Partida Rol por web

La idea de Korba de darse un baño con hiervas aromaticas era una mala idea en una taberna de una ciudad como esa, tal y como se alejo fui tras el a la barra por si metia la pata y la cosa se complicaba mucho

Oigo su pedido y si, efectivamente como pide las hiervas aromaticas, no digo nada solo espero a la reaccion de la tabernera

-Y cuando puedas a mi me pones lo mismo, excepto las frutas pero si quiero cerveza o vino, lo apuntas tambien en la cuenta del mismo hombre- pido otra consumicion para mi ya que estoy de paso

La chica que esta tras la barra asiente.

- Por supuesto señores ¿Quieren... compañia en su baño?.- pregunta.- Tambien tenemos un servicio de acompañantes nocturnas, limpias y sanas, las mas bonitas de la region.

-No muy amable, con la comida y la bebida estoy bien, muchas gracias-

Dije quedandome totalmente tranquilo al ver que en un lugar tan....sucio decadente, guarro basicamente si conocian la higiene y poseian hiervas aromaticas

-Ey yo si quiero..... vino..... una botella de vino fino -se le acerca al oido a Aaron -Que dios nos proteja si este mago le dá por enojarse cuando le entreguen la cuenta.

Acordándose de la advertencia del mago, dá una negativa con su cabeza ante la pregunta de la tabernera.

Rei en bajo ante la broma de Korba, la verdad es que tal vez cuando el mago viese la cuenta se cabrearia con nosotros pero tenemos que comer

-Jajajaja....pues si, espero que por nuestro bien no se moleste...pero tenemos que comer y beber despues del viaje ¿No? Supongo que no le importara si se lo explicamos de esta manera-

Me mantuve la mayoría del tiempo silenciosa. Intentaba encajar todo aquello de una forma lógica en mi mente, sin embargo, por más vueltas que le daba me resultaba imposible. No tenía lógica, se escapaba a la misma. Era algo que sucedía en las novelas de fantasía, no en la realidad. Aunque ahora que me daba cuenta, la realidad podía contener estos mundos que nadie conocía. Un lugar maravilloso y a la vez terrible. Estábamos dentro, como en aquella película, más o menos, la que te metías en un ordenador, Tron.

Así que yo era una maga blanca. Podía hacer magia. Lo había visto ya en el mago oscuro. Eso resultaba fascinante. También podrían aparecer monstruos y seres grotescos y terribles. Esto no era para nada una broma y no había que tomarlo a la ligera. Tenía el presentimiento de que las cosas no iban a ser nada fáciles.

Tal cosa lo confirmó el viejo Magnus. No tenía idea de cómo empezar. Buscábamos una llave que poseía el rey, y que abría un portal a saber donde. Lo cierto es que era igual que una partida, empezábamos de cero; el grupo de héroes que se reune en una posada para iniciar sus andaduras y su destino.

-Yo no me creo eso de que somos nivel uno. ¿Acaso con esos músculos Etram parece de ese nivel? Somos nosotros, no solo los personajes. Es posible que yo solo posea unos hechizos básicos, pero seguro que puedo modificarlos. Además, actuaremos como nosotros, no ya como los psjs. Vamos, eso pienso.

A pesar de ello me preocupaba que el elfo, Elrohir, se sintiera cada vez más elfo, ¿se podría modificar nuestra alma en este mundo?  otra cosa que me dejó fuera de juego es pensar que mi abuelo (o abuela) habían estado aquí. ¿Era la maga blanca? Nunca me contaron nada.

-Si nuestros abuelos lo consiguieron, nosotros también -dije, y  acto seguido probé la espesa y caliente cerveza.

-Puag. Tiene un sabor asqueroso, amigos.

No pensé que el viejo quisiera otra cosa que enseñarme un conjuro. Los tíos siempre pensando en lo mismo. Un tópico que se daba en todas partes. Pandilla de degenerados. Y sonreí.

De repente escucho una tenue, apenas audible, pero extraordinaria voz. No le doy importancia, no debia separarme ahora de mis amigos, sobre todo con mis aspecto, mis orejas picudas, mis semblante palido, vamos... mis pintas de elfo... Debia comportarme como tal, sin llamar demasiado la atención.

Callado escucho a mis compañeros, y un par de copas de vino especiado despues, decido retirarme a la habitación. La tabernera nos conduce a las habitaciones, excepto a Korba y Aaron, que por lo que se ve deciden irse a tomar un buen baño.

Subo las escaleras, pero me es inevitable hacia el rinco de donde procedia esa voz. Me giro de nuevo hacia la habitación...

Mejor esperar... me digo a mi mismo...

Desciendo las escaleras rapidamente, y sin perder ni un segundo, pues tenia que saciar mi curiosidad, observo la sala buscando con mis oidos y con mis ojos a la hermosa y dulce mujer que cantaba en el idioma de los elfos, un idioma que podia entender y hablar como si de mi lengua natal se tratase...

Como dice Magnus, hay que adaptarse a nuestros personajes... y es indudable que era algo que no me estaba costando nada...

Me acerco a la bella mujer de embelesadora voz, y continuo su canción...

... pero la blanca luna adornó la temible oscuridad, deleitandonos con su inmensa preciosidad....

... canto en un susurro. Acto seguido me presento...

- Aiya Gewn Tä! (Salve hermosa dama) Su belleza es comparable con la de Ithil, nuestra gran luna! Elrohir es mi nombre. Como quien tengo el honor de hablar, si es tan amable?

La belleza de la mujer era impresionante, no pude hacer otra cosa que realizar una pequeña reverencia, agachando mi cabeza....

La elfa sonrio con un gesto tan suave que solo un artista lo percibiria y se volvio para recibiros con una sentida reberencia.- Aribel Arcariem, es mi nombre. La dama Ninde Alcalinme me envia para encontraros. Su don de la premolicion no le ha fallado esta vez, demos gracias a Eru por ello.

Te responde la joven en idioma elfico pero notas unas pequeñas variaciones en la pronunciacion, mas suaves que las tuyas, como el acento de otras tierras.

La joven elfa se apresuro a cerrar la puerta aunque su voz eran susurros apenas audibles para los oidos humanos.

- Mi señor, no sabeis cuanto me alegro de encontraros. Elrohir, descendiente de Elros. Las azañas de vuestro padre se cantaran por siempre entre los nuestros mas necesitamos de nuevo un heroe que salve nuestra raza. Mi señor, los soldados acorran a nuestra gente en los bosques, si encuentran algun elfo fuera de ellos le dan muerte sin importar si es hombre mujer o niño. Despues prenden fuego en los arboles..- Lagrimas caen por el rostro de la elfa que mira tus ojos suplicando ayuda.

- Los bosques del norte aun resisten, nuestra magia es fuerte alli pero no sabemos hasta cuanto podremos resistir.

La dulce voz, y esa deliciosa musicalidad de su acento hacen que multiple cosquillas inunden mi cuerpo, como si de pequeños bichitos recorriendo mi palida piel se tratasen.

La situación era grave, y sin comprender muy bien como podia afectarme tanto, el relato de la hermosa dama me entristecia por momentos. Realmente era un elfo.... y mi padre...

Mi verdadero padre? O quien sino.... me pregunto a mi mismo pues no termino de encajar las piezas de este confuso puzzle....

Aun no podia confiar en ella, a pesar de su dulzura y de sus bellas lagrimas recorriendo sus mejillas. Las palabras del Mago Magnus aun resonaban en mi cabeza...

No podemos darnos a conocer... hay esbirros del Rey por doquier....

Por lo que no podia, de momento, darme a conocer, explicarle todo lo que en estas escasas horas habia y estaba ocurriendo, que yo no era un elfo de verdad, que no se quien era mi padre, y sobre que no tenia ni idea de como poder ayudar a su pueblo... o mejor dicho "mi" pueblo.

Sin embargo, algo en mi interior tiraba de mi, decidia por mi, y no era por obligacion, sino por deber para con mi nuevo pueblo, que debia prestar ayuda al bosque, a la dama, a mi raza!!!

- Aribel Arcariem, mil secretos guardo, pero no es momento para ello. Mi pueblo... nuestro pueblo está en peligro. Las palabras que con gran tristeza me narras son terribles!! Tiempo ha que no volvia a mi tierra, y me encuentro con este infierno que me describes.... digo mientras me acerco a ella, y suavemente toco rozo sus mejillas para secarle esa lagrimas de pena.... Debemos parar este horror, y hacer pagar al culpable, asi lo hubiera querido mi padre, y toda nuestra raza...

Hago una pequeña pausa, escuchando cualquier ruido fuera del habitaculo, por si hubiera alguien que pudiera delatarnos al maldito paladin rey...

- Cuatro amigos me acompañan, amigos del camino, dos magos, un barbaro y un honorable picaro, que seguro estarán encantados de ayudarnos.... pero... por donde empezar? que hacer? donde ir? pregunto pues realmente no tenia ni idea de que hacer, aunque mi intencion no era provocar desconfianza en ella....

La elfa te sonrie.-Si, a pasado mucho tiempo... la ultima vez que os vimos erais apenas un bebe. Solo se puede hacer una cosa, se debe detener al rey. Antaño fue un hombre de paz, un amigo de vuestro padre... 

Vuestra charla se interrumpe, ambos escuchais algo. Es un sonido.. o mas bien la ausencia de este. Abajo todo a quedado en silencio de un segundo al otro. Un silencio extraño y antinatural.

Aribel te mira preocupada y susurra.- Los paladines del rey son ruidosos y tostos mas temo que alguna magia este actuando abajo.

- Extraño, muy extraño, susurro situandome delante de ella con los brazos extendidos y hacia atras como escoltandola y haciendo de escudo ante una amenaza invisible pero realmente notable y presente en el ambiente... Que es? Lo sabes mi dama Aribel, le pregunto en voz baja mientras intento escuchar y percibir cualquier cosa.... Deberíamos alertar a mis compañeros, bella dama...

- Desconocco el origen pero deberiais alertar a los compañeros, no me parece algo natural. Soy sigilosa, me asomare a ver que sucede.-dice ella.

Salgo sigiloso de la habitación junto a Aribel, avanzamos por el pasillo y antes de llegar a las escaleras pasamos junto a nuestras estancias...

- Bella dama, ten cuidado, enseguida nos reuniremos... alerto a mis compañeros del camino y voy en su busqueda...

... digo ya con la mano posada sobre el pomo de la puerta de mi alcoba. Acto seguido me interno en la habitacion...

La mujer casi te echa a empujones de su lado, una cosa es tener una relacion "salvaje" y otra es la violencia que has empleado. Desconcertado vuelves a tu habitacion.

Etram sube a su habitacion cuando ve al elfo preocupado andando por el pasillo.

Un poco cansado pero feliz pensando en mis cosas, me desconcertaba una cosa pero estaba tan bien que no le di mucha importancia.

Por el camino me encontré con Elrohir parecía preocupado – Ey elfito ¿Qué te ocurre? – le di una palmadita en el hombro

Me despido de ella antes de entrar en la habitacion, observo como se aleja por el pasillo y desciende agil y silenciosamente las escaleras, perdiendose en el umbral.

Me dispongo a entrar en el cuarto, cuando de repente veo acercarse a Etram, feliz, contento, y hablando bien alto....

- Shhhh!!!! Inconsciente.... No notas eso? Algo está pasando abajo... no lo notas? Entremos, vamos... y os cuento a todos... digo abriendo la puerta de la habitacion...

El elfo y el barbaro entran en la habitacion pero no ven en ella ni al picaro ni al mago.