por él. No había razón para que ella muriera, no con lo joven que era... tenía mucho por vivir aún. - Lo siento, K, no quería mentirte, aunque creo que habría sido mejor que no dijera nada. - Le dijo a la joven, ciertamente arrepentido de haberle sido sincero, no por el hecho en sí de mentirle, sino porque aquello había hecho que su hermana perdiera el brillo que él tanto disfrutaba ver en ella. No quería que llorara por él. Mientras tanto, la muchacha no se demoró en comunicarse con la médico, informándole que el soldado no estaba en buen estado, que estaba en peor estado que antes, si bien Darren no estaba seguro de que eso fuera realmente así. Después de todo, había logrado repeler aquel ataque de ansiedad, la fuerte necesidad de hacerle daño a alguien. Sin embargo, al escuchar a Karen, Darren sólo asintió en silencio, antes de dedicarle una mirada preocupada a la joven. - Se supone que yo soy el mayor, K. El que tiene que preocuparse soy yo. Tú deberías continuar leyendo tu libro. - Le explicó con cierta pena en su voz, pensando que habría sido mejor que se cuidara en su momento, evitando tocar a su querida hermanita para así no arriesgarse a dejarla sola. No había considerado lo que ésta podría sentir si él moría, y aquello ciertamente le aterró.

De momento, tan sólo se dejó atender por la dulce muchacha, permitiendo que ésta le aplicara la crema sobre su rostro, de modo que la misma sirviera para sanar las quemaduras en su piel. La sensación era ciertamente agradable, al igual que el hecho de ver a su hermana preocupada por él, haciendo lo que podía para ayudarle. - Sólo prométeme que vas a seguir tomando la pastilla, ¿está bien? No quiero perderte, K. - Le dijo en un tono que parecía ciertamente una súplica, dejando en claro lo que significaba la joven para él. Nada de eso serviría de algo para él, si su hermana no sobrevivía como él así lo deseaba. ¿Qué sentido habría? De cualquier forma, tras haberle dicho eso, la médico no tardó mucho en aparecer en la sala, tras anunciar su presencia con unos toques en la puerta. Al oír su pregunta, el soldado sólo mostró una sonrisa, como la de un niño travieso que había sido atrapado haciendo algo malo, incluso si la situación era más seria de lo que él deseaba demostrar. No quería que ninguna de las dos se preocupara, ni mucho menos que le separaran de su querida hermanita, si bien, en el fondo, sabía que eso sería lo mejor, al menos hasta que se asegurara de que podría continuar con vida. No deseaba hacerle daño a la joven, no cuando la quería demasiado. Tras dedicarle una mirada al vaso y al medicamento que Ana le ofrecía, el soldado asintió en silencio, al menos por un breve momento, antes de suspirar resignado. - Gracias, Ana. Estoy bien, creo que sólo es el virus haciendo un poco de efecto en mí, aunque creo que estoy mejor. - Le aseguró de manera amable, sin darle mucha importancia al asunto. Estaba cansado de la tristeza, así como tampoco quería que su hermana llorara o se pusiera mal por el estado en el que él se encontraba. Él era un soldado, el riesgo de muerte siempre estaba presente en su profesión. No había sentido en preocuparse por él. No obstante, al escuchar las palabras de la médico, frunció el entrecejo, ciertamente dudando si decirle la verdad o no, si bien sabía que la mujer tenía razón. Si la infección avanzaba, podría ser un peligro para su hermana. ¿Qué sucedía si le hacía daño... o si la mataba con sus propias manos? No podría perdonárselo a sí mismo, ni siquiera con su propia muerte. Tras suspirar, miró de manera seria a la médico, juntando la fuerza de voluntad necesaria para decirle lo que debía de decir. Habría deseado ver a su hermana en su último momento, si es que la enfermedad se cobraba su vida, pero debía de hacer ese sacrificio para evitar hacerle daño. - Sí. Sentí una fuerte necesidad de pegarle a algo. Son los síntomas, ¿no? Creo que lo mejor será que me separes de ella, al menos hasta que todo se tranquilice. No te preocupes, K. Es sólo por ahora. Para estar seguros. No voy a dejarte sola. - Le prometió a la muchacha, esperando que no se enojara con él por decir la verdad. Lo hacía por ella. No se demoró mucho en tomar su medicamento, deseando mejorarse para no entristecer a la joven.

- Tiradas (1)

Notas de juego

En grande xDDD 19 en total, creo xP

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18/06/2019, 09:08
Karen Brennan
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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18/06/2019, 11:08
Narradora

Dos días más tarde...

 

Tu hermana y tú habíais continuado en aquella habitación durante 48 horas más. Ana añadió antibióticos a vuestro tratamiento y sus visitas fueron más constantes para controlar si había algún avance en vuestros síntomas. Afortunadamente a medida que pasaba el tiempo te encontrabas mejor, la ira y la ansiedad no volvieron a formar parte de tus noches y tus quemaduras desaparecieron casi al 90%, dejando una única mancha bajo tu cuello a modo de recordatorio de que habías estado muy cerca de la muerte. Por suerte habías podido contarlo, al menos por esta vez. Tu hermana también había sobrevivido, pero a pesar de que ella se mostrase impune con apenas un par de manchas en su rostro, había perdido la visión en el ojo derecho, aunque este dato jamás te lo revelaría. No sabiendo lo mucho que le quieres y tu preocupación por ella, era más importante que te recuperases con prontitud y por ello había preferido omitir este dato.

Ana volvió a realizaros una analítica, en esta ocasión vuestro sistema inmunitario no daba señales de estar luchando contra ninguna enfermedad. Por lo que salisteis de aquella habitación. Ana os guió hasta las duchas, donde disfrutásteis de una buena ducha, fuera os esperaba ropa militar limpia. La sucia fue directamente a la basura, incluida tu gorra.

Notas de juego

Darren : curado con un 19. Secuelas; mancha bajo el cuello.

Karen : curada con un 15. Secuelas; manchas en el rostro y pérdida de visión en el ojo derecho.

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18/06/2019, 11:16
Karen Brennan

Una vez estuvísteis aseados y vestidos, tu hermana te esperaba fuera de las duchas, iba vestida con una camisa blanca de manga corta y unos pantalones y botas militares. Sy gesto era mal disimuladamente serio, puesto que se le escapaba una sonrisa leve - Llega tarde Brennan, ¡15 flexiones! - acto seguido te abrazó fuertemente.

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19/06/2019, 03:20
Darren Brennan
Sólo para el director

A pesar de la anterior preocupación por parte del soldado, tras dos días más de espera y tratamiento descubrió que la infección no progresaba en él, sino más bien parecía ceder ante los medicamentos. Lo bueno era que también había dejado de sentir aquellos ataques de ansiedad y deseos de hacer uso de su fuerza para hacer daño, algo que ciertamente pudo apreciar, ya que no habría deseado hacerle daño a alguien que no se lo mereciera. Por desgracia, si bien las quemaduras parecían haber desaparecido casi en su totalidad, una mancha en su cuello había permanecido en su piel, si bien aquello no era tan malo como morir, por lo que a Darren no le importó demasiado. Era tan sólo una mancha, no tenía que importarle, no cuando aquello significaba que podría continuar estando con su hermana, sin dejarla sola al morir. Sólo eso era motivo suficiente para que una sonrisa se dibujara en su rostro, agradecido por la suerte que había tenido de sobrevivir ante semejante infección. No sabía si aquello significaba que ahora era inmune a la misma, o si podría repetirse con el tiempo si llegaba a entrar en contacto con otro infectado. Sea lo que fuera, de momento, no tenía que preocuparse por nada más que disfrutar su tiempo con su querida hermanita. Por su parte, Ana no tardó mucho en dejar que utilizaran las duchas de las instalaciones, algo que el soldado apreció en demasía, ya que hacía rato que deseaba asearse. El calor del agua sirvió para aclarar su mente, mejorando ciertamente su humor, pensando que, de momento, lo peor había pasado. Sabía que su hermana sobreviviría, ya que ésta había demostrado ser capaz de resistir la infección durante más tiempo que él, por lo que, luego de ver cómo los síntomas de la enfermedad se habían mostrado en él, no tenía dudas de que la joven estaría bien, a diferencia de la duda que había tenido respecto a sí mismo. Ahora, lo único que quedaba, era ser de utilidad para la base en la que se encontraban, demostrar su agradecimiento por la ayuda ofrecida, haciendo lo que sabía hacer mejor que cualquier otra cosa.

Según lo que les había dicho Ana, parecía que estaban completamente libres de la infección, excepto por las secuelas que la misma había dejado en su cuerpo. Un precio barato a pagar a cambio de continuar con vida, por supuesto. De cualquier manera, tras salir de la ducha y vestirse con ropa nueva y limpia, lamentando la pérdida de su gorra, el soldado se encontró con su hermana, la cual parecía haber estado esperándole, no tardando en bromear con él, lo que hizo que sonriera gentil, agradecido de poder tener a su hermana a su lado. - Sabes que quince flexiones no son nada para mí, ¿verdad? - Respondió divertido, en el instante en el que abrazaba de la misma manera a su querida hermanita, disfrutando del hecho de que continuara con vida. No sabía muy bien lo que habría hecho si ésta moría a causa de la infección. Lamentablemente, parecía que habían quedado algunas manchas en su rostro, si bien aquello no era de mucha importancia para Darren. Para él, Karen seguía siendo la hermana bonita y dulce de siempre, a la cual le dedicaría todo su cariño. Disfrutando del hermoso abrazo que la joven le había dedicado, miró a su hermana con claro afecto. - ¿Te sientes mejor? ¿No sientes nada malo? - Preguntó en un tono serio, incluso si la médico les había asegurado que se habían librado de la infección. No pensaba arriesgarse a perder a su hermana por una tontería. - Yo estoy bien. Sólo me quedó una mancha en el cuello. - Le aseguró con dulzura, a la vez que acariciaba la cabeza de la joven. - Ven, será mejor que hablemos con Ana. Supongo que querrá mostrarnos la base o asignarnos algunas responsabilidades. No podemos continuar quedándonos aquí sin ayudar, supongo. - Le explicó a su hermana, dejando en claro que, ahora que ya no estaban enfermos, deberían de ser capaces de ayudar dentro de la base, como sea que pudieran hacerlo. Aún así, se aseguraría de que nadie le pusiera las manos encima a su hermana. Sabía muy bien cómo eran algunos soldados, y suponía que su amigo no era el único soldado en la base. - Luego quiero que me hables un poco del libro que estuviste leyendo. - Le dijo en aquel tono gentil a la joven, a medida que se disponían a hablar con la médico de la base.

Notas de juego

Noooooo Kareeeen!! Pobrecita xP

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23/06/2019, 15:23
Karen Brennan

Tu hermana negó con la cabeza sonriendo - estoy perfectamente hermanito, estoy completamente recuperada - y poniéndose de puntillas levantó su mano para desorganizarte levemente el pelo - te hace falta un corte de pelo eh.

Posteriormente asintió - Sí, debemos agradecerle todo lo que ha hecho por nosotros. Probablemente sin su ayuda ahora no estaríamos aquí - su voz sonaba seria y su gesto también lo era, sus ojos brillaban levemente haciendo evidente el calvario por el que había pasado, pero ahora ya estábais a salvo. ¿No?.

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23/06/2019, 15:29
Narradora

Avanzásteis cautelosos a lo largo de aquel pasillo, aunque podría denominarse fácilmente laberinto; todas las puertas parecían iguales.

 

Por más que andábais a través de los pasillos una única cosa se escuchaba. El silencio.

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23/06/2019, 15:32
Ana

Tras una de las puertas apareció Ana, su semblante revelaba que no se sentía del todo bien, su mirada parecía contrariada. Para cuando su vista se postró sobre vosotros, una sonrisa afloró de su boca - Veo que habéis disfrutado de la ducha - dijo acercándose a vosotros. - Oficialmente podéis consideraros pioneros en superar la enfermedad, enhorabuena - sonrió nuevamente, sus ojos parecían cansados. Había pasado los últimos días cuidando de vosotros, vigilando vuestros síntomas y estudiando los resultados de las análiticas en busca de una cura apropiada a vuestras circunstancias. El hecho de que tu hermana hubiese estado tomando el tratamiento para el cáncer fue un dato dilucidante en la búsqueda de un tratamiento para este nuevo virus.

 

- Puede que aún no tengamos una vacuna para prevenir la enfermedad, puesto que no tenemos científicos aquí, pero el hecho de tener un tratamiento que funcione.. es un avance muy grande - suspiró mirando a su alrededor - bueno.. ya os habréis dado cuenta de que aquí no hay mucha gente. Ahora mismo solo estamos nosotros y una familia más que vino como vosotros buscando refugio. Los chicos del ejército se fueron poco antes de que vosotros llegáseis.. Nebreda tuvo que irse de urgencia.. - miró hacia el suelo - volverán.. sé que lo harán.. ¿Me acompañáis?

 

Ana avanzó por el pasillo esperando que le siguiérais.