Partida Rol por web

Las cuatro estaciones de la ciencia demente: Aves de verano

Vacaciones y pájaros asesinos

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28/07/2021, 01:42
Christine Roberts

El salto había sido bastante limpio, aunque claro algún día Christine debería aprender a vestir de otra forma cuando salía de excursión con sus amigos. Más allá de que en este caso la justificación era muy buena para obtener la barca, no estaba bien esto de saltar verjas con esa falda, su madre la mataría seguro. 

Pero pensó que ante el aviso, Lou no vería aquello y muchísimo menos Chad que recibía el instante bomba al aire con Rain, lo cual se sentía contenta porque sus braguitas de corazones estaban a salvo. ¿No? El asunto es que su amigo se acercó y le ofreció la mano, aunque hizo sonidos raros y no la miraba a los ojos como siempre. No entendió lo que sucedía. 

—Estoy bien. ¿Sucede algo Lou?—preguntó y luego desvió la mirada a Chad que le habló—. Vale, yo cubro las espaldas. No tengo problema, eso sí...

Se acercó a Lou. 

—Ten cuidado, por favor. 

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30/07/2021, 13:08
Lewis "Lou" Jenkins

- Tómatelo con calma -le dijo a Chad mientras le ayudaba a levantarse.- o se te pondrá el tobillo que no podrás ni caminar.

La llamada de atención de Chad hizo que Lou levantara la cabeza hacia las ventanas superiores. Se quedó un rato mirando pero no vio nada. Se rascó la cabeza, pensativo.

- ¿Estás seguro? ¿No te habrás descolocado la olla con el golpe?

Miró una última vez sin éxito. Chad podría haber visto cualquier cosa, no necesariamente a un intruso. Y aunque así fuera, Lou no era de los que se echaba atrás ante una majadería peligrosa, así que estaba plenamente decidido a entrar. Cuando Christine se le acercó, le regaló una de sus sonrisas de bobo absoluto.

- Volveré tan rápido que ni notarás que me he ido.

Dicho esto, se frotó las manos mientras se acercaba a la ventana, dispuesto a colarse discretamente para abrir la puerta.

Notas de juego

¿Tiro algo?

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30/07/2021, 20:14
Director

Lou se coló en el interior de la casa por una de las ventanas y lo perdieron de vista durante unos instantes que se hicieron demasiado largos para los tres compañeros que quedaban fuera. La preocupación fue creciendo entre ellos, de pronto se dieron cuenta de que si le pasaba algo a Lou no había mucho que pudieran hacer para salvarlo y el teléfono más cercano desde el que pedir auxilio estaba bastante lejos de allí. Pero en verdad Lou no tardó nada en abrir la puerta de la casa y hacerles señas para que se apresuraran en entrar.

El interior de la casa olía a cerrado, y a una mezcla de humedad, moho y más excrementos de pájaro. La casa estaba cubierta por todos lados de viejos periódicos y jaulas con loros que se agitaban nerviosos ante la presencia de los intrusos. La entrada de la casa tenía un pequeño recibidor desde el que se podía acceder a mano izquierda al salón, de frente a la cocina y a mano derecha un aseo y a las escaleras que daban acceso a la planta superior. Además de las jaulas, la colección de la casa la completaba una estantería con infinidad de libros sobre pájaros junto a la que había otra con multitud de discos de reclamo que imaginaban imitarían la llamada de las distintas aves. Si en el cuarto de Chad dominaban los pósters sobre las leyendas del rock, aquí lo hacían los pósters sobre pájaros de todo tipo: águilas, gaviotas, patos e incluso gorriones.

El grupo se dirigía a planear por dónde podían empezar a buscar cuando escucharon unos fortísimos golpes en las escaleras, similares a las zancadas que daría un gigante. Cuando todos se giraron hacia las escaleras vieron un cuervo pasar volando a toda pastilla, tan rápido que incluso tuvieron que agacharse para evitar que se estrellara contra sus cabezas. A continuación un hombre, tan grande que estaba a punto de tocar el techo con el cogote y tan fornido que apenas cabía por el hueco de las escaleras, apareció blandiendo un hacha. Aquel hombre tenía una expresión de completa locura grabada en un rostro cubierto de sangre. También había sangre en la parte superior de su ropa de campista, aunque se pudieron fijar en que la sangre parecía seca. Era calvo pero lucía una gran barba y sus manos eran tan grandes que el hacha parecía pequeña, pero no tardaron en comprobar que no lo era cuando el filo del arma pasó rozando sus cabezas. Por fortuna ellos no parecían ser el objetivo de su ira, sino el cuervo que se escapaba revoloteando de una habitación a otra mientras el gigante iba tras él golpeando los armarios, las paredes y las estanterías.

Notas de juego

No hace falta lanzar, la ventana es de la planta de abajo.

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02/08/2021, 16:05
Chadwick Agathon

La casa de Boyd resultó ser una especie de paraíso para una mente enajenada y turbada por las aves, en todas sus formas y colores. ¡Hasta vinilos con el canto de diversos pájaros conservaba el desgraciado apilados en una estantería! Chadwick estaba flipándolo a niveles siderales con aquella opresiva atmósfera neonoir, digna sin ninguna duda de ser una localización de la ópera prima de David Fincher.

Diooooos míííooo... Huele como si un vampiro se hubiese limpiado el culo en las paredes... Vamos a necesitar algo más fuerte que este lacito para purificarlo, Rains. —dijo señalándose el amuleto artesanal que le había entregado su amiga un hora antes de llegar a la casucha del ornitólogo. —¿Uh? ¿Qué es eso? ¡Eh, mirad! ¡Tiene las paredes llenas de pósters de pájaros! Al menos sabemos que estamos en la casa correcta... ¿Eh? ¿Habéis oído...? —Chad no terminó su pregunta. El retumbar en la escalera que conducía al piso superior se lo impidió.

Y entonces, aconteció lo inverosímil. El último vuelo del cuervo.

A Chad se le congeló el rostro al ver a aquel ser de complexión ogroide descender a cámara lenta los escalones gruñendo, hacha en mano, mirada febril y ensangrentada. No hacía falta resaltar su más que evidente perturbación mental.

En ocasiones, es malo tener una imaginación tan vivaz como la del joven Chadwick. Su cabecita creyó ver nada más y nada menos que al monstruo que había habitado sus pesadillas desde que vio por primera vez El Resplandor. Fue por esto que sus ojillos oscuros y brillantes se fueron a posar en el brillante filo del hacha, un arma capaz de deparar hondas horas de dolor a un cuerpo humano, hasta desgajar sus extremidades del tronco con un par de golpes secos.

Chad palideció mientras el gigante avanzaba hacia ellos. Cojo como estaba tras el, recordemos, tremendííísimo barquinazo que había dado al aterrizar tras su escalada a la verja de la casa, trastabilló y se cayó al suelo de la impresión, empujando a sus amigos y señalando al monstruo, como si de la personificación del T.E.R.R.O.R. se tratase.

¡LA... LA... LA... LA... LA HOSTIAAAA! ¡ES JACK TORRANCE! ¡HA VUELTO!

Jack Torrance nunca volvió.

Y no lo hizo porque, en realidad, nunca se había ido.

Y ahora, por fin, Chadwick Agathon se encontraba frente a frente con el primer y horripilante mutante concebido por los laboratorios de bioingeniería del Dr. Zerg.

JACK FUCKING TORRANCE.

Desde luego, la helada en el exterior del hotel Overlook no le había sentado precisamente bien.

El coloso no parecía tener interés en ellos por el momento, algo que parecía que podía cambiar de un momento a otro. Solía ocurrirle a los dreadnoughts del Dr. Zerg. Eran imparables, unos prodigios de fuerza y destrucción, pero también eran tontísimos. Este parecía tenerla tomada con un astuto córvido que estaba desplegando toda su colección de acrobacias aéreas para sortear un hachazo que a buen seguro mandaría a la tumba, y que se estaba demorando demasiado a juzgar por la pulsión homicida del gigantón. Todo apuntaba a que, en una casa encerrado con aquel ser abominable, el cuervo tenía los minutos contados si el Teniente Agathon y su escuadrón Delta no hacían algo pronto...

Chad miró hacia las ventanas notándose el corazón galopando en el pecho al ritmo de los tamborileros de Jumanji. La que Lou había utilizado para entrar estaba abierta al menos. ¿Qué podía utilizar para ayudar al cuervo? ¿Qué podían hacer contra aquella BESSSSSTIA?

Notas de juego

Antes de hacer locuras, quiero dejar claras dos cosas:

a) Voy a salvar a ese maldito cuervo. No sé cómo, aún. Pero voy a hacerlo porque Chadwick, al igual que su jugador, aman a esos pajarracos. Además, son listísimos. Si le han puesto un chip, confío en que este nuevo amigo tendrá información interesante ^^

b) ¡Necesito información del campo de batalla, Jefaso!

¿Hay algo que podamos derribar sobre "Jack"? ^^. Pienso en la estantería con los vinilos o algo similar. De forma ideal, ¿hay alguna alfombra de la que tirar para que caiga al suelo y dé un buen leñazo? Se conoce que cuanto más grande se es... ¡MÁS DUELE LA CAÍDA! ;-D

En principio, voy a guardarme el tirachinas porque estoy muy nervioso y como falle, voy a tener que rolear que le doy a Rains en el casco xDDDDDDDDDDDDDD

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02/08/2021, 17:16
Rainbow Murphy

Rainbow arrugó la nariz nada más entrar en la casa de su ídolo y es que lamentablemente la realidad rara vez suele coincidir con las expectativas alimentadas por una imaginación desbordante. Aunque había multitud de libros interesantes y pájaros exóticos lo cierto es que allí olía a pocilga. La joven Murphy sintió que la compasión se abría paso en su corazón ante tal escena. Si el señor Boyd se encontraba en silla de ruedas y no tenía a nadie más tal vez necesitaba una ayuda que no estaba recibiendo. Con gesto resuelto sacó la pinza que normalmente se ponía para ir a la piscina municipal de Boulder y se la ajustó en la nariz. No había purificado su espíritu la noche anterior para nada. 

Vamos a necesitar algo más fuerte que este lacito para purificarlo, Rains. 

- En efecto, amigo mío, aunque es posible que mi madre conserve aún la receta de la bomba de purificación que usó en casa de mi tío Leo. Tenía síndrome de Dispógenes, ¿sabéis? - comentó con una acusada voz nasal derivada de la pinza que llevaba en la nariz y con el dedo índice en alto a modo de enfatización. 

Estaba a punto de poner un pie en la escalera para subir al piso superior cuando apareció el cuervo y su aterrador perseguidor. El gesto de Rainbow se congeló en una mueca de terror y precipitadamente retrocedió dos pasos. Aquel hombre tenía sangre en la camisa y no podía ser Christopher Boyd. 

¡LA... LA... LA... LA... LA HOSTIAAAA! ¡ES JACK TORRANCE! ¡HA VUELTO!

- ¡¿LE CONOCES?! - Rainbow no había visto el Resplandor, así que la afirmación de Chadwick la llevó indefectiblemente a la irrefutable conclusión de que aquel gigante con expresión psicótica era conocido de su amigo Chad. De repente una sospecha terrible comenzó a abrirse paso en su interior. ¿Habría matado ese hombre a su héroe, Christopher Boyd? ¡HORROR! En un arrebato cargado de desesperación la joven subió las escaleras a toda velocidad, en parte huyendo del gigante, en parte con la intención de ayudar al señor Boyd si es que estuviera gravemente herido. - ¿SEÑOR BOYD? ¡SOY RAINBOW MURPHY! ¿ME OYE? ¿ESTÁ USTED BIEN? - 

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02/08/2021, 19:01
Lewis "Lou" Jenkins

Con las manos en el marco de la ventana y dando un brinco, a Lou no le costó nada entrar. Por desgracia para él, lo primero que fue a recibirle había sido aquel hedor penetrante. Resopló y se tapó la nariz mientras avanzaba con cuidado hasta la puerta. Abrió, contento de que algo de aire fresco entrara, y dejó que el resto entrara antes de volver a cerrar. Aquel lugar era un museo, uno muy poco cuidado.

- Espero que esa bomba lleve detergente. -añadió al comentario de Rainbow mientras observaba una de las jaulas.

Pero la quietud del lugar no tardó en romperse. Primero, Lou se vio sorprendido por el cuervo, que le obligó a agacharse para que no topara contra él. Después, aquel gigante armado casi los arrolla. No tenía ni idea de qué estaba pasando, pero no le parecía que fuese nada bueno. En un impulso bastante arriesgado, se lanzó a la pierna del tipo mientras este destrozaba por error una estantería llena de libros. Con un poco de suerte conseguiría hacerle caer y soltar el hacha, pero su lanzamiento en plancha no resultó ser tan agradable como le hubiese gustado. Antes siquiera de saber si había conseguido detenerle, Lou terminó cayendo sobre los trozos de madera que aquel gigantón había destrozado apenas unos segundos antes. Dejó escapar un siseo de dolor al notar que algo, seguramente una astilla, se le había clavado cerca del hombro. Pero al menos creía haber tenido éxito en su pequeño intento de bala humana.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Lo mío y los 1's es... Sorprendente XD

Escojo el estado herido de nuevo, que creo es el que mejor encaja. ¿Con esos éxitos podría comprar efectos suficientes para derribarle y que soltara el hacha?

 

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02/08/2021, 19:34
Director

Lou, que la semana anterior había estado viendo con su viejo un partido de los Giants, todavía estaba impactado por los tremendos placajes que el linebacker Lawrence Taylor repartía a diestro y siniestro para tumbar a los rivales. Grabada en su memoria estaba una jugada concreta en la que Taylor, con el cincuenta y seis a la espalda, había saltado en plancha sobre un confiado quarterback que se las prometía muy feliz para lanzar un pase de larga distancia y que finalmente había terminado arrollado por un tren de metro noventa y más de cien kilos. Pero, evidentemente, él no era Lawrence Taylor. Y el objetivo de su placaje era alguien tan duro como los colosos de la NFL que veía en la tele de su padre. Aún así, Lou consiguió derribar al gigante. Aunque no sin llevarse un duro golpe en el hombro al caer contra una estantería clavándose una astilla. La astilla en el hombro de Lou fue lo de menos. Dolía mucho porque debía ser una astilla bien gorda, pero una vez lograra sacarla no tardaría en sentirse aliviado. Sin embargo, la peor parte de su dolor en el hombro venía provocada en parte por la rodilla del gigantón que impactó en esa zona cuando Lou se tiró a sus piernas y, por supuesto, por la caída contra la estantería.

El tipo se fue de bruces contra el suelo y el hacha salió disparada de sus manos justo cuando se preparaba para asestarle un golpe al esquivo cuervo. El hacha se clavó en un milano real, pero afortunadamente era un sólo póster de la pared. El cuervo voló hasta posarse sobre una estantería y durante unos segundos volvió la calma al interior de la casa del ornitólogo mientras unas pequeñas plumas negras flotaban suspendidas en el aire. Los gritos de Rainbow llamando al señor Boyd fueron lo único que interrumpieron aquella calma. Eso, y los quejidos del gigantón que empezaron a escucharse unos instantes después del aterrizaje que Lou le había forzado a dar.

En el piso superior la casa se dividía en dos dormitorios grandes y un par de trasteros, y el balcón que se situaba justo encima de la puerta por la que habían entrado. Rains pudo comprobar que la decoración era bastante similar a la del piso inferior: pósters de aves, más reclamos y una decoración basada en los pájaros como temática predominante. Había unos loros muy angustiados gritando como locos en las jaulas y poco más. No había ni rastro de la siniestra escena que Rainbow había imaginado, ni tampoco ninguna silla de ruedas. Aún así Rains continuó llamando a gritos al señor Boyd.

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02/08/2021, 20:13
Christopher Boyd

Hubo dos cosas que les sorprendió cuando los gritos de Rainbow encontraron una respuesta al fin. La primera fue que el gigantón que había estado a punto de rebajarles al menos cinco tallas de sombrero tenía una voz aguda que no encajaba para nada en aquel cuerpo tan grande. Y la segunda fue que, por lo visto, él no era Jack Torrance, sino Christopher Boyd.

—¡Estoy aquí, estoy aquí! —gritó con su aguda voz reincorporando su gigantesco cuerpo como buenamente pudo.

La aparente enajenación que dominaba su ser momentos antes parecía haber desaparecido por completo y el hombretón se mostraba recuperado. Miraba el hacha clavada en el póster del milano como si se preguntara cómo había llegado hasta allí. Se puso en pie con notable dificultad, como lo hacían todas las personas altas, y buscó al cuervo con la mirada. El cuervo ladeó la cabeza desde lo alto de la estantería contemplando la escena y graznó como si exigiera una explicación y se preguntara si su amo había recuperado la cordura.

—Lo siento, Poe  —Le dijo al cuervo—. Se me ha cruzado un cable.

El gigante alzó la mano y el cuervo extendió majestuosamente las alas para dar un corto vuelo y posarse en su brazo. Con gráciles movimientos fue trepando hasta su hombro y el gigante le dio unas semillas que llevaba en su bolillo y le acarició la cabecita negra. Después fue hasta donde yacía Lou y el cuervo y él lo miraron desde las alturas.

—¿Estás bien, chaval? —Le preguntó tendiéndole la mano para ayudarle a ponerse en pie—. ¿Se puede saber qué hacéis aquí? ¿Y cómo habéis entrado?

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02/08/2021, 22:21
Christine Roberts

La situación fue muy intensa y rápida para Christine que intentaba comprender todo lo que sucedía en cuestión de minutos, más aún cuando esta en una constante lucha con su olfato y los malos olores que estaban impregnados en el lugar. Por eso cuando se escucharon los ruidos y ese cuervo apareció, lo primero que hizo fue ponerse a cubierto, aunque la dejó helada lo que sus ojos pudieron ver. 

Sin poder reaccionar siquiera ya que era torpe en esas artes, pese su entrenamiento, vio como Rain le habló y Lou quiso hacerle como una zancadilla un poco flojita que lo terminó haciendo caer junto a ese hombre que llevaba un hacha. Corriendo como pudo se acercó a su amigo para revisarlo y ayudar mientras esperaba respuesta alguna. 

Hasta que el hombre las ofrece, pero daba la impresión de que había perdido un momento la consciencia. No sé, como en esas películas donde actúas diferente siendo el mismo. 

—¿Estás bien Lou?—dijo al mirar sus ojos preocupada—. Tengo que sacarte eso...

Y mientras ella se ocupaba de aquel chico, esperó que sus otros dos amigos puedan entablar conversación con ese hombre. Que ya de por sí acojonaba, hasta que se acercó y le tendió la mano así podía incorporarse. Ella con cara de gato asustado, pero intentó mantenerse fuerte. 

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03/08/2021, 10:12
Chadwick Agathon

¿Usted es Christopher Boyd? ¿Boyd el ornitóptero?—preguntó un muy desconcertado Chadwick Agathon.

El tipo tenía una voz anticlimática habida cuenta de la esperpéntica escena que había protagonizado en pocos minutos con aquella aterradora y afiladísima hacha de doble filo.

Verá, hemos venido a verle para hablar de los pájaros... Nos dijeron que usted sabe mucho de ellos. Le llamamos al timbre una docena de veces y al no contestar creímos que podría haberle pasado algo malo. —Chadwick estaba acostumbrado a improvisar excusas elaboradas para eludir castigos de la implacable Gladys Simpson. Aquel desequilibrado no iba a resistírsele. —Oiga, ¿se encuentra bien? Hace un minuto... Eh, parecía querer matar a ese cuervo...

Chad tragó saliva para recomponerse de la impresión. Boyd era un auténtico bigardo, muy diferente a como se lo imaginaba tras las chanzas y alocadas anécdotas que había contado el señor Costanza en la pizzería sobre él. Parecía aquejado de alguna enfermedad mental, cierto, pero si de verdad había saltado por un acantilado con un traje de palomo Johnson no evidenciaba secuelas físicas de lo que a buen seguro había resultado ser un terrible tortazo.

Verá, señor Boyd... En ocasiones, las palomas hablan en Boulder City... Esto, suena raro, pero ayer a media tarde nos topamos con una paloma que hablaba. Luego supimos que los pájaros parecen comportarse de forma extraña por toda la ciudad...

Notas de juego

Venga, doy pie para que prosigan mis coleguis ;-)

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04/08/2021, 15:45
Lewis "Lou" Jenkins

No estaba muy seguro de si se había golpeado de nuevo la cabeza, pero ver a aquel gigante presentarse como Boyd con aquella vocecilla no terminaba de entrarle a Lou en la mollera. Quizás debería dejar de lanzarse en plancha cada vez que las cosas se ponían un poco tensas, o acabará como uno de esos jugadores de futbol americano que no recuerdan ni su nombre tras un placaje. Y menudo placaje el suyo, por cierto, pero la insensatez se habría cobrado su parte. Al ver la mano del gigante extendida hacia él, Lou dudó unos instantes. ¿Qué le decía que aquel tipo no volvería a perder la cabeza y a lanzarle por la ventana, por ejemplo? Finalmente, no sin dudas, aceptó su ayuda y se incorporó.

- La ventana... -señaló al punto por el que había entrado, respondiendo a su pregunta.

Se sentó donde pudo con la compañía de Christine. Quiso disimular el dolor como siempre hacía, pero notaba que se había deslomado vivo, así que dibujó una sonrisa forzada mientras la chica le miraba el brazo. Por algun motivo, recordó la conversación que había tenido ayer mismo con su padre. Se mojó los labios y carraspeó.

- No... No podría estar mejor, me atiende la-la enfermera m-más guapa.

Ni se atrevió a mirarla directamente. Se sentía tan ridículo que sólo podía aguantarse las ganas de reir mientras le lanzaba alguna mirada de reojo furtivamente.

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04/08/2021, 19:34
Christopher Boyd

—Sí, yo soy Christopher Boyd, el mismo.

El gigantón se llevó la mano a la cabeza, pudieron ver que tenía heridas todavía abiertas en toda su calva crisma y que la sangre que manchaba su cara y su camisa debía ser suya. El tipo miró la ventana a la que Lou hacía referencia afectado todavía por el golpe y por la enajenación que se había apoderado de él un momento atrás. Pestañeó y con pasos tambaleantes se fue a sentar en el sofá que había en el salón. El placaje de Lou y la caída le había hecho volver a sangrar por las heridas de su cabeza y sacó un pañuelo para intentar detener el sangrado.

—Corvus corone. Poe no es un cuervo, o corvus corax, sino una corneja negra —Chad volvió a mirar a Poe y juraría que era un cuervo como los que aparecían en algunas películas y en las ilustraciones de su libro de ciencias naturales—. Morfológicamente ambas especies son similares, pero los corvus corone son algo más pequeños. Y sí, mi intención era matarlo a él y después a los psittacidae pionites. ¿Pero cómo no lo iba a hacer? —Poe debió notar que su amo volvía a ponerse tenso y al escuchar la palabra matar extendió las alas y salió volando de vuelta al piso de arriba—. ¡Las aves se han vuelto locas! El día ha llegado. Yo sabía que pasaría pero me dijeron que estaba loco. Que estaba dejando que todo lo ocurrido me afectara demasiado. ¡Ja! ¿Pero quién tiene razón ahora? —Se puso en pie, en su aguda voz se notaba la irritación que lo dominaba—. Al menos podré saber que estaba en lo cierto antes de poner un pie en la tumba. Estaría bien que la NBC me pidiera disculpas por no haberme dejado prevenir al público hace unos años, pero bueno. Ahora ya es tarde para eso. Tenemos que ponernos a salvo o hacer algo. Es el día, muchachos, el día en que todas las aves del planeta se han puesto de acuerdo para atacar a los humanos. Probablemente haya empezado aquí. Pero esto se extenderá al resto de estados del país, y después al resto de países del mundo.

Había empezado a moverse nervioso de un lado a otro del salón sin alejarse demasiado del sofá. Tenía una chispa de locura en los ojos aunque apenas pudieron advertirla ya que no les miraba a ellos, sino que más bien parecía haberse olvidado de su presencia y estar hablándose a sí mismo. Solo cuando se giró para responder a la pregunta de Chad sobre las palomas y lo miró desde las alturas se percataron de que aquel hombre tenía un trauma severo con las aves.

—¿Columba o streptopelia? Es igual. Seguro que las dos especies están atacando a las personas. ¿Sabéis lo que tenemos que hacer? Construir un refugio y ocultarnos. No. No. Mejor hay que viajar. ¡El frío! Hay que viajar a lo alto de las montañas. Aunque hay que tener cuidado por el camino. Es territorio del haliaeetus leucocephlus. Es un viaje peligroso. ¿Tal vez el desierto?

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05/08/2021, 13:18
Christine Roberts

Cuando Lou le dijo aquello, Christine se ruborizó en cuestión de segundos porque le estaba diciendo que era guapa y esto en cualquier lenguaje era algo bonito. Así que evitó la mirada del chico por un breve instante y susurró por lo bajito una respuesta. 

—Tú eres lindo...

Y quizás hubiera cantado en ese instante una canción de The Beatles para amenizar el instante pese a la vergüenza que le daba el decir aquellas cosas cuando estaban cerca. Pero ante la presencia de aquel hombre, la atención de la niña se desvío hacia él ya que hablaba de los pájaros y usaba un lenguaje que no lo captaba del todo. Aún así, tenía una pregunta en la punta de su lengua, más aún cuando él quería esconderse y la idea de Christine era ver qué estaba sucediendo con las aves. 

Por ello mientras se ocupaba de Lou, quitando alguna que otra astilla con suavidad, no dudó en preguntar. 

—Señor... ¿Sabe si existe alguna relación esto de las aves con la isla? 

Quizás al ser adulto, pudo enterarse si había algún proyecto científico con esos animales o quién habitaba allí. De alguna manera se enteran más fácil que los niños, considerando que en la casa de la morena si no es algo agradable ni lo escuchan con la tristeza que se trae su madre a diario. 

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07/08/2021, 09:18
Rainbow Murphy

Rainbow escuchó la voz del hombre que se identificaba con Christopher Boyd y bajó corriendo las escaleras. Por un momento se quedó petrificada observando a aquel gigante levantarse. Parecía que Lou de alguna forma había conseguido derribarlo y que el golpe lo había sacado de algún tipo de trance. La joven sabía que aquel era un mecanismo muy poderoso para alcanzar la iluminación, aunque podía ser peligroso si llegabas a perderte. - Lou, ¿estás bien? ¡Con placajes como ese deberías plantearte jugar al fútbol! ¡Menudo susto nos ha dado, señor Boyd! ¡Debería usted tener más cuidado, perseguir ranas puede ser muy peligroso! - Así llamaban algunos a la deriva en el trance que impedía a la persona reconectar con la realidad. 

Rainbow escuchó al hombre hablar sobre los pájaros y se convenció definitivamente de que estaba ante el Christopher Boyd que estaban buscando. - ¿Sabe que la gente cree que va usted en silla de ruedas? - comentó con aquella naturalidad cargada de inocencia que la caracterizaba. Lo cierto es que Rainbow no se podía imaginar a aquel hombre enorme en una silla de ruedas. Aunque tampoco enfundado en un disfraz de paloma. 

Es el día, muchachos, el día en que todas las aves del planeta se han puesto de acuerdo para atacar a los humanos. Probablemente haya empezado aquí. Pero esto se extenderá al resto de estados del país, y después al resto de países del mundo.

 Con los ojos muy abiertos Rainbow se acercó cautelosamente al hombre y observó las heridas que tenía en la calva. - ¡Auch! Deben de dolerle mucho... ¿Quiere decir que toda esa sangre es suya y que esas heridas se las ha hecho su pájaro? ¿Por qué haría algo así? ¿Ha comprobado usted que no le hayan puesto un chip como a las palomas que hablan? Puede que hayan intentado quitarle a usted de en medio porque sabe demasiado... - 

Rainbow hablaba de personas que podían haber intentado matar a Chistopher Boyd, pero no se atrevía a aventurar todavía quienes serían. ¿El Gobierno? ¿Los alienígenas? ¿El doctor Zerg? Había demasiadas opciones y todas ellas aterradoras. 

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07/08/2021, 13:10
Lewis "Lou" Jenkins

El propio Lou notó que la cara de tonto que se le estaba poniendo empezaba a ser demasiado exagerada, especialmente después del halago de Christine. Intentando ayudar y recomponerse al mismo tiempo, siguió a la pregunta de la chica con el relato de lo que vivieron allí.

- Sí, en Big Bouuooaaah... -no pudo evitar dejar escapar un sonido de dolor mientras Christine le quitaba la astilla.- Big Boulder, señor. Seguíamos a las palomas con las que habíamos hablado y vimos cómo las gaviotas las atacaban. Luego se fueron hacia Big Boulder, como si algo las llamara. Nos gustaría ir a la isla, pero no queremos que nos picoteen la sesera. ¿Sabe cómo protegernos de las gaviotas?

Aquel tema del ataque a los humanos, hacer un refugio y demás le sonaba a Lou bastante exagerado. Una cosa era una pelea entre pájaros, ¿pero ir contra las personas? Después recordó que el día anterior estuvieron de charla con una paloma, así que entendió que los baremos habituales de la lógica no iban a funcionar siempre.

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09/08/2021, 18:49
Christopher Boyd

—Estuve en silla de ruedas durante un tiempo, después de un... de un incidente Respondió a la cuestión que de manera inocente Rainbow le había planteado.

Chistopher Boyd caminó un poco más por su salón y luego volvió a sentarse en el sofá, como recuperando algo de calma. Aún así tenía la misma mirada ansiosa y no podía dejar de mover los pies nervioso. Los miraba intermitentemente sin fijar la vista demasiado en cada uno de ellos y parecía estar pensando más en otra cosa que en lo que ellos le contaban, pero aún así mantuvo la conversación con bastante coherencia.

No, no, no. Mi pájaro no me atacó. Fueron las larus californicus. Gaviotasaclaró antes de señalar a Christine y Lou. Estaba precisamente observando la gran concentración de larus californicus que se había formado allí, en la isla Big Boulder. Pero estoy convencido de que esto terminará con todas las aves sumándose a la rebelión. Ya podéis apostar a ello. No quiero ni pensar en qué sucederá cuando los pájaros se conviertan en legión y su agresividad se extienda. 

Un escalofrió se apoderó del cuerpo de Boyd que se levantó del sofá de nuevo y desde las alturas clavó sus ojos en Rainbow. Parecía alterado de nuevo. Se movía alrededor de la mesa que había sobre el sofá y a los niños se les paraba el corazón cada vez que pasaba cerca del hacha que seguía clavada en el póster de la pared, especialmente cuando se la quedó mirando y se detuvo un par de segundos. Pero, afortunadamente, Christopher Boyd no recuperó su hacha. Volvió la vista a Rainbow y se puso a hablar consigo mismo de nuevo.

¿Habéis visto los chips? Uhmm, interesante. Pero es peligroso. No me puedo involucrar en esto. No. No veo razón. Lo mejor que podéis hacer es iros lo más lejos posible.

Notas de juego

Si queréis convencerle de que os ayude de algún modo tirad Carisma (Corazón).

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09/08/2021, 20:15
Chadwick Agathon

Chad tomó la palabra con una idea bastante clara de la gravedad de la situación.

Pero señor Boyd, usted es el ornitóptero de la leyenda. ¡Sobrevivió a una caída por un acantilado! ¡Usted sabe mucho más de pájaros que nosotros cuatro juntos! ¡Tiene que acompañarnos a la isla y ayudarnos a averiguar qué diablos está pasando! ¿Es que acaso no tiene curiosidad científicaTM? Caray, pensaba que todos los científicos tenían un montón de eso... —dijo Chad empleando inconscientemente el 101 del manual de Psicología Invertida.

Iba a ser difícil convencer a Boyd visto su precario equilibrio mental. Lo enmascaraba bien en mitad de una conversación, pero su entrada en escena hacha en mano y emulando a Jack Torrance había alertado demasiado a Chadwick como para bajar la guardia por completo. Con todo, el zagal tenía un par de ases en la manga.

¿Usted también sabe lo de los chips? ¿Sabe quién está experimentando con los pájaros? —Chad no esperaba que la Rebelión Avícola estuviese orquestada por una panda de búhos megalómanos con acceso a una tecnología de vanguardia. Deseaba, como mínimo, una brevísima cita al más infame de todos los villanos intergalácticos que acechaban en el cosmos.

Que se trate del Dr. Zerg, que se trate del Dr. Zerg... —dijo en voz muy bajita con su mirada clavada en Boyd.

Antes de que Boyd replicase, Chad extrajo de su mochila el libro que Rains y él habían conseguido en la biblioteca de Boulder City y que habían birlado ante la negligencia de la parodia de bibliotecario más conocida como Jeffrey "Gas innoble" Allen, entre otros epítetos de lo más flatulentos.

Oiga, igual no tiene nada que ver, pero... En fin, sacamos este libro de la biblioteca de Boulder City ayer para tratar de averiguar algo sobre los pájaros. Faltaba un tomo, el siguiente a este volumen. ¿Le dice a usted algo? Nosotros, ya le digo, de pájaros sabemos lo justo.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Por cierto, Boss: quisiera saber si Boyd nos está ocultando algo -CREO QUE SÍ-. Dejo hecha tirada de CAR+Empatía, por si cuela.

Qué cansancio no arrastraría yo ayer tras el TREMEEEENDO CARRERASO que me di en las pistas de atletismo que ni me di cuenta de que pasé ambas tiradas por la mínima -CHADWICK STYLE-. 

Ha sido Rains la que me lo ha comentado, por aquí lo digo. 

Olvidé marcar la dificultad y por eso no vi resaltados esos dos preciosísimos seises ;D

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10/08/2021, 17:19
Rainbow Murphy

Rainbow intentó empaparse cualquier cosa que pudiera decir aquel hombre que parecía ciertamente bendecido por el espíritu de un ave de leyenda. - Vaaaaya... El intercambio espiritual con el cisne debió de ser increíblemente fuerte para que haya conseguido volver a caminar...Pero espere un momento, si su pájaro no lo atacó ¿por qué intentaba matarlo hace un momento? - La joven miró a Christopher Boyd con una mezcla de sorpresa e incomprensión. No le gustaba la gente que hacía daño a sus mascotas y estaba claro que aquel cuervo era la mascota de su anfitrión. Le había puesto nombre y todo. Con carácter protector se agachó y Mr Flopps automáticamente se pegó a ella que comenzó a acariciarle con cariño. 

- Chad tiene razón, señor Boyd. ¿Es que acaso no es usted un amante de las aves? ¿Qué cree que sucederá si las aves se vuelven locas y atacan a seres humanos? ¿Cree que el Gobierno dudará en exterminarlas? ¿Podría vivir en un mundo sin aves? Alguien debe haber implantado esos chips. ¿Por qué? ¿Por qué alguien haría algo tan horrible? - Las últimas preguntas las lanzó al éter sin esperar que nadie pudiera verdaderamente resolverlas, aunque con una preocupación evidente latiendo en las mismas. Algo muy oscuro estaba desarrollándose en la ciudad de Boulder y nadie parecía estar dándose cuenta. 

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10/08/2021, 18:19
Christopher Boyd

—Esa es buena idea, jovencita. El Gobierno debería exterminar a todas las aves. Cuanto antes mejor. Pero dudo que nos hagan caso. Y seguramente para cuando lo hagan sea demasiado tarde. Por eso quería matar a mis aves. Ellas no tardarán en sumarse a la rebelión contra los humanos. Estoy seguro.

Cuando Chad dijo que tenía que acompañarles a la isla el terror se dibujó en su rostro. Negó con la cabeza y se puso más nervioso. A Chad no le fue difícil darse cuenta de que Boyd sentía auténtico pavor al pensar en salir a la calle, y dedujo que debía haber sido a raíz del ataque que había sufrido aquel mismo día, ya que había comentado que había estado observando la concentración de gaviotas que también habían visto Lou y Christine. También se dio cuenta de que su reticencia a ayudarles no era por ocultar algo ni porque les estuviera mintiendo, sino porque no veía que hubiera una solución para aquel problema. Para él, el fenómeno de que los pájaros asesinos se extienda y se conviertan en una legión que se alce contra los humanos era inevitable y solo una cuestión de tiempo. Él tenia muchos conocimientos con los que podría ayudarles, pero ¿para qué iba a hacerlo si no iban a conseguir nada?

—No, nunca he tenido curiosidad por esos libros aburridos de registros —dijo cuando Chad le mostró el libro.

La maniobra de Chad de tirar de su orgullo científico no parecía estar funcionando, aquello no parecía importarle demasiado en aquellas circunstancias. Pero las palabras de Rainbow parecieron hacerle reflexionar cuando volvió a pensar en ellas.

—Supongo que todavía se podría evitar que se extienda al resto del país. Tal vez si localizáis el origen del problema y lográis revertir la agresividad de las aves podáis lograr que no vaya más allá —fue hasta el sofá y se sentó de nuevo, más tranquilo y con la mirada algo más cuerda—. Está bien, os ayudaré, pero solo os daré información. No pienso salir de aquí.

Boyd chasqueó la lengua e hizo unos sonidos que se asemejaban a graznidos y apenas unos segundos después el cuervo, o más correctamente la corneja negra, apareció volando sobre sus cabezas, dio un círculo a través del salón y se posó en el hombro del gigantón. Boyd sacó del bolsillo algo de alpiste y se lo ofreció a Poe, que lo picoteó con hambre.

—No se trata solo de instalar unos chips, lo que han logrado es modificar a los pájaros, haciéndolos más inteligentes y violentos. Me he percatado de que las palomas parecen haber desarrollado el habla en lugar de la agresividad. Esto es probable que se deba a que la amígdala cerebral de las palomas esta menos desarrollada que en otras aves y sin embargo en el cortex pre...— se interrumpió al darse cuenta de que igual estaba siendo demasiado técnico con unos niños pequeños—. Bueno, el caso es que estudié durante unos días sus agrupaciones y he notado que su número crece de forma constante, y que parecen estar organizándose en grupos cada vez más grandes que controlan a los demás animales de las zonas donde anidan. Es sólo cuestión de tiempo que empiecen a atacar a las personas. Si no se detiene, Boulder City se enfrentará a un desastre que se extenderá y que podría amenazar la seguridad de todo el país. Es evidente que debe haber una persona o máquina responsable de la modificación de los pájaros. Y solo conozco a alguien capaz de algo así. Donald Dixon, un científico que trabaja en el DART, es experto en neurología aviar. He coincidido con él en alguna ocasión, en convenciones y cosas así, y está claro que sabe todo lo que hay en el cerebro de las aves. No os será fácil dar con él. Os puedo dar la dirección de su casa, está a las afueras de Boulder City, pero sé que la ha abandonado recientemente. De hecho, sospecho que él tiene algo que ver con la aparición de los pájaros asesinos.

Notas de juego

La tirada para detectar mentiras sería Empatía (Mente). Carisma es habilidad, no atributo. Aún así la tirada es éxito.

Podéis tirar Contactos (Corazón) para ver si os suena el tal Donald Dixon.

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10/08/2021, 21:06
Lewis "Lou" Jenkins

Lou se rascó la cabeza mientras le daba vueltas a todo aquel asunto. Le sorprendía que alguien que pudiera saber lo de los chips se limitara a encerrarse en su casa, sin prevenir a nadie más. Y ya que el tal Dixon no le decía nada, se centró en lo que ya sabía.

- Pero Señor Boyd, los pájaros están haciendo nidos con metal. Parece que se defienden de los otros pájaros, ¿seguro que los humanos somos el enemigo? ¿Se van a zurrar entre ellos hasta que sólo quede un tipo de pájaros? No sé... -torció los labios.- Yo quiero ir a Big Boulder, pero no quiero acabar como las pobres palomas. Señor Boyd, ¿nos podemos defender de las gaviotas de algún modo? 

- Tiradas (1)