Partida Rol por web

Arramus golpea dos veces con gran contundencia paero la momia es poderosa y detiene ambos golpes con sus antebrazos. Arramus no ha acabado y lanza sendos golpes mas que alcanzan su objetivo. Sin embargo, ninguno consigue penetrar la armadura de vendas del monstruo, aunque si que parece dejarlo aturdido.

La momias podían llegar a ser unos enemigos formidables si llegaban a agarrarte, pero eran bastante lentas, asi que, cuando el monstruo le lanzó un golpe a la cabeza, Ungrim no tuvo problemas para colarse bajo los brazos de la momia y lanzar un duro golpe contra la pierna de ésta, cortándosela limpiamente.

Con la momia en el suelo, fue todo un juego de niños decapitarla y acabar para siempre con su pútrida existencia.

- Ha llegado la hora de canviar de arma.

Mis compañeros se lanzan rápidamente al ataque y yo les sigo por detrás, Ungrim acaba rápido con su rival, así que ayudo a Arramus a acabar con su momia.

Mis ataques son efectivos y acabo con la momia en un visto y no visto, en parte gracias a que ya tenía bastante con defenderse de Arramus.

 Los muertos se abalanzaron sobre los vivos y estos supieron mantenerlos a distancia. Durgin que se enfrentaba contra dos de ellos, lo tuvo mas complicado que Aenur, pero aun así salió ileso.

Agamenon y compañia, terminaron con las momias de un solo golpe, como cabía de esperar de tan expertos combatientes. Ahora el oscuro pasillo y la penumbra que invadía la planta, era su única amenaza. 

Otra vez envuelto entre dos frentes. Mientras mis compañeros acaban con los zombis, me acerco a la puerta con sigilo. El estruendo de las peleas me hace difícil escuchar nada a través de ella, así que vulevo a mi viejo método de espiar por el ojo de la cerradura.

Arramus registro los cuerpos en busca de algo de valor.

Antes de seguir avanzando a la siguiente habitación me detengo unos segundos a rebuscar entre las vendas de las momias caídas y a registrar la sala en busca de cualquier cosa que me pueda interesar.

Después de registrar todo, abro la puerta de la habitación de al lado de una patada y paso con las armas en alto preparadas para lo que venga.

En la habitación no parecía haber nada interesante, aparte de los cadaveres putrefactos de las momias, así que Ungrim siguió a Agamenón.

 Arramus rebuscando entre los pliegues de la momia, encontró un pequeño amuleto cuyo valor rondaría 25 monedas de oro. Agamenon que buscó en el otro cuerpo, tuvo una suerte similar pues el talisman de muerte que llevaba ese cadáver era un poco menor, comparándolos, tal vez valdría 20 monedas. Luegp, siguiendo a Ungrim, acabó frente a dos Guerreros del Caos, dos de los siervos de Morcar.

Fuera,  en los pasillos, Durgin acababa con uno de los zombies cuando otro se lanzó al ataque. Aenur, en un acto temerario bajo la guardia y se vio abalanzado por el frenético muerto viviente que le hirió numerosas veces. 

El amuleto que encontré entre los restos de las vendas de la momia no me llamó mucho la atención, pero aún así lo guardé antes de pasar a la siguiente habitación.

Al entrar dos fuertes oponentes nos estaban esperando, pero ir junto a Ungrim y Arramus era suficiente garantía como para acabar rápido con ellos por fuertes que sean.

Ataco con todas mis fuerzas al primero que se me pone por delante. Mi primer ataque va con tanta potencia que consigue romper su defensa, consiguiendo darle un corte en el costado, pero a pesar de ello es capaz de detener mi espada corta recomponiéndose rápidamente del golpe.

Está muy oscuro ahí dentro, tan apenas puedo vislumbrar nada. Encima, el constante golpeteo de las armas que se escucha a mi alrededor no me deja concentrar.

- ¿Podéis acabar de una vez con ellos? No puedo escuchar nada con tanto jaleo.

No sé si me harán mucho caso, pero yo vuelvo a pegar mi ojo al de la cerradura.

Nada; yo, no veo nada.

Arramus irrumpio en la habitacion justo a tiempo para ver la estocada de agamenon. Se coloco entonces a su lado y golpe con su martillo el pie del guerrero de caos. El monstruo se doblo hacia delante instintivamente, llevado por el dolor, y el sacerdote aprovecho para dejar caer su mazo de arriba a abajo aplastandole la columna al villano.

Viendo que sus compañeros habían acabado con uno de los guerreros, Ungrim se lanzó sin conteplaciones contra el otro para en el ultimo momento hacer un finta, situandose a la espalda de su contrincante, quien debido al peso de la armadura no pudo darse la vuelta a tiempo para evitar que el hacha del enano se le hundiese profundamente entre los omoplatos.

Cabreado por fallar los dos primeros golpes descargo toda mi rabia ne el golpe de la espada larga seccionando la cabeza del  no muerto el cuál se derrumba dejándonos continuar.

 Vía libre susurro a mi acorazado compañero mago.

Al ver como Durgin controlaba la situación y escuchar el leve susurro de Aenur avisandole del camino despejado, Jandrus, se concentró en la puerta y escucho el gemido de unos cadaveres y el arrastre lento pero pesado de una momia. 

Arramus, Agamenon y Ungrim, eran tres veteranos, dotados de los grandes dotes de los heroes de leyenda, pues de un solo golpe, habían acabado con los tres guerreros del Caos. 

Durgin continuó la defensa del pasillo atacando al segundo zombi.

Una vez hubo acabado con su enemigo, Ungrim echó un vistazo a su alrederdor, pero solamente vio una habitación vacía y aparentemente sin salida

- Que raro.. ¿Que hacían esos dos guerreros en ésta habitación? Parecía que estuviesen de guardia, pero aqui no se ve nada. Deberiamos buscar a ver si hay algun tesoro o puerta ocultos

Al ver como se quedan atrás mis compañeros vuelvo para ver que esta sucediendo.