Partida Rol por web

Era una tarde como otra cualquiera (al menos, como las dos que habíais vivido ya) en el cuartel general de los kalborothas. Hacía un calor que alborotaba y habría hecho que cualquier asquerosa vivípara se quitara hasta las... ¡puaggg, qué asco! Bastante poco puedo decirlo. Bastante poco, bastente frígido puedo referirme a algo que toca a... ¡puaggg!

Pero bueno, centrémonos en los hechos, que la vida son siete días y el tiempo se nos escapa. Como iba diciendo, era un día más en el cuartel general de los kalborothas y los mochos achachinaban el tiempo como podía, ya que no tenían a quien enchafarinar (vale, quitando el caso de Featriz Miópez, que se fue a la playa tras saborear la nitro que Mochbulling le había echado en su ración de ziquitaque). Rambocho echó muérdago a mares (el pobre tenía menos luces que un barco pirata, jamás aprendería a jugar... pero yo bastante poco le llevaría la contraria. Por eso soy un cobarde mocho comentarista) y Mochochoped saboreaba ya la victoria cuando una trombórtola mensajera pasó volando por la sala, dejando caer una carta....

¡Y una mierda! ¿Cómo que no usaron el comunicador?

Bastante plátano, bueno, una mierda también, pero es horario infantil y bastante poco quería usar un término tan mocho. Y aquí el comentarista soy YO, que para eso me ha elegido el Jefe del Cotarro. Si usaron la trombotórtola es porque eran más panderratas que el mochón y no se gastaban un duro en mochoemeses. ¿Puedo seguir ya?

¡Bastante poco! ¿De dónde sac...?

*¡BOUUUUUUUUUM!*

Vale, creo que el asunto ya está enchaf... solucionado. La carta decía lo siguiente:

Cita:

¡Albricias, parabienes, panes de Madagascar! Qué cariñoso que era el sargento mocho cuando escribía... ¡al fin algo de acción!

- ¡Dios mio! No hay quien mochoentienda este maldito juego.- Exclamaba Rambocho antes de que la partida fuera interrumpida por la trombotórtola.- Ey, como chola la gramo...

¡BOUUUUUUUUM!

- ¡Dios mio! El Coronel Truman nos necesita, ¡prepara tu arma Mochochopped!- Dice animadamente.- Es hora de matar Charlis...

Pare que se nos mochere, dejemonos de mocheces y vamos a arrimar la cebolleta en esta nuestra mochomision. El jepeto de mochochoped se puso de un color tirando a mocho, algo comun en el , no espera, no puede ser comun si solo tiene 2 tardes de vida, pero no pasa absolutamente ni media docena de mochos, antes de que chopidson vuelva en si.

ALBRICIAS PARABIENES Y PANES DE MADAGASCAR POR MOCHUPLICADO!!!! nuestro mochorgento nos requiere para achachinar cosas!!!! esperemos que nos den una mochomision  poco costrosa que no tengo demasiado zikitaka, y se me acabó la ponzoña......

muy bien, vamos atomos, venga .vamonos, que voy mejorando mientras nos hartamos!!!

El anodino viaje por los pasillos del Cuartel General, que les llevó hasta la playa, los dos mochos llegaron a la sala de teletransporte, donde les esperaba el Sargento Mocho con el jepeto rojo... y no era precisamente un tímido, sino un frenético.

- ¡OH ALBRICIAS, PARABIENES Y PANES DE MADAGASCAR! Ahora vienen, ¿eh? ¡¿EH?! -pregunta el mocho más duro que ha parido la cuba B-ZQT2, ¿o acaso conoces a algún mocho con cicatrices?- ¿SE ESTÁN BURLANDO DE MÍ, RECLUTAS? -grita, mientras va de un lado para otro con los engranajes chirriantes, fabricando un bonito "techo descapotable". Vamos que lo estaba enchafarinando al ritmo del ratatatata acompañado por la percusión del hormigón*- ¡MIERDASECAS, BASTANTE FRÍGIDO OS MERECÉIS NI EL AIRE QUE RESPIRÁIS! Bastante puerta que bastante poco durarán mucho en el campo de batalla, como esos mochos inútiles compañeros del Pichorras Band... -de súbito (y de bájito), el Sargento saca un perjuicio y se queda sin munición, lo que le da un rato para pensar mientras da saltos cual saxofonguro y coge otra caja de balas. Una vez recarga, baja el arma y apunta a Rambocho, bastante poco, a Mochochopedd, bastante poco, a Rambocho, bastante frígido, a Rambocho, ¡ah, bastante poco! a Mochochoppedd, bastante plátano, eso, se va por la bannndaaa rodeaaa a los reclutaaas les da un par de collejaaas- ¡BASTA YA, HIJO DE MALA CUBA! Bastante poco nos DESVIEMOS del TEMA... ¿me estabais intentando ATENUAR LA VERDAD? ¡ESO ME PONE muy, MUY NERVIOSO!

Definitivamente el mocho tenía algunas tiranteces, bastante plátano... Ni Mocheedy González después de tomarse veinte raciones de ziquicafé en boles cereales, oye.

con gran habilidad mochochoped esquiva uno tras otro los cascotes , que no cacotes ni cacotas, lanzadas por el mochosargento, que bien platano les tiraba a los nuevos mochoreclutas, aunque logra esquivarlos, no puede evitar ponerse mocho, pues el primer dia es el mas duro de los mochos restantes.

Albricias  solamente, eso estuvo demasiado mocho, un poco mas mocho y acabo en el laboratio de mochoautopsias.

despues de recuperar su color original, mocho, por supuesto, dijo

Mocho, señor, Mocho, tirate el rollo, que casi me enchafarinas a la primera y no es plan, mocho, no es plan...

- ¡Señor! No señor ¡Señor!- Responde Rambocho ante la pregunta de si estan burlándose del sargento. Pero éste no parece tomárselo bien y comienza la matanza del techo.

Los trozos comienzan a caer y el soldado tiene que hacer gala de su agilidad para esquivarlos.

- ¡Que me aplasta el jepeto señor! No vaya con los engranajes chirriantes, Coronel Truman.

Rambocho vuelve a una posición de firme.

El sargento Mocho mira con mala moche a Rambocho. Bastante frígido le gustaban los nuevos reclutas, pero en un instante de lucidez logró dilucidar cual luciérnaga diluida... ¡podía arrimar cebolleta a la situación!

- ¿No? ¿No? ¡Ni siquiera saben hablar en mocho, mierdasecas de Jijona! ¡Y TÚ!-grita, encañonando a Rambocho- ¡Aquí las exclamaciones las hago yo! ¿Sapristi? ¡Son los mochos más inútiles de toda la mochohistoria del mocho! Me tienen harto... ¡Ziquitaque Nau! A bastante poco ser que prefieran que les enchafarine por tener menos luces que un barco pirata...

Nain habia dado a la gris que propiciarse mocho fuera tan complicado, pensó Mochochoped, pero se mantuvo como un plaitroque de helado hasta que el mochosargento acabó de ponerles los pies en la entreplanta. Es dura la vida de un mocho, corta y dura......

-Tamos preparados para achachinar enemigos ¡señor!- Dice Rambocho con algo de polvo sobre su cabeza.

- ¡¿Y mi ración de ziquitaque?! ¡Cómo osas desatascar mis órdenes, mocho inútil! ¡AQUÍ LAS EXCLAMACIONES LAS HAGO YO! ¡SCHANGAUUUGIIIRDEEEN! -el muy mocho empezó a aporrear el teclado del terminal de teletransporte con sus últimas palabras, dando lugar a un video que pronto sería doblado con menos luces que un barco pirata en MochoTuveYRetuve. Mocho... Estaba ya más ido que venido y no paraba de gritar, ciego por el achachinamiento, dirigiendo sus ráfagas hacia los nuevos reclutas. A los muy mochos les había explotado el petardo en la mano por no seguirle el rollo y ahora había ciertas tiranteces que tenían que arreglar con Diplomacia. O con sus armas, mira tú qué me se yo.

Mochochoped intentó desenfunderizar su mochoarma antes que el mochosargento, aunque lo que zafaringó fue su ración de zikitaka, y al ver que no tení gatito con el que achafaringar dijo, Repanochas!! me equivoque de cinturón esta mañana......

- ¡Dios mio! Le patina la neurona al Coronel Truman.

Rambocho prepara su ametralladora por si aca.

- ¡RAAAAAATATATATAAAAAAAA! ¡SALIIINAAAS! -exclama © el sargento, que para algo tiene el copyright de los símbolos de admiración ¡zas en toda la boca!- ¡MORIRÉIS ENCHAFARINADOS!

La melodía del subfusil del Sargento Mocho era mochonuda a pesar de que el tío no paraba de dar brincos de un lado para otro: La ráfaga había hecho diana en el jepeto de Rambocho, que encima cayó de culo contra el montón de cascotes que tenía detrás. Para cualquier mocho blandengue, eso habría supuesto prácticamente la muerte, pero no para Rambocho, porque él... es... ¡mocho!

Mochochoped sorprendido se descubricó, e intentó enchafaringar al mochosargento, nunca puedes achachinar a un mocho mas carroza que tu, pero si ese mocho intenta achachinarte a ti también, debes represaliarle, Hace un giro de muñeca, se coloca sobre un brazo haciendo el pino, coge su pistola, y se cae al suelo, sin duda, una representación mocha de las cosa que los mochos no deben hacer si te mochas demasiado.

Al caer solo se pudo oir:  Ouch, que ostión, y todo por hacer breikdans cuando quiero achachinar, aiiii 

- ¡Lo estamos dando lo estamos regalaaandoo! -vitorea el Sargento Mocho, que vuelve a descargar una de sus ráfagas sobre Rambocho, aunque esta vez con menos tino para poder refugiarse a tiempo tras uno de los cascotes, donde comienza a reír y a gritar cual Mochollum- A la riiica piña para el niiiño y la niñaaa. Piiiñña por aquí, piiiñaaa por allá... ¡JAOAOJAOJAOAJO!

Rambocho se cubre en una de las rocas y saca su ametralladora negra y plateada, con una plaquita dónde se muestra su marca: "Mucho ruido y pocas mochonueces".

- ¡Dios Mio! ¡Esto es un infierno!- Dice mientras aprieta el gatillo y la ametralladora escupe las balas.

Mochochoped persía savia de la vida azul despues del golpe que le dió de propina su mochosargento, asi que solo pudo decir

Mochate a ti mismo y le mocharas a los muchachos!!! estó no mochara de la forma incondicional que nuestro mochosargento quiere, quizás moche futura, o presente de mochoindicativo, pero no mocha.

Con un nuevo intento, mochochoped intenta achachinar un poco, pero de buen rollo a su mochochargento, aunque vuelve a fallar

El ataque de Rambocho fue un golpe realmente duro para el sargento, le zurró casi espiritualmente que un mierdaseca de pacotilla pudiera haberle zurrado tan penetrantemente sin haberse casi enterado. Estaba ante un claro caso de complot internacional, pero no lo suficiente como para estar más pedo que Alfredo.

- ¡Melocotón-tón-tón-tón-tón! -gritó tras reponerse el mochólico superior, enloquecido mientras mochaba el mocho al mocho de Mochochopped al ritmo del mochals. Vamos, que le estaba dando clases prácticas avanzadas de diana móvil.

El duro Sargento Mocho, entonces, dejó de mascar chicle. La cámara se congeló durante un instante para luego ir a cámara lenta. Con la melena (de la barba) al viento, escupió su goma de mascar en la palma de su mano, donde la amasó hasta conseguir... ¡Una granada! Por algo le llamaban Mochgyver II... A él los clips hasta le sobraban.

Sin mocharlo un instante, y tras su cascotudo refugio, el Sargento separó la anilla (que se volvió a llevar a la boca para seguir mascando) y lanzó el petardo en una trayectoria perfectamente parabólica que incrustó el explosivo en los dientes de Rambocho. A eso es a lo que yo llamo...

- ¡Zas en toda la boca! ¡Zas en toda la boca! ¡Zas en toda la boca!

Exacto, Sargento Mocho. Oh, ¡qué fuerte y qué valiente que eres!