Partida Rol por web

Stuart se quedó mirando las caras de ambos. Pasando la mirada de una cara a la otra como si de un partido de tenis se tratara. Cuando Priscilla le preguntó algo sobre "papá" a Edariel, Stuart no reparó en ello asumiendo simplemente que se trataba de la drow tomandole el pelo al elfo.

— Esperen... ustedes... — Empezaba Stuart, pero se detenía, no queriendo quedar como tonto cayendo en alguna broma. — Naaahhhh... Un momento... ¿Si?... ¡No!... ¿Ehh?... ¿De verdad? — Y así poco a poco Stuart, debatiendose entre la incredulidad y el asombro, iba asimilando que efectivamente aquello no era una broma... y poco a poco iba borrando una sonrisa tonta de quien quiere aparentar que había entendido el chiste. — Ohh... y yo que creía que nos seguías la pista solo porque le habías dado ese collar o amuleto a Ed. Wow... no sabría decir que es más diferente en ustedes dos, la personalidad o la apariencia. No, esperen, claro... es la personalidad, sin duda.

Mi ceja se levantó cuando fue Priscilla la que apareció al otro lado de la puerta y no volvió a su posición original hasta que su nave se alejó más allá de nuestros sentidos. Así que es la hermana (o media hermana, mejor dicho) de Edariel. Eso lo vuelve raro, pero a la vez responde a varias dudas que tenía desde el momento de nuestro primer encuentro.

"Supongo que por eso nos sigue y se nos aparece de vez en cuando. ¡Diablos! ¡Pensaba que era porque me encuentra sexy!"

Pero no, simple y llanamente supongo que es su fría y drow manera de preocuparse por su sangre (o media sangre, cabe destacar). Toda su conversación permanezco callado y quieto, con la ametralladora en la mano, mientras intento procesar todo ello. Además, soy un convencido de que más ayuda el que no estorba y si es por hablar de más, siempre podemos contar con Stuart para esa labor.

Cuando se va y ya todos se están marchando, mi ceja baja y relajo la postura para luego dirigirme al puente de mando. No ha habido combate, no ha habido diversión y solo un poco de chisme. Bueno, podría ser peor.

"Siempre podría haberme llevado un disparo en el trasero así que no me quejo."

La estación Red Nola apareció en vuestro radar en cuanto salisteis de la Deriva. Los escáneres de largo alcance se comunicaron con la baliza de vuestra nave de inmediato entrando el protocolo de actuación de aterrizaje. La pista 50 del nivel 5 estaba libre y allí aterrizásteis intentando ver la nave roja y negra que robara Priscilla sin éxito. 

Una vez en la estación Priscilla contactó con vosotros para hablaros sobre una oferta de empleo. El bar donde quedásteis estaba bien ambientado, con neones de colores en los puntos clave evitando la iluminación excesiva en las mesas. 

Allí os esperaba la drow junto a un orco vestido de militar que ya conocíais.

 -Creía que no llegaríais nunca. Bien comencemos, no me gustan los rodeos. Quiero haceros una oferta de trabajo,- dijo tranquilamente, como quien habla del tiempo. -Un trabajo que no podréis rechazar....- La sonrisa de la drow se afiló en extremo. Ya la conocíais y sabíais que seguramente tendría razón.   

— Uy... la última vez que estuvimos en Red Nola solo fue de paso, no nos metimos a este bar. — Decía Stuart relajado mirando a todos lados. Acompaña al grupo hasta que encuentran a Priscilla y esta les saluda abordando el tema que había dejado suspendido en el aire antes. — Despúes de haber estado más de medio año estándar en los "bares" de Akiton, este lugar se siente bastante bien. ¿Quieren que pida algo para comer y beber mientras hablamos? — Pregunta mirando a todos. — Tengo antojo de algo salado, algún embutido. — Stuart esperó unos instantes a por las respuestas de los demás. Y enseguida empezó dirigirse hacia quien parecía trabajar allí. — Ustedes empiecen, ya vuelvo.

Volvemos finalmente a la estación Nola y eso es bueno. Es un lugar con más vida y actividad, más del estilo de los sitios que me gustan pues en estos lugares se encuentran buenos trabajos, hay buenos tragos y diversión. Akiton en cambio, es una roca seca y aburrida donde uno se queda quieto, como un maldito vegetal, esperando morir de viejo.

"Por lo menos la espera no se hace tan tediosa en un sitio como este."

Priscilla se contacta con nosotros y nos dice el punto de reunión, por lo que pronto vamos a ese lugar y resulta ser un bar agradable. Encontramos la mesa donde está junto con un orco, al que levanto la cabeza en gesto de saludo, sin mayor cortesía. Tomo asiento con el resto y escucho que Priscilla empieza a hablar, a lo que levanto el dedo y le interrumpo:

 - "Alto, no hablaré con el estómago vacío y la garganta seca."

Miro a Stuart y le digo:

 - "Sí, pídeme carne salada, me da lo mismo como la cocinen."

Busco con la mirada a algún camarero que haya por ahí y levanto la mano antes de gritarle:

 - "Disculpa, necesito una cerveza grande por acá."

La verdad es que tengo ganas de beber algún trago dulce y delicado, esos que siempre me han gustado a pesar de que mis compañeros de pandilla decían que parecía afeminado por beber eso, pero me demoraría mucho en mirar la carta y tengo tanta sed que una cerveza bastará para comenzar la noche.

Cuando he terminado de pedir mis cosas, miro a Priscilla y le respondo:

 - "Si hay algo que nadie puede quitarme, cariño, es el poder de rechazar y mandar a cualquiera a la mierda. Ahora, si tu oferta es suficientemente buena, me tendrás dentro."

Le sonrío mirándole a los ojos, denotando el doble sentido de mi frase final, que si acepta, la verdad no me molestaría en lo más mínimo, a pesar incluso de la mirada que de seguro Edariel me está dando por hablarle así a su media-hermana.

Llegaron sin más contratiempos a Red Nola, donde rápidamente fueron contactados por Priscilla.
La base, o lo que quiera que fuera ese sitio, seguía tal y como lo recordaba, con ese aire viciado y sus variopintos ocupantes.

Se dirigieron al bar donde les citó la drow, encontrando un lugar bastante decente para lo que habían visto en otros rincones como Akiton.
Aún así, Edariel no se sentía a gusto en ese lugar oscuro, ruidoso y cerrado, con esos fuertes olores. Pero se había acostumbrado a esas alturas y no dejaba que se le notara su incomodidad.

Priscilla apareció con el orco. Edariel la saludó con cierta timidez, con un gesto de la mano... no se acababa de acostumbrar a su nueva relación.
Stuart pidió embutidos... ¿una rata comiendo embutidos? Se lo hubiera imaginado pidiendo queso o algo así...
Algo que no tenga demasiado alcohol ni productos para las naves... pidió, pues en Akiton habían bebido lubricantes y no se que otras basuras.

Sea como fuera, la drow fue directa al grano y les dijo que les podía ofrecer un trabajo irrechazable.
La respuesta de Gendo le hizo enarcar una ceja. Un momento... ¿estaba insinuando...? No, no sería capaz... ¿O sí...? Por si acaso...
¡Ejem! Como siempre, seremos profesionales. Nos limitamos a hacer nuestro trabajo, sin “entrar” en líos innecesarios... miró de reojo a Gendo.

¿Bueno y de qué de trata? preguntó finalmente, mirando a su hermanastra.

Alvaro, por favor, responde con Proscilla pero intenta estirar un poquito esta escena en el bar que esta quedando muy chula y yo aun quiero agregar una cosa más cuando Stuart traiga las bebidas y aperitivos. Y si no te desagrada, pues que el orco haga algo más que ser una estatua... ya sabes, al menos di que parpadea XDD

Voy a mirar el manual a ver si dice algo sobre bebidas y postearé que Stuart compra eso para así te ahorro a él hablando con el que atiende el bar... por si no te interesa llevar eso en segundo plano... pero si no te molesta, pues Stuar va hacia él y preguntará que es lo que ofrecen en terminos de comida y bebida.

A falta de meseros en aquel bar, Stuart tras escuchar los pedidos se dirige hacia la mesa del barman. Allí esta un momento hablando con este y al cabo de un minuto o dos este le entrega en la mesa un par de botellas altas y dos botellas bajas pero anchas, además el barman también coloca tres relativamente pequeños cuencos... y un vaso alto con un liquido de color marros muy oscuro. Stuart entonces colaca en una de sus axilas una de las dos botellas altas y en la otra una de las dos botellas anchas, con una sola mano se las ingenia para sujetar dos cuencos a la vez y con la otra toma la otra botella ancha desde el pico, entonces se coloca la otra botella alta al cuello sujetandola con el mentón y el pecho, y finalmente se lleva el tercero de los cuencos a la boca para sujetarlo con los dientes mientras que el vaso con la bebida oscura la sujeta con la mano que además también llevaba la botella ancha sujetandola desde el pico.

De esta manera... Stuart con mucho cuidado y con pasos lentos se dirige hacia la mesa donde estan todos los demás.

— Uff... aquí ya llegue. — Dijo, una vez hubo llegado a la mesa y poco a poco iba liberandose de todas las cosas que llevaba. — Puede que me viera un poco estúpido cargando con todo al mismo tiempo, pero bueno... ya saben, así no tenía que hacer varios viajes.

Las dos botellas altas se trataban de dos cervezas, las dos botellas bajas pero anchas se trataban de dos whiskys, uno de los cuencos llevaba un embutido ya cortado en rodajas, otro de los cuencos llevaba una especie de fruto pequeño parecido a una baya de color amarillo-verdoso y de un sabor agridulce, y en el tercer cuenco había pan seco cortado en pequeños cubos.
Stuart sacó de uno de sus bolsillos una de sus herramientas con la que improvisó un abrelatas.

— Dos cervezas para Gendo y Edariel. — Dijo, entregando una de estas a cada uno. — Imaginé que a la señorita le gustaría una sorpresa agradable para variar, y viendo lo intrepida y ruda que eres... supuse que te gustaría el whisky. — Le dice a Priscilla destapando una de las botellas bajas y anchas y entregandosela a Priscilla. — También pedí una de whisky para ti, grandote, seguro que cualquier otra cosa parecería agua para ti, ¿Verdad? Jeje... — Dice dirigiendose al orco y destapando la última botella que se la acerca para que la tome. — Y bueno, para mi pedí este vaso de medio litro de... bueno, de... jeje... ya saben... es que de pronto... como que de la nada tuve muchisimas ganas de... leche de chocolate. — Stuart bajó la cabeza mirando a su vaso, un tanto avergonzado, sin mover la cabeza dirigió una mirada a los demás para ver si se estaban riendo, y enseguida tomó un gran puñado de rodajas de embutido y tomó asiento. — Ah, que rayos, tenia ganas de esto y de esto. Punto. Y no se preocupen, todo corre por mi cuenta, ¡El ysoki invita!

Bueno, al final ya coloque ahora eso que quería hacer ya del tirón XD
Pero Alvaro, antes de responder lee por favor el mensaje que te envie.

Gastos:
- 2 cervezas (intoxicante menor) = 2 creditos
- 2 whiskys (intoxicante superior) = al menos unos 20 creditos
- leche con chocolate y aceitunas (dos raciones de comida común) = 6 creditos
- Embutidos y pan (dos raciones de comida mala/barata (una es deliciosa pero poco saludable/nutritiva y la otra es normal pero insulso por si mismo)) = 2 creditos

Unos 30 creditos en total por todo.

Priscilla miro a gendo con una sonrisa traviesa en la cara. Su comentario había hecho reaccionar a Edariel y eso pareció producirle más placer si cabe.

Con la mano le indicó a Stuart que no necesitaba nada de consumición, mientras que el orco se mantenía tieso como una estatua, sentado y algo tenso.

-Tranquilizate Grendell,- le indicó La drow al orco. -Este es un puerto relativamente seguro, y la nave no tenía ningún dispositivo de rastreo. Tomate algo, relájate, estamos con viejos conocidos y son profesionales... Por cierto,- dijo Priscilla, - ¿qué le pasa a esa ratilla parlanchina? Lo veo algo cambiado desde la última vez.

Stuart comenzó a depositar bebidas después de traerlas desde la barra en un espectáculo equilibrista que os mantuvo expectantes a ver si se le caía algo. 

Trajo de todo, incluso una cerveza al orco, convirtiendo una reunión de negocios en algo mas familiar, y desinteresado.

-No entiendo como no se te ocurrió utilizar la cola para traer una de las botellas.. Pero estuvo bien. Casi apuesto a que tropezabas y se te caía todo. Además, no deberías comer tanto, estás poniéndote gordito y te necesitamos para este trabajo.-

— ¿De verdad no quieres? ¿Tú tampoco? — Dijo, ligeramente molesto. — Cada una de estas botellas de whisky me costó 5 veces más caro que las dos botellas de cerveza juntas. — Luego cambió a un tono más resignado. — Me lo podría haber ahorrado. Bueno, si no lo van a tomar luego pediré al barman que me de un par de corchos y supongo que ya nos las tomaremos nosotros luego. Quiero decir, si es que tampoco quieres llevartelas.

Entonces Priscilla comenta sobre que encuentra algo cambiado a Stuart, a lo cual se apresura a responder.

— Jeje... si, supongo. ¿Te gusta como me queda este cambio de estilo? Desde hacía tiempo que me tendría que haber comprado algo de ropa nueva, la que tenía ya es vieja y estaba bastante sucia... ya la lavé antes de irme de Castrovel, pero creo que la voy a tirar... menos la chaqueta de cuero, esa me gusta bastante y es buena para combinar con ropa de viaje. — Priscilla bromea sobre su cola y demás. — ¿Te refieres a esta cosa inutil? — Empieza a responder Stuart haciendo que su cola se asome por encima de la mesa. — No sé que te han contado, pero las colas de los ysoki no son realmente prensiles que digamos. O quizás sea culpa mia por no entrenarla nunca, no lo sé... apenas he tenido contacto con otros de mi especie, más que nada hace muy poco luego de dejar Absalom, pero al menos yo no puedo hacer con ella mucho más que moverla... y todo el tiempo tengo que estar teniendo cuidado de que no la pisen o se atore con algo. Pero no me confundas, hay algo sobre tener cola que simplemente me hace amar tenerla... quiero decir, me gusta como me veo con ella y me gusta ver ysokis con ellas... — De pronto Stuart se da cuenta de que el tono de su voz había cambiado de forma muy similar a cuando alguien empieza a hablar de las piernas o el trasero de una mujer humana, entonces parece sentirse un tanto avergonzado y acalorado, y trata de disimularlo. — Además, si que sirven casi como una pierna extra cuando estas flotando o nadando, y para el equilibrio. Espera... ¿Y que es eso de que estoy engordando? ¿Te lo parece? — Dice Stuart volviendo a ponerse de pie para hechar un vistazo a su cuerpo. — ¿Estas segura? Bueno... supongo que he estado comiendo mejor desde que dejé de trabajar para una pandilla de las alcantarillas a cambio de migajas.

-Te aceptaré cualquier bebida cuando acabemos el trabajo... y hablando de él, veo que estais familiarizados con Akiton, ¿conocéis las carreras del desierto? Supongo que si. Cualquiera que se precie conoce las carreras a través del valle del torbellino de Akiton.- Priscilla hizo una pausa para darle mas dramatismo a la escena. -Pero ese no es nuestro objetivo, nuestro objetivo es... ¿Os gustan los caballeros infernales? Supongo que no les teneis mucho aprecio por la bienvenida que nos teniais preparada en la Deriva. Les robaremos algo que tienen guardado bajo llave y vale millones... Y la lupina sonrisa de la drow se afiló a tal extremo que hubiérais jurado que un gruñido salió de su garganta. -Y para conseguirlo hay que correr en esa carrera. 

Recibo la cerveza y de inmediato le doy un profundo trago mientras contengo la risa ante las palabras de Edariel. Hacerle enojar o incomodarse un poco también me ha sido muy divertido. La cerveza no es mi bebida favorita pero necesitaba algo así. Todo el asunto de Castrovel fue largo y, aunque no pudimos luego indagar más en el asunto de los furtivos para intentar hacer lo correcto (y sacar algo más de tajada de ser posible) me traje un poco de sabor amargo en la boca.

"Pero todo mal sabor se disipa con un poco de alcohol."

Escucho en silencio todo lo que dice Priscilla y las respuestas de la rata, aunque no me interesa en lo más mínimo qué puede hacer con sus cola. De pronto, la conversación se vuelve interesante y comienzo a poner más atención pues parece que nos acercamos al motivo de la reunión.

Al oír de las carreras, pienso en ellas para determinar cuanto sé pero no me demoro en responder a su pregunta de los Caballeros Infernales:

 - "Me gustan tanto como cualquiera que quiera arrancarme la cabeza, con la salvedad de que estos pueden conseguirlo."

Sonrío, pues solo un estúpido comete el error de subestimar a unos tipos como esos. No me intimidan, no dudaría en plantarles batalla llegado el caso, pero no les miraré por menos de lo que son y de lo que nos han enseñado de sí mismos de momento.

Cuando ella termina, le respondo:

 - "¿Entonces la idea es correr en una carrera en Akiton para ser alguna clase de señuelo mientras les robamos? ¿El premio serían varios millones si es que salimos vivos, conseguimos lo que buscamos y no nos cagas con el botín como me imagino que tienes ganas?"

Le miro a los ojos intensamente, desafiante incluso, para luego sonreír de oreja a oreja:

 - "Estoy dentro. Dame los detalles."

Me relajo hacia el respaldo de mi asiento y vuelvo a tomar cerveza, aunque esta vez sin despegar los ojos de la mujer y dándole una mirada ocasional a su acompañante, que parece mucho más incómodo de lo que creo debería estar en estas circunstancias. 

Edariel miró preocupado a Stuart cuando vino cargado de todo eso e hizo un ademán de levantarse para ir a ayudarle.
Pero el Ysoki se las arreglo para traerlo todo sin tropezarse y el elfo volvió a sentarse.

Sobre la discusión de que Stuart estaba cambiado, Edariel se sorprendió de que el Ysoki no le revelara el principal motivo de ese cambio.
Hay un motivo más de ese cambio de aspecto... pero que lo diga Stuart si quiere... le miró y se quedó a la espera de si revelaba que ahora era mujer...

Saboreó la cerveza con calma, no le entusiasmaba su sabor amargo, pero había probado cosas mucho peores.
Escuchó las palabras de Priscilla sobre el contenido del trabajo, y ladeó ligeramente la cabeza, pensativo.

Personalmente, y creo que todos coincidimos en ello, siento un alto desprecio por los Caballeros del Infierno. Pero todos sabemos que son una organización poderosa y con numerosos miembros.
Pongamos que sale bien ese golpe y conseguimos esa fortuna... ¿qué planes hay luego? Es decir, ¿qué piensas hacer con ese dinero? ¿Cómo contrarrestar las represalias que muy probablemente los Caballeros tomen contra nosotros? preguntó, y por un momento se le pasó por la cabeza invertir ese dinero en crear una banda con la que hacer frente a los Caballeros Infernales. Aparte, sabía que existían organizaciones antagonistas a dichos Caballeros que posiblemente apoyarían un golpe tan importante contra la organización.
Esperaba que su herm... Priscilla tuviera en mente toda esas cosas.

-Principalmente porque no sois nadie.- Directa y sin atisbo de remordimiento. Típico Drow. -No os ofendáis, pero habéis salido de una alcantarilla en Absalon para caer en Akiton... ¡y eso es perfecto!.- Dijo de repente alzando la voz. -Nadie os conoce ni sabe de vuestra existencia, lo cual hace que seguiros el rastro sea un problema, sobre todo con una nave robada.... Además,- continuó con un tono expectante -¿no queréis ajustarle las cuentas a alguien?.- Y a continuación solo dijo una palabra, un nombre que os hizo recordar todos los malos ratos que habíais pasado en las alcantarillas de Absalon. -Morob.

Habiendo comenzado las negociaciones, Stuart consideró que era mejor dejarle eso a Gendo el cual suponía que se manejaba mejor que él en esas cuestiones. Por lo que tenía la boca llena de embutido y pan en ese momento, cuando Edariel mencionó aquello sobre "un motivo extra" el ysoki lanzó una mirada a Edariel frunciendo un tanto el ceño mientras acababa de masticar y tragaba.

— Eso otro no es importante, Ed. — Dicho lo cual simplemente se empinó su vaso de leche. La conversación continuó uniendose Edariel, planteando un par de cuestiones de importancia. — Con un poco de suerte ellos creen que aun estamos flotando en el vacío del espacio en donde nos dejaron. Por lo que, los que vayan a lidiar directamente con esos Infernales cuando por ejemplo vayan a robarles esa cosa, preferentemente deberán hacer lo que tengan que hacer rápido y sin que nadie los vea.

Entonces Priscilla menciona un nombre que conocían muy bien, aunque ya creían, al menos Stuart, que nunca más volverían a oirlo.

— ¿Morob? ¿El Morob de Absalom? ¿De las Serpientes? — Preguntó Stuart sorprendido. — ¿Que tiene que ver en todo esto? ¿Trabaja con los Caballeros Infernales?

La drow miró a Stuart con una sonrisa de suficiencia. Estaba claro que tenía mas información en el bolsillo y que le gustaba hacerse derrogar.

Levantó el dedo indice con delicada suavidad mientras hablaba. 

-Morob NO trabaja para ellos, es un caballero infernal.- A continuación levantó un segundo dedo. -Se hace pasar por jefe del crimen en Absalom donde recauda dinero e información para los memos del infierno.- Dijo en una clara burla a esa organización. Por último levantó un tercer dedo y su mirada se volvió como la de un zorro a punto de asaltar un gallinero. -Y fue uno de los socios mayoritarios del proyecto Belussian.

El primer impulso, al escuchar las palabras de la drow, es el de escupir la cerveza que tengo en la boca, salpicando a todos los presentes solo por la impresión. Parpadeo pues fue solo un pensamiento que en realidad no ocurre. Trago la cerveza, bajo la botella lenta y ceremoniosamente sin quitar mis ojos de los ojos de la mujer antes de hablar, en voz cuidadosamente baja pero intensa en tonalidad:

 - "¿Me estás diciendo que nosotros trabajamos para un Caballero Infernal por años? ¿Que el viejo Morob es uno de ellos y ninguno de nosotros lo sabía?"

Entonces menciona el tema de la Belussian. Aquella extraña nave que parecía tener secretos de nuestros pasados y que se destruyó sin revelarlos del todo. En ella, ciertos datos decían que no era Gorlik mi padre sino un tal Ryo. Jamás había escuchado de él pero si Morob tenía que ver con la contratación del personal de aquella nave, él sabe de mi pasado cosas que jamás me han dicho.

"Así que el viejo de mierda no solo es un anciano criminal sino un puto Infernal. Creo que me vendrían muy bien ciertas confesiones de su parte."

Pero la verdad es que nunca he sido de los que se atascan en el pasado y, aunque son cosas que me gustaría conocer, prefiero concentrarme en el futuro y en lo que podamos conseguir de él, por lo que espero sus respuestas en silencio y que continúe con los detalles del plan.

Stuart se estaba llevando a la boca uno de esos pequeños frutos amarillo-verdosos, que resultaron tener una semilla bastante grande para lo que era su pequeño tamaño, pero cuando escuchó esas tres cosas que dijo Priscilla... se quedó con la boca abierta. Gendo reaccionó primero y luego de que hablara Stuart comentó.

— Eso explica como los Caballeros Infernales sabían de la Belussian. — La expresión de Stuart se puso seria, casi preocupada. — Priscilla... ¿Tu sabes de la Belussian? Creí que era algo super secreto, ¿Lo descubriste cuando investigaste a Morob? — Entonces Stuart sacó de uno de sus bolsillos una especie de pequeño cuaderno, y lo abrió en el lugar en donde mantenía protegida una fotografía. — Mi madre... al parecer... trabajaba allí, en el laboratorio botanico. Encontre esto... cuando encontre esto... sentí cosas muy extrañas que creí que eran alucinaciones. Pero en Castrovel... — Stuart se detiene, y en ese momento mira fijamente a Priscilla, como nunca antes la había mirado, mantiene esa mirada por unos segundos y luego aparta la vista a la mesa. — No, no soy ventrílocuo. ¿Alguna vez has sabido de algo como esto? Si te llegas a enterar de algo sobre esto, ¿Podrías decirme?

— ... Pero en Castrovel... — Stuart se detiene, y en ese momento mira fijamente a Priscilla, como nunca antes la había mirado. — He descubierto que soy capaz de cosas bastante extrañas. — Luego aparta la vista a la mesa.