Partida Rol por web

Cristensen se habia sentado cercano a la mesa de los caballeros y su mente estaba en tratar de escuchar lo que ahi se decia, mientras que su compañera hablaba, el solo atinaba a hacer leves gesto para indicarle que seguia la conversacion, aunque no escuchara nada de lo que le estaba diciendo.

Erhin estaba de mal humor... y era algo que no solía ocurrirle a menudo...

¡¡El Señor Hurón conocía a aquel chalado cazador!! Ahora recordaba que antes le había llamado por su nombre al intentar frenar la pelea... Nathan se llamaba por lo visto....

Y ahora parecía que se pensaba sentar a charlar con él como si nada, dejándola allí abandonada.... ¿dónde y cómo le habría conocido? No sabía cómo le habría conocido, pero suponía por qué se habrían separado... Erhin hizo una mueca de desagrado...

Luego se reconvino a sí misma... se estaba poniendo de lo más cascarrabias sin verdaderos motivos... no debería juzgar tan rápido a un hombre... incluso a un hombre tran presuntuoso como aquél, y que parecía despreciar a las criaturas mágicas en general deseando rápidamente su muerte... no, no debería... ¿no es cierto que aún no había movido un dedo contra sí misma? Y la había visto cuando Blackheart la nombró de pasada, y no le había prestado atención....

Puede que el cazador supiera lo que se hacía más de lo que Erhin quisiera admitir... quién sabe... No se puede juzgar a la gente por la primera impresión.... se dijo Erhin, y volvió a mirar pensativamente al Señor Hurón...

De pronto vió delante suya una mano extendida... una mano que no era humana... y cuando alzó los ojos sorprendida se encontró con pícara sonrisa de un fauno.

Se le pasó todo el enfado de golpe. ¡¡Un fauno!! ¡Con la de cuentos e historias que había oído de estas criaturas! ¿Qué le había dicho? ¿Aroma a flores? ¿Bella dama del bosque? ¿¿Bailar?? ¡Oh, vaya!

Erhin se pone en pie de un salto, le coge la mano al fauno y le dedica una deslumbrante sonrisa traviesa.

- Por supuesto, señor fauno, nada me apetecería más que un baile con usted.

El hombre se sienta a uno de los lados de Nathan. Sirve un poco de vino en los vasos y comienza a hablar.

-No debería hacerlo ya que dicen que la bruja aparece en aquellos lugares en los que se la nombra, pero esperemos que no sea cierto.

Da un trago al vaso.

-Dicen que vive en el lejano norte, pero nada es seguro... la han visto en todas las regiones: desde la más fría hasta los bastos desiertos. Todo lo que toca muere... pero todo son leyendas... En mis largos viajes cazando seres de la oscuridad, nunca la he visto...

Ultimamente hay mucho rumor por ahí. Yo tampoco la he visto nunca en mis viajes, tanto haciendo mi labor de rescatar Princesas como cazando monstruos, pero si que he oido bastantes historias.

Nathan...¿que exactamente notastes?, entrates tan de golpe amenazando a aquel elfo, ¿buscabas a alguien en particular?, vaya, la verdad que esta vez te veo en buena compañia - dice mirando a Bella -

La verdad que tanto Nathan y yo en nuestros viajes hemos visto seres que aparentan otra cosa, espero que tanto la persona en comun de la que buscamos informacion, como lo que fuera que entrastes a buscar en esta posada, no este oculta a los ojos de los humanos. Rumores me llevaron a este pueblo, para buscar información sobre la susodicha persona, sabia que tarde o temprano aparecerias por aqui Sir Cross, pero no de la manera tan apoteósica que aparecistes... -dice con una pequeña sonrisa BlackHearth -

Hace como....unos 5 años que no nos veíamos..¿no, Nathan? -decia serio a Nathan -

Cristhensen oye cosas como bruja, norte y leyendas... pero nada mas ya que la posada es bastante ruidosa. 

Nathan escucha al tabernero mientras tonteaba con la mujer que tenia sobre las rodillas como si estuvieran solos. Si algo tenía el cazador, era eso, su forma tan "pagana" de mostrarse ante los demás y luego decir que es hombre santo. Pero lo que pensara el resto le daba igual.

Le dio un tiento al vino y luego dejó el vaso sobre la mesa con fuerza.

-Nombrad a esa bruja, querido hermano, así si se aperece aqui, me ahorrá el viaje y podré matarla aqui mismo jajaja

Dijo divertido, para quitarle hierro al asunto. Luego ladeó la cara hacia Blackheart.

-Hmm sentí un aura oscura, más bien apestaba a eso. Ese tipo de holor es lo que me suele salvar la vida, y tengo que honrarlo cuando me avisa y acudir a donde me guia. Y no se equivocó, ese elfo desprente una peste a magia negra podrida y pagana.

Explicó.

-Si esa bruja es tan poderosa, quizá deberemos unir fuerzas como antaño, hace 5 años como bien recuerdas. Aunque creo que son exageraciones. Cuando combata con ella, yacerá en el infierno con el diablo al que adore. Por lo tanto, iré al norte, a por ella.

Luego guardó silencio y metió la cabeza en el escote de Bella.

Zalgrym sonrió a la multitud, recorriéndola con la mirada. Sus ojos se detuvieron en el recién llegado, cuyos ropajes parecían algo desastrados, pero que actuaba y se movía con un porte imopnente. Sonriendo para sí miró de nuevo al público y alzó los brazos.

-¡Damas y caballeros!, para mi siguiente número necesitaré un voluntario...-su man derecha señaló al frente y se desplazó de un lado a otro, indicando a las cabezas de sus espectadores, aunque en realidad ya tenía claro quien sería el elegido-... ¡usted!

Finalmente detuvo su dedo sobre el sombrero picudo del buen capitán. Su mano se abrió y la tendió hacia el hombre para invitarlo a subir.

-¿Me haría el favor de subier al escenario?

El público aclamó al hombre barbado entre vítores y silbidos, apremiándolo para que subiera. Todos querían presenciar el próximo número y, si no se equivocaba, había acudido más gente a engrosar la masa de su audiencia. Aquello era lo que hacía a un artista sentise pleno y satisfecho de ejercer como tal.

-¡Animo!, será divertido...-lo animó agitando la mano hacia si para ayudarlo a subir.

Obediente sigue al cazador y se sienta sobre sus piernas entre risas y cuchicheos con él. Pero deja de decirle cosas al ver que tienen una pequeña reunión, para no interrumpirles.. Solo se dedica a besar el lóbulo de su oreja y colocarle el pelo tras esta.

Mira a Blackheart y le sonrie con esa sonrisa tan caracteristica suya, de forma pícara y mirandole de soslayo.

Observa a los demás que se encuentran en la mesa mientras acaricia el pelo del hombre y le da algún beso que otro en la cara. Pero lo que no se esperaba es que metiera la cabeza en su escote. Abre los ojos de par en par y rie a carcajadas, se va cayendo hacia atrás mientras sigue haciendoselo.. poco le falta para caer sobre el sofa, se agarra a él.

- Pare.. pare.. pare.. - dice entre risas porque está perdiendo el equilibrio.

Ceamus sonrie agradecido de la simpatia de la "dama del bosque" y la lleva rapidamente (por si fuera a cambiar de opinion) al centro de la taberna.

Se pone a bailar, mirandola, sonriendo y riendo a carcajadas a cada vuelta y paso que requeria el baile. Cuando la tenia cerca aprovechaba y llenaba sus pulmones con el aroma que desprendia ella.

Como hacia siempre disfrutaba del momento, estaba feliz, la noche anterior habia dormido en la calle, con hambre y triste, y esta noche habia bebido, comido, tenia musica y una compañera preciosa con la que bailar.

Nathan sonrió al ver las cosquillas que tenía la mujer. Luego miró a sus acompañantes.

-Si me disculpais...voy a recoger el fruto de la victoria. Espero que los gastos de mi habitación esten pagados con mi bolsa, sino, trataremos luego el asunto.

Nathan le dió a Bella una palmada en el trasero para que se levantara.

-Vamos, pequeña, acompañadme a mi cuarto.

Luego extendió la mano hacia el posadero.

-No no, no os levanteis, hermano, yo mismo cogeré las llaves, bebed cuanto querais que lo pago yo.

Ofreció el cazador, sonriendo, luego inclinó levemente la cabeza hacia Blackheart.

-A mas ver, amigo mio, mañana empieza la cazeria, espero que vos y vuestra verdosa amiga esteis listos.

Cross se despidió y cogió de la mano a la Zíngara, se acercó a la barra, caminando entre la gente, y buscó con la mirada el cajón de las llaves. Cuando la encontró alzó la mano y cogió una libre, la enseñó al tabernero para recibir su aprovación y luego subió las escaleras con buena compañía..

Reía mucho, sorprendida de como se comportaba el cazador delante de más gente, le creía más reservado.. pero era todo lo contrario. En cuanto notó la palmada en su trasero se puso en pie y se colocaba bien el vestido de la zona delantera, tanto movimiento dejaba ver más de la cuenta.

Sonrió y se despidió con la mano de los que estaban en esa mesa, dejandose llevar por Nathan de la mano. Cuando este se detiene a recoger las llaves, le susurra cosas al oído.

- No sabía que fuerais tan... atrevido...

Rió levemente y subieron las escaleras juntos hasta una habitación.

El posadero se despide del Cazador de Brujas y le desea que pase una muy buena noche con la joven.

Una nueva música vuelve a llenar la planta baja de la posada, más tranquila que la anterior, mostrando que aunque la noche es joven, el momento de descansar los cuerpos y dejar a las almas reunirse con las hadas esta a punto de comenzar.

La gente baila al ritmo de la música, deseando que la fiesta no acabe.

Con una sonrisa aún más amplia y un empujoncito por parte de su acompañante el pirata sube a la tarima crujiente que el mago tenía como escenario volviéndose hacia el público en actitud teatral arqueando los brazos y haciendo una amplia reverencia, mientras sonreía.

-A ver por donde sale el mago-Dice en voz muy alta, de manera que lo oyeran los asistentes.

Con sus aires achaparrados se recoloca el sombrero de nuevo esperando que el mago le indicara que tenía que hacer mientras observa alrededor para ver que tenía el tipo de provecho sobre el escenario, le sonríe al ilusionista metiendo las manos en los bolsillos de la raída chaqueta.

-Será un placer...-Dice con calma.

Sonrió al ver como el caballero saludaba al público. Había que reconocerle un estilo bastante distinguido pese a su aspecto desastrado.

-Gracias por su ayuda, caballero... ¡y ahora, para deleite de todos...!-abrió los brazos y alzó las manos en gesto grandilocuente-¡... ante sus ojos transformaré a este aguerrido joven en un espíritu!

Caminó con pasos lentos y magistrales hacia donde su bastón se encontraba vertical sobre el suelo y lo tomó, como si aquello fuera común.

-Ahora, señor, antes de proceder... ¿su nombre, por favor?-preguntó alzando la voz para ser oído por todos, al tiempo que se apoyaba con una mano en el bastón y cruzaba una pierna sobre la otra.

Con su sonrisa inamovible escucha las palabras del ilusionista mientras la brisa del lugar a pesar del cargado ambiente hace ondear aquellos rizos que escapan del abrazo de su apreciado sombrero. Jajaja había dicho espíritu, eso sería divertido, desde luego iba a entretenerse un poco con las miliquinientas del personajillo, mirando al supuesto hechicero sonríe antes de decir su nombre, sin darle demasiada importancia como nunca parecía darsela a nada.

-Mi nombre, Dark, Capitán Dark, así se me conoce-Dice en voz alta y clara.

De nuevo esperando observa a los que lo miran con cara de sorpresa o emoción, allí entre el público había un tipo con aspecto de ricachón, el capitán observa a aquél tipo, bombín, ropa de chaqueta, sonrisa blanquecina y autosuficiente... era el tipo perfecto para sacarle la pasta, luego lo intentaría, si es que aquél mago no lo dejaba tieso, su sonrisa barbada en su perilla se marca algo más imperceptiblemente para aquél que no lo conociera el saber su razón. Por supuesto tenía algo que ver con que esperaba sacar algún beneficio del tipo rico, siempre pensaba en beneficios últimamente, desde que aquello pasó.

¡Diosa! ¡Hacía mucho que no se divertía tanto! El fauno sabía bailar, pero bailar de verdad, con el ritmo endiablado y alegre que a ella le gustaba, con el frenesí de la primavera, cuando todo se apresuraba en renacer, en crecer sin pausa, los animales y sus cachorros llenaban todo de ruido y las flores de color, y parecía que los pulmones no abarcarían tanto aire fresco lleno de vida.

Vueltas y vueltas y vueltas, y saltos y risas... algunas personas tuvieron que apartarse de la pareja para evitar ser arrollados por su veloz e infatigable danza. Al final, cuando la música cambió, Erhin se detuvo jadeante y con los ojos brillantes...

- Oh vaya, señor fauno. Esto... ¡tenemos que repetirlo!... - y se echó a reir entusiasmada.

- ¡Es un bailarín genial, me alegro mucho de conocerle!.... me llamo Erhindïel, nunca había conocido a un fauno, sólo había oído historias sobre ellos, pero nunca esperé encontrarme con uno... ¡es genial!... ¿se hospeda aquí? ¿hacia donde se dirige?... con suerte podría acompañarnos si resulta que vamos en la misma dirección... ¡venga!, ¡voy a presentarle a un amigo!...

La dríade parlotea incansable, contenta de encontrar un nuevo amigo tan interesante, mientras se dirige hacia Blackheart. Se da cuenta entonces de que el cazador ha desaparecido.... y eso le parece más estupendo aún... llama con voz cantarina a Teja, que se acerca a ellos contenta de volver a su lado, llevando en su cabeza a una enfurruñada y algo mareada Nuez, que había huido despavorida tras un minuto escaso de vertiginosos giros de baile.

- Señor Hurón, le presento a mi nuevo amigo... el señor... eh... bueno... ¡la verdad es que no sé cómo se llama!... pero es un excelente bailarín, eso sin duda... - y se ríe de nuevo...

Cristhensen se habia perdido entre el jolgorio de la fiesta, se habia hecho un grupo grande en su mesa, y entre jocosas habladurias y pequeñas anecdotas se habia hecho el anfitrion, por supuesto que invitando de las bebidas que habia ofrecido tan cortesmente aquel impetuoso hombre que pronto se habia marchado.

Al ver el baile del fauno con la driade, no pudo evitar hacer un giño con el ojo a este, al parecer en este lugar no se cansaria de ver particularidades...

Asi se mantuvo en pie en la taverna hasta que la luna se posicionara bien por encima de ellos.